Bosque Este es uno de los tres bosques conocidos de Aincrad, y se encuentra en el piso 1. Consta de helechos y matorrales bajos, árboles altos con copas tupidas y troncos llenos de moho. Hay algunos claros iluminados por la luz que se filtra por las hojas de los árboles, pero no poseen nada especial. Suelen rondar criaturas salvajes por la zona. Al norte: Campo occidental Al este: Pueblo de los inicios Al sur: Tolbana Enemigos del bosque (Tirad un dado de 10 caras): 1.- Monstruo Nvl 2 2.- Nada 3.- Monstruo Nvl 1 4.- Monstruo Nvl 2 5.- Nada 6-. Monstruo Nvl 3 7.- Nada 8.- Monstruo Nvl 1 9.- Monstruo Nvl 4 10.- Nada
Stan Colt —¡Condenados bichos! —soltó con molestia cuando su manota apartó un enjambre tan denso de mosquitos que los palpó al apartarlos de su rostro. Finalmente había llegado; había tropezado, ya tenía un ligero corte en la frente por una rama; incluso ya tenía sed... ¡Pero que lo crucifiquen, ya había llegado al maldito bosque! Aspiró fuerte y mantuvo el aire en los pulmones un buen rato antes de suspirar. —Nada como un aire virtual matutino. —pateó una roca que voló lejos, chupó su dedo índice y lo alzó en el aire, buscando la dirección del viento... pero lo único que sintió fue frío. —Maldito Discovery Channel... estas idioteces no sirven. —se rascó la barba y se quedó en el lugar, sin saber realmente qué hacer. Se acercó a un árbol y marcó su territorio cual perro; y sí querido lector... estaba haciendo de lo primero. Sacudió sus pantalones y volvió a mirar el bosque, o al menos, una pequeña parte de él. Levantó la vista a las copas frondosas de los árboles y vio un mono saltar de rama en rama, chillando y burlándose de él. Stan arrugó el entrecejo, se agachó y tomó una piedra. —Nadie se ríe del gran Stan. —apuntó y lanzó con fuerza; se escuchó un pequeño "toc" y la figura del monito cayendo. —¡Já! Punto para el jugador, NPJ 0 puntos. Contenido oculto @Liza White
Reiko Akuma —Estás como una jodida cabra— musitó una voz femenina, áspera y modulada a espaldas de Stan. De entre la meleza y los arbustos bajos, la figura de Reiko se presentó con una expresión de circunstancias, y la espada básica aferrada a un improvisado cinto alrededor de su cintura. En el momento en que sus ojos se cruzaron con el viejo, apartó asqueada la mirada y la paseó a su alrededor. La brisa era fresca, cálida y mecía las hojas del los árboles en un murmullo suave. Se respiraba paz y calma... era como un bosque real, lástima que no fuese más que una cárcel pixelada. Se oía el cantar de múltiples pajarillos en las ramas, y el sol apenas sí lograba filtrarse a través de las copas más altas. —Agh... — gruñó con cierta animadversión cuando vio al viejo volverse para marcar su territorrio como un animal salvaje. Ese tipo era un auténtico cromañón: bruto, deslenguado y guarro. En ese momento se preguntó por qué había seguido el mismo camino que él. ''Podría haber encontrado una posada en la ciudad y pasar el rato poniéndome ciega de alcohol y admirando el busto de las camareras en lugar de estar viendo como este tipo mata monos a pedradas'' Alejándose del lugar lo máximo posible, continuó su camino hacia lo más profundo del bosque. Necesitaba experiencia, y estaba decidida a regresar al Campo Occidental para ello.
Stan Colt Giró la cabeza cual resorte; había jurado escuchar algo... ¿o había sido el viento? Sea como fuere, chasqueó la lengua: no había enemigos que le subían la experiencia, ese mono no había significado nada. Buscó el cuerpito del animal y se lo colgó como bufanda; lo ató de la larga cola entre sus patas y lo dejó ahí, cubriendo su cuello. —Bien... ¿dónde habrá bichos para subir de nivel? Mmm... tendría que haber traído algún nerd de aquellos. Si no me servían como guía, al menos lo harían como comida. Comer gente virtual debe ser... como comer... plástico. —hizo un gesto con las manos, nuevamente estaba hablando solo. Intentó orientarse, tenía que encontrar caminos que lo llevaran contra criaturas y lo más importante, contra su Dragón soñado.
