Bueno... ettto... este es mi trabajo de castellano una historia que nos pidieron y me gustaria publicarlo aqui a ver que tal n_n ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Buscando Seguir Adelante Con Mi Vida… Todavía no logro entender cómo es que se decir que me conozco a mi misma si en realidad hay muchas cosas que desconozco de mi ser. Teniendo trece años, había sufrido uno de los trágicos que pueden haberle ocurrido a cualquier niño de mi edad; la pérdida de sus padres, a partir de ahí todo se comenzó a complicar. Evidentemente, se podía notar que tenía que depender de mi misma porque no tenía a otra persona a quien recurrir, ya que jamás en mi vida llegue a conocer a otro pariente que no fuera mis progenitores; siendo así las cosas comencé a lo que fue a aprender todo los tipos de quehaceres que se tienen que realizar en una casa. No era muy difícil que digamos pero, si tenía sus complicaciones. Aun no aprendía a familiarizarme con cada cambio aunque tuviera que hacerlo era completamente complicado ya que cuando estaba mis padres con vida nunca dejaban que los ayudase ya que decían que mi única labor por ahora en ese momento eran mis estudios. Desperté como otro cualquier día con suma pereza y trasnocho ya que nuevamente me costaba mucho poder dormir bien y era porque esas escenas de aquel accidente se me convertía en una fría pesadilla que me molestaba a cada momento, si que se me hacía difícil poder evadir esos pensamiento pero… de alguna forma u otra tenía que ser fuerte sin importar que. Cuando decidí levantarme de la cama fui al baño en donde tome una ducha fría, salí del baño para encaminarme al closet en donde tome mi uniforme para colocarme después fue que arregle mi cama para bajar a la cocina en donde me hice el desayuno, al poco rato de terminar lave todo y tome mi mochila para así finalmente irme del lugar al que conozco como “hogar”. Caminaba por las calles completamente distraída, aunque supiera para donde iba de todas formas sentía que no tenía sentido de orientación parecía ida del planeta pero, es que los recuerdos de mi padres me invadían mucho la cabeza que no sabía muy bien que era lo que tendría que hacer. — ¡Ami! —Me grito una chica de lejos. Volteé la mirada hacia esa persona y vi como corría de forma agitada buscando alcanzarme por lo que me detuve para esperarla, al llegar a donde me encontraba se recostó de sus rodillas buscando respirar con normalidad, la mire de reojo para asegurarme de que estuviera bien pero sin embargo no se dejaba mostrar mucho la cara porque sus cabellos negros se los tapaba. — ¿Estas bien, Lisa? —Pregunte con serenidad sin quitarle la mirada de encima. Esta asintió para luego volver a incorporarse mirando con serenidad se vio en su rostro una cálida sonrisa. Su nombre era Lisa aparte de ser mi vecina era mi única amiga en esta ciudad, pero también era una de las personas que comprendía a la perfección por lo que había pasado ya que ella a diario tenía que mantenerse bajo el cuidado de su tía. Sin tener que decirnos algo comenzamos nuevamente a caminar hacia la escuela, durante ese trayecto nuevamente había perdido mi sentido de orientación que no sabía en donde me encontraba o para donde me iba porque solamente pensaba en mis padres, en el cariño que me han dado desde pequeña y ese cuidado tan delicado que me daban cada vez que me enfermaba. Extraña los abrazos de mi papá y los besos de mi mamá, cada uno de tenia su dote para hacerme sentir la niña más afortunada del mundo. De mi madre, tenía sus abrazos, sus afectos esos que me daba cada vez que los necesitase o me levantase cada mañana, sus dulces palabras que parecían el de una mujer que hace lo imposible para cuidar de su pequeña sin importarle mucho lo que tuviera que hacer para lograrlo. De mi padre tenía lo que era sus juegos brusco que muchas veces dolían porque siempre