Bosque Esmeralda

Tema en 'Zona narrativa' iniciado por Hygge, 8 Abril 2023.

  1.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]


    El Bosque Esmeralda forma parte de uno de los siete biomas que componen la región antigua de Sinnoh, y está dividido por el Monte Corona en dos regiones: este y oeste. La zona oeste une las aldeas de Canal, Nido y Eterna. La del este, une Caelestis, Rocagrís y Costa Dorada.

    En él abundan pokémon de tipo planta y bicho, no obstante es posible encontrar otros tipos que hayan decidido habitar la zona por las agradables temperaturas que lo rodean.

    El Monte Corona frena su avance y el terreno se vuelve rocoso e infértil a medida que se interna hacia el corazón de la región. No obstante, su extensión es lo suficientemente amplia como para que más de un visitante tema perderse en mitad de su recorrido.
     
    Última edición: 8 Abril 2023
    • Fangirl Fangirl x 2
  2.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Bosque Esmeralda [Zona Oeste]

    Igor correteó lo más rápido que sus pequeñas patitas le permitieron. Marian le seguía de cerca, entrecerrando los ojos en mitad de la oscuridad de la noche, desesperada por evitar perder a su pokémon de vista.

    Se encontraban totalmente solos y desamparados, pero al menos se tenían el uno a otro.

    Perderlo a él ahora...

    No podría permitírselo.

    En determinado momento la joven llegó a una especie de claro. El silencio del bosque se extendía pesado, la brisa acariciaba con timidez las hojas y se preguntó si estaba siendo observada. Decenas, cientos de ojos rojos observándola en mitad de la noche.

    —¡Osha wa!

    La exclamación de su amigo la sacó de su ensimismamiento. Había sonado demasiado cerca, tenía que darse prisa. Atravesó un par de arbustos y entonces lo vio. El muy tozudo estaba tratando de escalar un árbol de bonguris, probablemente en un intento de serle útil a su entrenadora.

    Sus patitas tropezaron y cayó estrepitosamente al suelo.
     
    Última edición: 8 Abril 2023
    • Fangirl Fangirl x 2
  3.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Bosque Esmeralda [Zona Este]

    Alexandra y Adonis abandonaron Aldea Caelestis con celeridad, sembrando el caos tras sus pasos. A medida que las luces de la aldea se difuminaban en la distancia la vegetación aumentaba en número y tamaño, engulléndoles antes de que pudieran darse cuenta.

    Era noche cerrada, y la iluminación era pobre, escasa. Seguir avanzando por terreno desconocido era peligroso, tanto por los pokémon salvajes como por el relieve del terreno. Pero permanecer en un lugar fijo, tan cerca de aquella turba enfurecida, no era una opción.

    La Rowlet sobrevoló la zona más próxima y pronto le trajo a su entrenador un par de frutos y algo para ella también. Al menos eso resolvería el hambre, pero no dónde pasarían la noche.

    En determinado momento, no obstante, el plumaje de su acompañante se erizó. Giró su cuello en una dirección determinada, y Adonis pudo comprobar que se trataba de una especie de... ¿luz? ¿Un fuego fatuo?

    Sea lo que fuera había alertado a su pokémon. ¿De qué se trataría?
     
    Última edición: 8 Abril 2023
    • Fangirl Fangirl x 2
  4.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

    Géminis
    Miembro desde:
    1 Enero 2010
    Mensajes:
    3,503
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Marian || Igor

    De nada servía intentar llamar a Igor, este solo parecía ignórame y no detenerse. Quería alcanzarlo pronto, pero no ayudaba que apenas pudiera ver por dónde iba, la luna no significaba mucha luz y los árboles tampoco eran de ayuda en ese momento.

    Cuando al fin llegue a una zona un poco más despejada trate de buscar a Igor con la mirada, o al menos de escucharlo, pero en cambio solo pude sentir esa extraña sensación de ser observada, un escalofrió me recorrió el cuerpo y me provoco cierto miedo, pero no tuve tiempo de pensar mucho, el grito de Igor hizo que ese miedo se esfumará y corriera en dirección de donde lo escuche.