Gaspar En el bosque reinaba la resonancia del silencio. Era otra de las músicas que Gaspar disfrutaba, las melodías fantasmas que acariciaban sus oídos hasta dejarlo tumbado en el suelo con una expresión de paz en el rostro. Pero en aquella ocasión, se mantenían de pie. La curiosidad pero, por sobre todo, la urgencia por ganar experiencia de combate en aquel mundo lo estaban manteniendo de pie; no podía relajarse más de la cuenta. Y tanto ese bosque como esas personas le parecían un buen inicio. Hubo un momento en que se apartó del sendero para mirar arbustos, ramajes y espiar de cerca, sin ser detectado, a los animales salvajes. Pero cuando quiso regresar, no halló el camino. —Esto no estaba en el pentagrama. Decidió seguir la luz que se colaba entre las hojas. Ver el cielo abierto le daría más ánimos e inspiración para continuar su extraviado camino. De paso, pudo dedicarse a imitar las artes de sigilo que había visto en Metal Gear, pues la fauna del bosque no se veía muy amigable y no le gustaba la idea de ser detectado ahora.Así, entre arrastrándose, caminar agachado y lanzar piedras para distraer a los animales, regresó al sendero. Se sonrió ante esto y saltó desde atrás de una roca para volver a posar los pies en el camino marcado. No vio a la chica que pasaba en ese momento y cayó sobre ella. —Disculpa. Esto tampoco estaba en el pentagrama —dijo tranquilo, apoyándose sobre las manos para dejar de aplastar a la chica que yacía debajo de él. Dio la casualidad de que se trataba de la pelirroja—. Mi nombre es Gaspar, un placer.
Reiko Akuma Caminaba en silencio con una expresión serena, sin prestar demasiada atención a su alrededor. Su principal cometido era regresar al Campo Occidental y ganar algunos puntos extras, después regrasaría a la ciudad y disfrutaría de un merecido descanso y de un poco de inofensivo ocio. Que, en el lenguaje de Reiko, no sería inofensivo en lo absoluto. Principalmente se emborracharía en la taberna más cercana y se quedaría allí hasta la madrugada, o puede que incluso más... compartiendo jarras de cerveza con cualquier desconocido e insinuándose a todo aquel que se le pusiese a tiro. Principalmente si ese ''aquel'' era una ''aquella'' y con un cuerpo digno de una porn star. Pero su avance fue cortado de raíz cuando, tras un movimiento de ramas y arbustos, un peso muerto cayó sobre ella. Apenas tuvo tiempo de reaccionar y sacar la espada, pues antes de querer darse cuenta un joven se había lanzado desde una de las rocas que bordeaban el sendero. Fue un fuerte golpe, y ambos cayeron al suelo. Las piedrecitas del sendero se calvaron dolorosamente en la espalda de Reiko. ... Y de nuevo se acordó del hijo de perra de Kayaba akahiko. —M-mierda...— musitó entre dientes, adolorida y molesta por el brusco asalto. Escuchó la voz del joven disculparse, mientras apoyaba las manos tratando de no aplastarla más. Su tono era jovial, alegre. —Disculpa. Esto tampoco estaba en el pentagrama —decía, sin apartarse aún. Reiko enarcó una ceja en mitad del dolor, confusa—. Mi nombre es Gaspar, un placer. ¿Qué...? Muy bien, era muy educado eso de tirarse sobre la gente y después presentarse como si fuese lo más normal del mundo. Reiko se incorporó, apoyándose sobre sus codos y mirando al desconocido con el ceño fruncido. —¿Pen... Pentagrama?— fue todo lo que pudo decir en un principio, confusa—. ¿Qué eres? ¿Satático? Oh Dios... Debes de estar muy desesperado para ir saltando de esa forma sobre la gente. Hubo un breve silencio, hasta que de pronto, como una garra las manos de Reiko sujetaron las muñecas del andrógino muchacho intercambiando pronto lugares con él. Desde arriba, pudo observarlo con mayor detalle. Era un tipo alto y larguirucho... de larga y espesa melena dorada. Sí, al más puro estilo de esas estrellas del rock de los años 70... Lo miró a los ojos un instante, en silencio, antes de sonreirse con malicia. —Ya sabes, me encantaría ayudarte...— soltó, poniéndose en pie— . Pero no eres mi tipo.