me pegaba en la espalda o en uno de mis brazos pero solo lo hacía para poder jugar aunque sea unos escasos minutos conmigo, luego estaban sus abrazos… esos si eran abrazos y era el mejor dándolo, después tenemos sus regaños; siempre lo odiaba cada vez que me regañaba o me castigaba pero ahora si entiendo el porqué lo hacía… era porque le importaba. Al llegar a la escuela todo transcurría como si nada, así como también transcurrió esa tarde luego de que terminase las clases, Lisa se vino conmigo a mi casa para ayudarme con mis quehaceres del hogar y la cena. Al principio no podía pedirle ayuda pero ahora si me doy cuenta de que en estos momentos es donde más la necesito a mi lado. Cada día era lo mismo y cada día aprendía al diferente por eso es que digo: “uno nunca sabe como la vida te puede sorprender”; y si que tiene muchas sorpresa porque a partir de ese entonces las cosas para mi han ido mejorando. Sé que la vida no es justa a veces pero, siempre tiene que haber una razón para seguir adelante y sé que mis padres en estos momento en donde quieran que estén dirán que tengo que seguir con mi vida así se ponga más difícil de lo que esta horita. “Supera cada reto que te pone la vida sin miedo”
Hola! Bueno, el relato, no sé, ¿tendrá continuación? Porque quedó como cortado O: En sí, me gustó la estructura, muy limpia y ordenada, sin faltas de ortografía, al menos no notorias, y un buen desarrollo de sentimientos. Más que nada parece como una reflexión sobre lo milagroso que es tener un par de padres y que muchas veces ni siquiera le damos importancia al hecho, o los damos por nuestros cuando en realidad no sabemos cuándo van a dejarnos, y eso... Me pareció sumamente lindo. ¿13 años? No puede ser. Ya la hubiera recogido la Procuraduría de Defensa de los Menores o alguna otra dependencia gubernamental para canalizarla a un orfanato xDD Sencillamente no puede vivir sola por su edad. Bueeeno, yo sé que lo hiciste así para imprimirle tragedia, y está bien... no la voy a matar xDD Continúa así, me gusta tu estilo. Saludos.
Bueno no pense que esto tendria continuacion pero con el comentario que me dijeron si la tiene y eso que cuando relei el capitulo tenia un par de errores que ya corregi y sin mas que decir aqui esta el capitulo ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Capítulo II Han transcurrido cuatro meses desde el accidente de mis padres y hoy 13 de Agosto del 2010 estoy cumpliendo mis 14 años; han sucedido varias cosas desde entonces una de ellas es que la tía de Lisa me pidió de forma cordial que viviese con ella y su sobrina algo de la cual no me negué en lo absoluto. Al mudarme pusimos en venta la casa en donde vivía con mis padres por lo que dinero que valiese iba a ir depositado a una cuenta bancaria que iría a nombre mío pero mi tutora seria la persona que ma adopto en este caso la señora Emperatriz del Valle. Siendo una mujer soltera, su casa era para una familia de cuatro por lo que no tuvo problema de darme un lugar en donde pudiera alojarme. Lo típico en mi es que sentía tanta vergüenza con ella que prácticamente no podía acostumbrarme todo pero, como mi mejor amiga estaba siempre a mi lado me hacia fácil las cosas y sin mucho miedo me comencé a instalar. Al terminar me fui a dar una ducha mirando distraídamente el techo me puse a pensar que era lo que me paraba la vida horita o que era lo que iba a hacer; buscando sumergirme en el agua sentí como esa puerta era tocada levemente con una mano delicada. —Ami-chan vengo a asegurarme que todo esta bien por aquí —Hablo mi amiga desde el otro lado. No le dije nada y eso la perturbo pero sabía perfectamente que estaba demasiado distraída que más bien estaba metida en mis propios pensamientos que mas bien no sabía qué era lo que tenía al frente o lo que hacía. Salí de la ducha y fui al cuarto colocándome una bata que me tapaba