One-shot Breaking the habit [Fate Stay Night]

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Sus pasos resonaban en medio de la oscuridad más absoluta.

Un relámpago cercenó el cielo, cubierto de nubes de carbón que auguraban el inicio de la más fiera tormenta jamás desatada. Durante el fogonazo todo a su alrededor se iluminó, y pudo comprobar que aquellos orbes verdes que relucían en la oscuridad, felinos, brillaban con una inusitada fuerza, pequeñas chispas haciendo contacto en su interior. La colosal silueta de su servant se erguía tras su espalda, sus ojos rojos brillando en la oscuridad con una creciente sed de sangre. No apartaba su mirada de él, expectante. La maza crujía entre sus manos, aguardando el momento perfecto para aplastar sus huesos sobre el asfalto.

"Memories consume like opening the wound. I'm picking me apart again"

El joven apretó los puños, impotente. Los recuerdos le estaban consumiendo, azotando su mente con vigor, abriendo de nuevo las heridas. Apenas les separaban unos metros, pero sentía como un creciente abismo resquebrajaba el suelo e impedía alcanzarla. Lena siempre hacía lo mismo cuando las emociones la rebasaban, se alejaba de todos, se mantenía al margen. Odiaba eso de ella. Saber le protegía con su cuerpo, blandiendo su espada, consciente del enfrentamiento inminente que les aguardaba. Y aún así, Daichi no podía apartar sus ojos de Lena. Y Lena no podía apartar sus ojos de Daichi.

Porque en el fondo, ella era la única confundida allí.

"I don't know what's worth fighting for or why I have to scream"

—Lena, no es necesario pasar por esto —anunció, su corazón retorciéndose dentro de su pecho. Extendió una mano hacia ella a pesar de la distancia, y en los ojos de la chica se reprodujo el día en que ambos se conocieron. Apretó sus dientes, presa de la ira, mientras Daichi daba un paso al frente—. Regresemos con los chicos. Encontraremos una manera de salir de esto, pero por favor... No hagas esto.

Pero ya era demasiado tarde para retroceder.

"I don't know how I got this way, I know it's no alright"

"So I'm breaking the habit"

Lena cortó el aire con un movimiento de su brazo, y aquella fue la señal que Berserker estaba esperando. El suelo retumbó bajo sus pies, pisada por pisada, la maza y la espada chocando entre sí produciendo un rugido desgarrador. Saber clavó sus pies en la tierra, hundiéndose con la fuerza del gigante. Sabía que no aguantaría demasiado tiempo sosteniendo el golpe, y se giró hacia su señor con urgencia.

—¡Daichi, apártate!

El muchacho trastabilló, haciéndose a un lado por inercia. La maza impactando contra la tierra donde escasos segundos antes se había situado. Alzó la mirada, su cabello azabache adherido a su frente, respirando con dificultad. En medio de la polvareda los ojos verdes de Lena brillaban con una tonalidad que jamás había visto en ella. La decisión con la que comandaba sus órdenes le aterraba. No había un atisbo de duda en su voz, un resquicio de remordimiento en la mirada. Había perdido toda su humanidad en aquel maldito juego que les obligaba a matarse entre ellos para poder sobrevivir, para cumplir su más profundo deseo.

¿Acaso merecía la pena tanto sufrimiento? ¿Morir por aquello que deseas?

"I don't know why I instigate and say what I don't mean".

Lena no lo comprendía. Apretaba sus puños, furibunda, su mandíbula tensada, observando a aquel chico intentar alcanzarla sin éxito como un idiota. Cada palabra que había salido de sus labios desde que se conocían distaba mucho de ser sincera, era incapaz de decir cómo se sentía frente a él, no comprendía por qué se limitaba únicamente en provocarle. Ejercía una influencia sobre ella que jamás había sentido, y aquello le quemaba por dentro con la fuerza de mil soles, porque sabía que aquello únicamente acabaría trayéndole sufrimiento.

Porque no había futuro que les esperase allá afuera. No en esa vida que les había tocado enfrentar.

Y ahora estaban allí, frente a frente, en una batalla a muerte donde solo quedaría un vencedor. Porque Lena era incapaz de continuar sufriendo de esa forma. Era incapaz de fingir que todo estaría bien, que saldrían de esa. Debía acabar con esa costumbre que había adquirido antes de que esta misma acabase con ella.