Gaspar —No he logrado verte desde las profundidades de mi escondite y cuando salté... Uy. El tirón que lo recostó de espaldas al suelo le impidió finalizar su explicación. El joven tardó segundos en reparar en el intercambio de posiciones, y que la chica lo mantenía inmovilizado bajo su cuerpo aferrándole las muñecas. Sintió el crujido de la piedras del suelo al hundirse en su espalda, la respiración de la pelirroja y las hojas meciéndose el viento. Una orquesta de sonidos agradable. Le devolvió la mirada, mostrando una expresión serena. Finalmente, negó con la cabeza. —Estás mezclando las notas: no busco que seas la vaina de mi espada —replicó—. Sino una alianza. Hiciste buena música durante el combate contra los inmensos cerdos peludos y pensé que formaríamos una potente orquesta de acero.
Reiko Akuma Estaba dispuesta a seguir su camino, imperturbable, cuando la voz del joven la detuvo. ''Estás mezclando las notas, no busco que seas la vaina de mi espada.'' Aquello tomó por sorpresa a la leona roja, tanto, que no pudo evitar una ligera risa. ¿La vaina de mi espada? Oh, que sutil. — Perfecto— respondió pues, volteándose—. Tampoco pensaba serlo. Sus siguientes palabras las escuchó con atención, sin embargo. El joven hablaba con pasión y conocimiento de la causa. No era una broma. ¿Una Alianza? ¿Un pacto de mutuo acuerdo entre ellos? ¿Así y de la nada? Aquel tipo era un completo desconocido que saltaba sobre la gente desde rocas. ¿Cómo podía...? Lo miró de nuevo, de arriba a abajo... sopesando si aquello era o no una buena idea. ¿Qué podía ofrecerle un tipo como aquel? No parecía muy fuerte... Y además... tampoco parecía muy cuerdo. ¿Orquesta de acero? ¿Buena música? ¿De dónde había salido alguien así? Bueno... tampoco es que fuese ella quien para juzgar. Tras unos instantes de tenso silencio, Reiko hubo tomado su decisión. Sus ojos mostraron un brillo felino, y sus labios se curvaron en una sonrisa serena mientras le tendía la mano con solemnidad. — De acuerdo, tigre— respondió—. Puede ser divertido.
Kazuhira Kasai (Kaz) Ren y yo caminamos hacia el bosque al que no tardamos mucho en llegar, en pesamos a recorrer el lugar en busca de enemigos que derrotar pero no dimos con ninguno,luego de un rato y algo cansado decidí sentarme debajo de un árbol para descansar un poco, mientras miraba la densa fauna del bosque sentí un extraño ruido entre unos arbustos , al acercarme para escuchar mejor pude sentir un par de voces trate de acercarme mas para ver mejor pero la densa vegetación no me dejaba ver nada —Ren creo que escuche unas voces venir de esa dirección, tu trata de rodear esta vegetación yo me subiré a ese árbol y tratare de pasarlo por arriba—le dije a Ren mientras señalaba el camino que debía seguir empece a escalar el árbol no fue tan difícil como había pensado ja quien diría que todo ese tiempo que pase de adolescente creyéndome Edzio auditore y solid snake servirían de algo, buena las clases de parkour que tome con mi hermano también ayudaron,al subir a la sima pude ver 2 siluetas a unos 5 metros de distancia empece a saltar de rama en rama entre los arboles asta que llegue a un árbol justo arriba de ellos , efectivamente eran 2 personas una era una chica de cabello rojo y el otro era un chico de cabello rubio estilo ochentero. —ja quien diría que bon jovi estaría jugando SAO—dije en mi mente me que de en la sima del árbol escuchando su conversación, al parecer ambos avían jugado el tutorial y avían disidido trabajar juntos —mmm cuatro es mejor que dos—dije para mis mismo así que decidí preguntarles si nos podíamos unir a ellos, me senté en la rama del árbol en que estaba y vi la altura —eee bueno e saltado de lugares mas altos—dije antes de lanzarme al suelo , al caer hice una rueda por el suelo para mortiguar la caída quedando justo detrás de ellos —eeee ¿hola?—