todo el cuerpo me senté en la cama en dirección a la ventana que se encontraba abierta, y sin quitarle la mirada a la hermosa luna que se notaba esta noche muy hermosa comencé a secarme con mucho cuidado mis cabellos. “Siempre que mires la luna piensa en nosotros, mi princesa” No sé cómo, ni como llego a pasar pero sentía como una de mis lágrimas de tristeza resbalaba lentamente por una de mis mejillas y era porque me dolía no tenerlos aquí, no entiendo del porque tuvo que pasar esto… ¿Por qué tenía que ser yo la niña que perdiera a sus padres? No es justo, no hice nada para merecer tal cosa y así es como me castigan. Tanto era el dolor que sentía que no me di de cuenta del momento en que me había quedado dormida esa noche que estoy segura de que la señora Emperatriz me llamaba para que bajase a comer cosa que no hice. ¿En dónde estaba horita? En el cementerio cerca del lugar en donde vivo y con dos grandes ramos de rosas blancas estaba justamente en la tumba de mis padres; de repente mis ojos comenzaron a perder su brillo, así como mi rostro poco a poco mostraba una cara de seriedad como si la vida no me importara en lo más mínimo. Hice mis oraciones y coloque los ramos en donde iban, volviendo a llorar solo pensaba en una cosa… tenía que seguir adelante así sea lo último que haga, no puedo dejar que ellos me vean desde el lugar en donde este que me estoy dejando decaer con esta perdida. De lo que no me di de cuenta es que una mano morena se ubicaba en mi hombro izquierdo para llamar mi atención, cuando decidí ver quien era resulto ser Lisa que por lo visto la preocupe porque le dije que iba a salir y eso que siempre le decía que hacía y que no hacia al momento en que me tocaba salir. — ¿Por qué no me dijiste que los venias a visitar? —Pregunto con un tono de voz suave mientras que se arrodillaba a mi lado para hacerles una oración. —Si querías venir sola me lo dices y te dejo —Acoto pensando que no quería que me acompañase. —Sabes que eso no es lo que quise decir —Le dije un tanto ofendida. —Es solo que… lo único que hago es preocuparte y no me gusta ser una carga para ti y para tu tía que hacen mucho con ayudarme —Seguía hablando esta vez con la mirada desviada a un lado. —Nunca lo vas a ser, es más para nosotras es un honor que te quedes en nuestra casa, así no te sentirás solas ¿Sabias? —Comentando de forma divertida pude ver en su rostro esa cálida sonrisa que la hacía ver inocente. No sé porque razón pero de la nada sonreí porque me hacía ver que le importaba y eso me daba a entender muchas cosas, pero una de ellas es que no estaba sola en este mundo y de eso estaba segura.
y con esto damos paso al siguiente capitulo n_n ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Capítulo II Eran las nueve de la mañana del día Sábado, me levante como de costumbre de la cama con suma pereza, no voy a decir escalofrió porque ya esa pesadilla no parecía molestarme mucho debe ser porque como estoy en otro lugar que no es mi casa de seguro estos desaparecieron y si es así las cosas debo decir que es un verdadero alivio para mi, fui tome una ducha luego salí y me busque en mi armario una camisa color rosa, unos pantalones jeans azul marino y zapatos deportivos blancos. Fui a la peinadora y me senté para peinarme mis cabellos negros en donde me lo amarre en una alta coleta, me levante nuevamente para ir a acomodar mi cama y así poder salir a desayunar. Baje lentamente las escaleras y llegue a la cocina en donde vi a mi mejor amiga sentada en la mesa comiendo con mucha tranquilidad su desayuno, no tuve la oportunidad de decirle como era. De una hermosa piel bronceada sus ojos eran de color verde hoja aunque muchos dicen que como estos brillaban muchos por lo que eran como la misma esmeralda, y de largos cabellos castaños oscuros estos les llegaba hasta la cintura. Camine hasta la mesa en donde