Marvel Bullying [Spider-man]

Llevó tiempo pensando algo digno de escribir de este personaje que me agrada tanto, me agrado mucho el resultado, espero a ustedes igual.



Era una esas mañanas para Peter con demasiado que pensar, al fotos para el Bugle no le generaban suficientes ingresos, tenía una ultima oportunidad para pasar química orgánica dos luego de que cierto rinoceronte con esteroides le diera por causar destrozos en el puerto, el mismo día que lo aplicarían, tía Mayor necesitaba para la renta, no podía negarlo, en fin, otra día mas en su vida.

Se balanceaba entre sus redes dando una voltereta en el aire, necesitaba relajarse y hacer esto realmente terminaba ayudándolo.

Aquel sentido extra que había adquirido a causa de la mordedura de la araña se activo de pronto, dirigiendo su mirada a la cercanía, percató de dos adolescentes forcejeando peligrosamente en la orilla de la calle, uno ellos tomaba al otro del cuello aproximándolo al tráfico, dispuesto a darle un despiadado golpe final que lo arrojase hacia la estampida de autos.

Sin dudar ni un momento actuó.

El niño que iba a ser golpeado se había cubierto la cara con sus manos para apaciguar el golpe cerrando los ojos, pero este jamás llegó, sorprendido volteó hacía arriba y vio que el héroe arácnido lo llevaba consigo, al principio había forcejeando pero conforme avanzaba hacia arriba había terminado aferrándose a su cuerpo por el miedo.

Terminaron en la cima de un edificio y el niño se soltó enseguida molesto.

— ¿ Vives aquí?— preguntó Spidey.

— A veces.— respondió secamente.

— ¿ Estas molesto conmigo mmm...

— Me llamo Jordán y si lo estoy araña, lo arruinaste.

— ¿Exactamente que arruiné? ¿Acaso es un nuevo juego estúpido de adolescentes como lo de ballena de hace meses?

— ¿ Qué? ¡ No! Intentaba darle su merecido, como lo haces tu.

— ¿ Cuantas veces me has visto poner a otra persona para arrojarla al tráfico?

El chico lo miró molesto, se dio la vuelta y comenzó a descender por las escaleras.

— ¿Qué haces siguiéndome? Es claro que no me entiendes.

— Aseguro que llegues a tu casa y espero a que me expliques, estoy dispuesto a escuchar.

Jordán volteo los ojos al techo fastidiado y suspiró.

— Ese cretino que me impediste darle su merecido golpea a otros mas pequeños de mi barrio, le puso el ojo morado a Billy, el tiene cinco años.

— Parece no ser la mejor persona, lidié con muchos así en la escuela— declaró Peter recordando sus propios momentos con Flash Tompson.— sin embargo, no es la mejor manera.

— ¡ Es algo estúpido que lo digas tu, te la pasas golpeando a otros todo el tiempo!

— Oye, he tenido a un duende demente portando granadas de calabaza amenazando a personas e intentado razonar con él.

— ¡Dejame en paz! —prorrumpió el chico y en un arranque de ira intento golpearle.

Spider-man fácilmente interceptó el golpe.

— ¡ Tienes que ser conciente que estuviste apunto de terminar con la vida de otro hijo!— exclamó el arácnido.

Este le arrebató su mano que aun sujetaba, corrió por el pasillo y entró a una puerta. Peter aun era joven e inexperto, comprendió tarde que había sido demasiado impetuoso, por lo que avanzó hacia su departamento para disculparse con él y explicarle mejor.

— ¡ Maldito mocoso holgazan! ¿Qué demonios estas haciendo aquí? Me parto el lomo trabajando y se te ocurre escapar de la escuela...— gritaba una voz áspera detrás de la puerta.

— Papá, espera... yo... ¡ no papá espera! ¡ lo siento! ¡ no me golpes!

Spider- man había escuchado suficiente, abrió la puerta en el justo momento en un hombre obeso, de aspecto descuidado y cabeza calva levantaba su mano con un cinturón, fácilmente pudiera haberlo interceptado con su lanzatelarañas pero algo en su interior le dictó que se interpusiera y así lo hizo.