El camino eventualmente dio lugar a un frondoso bosque. A pesar de que en el campo occidental ya había caído la noche, aquí era de día… ¿sería un bug o acaso era intencional? Tuve que inclinarme por lo primero; si podía intuir algo acerca del sádico creador de este juego era que no dejaba ningún detalle librado al azar. Lo más probable era que no fuese a encontrar ningún bug en SAO. Tras equipar mi espada básica, comencé a avanzar a través del sinuoso sendero que conducía a través del bosque. A cada paso que daba, los árboles parecían estar más juntos, y sus altas copas bloqueaban cada vez más la luz solar. El lugar por donde andaba estaba desierto; no había monstruos u otros jugadores a la vista. Lo cual era un problema, necesitaba de esos monstruos para mejorar mi nivel… Llegué hasta un árbol particularmente alto, con un tronco grueso y varias ramas que sobresalían. Enfundé la espada y comencé a trepar ágilmente el árbol, hasta colocarme a una altura donde más o menos podía vislumbrar el largo camino a continuación. Me paré sobre la rama más resistente que localicé para mirar… ¿que habría más hacia el corazón del bosque? Contenido oculto @Miss Phantomhive aquí te espero (? @Liza White estamos aquí para la misión que te dijimos :3
Miu Shiraoka Y tras estar unos largos minutos caminando hacia el oeste, llegué al inmenso Bosque que se vislumbraba desde el Campo. Nada más poner un pie dentro noté que la vegetación era baja: helechos y matorrales, aunque los árboles eran altos y tapaban en gran medida el sendero, a excepción de algunos claros. Seguí caminando, desenfundando la espada por si acaso, mientras observaba con todo lujo de detalles el paisaje, en busca de cualquier señal de un animal o algo con lo que ganar más experiencia.
Ethan_BlacKnight Luego de salir del Pueblo de los Inicios logramos llegar, María y yo, al inicio de aquel bosque. Los árboles se elevaban y mientras más me adentraba menos se veía la lu artificial que simulaba ser el sol. Miré atrás de mí, allí aún estaba la chica, sonreí levemente y luego continué con el camino. Intenté seguir en línea recta, pero todo comenzó a parecer ser igual. —¿Nos perdimos?—pregunté incosciente mientras giraba sobre mi eje intentando observar más allá de los árboles, pero era imposible. No había nada ni nadie, ningún ruido, ningún movimiento, todo estático, como si el tiempo se hubiese detenido. Tragué saliva ligeramente, y comencé a seguir el camino que creía que me llevaría al sur, pero... No sabía si estaba bien, el mapa tampoco era demasiado funcional, sólo me decía que estaba en el bosque, no, en que parte. No estaba cansado, pero quería pensar. Me acerqué a la corteza de uno de los árboles y me dezlicé hasta llegar al suelo. —Descansemos...—dije mientras suspiraba levemente. Contenido oculto @Nekita
María Akizuki Y finalmente supe cual era el nombre de mi acompañante "Ethan", era un lindo nombre sin lugar a duda. Sin más demoras abandonamos el pueblo para adentrarnos en el denso bosque del sur pero... mientras más caminábamos más parecía que nos estábamos perdiendo o tal vez era que los gráficos de los arboles eran exactamente los mismos y hacía parecer que estuviéramos en el mismo lugar. Si tal vez nos tomáramos la molestia de marcar a alguno de esos árboles con las espadas tal vez tuviéramos un punto de referencia... pero... ¿los árboles se regenerarían al igual que nosotros en el tutorial? ¿realmente valdría la pena marcar esos árboles? — Oye... Ethan...— le llamé cuando lo observé sentarse bajo la sombra de uno de los árboles virtuales — ¿Cómo crees que sean los enemigos en esta parte del bosque?— pregunté mientras poco a poco me iba sentando sobre mis piernas quedando en la posición de "seiza" >> ¿Crees que sean mas fuertes que los jabalíes? Contenido oculto: Seiza