me senté del otro lado para poder quedar de frente a mi amiga que miraba con una sonrisa. —Buenos días —Buenos días — ¿Dormiste bien? —Pregunto mientras que agarraba el vaso de su jugo de naranja para tomar un poco de él. —Sí, tenía mucho tiempo que no dormía así de tranquila —Respondí con una tonalidad de voz suave mientras que miraba la mesa con una sonrisa cerrada. Lisa buscaba entender el porqué le conteste de esa forma pero no le paro mucho a ello porque para ella era importante que estuviera bien y cómoda en la casa de su tía algo que no se le hacía para nada difícil. —Me alegra mucho saber que te sientes cómoda en esta casa —Comento en bajo mientras se disponía a continuar comiendo. De la cocina sale su tía con un delantal de flores blancas de cincos pétalos puesto, de cabellos negros platinado, sus ojos grises me miraban con mucha serenidad y dulzura y con esa piel blanca casi parecida a la nieve camino hasta donde me encontraba para colocar al frente de mi el plato que contenía mi desayuno. —Buenos días, espero que sea de tu gusto —Hablo con suma suavidad para regalarme una cálida sonrisa. Sin decirle nada le hice entender que me sentía conforme con lo que hizo al devolverme esa sonrisa. Se volvió a meter a la cocina para continuar con sus labores al momento en que había comenzado a comer. — ¿Qué piensas hacer hoy? —Pregunto Lisa de forma repentina para fijar su mirada en mí. —No mucho, creo que preferiría quedarme en casa —Respondí. —Bueno yo dentro de unos minutos me voy a ir al parque a ver a los chicos allá ¿Te gustaría venir? —Me invito a su salida de esta mañana. La mire de reojo pensando muy bien si ir o no a ese lugar porque en realidad yo no era muy sociable con las demás persona que digamos por lo que se me hacía difícil hacer amigos, pero mi mejor amiga estaba empeñada en que siguiera con mi vida que en ella tengo que incluir hacer amigos nuevos, y eso si iba a hacer una difícil tarea. —No lo sé… sabes que no soy así de… sociable —Conteste pausadamente porque la verdad es que no estaba muy segura de ello. —Vamos no seas así va a ver que te la pasaras genial en ese lugar —Insistía ella. Me quede callada dispuesta a terminar de comer, al poco minutos estaba en la cocina lavando todos los platos sucio y con la tía de Lisa en el lugar solo pensaba en su propuesta, de verdad que no quería ir tenía miedo de que esas personas me rechazarán o buscaran una forma de humillarme por lo que preferí mil veces negarme a la propuesta. —Deberías salir un rato, así te distraes un poco —Dijo la mujer buscando llamar mi atención. — ¿Por qué lo dice? —Pregunte en bajo. —Ami, si te mantienes distraída no solo podrás tener más amigos sino que también puedes calmar ese miedo que sientes al decirte a ti misma que vas a estar sola en este mundo —Respondió ella mirándome de reojo. Tenía la razón en ese punto, pero de todas formas no podía evitar sentir ese miedo de no ser aceptada por los otros. Notando eso en mi se acerco con esos pasos serenos hasta donde me encontraba dándome lo que hace mucho tiempo no recibía un cálido abrazo, se sentía muy extraño que mis ojos azules los tenia abierto hasta más no poder. —Querida, sé que es duro todo esto para ti pero quiero que sepas que tu nunca vas a estar sola siempre me vas a tener contigo sin importar que —Cada palabra que decía me recordaba a mi madre por lo que mis ojos se aguaron por eso. Me había quedado muda, no sabía cómo responderle de verdad me había conmovido con sus palabras que de forma lenta correspondí su abrazo, por lo que no note la sonrisa que tenia dibujada en su rostro al momento en que escucho mis sollozo ya que me encontraba llorando de verdad me hacía falta esa mujer que me dio la vida porque así como la Sra. Emperatriz me estaba animando, mi madre lo haría de la misma forma por lo que se me hacía demasiado… familiar sus palabras.
