Bullicio. Gente conversando. Comentan el último examen. Es el descanso entre clases. Y yo mientras, escribo este microrrelato. Que será un drabble si se alarga lo suficiente. En realidad, me da igual. Escucho el bullicio. Me molesta. Lo escribo. No me apetece incorporarme al bullicio. Prefiero escribir. No me importa qué ocurra fuera de mi mente. Quiero terminar con este experimento. Ponerle el punto final y volver a la realidad. Llega el profesor y otro bullicio sustituye al que había. Lo hago.
Oh, ya había leído el relato días pasados, pero apenas lo comento, que despiste el mio, jajaja. Curioso porque, yo pasaba algo similar cuando leía esto, estaba en la cafeteria, escuchando el bullicio de mis compañeros, y me preguntaba, ¿no será que estoy leyendo mi presente, o futuro? Un peculiar relato.
¿Quién no se habrá puesto a escribir en medio de clase para alejarse de charlas poco interesantes, o de ruidos molestos? Hay veces que los compañeros son bastante inconscientes y solo tienen ojos para sí mismos y sus amigos, que si juntamos al grupito ya la clase se pone patas arriba (?) Mira que te gusta experimentar, eh, Morde. Y eso es un gusto de leer <3 Aunque, ¿por qué otro bullicio sustituye al anterior cuando entra el profesor? :o No entiendo (?) Pero bueno, ha sido intetesante~
Interesante. Nuestra vida transcurre entre bullicios. Pero a veces entre bullicio y bullicio encontramos el equilibrio en /? y logramos sumergirnos en nuestros pensamientos sin prestar atención al ruido exterior. Creo que a todos nos ha pasado ya sea en clases, en una fiesta, en una comida, etc. Un experimento que más que experimento es un relato que expresa el día a día de muchos. Saludos.