Ethan_BlacKnight Miré confundido a la mujer, era una duda que no me había planteado, coloqué mi mano bajo mi barbilla y mientras la observaba me quedé pensativo durante unos segundos. Bostecé ligeramente y me estiré sobre la corteza del árbol. —No lo sé, quizás no sean tan complicados como los malditos Jabalíes.—dije cerrando mis ojos.—En realidad, no lo había pensado, ¿Akizuki?...—pregunté dudo ante su apellido, pero antes de que me pudiese contestar seguí hablando.—No creo que el creador fuese tan malnacido como para dificultar el juego tan al principio, creo, que quiere sentirse dios y si "desea sentirse adorado", necesita "seguidores".—respondí casi en un susurro.—Así que, creo que será relativamente fácil.—dije lanzando una leve sonrisa sincera. Luego, me detuve un momento, y abrí los ojos de repente, una duda me asaltó: "¿Habrá usado su nombre real como el "Nick" de su personaje?, bueno, es una "noob" hay una posibilidad, ¿Debo preguntar?" pensé un poco exaltado, tosí un poco y algo dudoso decidí preguntar: —Oye, María, ¿De casualidad utilizaste tú nombre real cuando creaste tú personaje?...—pregunté rascándome suavemente la nuca intentando no sonar descortés. Contenido oculto @Nekita
María Akizuki "No lo sé, quizás no sean tan complicados como los malditos Jabalíes.—dijo mientras lo veía cerrar sus ojos, ¿querría dormir aprovechando la paz de alrededor?.—En realidad, no lo había pensado, ¿Akizuki?...No creo que el creador fuese tan malnacido como para dificultar el juego tan al principio, creo, que quiere sentirse dios y si "desea sentirse adorado", necesita "seguidores".Así que, creo que será relativamente fácil." — Creo que sería dificil que ese hombre tenga seguidores en algun momento...— murmuré dejando escapar un suspiro — No creo que a alguien le haya gustado que lo encierren aquí, sería algo muy raro ¿no lo crees? — desvié mi mirada hacia mi falda y la acomodé ligeramente para que no se arrugara demás, meras costumbres. "¿De casualidad utilizaste tú nombre real cuando creaste tú personaje?..." Ladee levemente mi cabeza y deposité mis manos sobre mis piernas para entrelazarlas algo confundida — Claro... aunque.. me supongo que no es muy común, ¿verdad?
Mario. Entramos al bosque, que buenos gráficos parecía tan real pero eso no importa lo que tenemos que hacer es entrenar, no pudo se un nivel uno toda la vida, supongo que Yumi piensa lo mismo, pero aun no estoy seguro de que desvariamos hacer. —Yumi, Alguna idea de donde encontrar a los NPJ o enemigos.— La chica se quedo pensativa. Contenido oculto @Lucesitta
Ethan_BlacKnight —No creerás la cantidad de gente y los tipo que pueden existir...—dije mientras suspiraba.—No creo que sea tan raro como crees, quizás, haya gente que se sientan ¿felices? de estar aquí... Creo que algunos perderán su realidad.—me detuve un momento y tragué saliva ligeramente.—Sí, abrá gente que simplemente adorarán al creador y aceptarán ésto, una prisión creada para satisfacer a aquellos que la deseaban.—dije antes de quedarme callado sin continuar diciendo lo que pensaba, sólo deseaba desconectarme un poco mentalmente. En ese momento escuché la respuesta sobre su nombre y simplemente no pude evitar soltar una carcajada, no me burlaba de ella, sólo me parecía gracioso un poco su ingenuidad.—Sabes, en la mayoría de los contrato de Privacidad y de Términos, esas letras que nadie lee antes de empezar un MMO, sugieren enormemente que se eviten datos como la edad, nombre o dirección.—dije mientras le sonreía.—Supongo que fue un pequeño error, pero...aún así, debes tener un nick de juego.—contesté tocándome ligeramente la barbilla de forma pensativa. "Piensa, piensa, Ethan, ¿Qué nick le convendría a tú "nueva compañera", pensé mientras sonreía levemente. —¡Ya sé!, te diré "Akizu"...—dije un poco sobresaltado, pero rápidamente me di cuenta de la impulsividad y me relajé.—Bueno, creo va mejor con un juego, ¿no?—pregunté con una leve sonrisa.