    Corrí hacia él olvidando el cansancio que ya tenía y lo tomé entre mis brazos apenas lo tuve cerca.

    Por favor no te alejes de mí de nuevo...— Limpie un poco su cabeza con mi mano, y lo abrace fuerte contra mi pecho, tenía miedo de perder a ese pequeño también, que incluso hasta olvide por un segundo que tal vez la sensación de antes era porque no estábamos solos.
     
    • Adorable Adorable x 2
  5.  
    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

    Tauro
    Miembro desde:
    20 Julio 2015
    Mensajes:
    6,296
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    eAKDnVF.png

    Dejé a mi familia, dejé a mi aldea, dejé aquel refugio que me acogió cuando creí que lo había perdido... pero no se quedaría así. Con Haiiro en brazos, porque se fue contra mi regazo y lo único que atiné fue a rodearlo con mi brazo, firme, mientras con la otra me aferraba a la montura del Braviary. El pajarraco delgaducho creía que tenía una oportunidad contra nosotros, pero confiaba en las grandes aves de nuestro pueblo tanto como en la fuerza de cada Machoke en el suelo. Es más, sabía que entre esos pokémons lucha ningún forastero se atrevería a levantarle de buenas a primeras una mano a nuestra gente.

    Porque una rama era frágil, pero unidas inquebrantables.

    Estábamos en desventaja, no que fuéramos víctimas.

    Porque cuando tocaba defenderse, cada quién era un guerrero o ronin por lo que quiere...

    Y así llegamos a los frondosos y retorcidos bosques del oeste, con solo ver las tonalidades de verdes que cubrían las copas de los árboles podías ir distinguiendo qué tan cerca estabas de Canal, Nido, Candor y... el opaco follaje de Eterna.

    Miré al Breviary de la Jefa, lo miré con firmeza, pero mi gesto se compadeció, me quebré con solo eso, me permití reflejar la angustia y el temor me tembló en los ojos y me alteró el corazón... Haiiro pío, ahí volví a la seriedad y le asentí al gran águila quién no demoró en volar con fuerza y regresa con su dueña... Inhalé hondo, afiancé la mirada mientras veía cómo se alejaba y con eso exhalé después, cabizbajo... Cuando me di cuenta, en ese momento, de la herida de Haiiro la cuota de preocupación regresó a mi rostro. Contuve el pánico, inhalando a ojos cerrados, exhalé y le brindé una caricia a Haiiro en su cabecita con mi índice... Lo miré compungido.

    —Estaremos bien...— Fruncí el ceño, miré hacia un costado, de reojo al otro, di una vuelta sobre mi eje e inspeccioné el lugar...— Okay...— Lamí mi dedo, lo levanté y miré por dónde iban las corrientes de aire, sí era cálido, frío... Miré a mis alrededores y fui recordando las alturas que había empezado a inspeccionar desde mis trece años. Dibujos, mapas, planos...

    Era como ver casi todo, poco a poco iba recordando, caminé con Haiiro acurrucado en mi brazo y el otro libre para cualquier emergencia. Miré todo, pensé en cómo proceder... Comida, refugio...

    Había que fortalecernos, encontrar ayuda, a quién pudiéramos, y volver preparados con una estrategia. Así que primero teníamos que sobrevivir Haiiro y yo...




    Estaba oscureciendo, pero logramos recolectar algunos bonguris que habría que saber racionar, aparte que sin mochila no podría cargar con muchos, así que tendríamos que ir con las tres raciones por día. Era una fortuna que esta desgracia transcurra en buena época... aunque... ¿Cómo estaría la gente de las aldeas más inhospitas? Di un suspiro que expresó mi cansancio, sentándome un momento en el claro al lado de una laguna, zona tranquila, igual no podía bajar la guardia. Me enfoqué en Haiiro, le sonreí con tranquilidad, algo preocupado, mientras le acariciaba con gentileza su cuello y cabecita. Lo miré con seriedad.