aqui el siguiente capitulo ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Capítulo III Luego de que hiciera todos mis deberes Lisa se encontraba esperando en la sala, por lo visto se encontraba muy contenta de poder llevarme a ese lugar aunque claro no podía decir lo mismo porque de verdad que no soy muy buena para hacer amigos. Viéndome llegar me sonrió nuevamente para levantarse del sofá yéndonos por fin de la casa. De camino al parque ella pudo notar que no estaba del todo contenta, es más parecía nerviosa y es que me sentía así porque no sabía cómo aceptaría los demás y si podría encajar con ellos. Una de las cosas que tengo que hacer es hacer amigos, porque mi madre siempre decía que por qué nunca tenía amigos o por qué no traía a otra persona a la casa que no fuera Lisa bueno… la respuesta que le daba era: “Oka-san tu sabes que para mí no es nada fácil hacer amigos” y ella me decía: “Eso lo dices porque no te puedes dar confianza a ti misma”. Puede que tenga la razón soy un poco desconfiada pero es la verdad, horita hacer amigos es algo difícil ya que siempre te buscan por las malas intenciones y a la final sales lastimada, lo sé perfectamente porque ya me ha pasado. Siempre en la escuela mis otros compañeros de clases no me hablaban de otra cosa que no fuera las tareas, como era una de las más inteligente del salón se aprovechaban de mi buena fe para ayudarlos y eso para mí no es nada justo porque siempre hacia todo para poder caerle bien a otros. —Ami-chan, deja de pensar tanto que te vas a venir cayendo un día de estos. —Comento divertida buscando llamar mi atención. Eso fue lo que logro cuando fije mi mirada en ella al hacerme salir de mi trance. —Lo siento, es que no estoy muy acostumbrada a salir. —Dije apenada con la mirada desviada. Sonriéndome de forma cálida parecía buscar decirme algo y fue lo que consiguió al decirme: —Yo solo quiero que te sientas segura de ti misma y puedas hacer las cosas sin necesidad de depender de otro. Era verdad, siempre dependía de otros para lograr mis objetivos pero… ¿Cómo puedo conseguir eso? Para mí es una misión imposible ya que soy demasiado insegura y eso que para hablar con otro se me era algo difícil. —Sabes que no puedo conseguir eso. —Murmure en bajo sintiéndome apenada de ello. —Solo porque no te das confianza para hacerlo. —Reprochó. Eso me extraño mucho que la mire todavía más confundida. —Mi punto es, que si de verdad quieres lograr lo que te propones tienes que darle un poco de empeño para lograrlo. —Dijo en bajo desviando su mirada a la mía. No le dije nada solamente desvié mi vista al frente en donde ella hizo la misma acción, llegando al metro nos montamos en el sentándonos cerca de la puerta. Por unos momentos nos mantuvimos con un silencio que nos acompañaba demasiado entre nosotras aunque de verdad era algo incomodo por lo que pensaba en una forma de poder romperlo. —Ami-chan… — ¿Qué pasa, Lisa? —Pregunte. —Tú tenías un hermano ¿Verdad? —Respondió en bajo con la mirada al frente. —Sí pero, hace mucho que no se de él. —Acote en un tono entristecido. Ella me miro de forma curiosa, porque nunca le había dicho tal detalle como nunca me gusta hablar de mis cosas personales se extraño mucho al saber que tenía un hermano mayor. Él tiene ya dieciocho años y esta estudiando mecánica en el extranjero por lo que no tenemos mucha noticia de su paradero y ahora que quede sin padres de seguro debe estar mal porque le habrán dicho que no sobreviví o algo por el estilo. —No pienses tanto en eso, de seguro él sabrá que estas viva. —Dijo eso con motivos de subirme los ánimos. Le sonríe de forma ligera para tranquilizarla pero eso era lo único que pensaba, que mi oni-sama supiera que estoy bien aunque no tuviera manera de hacerlo saber. Llegamos a la estación y tomamos de nuevo nuestro camino en donde llegamos a un gran parque en donde se podían ver muchas personas que hacían diferente actividades al aire libre. Miraba de reojo cada cosa que las personas hacia pero fui llamada por mi amiga que me tomo de la mano para llevarme a un árbol que estaba por el lado oeste del lugar en donde se podían ver a un grupo constituido de cinco niños, dos niñas y tres varones que tenían rato esperándola. Se detuvo en seco conmigo a su lado y les sonrió de forma dulce en donde estos me miraban de forma curiosa preguntándose de quien era la persona que acompañaba a Lisa, en ese momento me puse más nerviosa de lo que ya me encontraba ya que no sabía qué era lo que iba a pasar…