Stan Colt Estaba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas una encima de la otra; digna posición de loto. Estaba transpirando, intentando generar fuego con un palito que era sacudido entre sus manos. Ya había logrado una pequeña fogata improvisada, pero le faltaba encender. La verdad es que siempre quiso probar si podía encender el fuego por si solo, con una ramita seca. Y la idea lo estaba sacando de quicio; movía frenéticamente el objeto entre el pasto seco para que se incendie al menos una chispa, pero nada ocurría. Se secó la transpiración de la frente con el antebrazo y suspiró, mirando hacia la oscuridad del bosque. Oía voces lejanas, chillonas. ¿Estaba alucinando acaso con los críos que se había topado en el tutorial? ¿O volvían para atormentarlo cual pesadilla? No se quedaría sin saberlo, probó en sacar su espada y la misma se materializó entre sus manos y la dejó apoyada sobre sus piernas mientras volvía a retomar la acción del fuego; aquella varillita no funcionaba, pero un simple fuego no le ganaría a Stan Colt... a lo sumo partiría la ramita en miles de pedazos antes de mandar todo al diablo, eso sí era digno de Stan Colt. Contenido oculto Perdonen el post, pero Stan anda esperando el respawn de bichos xP
María Akizuki Me quedé un poco callada ante su comentario, lamentablemente tenía que decir que él tenía razón, en el mundo había toda clase de personas... desde las que añoran a ser libres hasta que la más mísera cárcel les parecía tan normal como un hogar, gente que tal vez su sueño fuera estar viviendo realmente en un videojuego y al que lo había creado. Suspiré, esto sería muy raro. — En efecto tienes razón... no había tomado en cuenta la cantidad de gente que existía en este mundo — solté otro ligero suspiro y luego lo escuché reir probablemente ante mi respuesta, un ligero rubor apareció en mis mejillas y fruncí muy ligeramente el ceño, ¿era una burla? "Sabes, en la mayoría de los contrato de Privacidad y de Términos, esas letras que nadie lee antes de empezar un MMO, sugieren enormemente que se eviten datos como la edad, nombre o dirección. Supongo que fue un pequeño error, pero...aún así, debes tener un nick de juego." — Te seré sincera... — murmuré desviando un poco mi miranda a algún arbol lejano — Yo... yo no he leído nada de eso... más bien.. no lo creí importante y... solo lo salté — confesé mientras pasaba una de mis manos por mi cabello "¡Ya sé!, te diré "Akizu"...Bueno, creo va mejor con un juego, ¿no?" — ¿Akizu?... hmm... suena bien... supongo que así podría presentarme — volví a dirigir mi mirada hacia él cuando sentí que ya había pasado la vergüenza de su "burla" — Gracias..
Ethan_BlacKnight Terminé mi risa y me reacomodé en la corteza del "cómodo" árbol, suspiraba un poco más calmo escuchando las palabras que decía la chica, asintiendo levemente, sabía que la mayoría o todos hacíamos eso de ignorar los término de privacidad y que era natural no prestarle atención a algo tan tedioso como leer aquello. Sonreí levemente, pero de momento me quedé confundido. "Gracias" "¿Porqué?"—Oye, Marí... digo, Akizu, ¿Porqué me das las gracias?—pregunté confundido, mientras repasaba mentalmente lo que había dicho, pero nada me pareció suficiente motivo para agradecerme. Sin contar eso, el ambiente estaba muy calmo, demasiado, y eso no me agradaba de ninguna forma. Me levanté lentamente y me estiré,asegurándome que todos mis músculos respondieran de la forma correcta. Luego le extendí la mano a la chica.—Ya deberíamos continuar y buscar algo para subir de nivel, tanta calma en un momento como éste me parece tétrico.—dije con una leve sonrisa, mientras miraba alrededor.