El hombre apestaba a alcohol y con rabia intoxicaba respondía su intervención lanzándole un puñetazo en la cara, Spider-man no se movió ni un poco.

— ¿ Quien carajo eres tu?— preguntó con una voz más tropezada.

— Alguien que no va a permitir que le hagas más baño a este chico.

A pesar de su estado de embriaguez, su memoria logró rememorar el traje del superheroe que lo detuvo hace unos años dejándolo colgado de cabeza mientras era carterista, siendo lo suficiente sensato para tirarse al sofá detrás de él derrotado.

Pasaron algunas horas y Peter invirtió el dinero en comprarle un café y algo de comida al hombre y al niño.

Mientras el chico devoraba ansioso un emparedado, Spidey hablaba con su padre ya más repuesto.


— Juré no seria igual a mi padre...— declaró cabizbajo.

— Entonces no lo hagas, su vida ya debe ser difícil para pasar por algo así.

— Al final mis errores estuvieron apunto de transformarle en un asesino, no quiero que siga por los mismos caminos que yo Spider-man.

— ¿Mismos caminos?

— La necesidad me llevó robar, cuando robe un bolso, tu me atrapaste y me dieron servicio comunitario.

— Fue hace unos años, te me hacías conocido, iban a enviarte a la cárcel, yo recomendé que fuera servicio.

— ¿ De verdad?

— No sigues haciéndolo ¿verdad?

—No, para nada, aunque no hay muchos trabajos para alguien de cuarenta con pocos estudios, siempre tengo que hacer horas extra para que nos alcance, es frustrante

— Entonces terminas desquitándo tu frustración en Jordán, mientras te bebes tu sueldo.

El hombre permaneció cabizbajo avergonzado, presionó sus puños y tensó su rostro.

— No volveré a hacerlo, lo juro, además dejaré la bebida.

— Mas vale que lo hagas o la próxima vez, yo replicare en ti, todo lo que le hagas.

El hombre afirmó con la cabeza y lo miró a los ojos, la expresión que tenía en este momento le quitaba un par de años.

Spider-man se posó en el varandal del balcón y luego de despedirse del chico a distancia se lanzó hacia el atardecer.


—Gracias por ayudarlo.

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Habían pasado al menos 15 años de aquél suceso, Peter era un hombre adulto y de familia, se había casado con Mary Jane y tenía una hija de 9 años llamada Mayor en honor a su tía.

Ambos con puestos importantes pero con su hija como prioridad se turnaban para acudir a las juntas escolares.

— Buenas calificaciones en todas tus materias, May, pequeña, estoy orgulloso— decía Peter.

— ¡ Vamos a las hamburguesas!

— ¿Qué? No, ¿ quién dijo eso?

— ¡ Papá!

— Hija, a veces olvido las cosas, por cierto ¿quien eres tu?...¡ May estas mordiendo muy duro mi brazo!

Un muchacho bien parecido sonrió frente a ellos al ver la escena, acarició el cabello de la niña y la saludo.

— Nos vemos en lunes May— le indicó amistosamente— ¡ Hamburguesas!


— ¡ Hamburguesas!—Repitió ella entusiasmada.

Peter lo miró un momento y este le saludo, devolvió el saludo pensando que algo en su rostro le parecía conocido.

— ¿ Quién era él?— preguntó Parker a su hija.

— Es el consejo escolar, es genial, ayuda a los niños con sus problemas, si están tristes, si tienen problemas, si alguien los molesta ¿ recuerdas a ese chico gigante Michelle? Molestaba siempre a Gerald un chico de mi clase, él hizo que ambos se volvieran amigos.

— Es grandioso, es la mejor forma de resolver los problemas.

La niña lo miró y lo abrazó muy fuerte espontáneamente.

— Se llama Jordán, siempre esta hablando de lo que Spider-man le enseñó.