Bueno aqui el otro capitulo, no tuve mucha inspiracion pero digamos que algo me salio :P ______________________________________________________________ Capítulo IV Todos me miraban extrañados ya que nunca me habían visto pero claro intente lo imposible para mantenerme tranquila que incluso sonreí de forma sincera, cosa que a Lisa le sorprendió mucho porque nunca me había visto de esa forma tan nerviosa y tenía que entender para mi nada es fácil y si quería cumplir mis metas tenía que ponerle el mejor desempeño. —Chicos, ella es Ami-chan. —Me presento con los mejores ánimos que todos le sonreían de alegría. —Hola a todos… —Los salude apenada mente escondiéndome detrás de ella. La primera que se me acerco era una niña muy linda, de piel morena y cabellos rojos sus ojos negros eran tan oscuros como la misma noche pero estos mostraban no solo tranquilidad sino mucha relajación como si no se preocupara por nada. —Es un gusto conocerte mi nombre es Esmeralda. —Se presento con una reverencia Japonesa algo que me extraño mucho. —Por la forma en cómo me vez, te preguntas que de donde soy. —Dedujo. Yo asentí a esa pregunta. —Soy de Japón y cuando conocemos a una nueva persona se le hace una reverencia en señal de respecto. —Contó. No le dije nada solo la miraba de reojo escondiéndome más en la espalda de Lisa. Después vino otro que tenia cabellos negros como la noche de una piel blanca y ojos grises me miraba de arriba abajo como si fuera algo que nunca había visto. —Mi nombre es Ryan, es un placer conocerte. —Se presentó con suma cortesía mientras que tomaba mi mano izquierda y me la besa. De verdad me sorprendió eso que hizo que recuerdo perfectamente que mis mejillas se enrojecieron levemente por eso, en serio no espere que un chico hiciera una cosa y me sentía tan nerviosa que estaba segura que iba a decir estupideces pero tranquilamente me pude contener, algo que no entiendo todavía como lo puedo hacer. Después de eso fui conociendo a Laura, una joven de piel morena cabello rubio amarrado en una lata coleta que le llegaba un poco mas debajo de sus hombros y a Antonio el hermano de Esmeralda casi idéntico a ella solamente se diferenciaba sus cabellos que eran de un color castaño rojizo. Todos los chicos estaba jugando y eso que yo me encontraba en el árbol en donde se reunieron sentada en la corteza mirándolos jugar, si que soy tímida tengo que admitirlo de verdad que no me es nada fácil hacer amigos y eso que no muchas veces puedo expresar lo que siento solo a mi mejor amiga es la que le cuento todo y eso es porque ella misma me transfiere la confianza para decirlo. Madre tenías la razón, tenía que tener confianza en mí misma para poder llegar a ser algo que de verdad me guste pero… siempre que lo intento deseo retroceder y no entiendo el porqué. Tanto era lo que pensaba que no me daba de cuenta que el chico que conocí hace unos minutos se me acercaba para sentarse casi cerca de donde estaba. — ¿Por qué tan sola? —Pregunto en bajo buscando llamar mi atención. —Soy… un poco tímida para hablar… —Respondí en bajo manteniendo mi mirada al frente. Él sonrió de forma cerrada por lo que me puso todavía más nerviosa. —Así me sentía yo al principio. —Comenzó a hablar con suma serenidad llevando su mirada al cielo. —Pero, luego de que conociera a Lisa y a los otros pude ser yo mismo y eso que hice cosas que nunca hubiera hecho en mi vida. —Decía con tanta tranquilidad como si ya hubiera pasado por esto antes. Seguía callada, escuchando atentamente lo que me contaba. —Lo que si es que tienes que tener confianza en ti y veras como todo se puede conseguir. —Me dio como consejo algo que ya muchas personas me habían comentado. No entiendo cómo pero, sentía que podía confiar en él y eso que al principio se había presentado a mí con suma caballerosidad y eso bueno, fue algo demasiado impresionante porque no los chicos de mi cole eran así pero de todas maneras era lo mismo ya que no se sentía igual las cosas porque con este chico… me pasaba una cosa que no había sentido antes, de lo que no estaba segura es… ¿Qué era lo que sentía?