"So I'm breaking the habit tonight"

Golpe tras golpe, las siluetas de los contendientes bailaban en medio de la tormenta, sus cuerpos brillando ante el parpadeo proveniente del cielo, revelando sus posiciones en medio de la oscuridad. El aire se encontraba cargado, el olor penetrante de la sangre adentrándose en sus fosas nasales. Gritos y gruñidos salvajes se perdían entre el sonido de sus armas al chocar, de los relámpagos azotar el cielo.

Y en medio de la ardua batalla, un grito desgarrado recorrió el lugar, erizando la piel de Lena.

—¡¡BASTA!! —Daichi estaba desesperado. De rodillas sobre la tierra, lágrimas incansables recorriendo sus mejillas, imploraba una y otra vez porque el enfrentamiento se detuviese. Saber estaba muy herida, Berserker comenzaba a perder fuerzas. Pero su mirada se enfocó en Lena, suplicante, quien abrió los ojos al sentir un estremecimiento recorrer su cuerpo. La mirada de Daichi... estaba cargada del más profundo dolor. Él no lo comprendía—. Por favor, ¡detened esta masacre! ¡No queremos luchar, no queremos morir! ¡Lena, tú no quieres hacerlo! ¿¡Por qué demonios lo haces, entonces!?

>>¿¡Acaso de verdad... me odias!?

"I'll paint it one the walls, 'cause I the one I fault"

Lena agachó la mirada. Toda la determinación, toda la fuerza que creía tener se esfumó ante aquel grito desesperado que le llegó al corazón. Comenzó a sentir las lágrimas deslizarse por sus mejillas, acariciando sus mejillas enrojecidas, y apretó los dientes. Todo era culpa suya. Quería convencerse de que Daichi tenía la culpa de sentirse así, pero ella era la única culpable de todo.

Culpable por abrirle el corazón a la persona que estaba destinada a morir frente a sus ojos.

—No lo entiendes, idiota. Claro que no lo entiendes, con ese poco de serrín que tienes por cabeza... Si acabo contigo aquí y ahora dejaré de sufrir, ¿no es así? —Lena alzó la mirada, una sonrisa amarga decorando sus labios. Se llevó las manos hasta su cabello, destrozada. El dolor que sentía comenzaba a hacerse insoportable, se sentía morir—. Dejaré de sufrir noche tras noche deseando que al día siguiente sigas vivo, que nadie te haya arrancado esa estúpida sonrisa de los labios, que nadie te separase de mí sin poder hacer nada por evitarlo —su cuerpo se arqueó, acuclillándose mientras las lágrimas brotaban con fuerza, desgarrándose la voz en mitad de la tormenta. Sus orbes eléctricos brillaron más que nunca—. ¡¡Nadie tiene el derecho de deshacerse de ti, así que no permitiré que nadie te mate a excepción de mí!! ¡Así no...! Así no...

>>Así se acabará mi sufrimiento... Porque yo tampoco puedo tenerte... ¿No es así, Dai?

El corazón de Daichi se detuvo ante aquellas palabras que jamás creyó provenir de ella. Tan sinceras, tan humanas. Tan reales. Pero apenas tuvo tiempo de reaccionar, de añadir nada a cambio. Berserker había tumbado a Saber de un último golpe, y ahora se dirigía hacia él, la espada de su servant ensangrentada entre sus enormes manos. La empuñó, el joven temblando en el suelo, incapaz de moverse, y con un ruido sordo clavó el arma en el cuerpo que tenía debajo.

Lo último que Daichi pudo sentir fue cómo le hacían a un lado de un golpe, alcanzando a ver en mitad de la oscuridad la espada atravesar el cuerpo de Lena, quien había tomado su lugar. Sus miradas se encontraron por última vez, y en ese entonces le dirigió la sonrisa más sincera que había dibujado nunca... antes de desplomarse en el suelo, sin vida.

Porque en el fondo sabía que era incapaz de acabar con su vida. Al fin podría devolverle todo lo que le había dado, de alguna forma.

"I'll never fight again, and this is how it ends"


El grito desesperado de Daichi azotó la isla, sobresaliendo en mitad de la tormenta. Porque su vida se apagó en el mismo instante en el que desapareció ella.