    —Tenemos que tratarte esa herida— Me miró y se encogió, temor en su mirada, le miré preocupado y le seguí hablando con calma—, es para que mejores más rápido.

    Me miró, sus ojitos de cría, luego soltó un piar lastimoso, pero resignado, le sonreí con compasión.

    >>Será rápido —concluí para luego atenderle con seriedad.

    Junto con palitos y hojas, más la soga que tenía amarrando las partes bajas de mis pantalones, le aseguré la herida.

    —Tomá, te lo mereces —le ofrecí un bonguri que le daría energías, aunque fueran solo para seguir descansando.

    Comí el mío mirando el panorama, serio, una comida lenta para engañar al hambre y saciar el apetito.
     
    • Fangirl Fangirl x 2
  6.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    10,023
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Rowan1.png

    El pequeño silencio que se sumió a nuestro alrededor me permitió afinar el oído para prestar atención a los movimientos del pokémon, así que apenas comenzó a alzar la cabeza reaccioné. El tajo fue veloz, limpio, y el cuerpo cayó como peso muerto acto seguido; con el pokémon fuera del camino pudimos escabullirnos entre los poquísimos puntos ciegos que tuve que ampliar pero en determinado punto, allí a la periferia del bosque, la cosa cambió.

    La oscuridad me llamó, fue un susurro quedo, nació de mi instinto y algo en esa negrura me recordó al vacío en el que había estado sumido la última vez. Fue contradictorio, pero el bosque parecía más seguro que nuestra aldea, que nuestra propia casa.

    Los murmuros de mis padres me distrajeron, pero solo reaccioné visiblemente cuando mi madre dijo que podía hacer de carnada y me obligó a mirarla como si hubiese perdido la razón. Rodeé la empuñadura de la espada con fuerza, conteniendo la molestia que no podía manifestar sin dar nuestra posición y al final volví a distraerme por otro sonido que me tensó todavía más el cuerpo.

    Levantaron la alarma por los pokémon.

    Mis padres se miraron, el silbido fue como un canto de muerte y cuando mi sombra se distorsionó, revelando a Dusclops, supe que todo se estaba yendo por la borda. La caricia de mi madre, el gesto triste y la sonrisa me helaron la sangre dentro del cuerpo, haciéndome comprimir los gestos. Ni siquiera reaccionaba a la sangre que empapaba la hoja de la espada, era lo que menos me importaba ahora mismo.

    No me hagan esto.

    Por favor.

    Dejarlos aquí no debería ser una opción.

    No tuve tiempo, Dusclops me arrastró junto a Jigoku por un portal de sombras apenas los extraños comenzaron a alertar que había alguien y aunque pretendí alcanzar los brazos de mis padres una última vez, sentir su piel y su calor, apenas logré rozarlos con las uñas antes de que sus siluetas se desdibujaran hasta desaparecer. Una sola cosa salió de mi boca antes de que el portal nos dejara en medio del bosque, oscuro, donde Jigoku disminuyó su flama al mínimo para no dejarnos tan visibles a pesar de la distancia entre nosotros y la aldea.

    —Los quiero.

    El ruido del caos en Eterna fue sustituido por un silencio pesado que me hizo consciente de que estaba solo allí, acompañado nada más por un pequeño fantasma y que mi familia ya debía haber sido capturada. Me quedé en la posición donde había aparecido no sé cuánto tiempo, con la espada haciéndome peso en el brazo derecho, en la mano que la sujetaba todavía.

    Parpadeé despacio, tenía las palabras de mi padre haciéndome eco y al sentir la oscuridad lamerme la piel con más insistencia ya no pude contenerlo más. El cuerpo me cedió, terminé de cuclillas y las facciones se me deformaron en el momento en que el llanto me alcanzó, en todo el silencio que me fue posible. Cuando pasé aire me dolió el pecho por el esfuerzo de no hacer ruido alguno, tuve que clavar la espada en la tierra frente a mí para así liberarme ambas manos y poder limpiarme el rostro.

    Había tenido que dejarlos.

    Me habían obligado a dejarlos.

    Permanecí allí con el rostro cubierto, inutilizado, pero Jigoku comenzó a tironearme de la ropa para traerme de regreso. Al primer tirón me levanté, pero lo aparté con un movimiento de pierna que no terminó de ser una patada y lo hizo quitarse, pero insistió. Sorbí por la nariz, volví a limpiarme el rostro y me agaché para tomar al pokémon en brazos luego de ajustarme la espada en el cinto se la ropa.

    —Busca ayuda —repetí como si fuesen las palabras de un ritual—. Busca ayuda.

    La débil flama de Jigoku iluminaba el camino apenas un par de pasos frente a mí, tropecé una vez y al pretender mantener el equilibrio la cabeza me regresó al lugar correcto, más o menos. Me ardían los ojos, sentía todo el cuerpo tenso, pero me desinflé el pecho en algo que fue muy parecido a un bufido.

    La ayuda tendría que ser yo mismo, ¿cierto? Pues bien, en marcha.
     
    • Ganador Ganador x 1
    • Sad Sad x 1
  7.  
    Santygrass

    Santygrass Pelotudo de oro

    Piscis
    Miembro desde:
    21 Marzo 2019
    Mensajes:
    5,920
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    [​IMG]


    [Bosque Esmeralda : Zona Este]


    Conocía bien el bosque, si se trataba de ocultarse iba a ser mi mejor aliado. Pero el objetivo no era esconderse, sino más bien moverse tranquilo, Rocagris sonaba como un buen objetivo po ahora, así que seguía entre la densa vegetación al sur.
    Alexandra por otra parte parecía más centrada en la supervivencia y vigilancia, aprovechaba un poco su vista aérea, y cuando se cruzó con un arbol con frutos no dudó en traer bien orgullosa la cena. Le felicité por su buen trabajo, pero no podía hacer mucho de momento para calmarla ya que ante lo último que pasó aunque se estuviera esforzando para mantenerse con la cabeza fría, sus plumas se notaban aún tensas. Era una reacción natural... Quizás la confianza en que todo saldría bien era algo extraña en verdad, pero si hasta ahora mi intuición no me había fallado, no sentía que esta sería la primera vez.

    Usé algunos de los Bonguri rojos que tenía para intentar hacer una de las bolas que se utilizan para capturar pokémon . En la aldea era algo que varios se ocupaban de hacer y un oficio que era algo reciente y complicado de aprender, por lo que nunca me había puesto con el empeño suficiente a intentar aprender. Hasta ahora, pues si me cruzaba con un pokémon agresivo, antes que tener que hacer que Alexandra pelee, aunque estas pokeball fallen podrían crear la distracción necesaria...
    Luego de unos minutos jugando con unas herramientas y algunas improvisaciones pude craftear lo que parecía ser algo funcional. Bueno, eso había sido fácil, se agregaría a las cosas que me salían naturalmente bien supongo.


    Ya había pasado un buen rato de que empezamos el recorrido, cuando Alex me indicó que había una luz en la distancia. Siendo de noche, quizás era lo norma que cualquier criatura se ilumine para navegar entre la vegetación... Si aquella era otra persona podría ser un indicativo de que Rocagris estaba cerca. Pero también podría ser un pokémon agresivo, por lo que acercarse era arriesgado...

    Pero no sentía que estuviera en peligro, sea lo que sea, saldría bien parado.

    Le indique a Alexandra que espere en lo alto de uno de los arboles, para cubrirme en caso de ser necesario. Pillé una de las hojas de un arbusto y la coloque en mis labios, para usarla de una especie de silbato.

    Sea lo que eso sea, quería ver cómo procedería cuando note que no estaba sola ~
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso