One-shot de Inuyasha - Blanca Guerra

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por FiraLili, 28 Diciembre 2011.

  1.  
    FiraLili

    FiraLili Usuario común

    Aries
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    Título:
    Blanca Guerra
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    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3185
    Querida, Renée, no nos conocemos pero quiero decirte que hice este one-shot con todo mi cariño. Además de dos videos que te pondré al final del este escrito.

    Espero que te guste y te diviertas leyendo.

    Un beso.

    Disclaimer: Inuyasha no me pertenece así como ninguno de sus personajes.

    Blanca guerra
    Día de risas

    —¡Kagome!

    Una morena placidamente recostada contra un árbol se sobresaltó al oír su nombre prácticamente gritado.

    —¿Shippo? —preguntó aunque en verdad la pregunta sobraba puesto que el pequeño se había lanzado a sus brazos buscando refugio—. ¿Qué es lo que pasa?

    —Inuyasha —fue lo único que dijo y lo único que necesito la chica para suspirar y saber el porqué el pequeño huía.

    —¿Ahora que le hiciste? —indagó entre curiosa y divertida.

    —¡No soporta ni una broma! —replicó—. ¡Le dije que no tirara de la cuerda y se pone como burro y la tira! Mira que fue culpa de él.

    —Shippo sabes que si le dices que no haga algo, él lo hace —reclamó la joven, a lo que Shippo le regalo una sonrisa zorruna.

    Ella suspiró con resignación porque no importaba que hiciera esos dos nunca cambiarían pero sabía que se respetaban aunque lo negaran.

    —¡Kagome mira! —Ella salió de sus pensamientos para observar como el pequeño apuntaba al cielo con entusiasmo.

    Sus ojos celestes se abrieron con sorpresa al ver como unos copos comenzaban a caer a su alrededor, una sonrisa se plasmo es sus labios, le encantaba la nieve. Dejó al pequeño a un lado para seguidamente enrollar en pergamino que estuvo leyendo con anterioridad, la tarde comenzaba a caer por lo que hacía que el nevar pareciera mágico.

    Llevó una mano al cielo, buscando atrapar un copo a pesar del frío que hacía ella llevaba las manos desnudas e iba ataviada del mismo uniforme de siempre.

    Era tan hermoso.

    —¡Ya te encontré mocoso del demonio!

    Kagome tuvo que moverse rápidamente para poder salir tras Shippo y salvarlo de los intentos homicidas de Inuyasha.

    —¡Inuyasha! ¡Abajo!

    0-0-0-0-0

    Se frotó la manos con fuerza, la noche ya se había cernido sobre la aldea desde varias horas atrás, aunque ella se mantenía despierta, como bien había pensado horas antes amaba la nieve.

    —Quieres meterte de una buena vez.

    La voz de Inuyasha le sobresaltó.

    —Inuyasha —exclamó—, no me asustes así.

    —Es tu culpa por estar distraída —replicó con la manos detrás de su cabeza.

    Se colocó al lado de la morena, quien le mandó una mirada de advertencia para volver a centrarse en ver caer los copos.

    —Ya me aburrí.

    —Pues entra a la cabaña con los muchachos.

    Ella comenzaba a enfadarse de pronto un cosquilleo en su nariz le hizo estornudar fuertemente.

    —Ves —Inuyasha bajó los brazos para acercarse un poco más a Kagome—, por eso te dije que entraras.

    —¿Eh? —Un fuerte sonrojó acudió a sus mejillas al sentir la palma de Inuyasha sobre su frente.

    En ese instante las nubes se despejaron, dejando al descubierto la Luna llena y a sus rayos de luz platinas. Inuyasha se sonrojó furiosamente al percatarse de la situación, se retiró de golpe, desviando su mirada al lado contrario.

    —¡Joder! Ve a dentro de una buena vez, si te enfermas no podremos continuar nuestro viaje.

    La magia del momento fue rota con esas duras palabras, bufó inconforme y un poco dolida.

    Estúpido, Inuyasha.

    Fue lo que pensó hasta que sintió una agradable calidez rodeándola, al mirar su cuerpo se percató de que ahora tenía el hitoe de él, se volteó para verlo rascarse su cabeza con despreocupación, vistiendo ahora sólo su kosode blanco.

    Aunque a veces puede ser lindo.

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    —¡Descansemos, Inuyasha!

    —¡Pero si hace poco lo hicimos! —replicó enojado.

    Shippo se escondió un poco tras las piernas de Kagome o lo que quedaban de ellas puesto que la nieve tenía como 30 centímetros de altura cubriéndoles sus pantorrillas.

    —Inuyasha —Kagome le miró enojada, lo cual hizo retroceder al ambarino—, no tenemos la misma condición que tú, así que vamos a descansar.

    Miroku no pudo evitar una risilla al ver la estupefacción de su amigo. Éste abochornado giró la cabeza a un lado mientras se cruzaba de brazos.

    —¡Keh! Son unos debiluchos.

    La morena estalló, estaba agotada y malhumorada, que le gustara la nieve no quiera decir que igual le gustara caminar con las piernas desnudas durante un largo rato entre esa blanco consistencia blanda y fría.

    —¡Eres un idiota!

    En seguimiento de sus palabras se inclinó para tomar lo que pudiera de nieve para formar una bola y lanzársela a Inuyasha. Éste que estaba sorprendido por el arranque de su compañera de batalla, no pudo esquivar esa bola de nieve que impacto justo en su rostro.

    Un tenso silencio se extendió hasta que fue roto por las risas que brotaron de los labios de Sango, Miroku, Shippo y Kagome. Inuyasha hizo crujir sus colmillos para devolver el favor, Kagome se agachó por lo cual la bola siguió su camino hasta estrellarse contra Kirara.

    —¡Kirara! —Sango cogió a su mononoke en brazos, la cual se restregó contra el pecho de la castaña, Kirara temblaba—. ¡Esto es guerra, Inuyasha!

    —¡¿Qué?! ¡Fue culpa de Kagome! ¡Ella empezó!

    Sango sin detenerse a escuchar razones contraatacó a hanyo que pudo esquivarlo.

    —¡Mi querida, Kagom-!

    Koga quién venía corriendo presuroso pues había captado segundo atrás el dulce aroma de Kagome por lo que se desvió de su camino para poder saludarla fue recibido con una bola de nieve que llenó su boca.

    —¡Koga!

    Ginta y Hakaku que venían detrás se quedaron boquiabiertos ante la tan inminente agresión contra su líder.

    —¡Qué problema tienes con nuestro líder exterminadora!

    —¡Sí! —corroboró el otro—. ¿Qué problema?

    Sango intentaba excusarse.

    —Yo… no fue mi intención.

    Inuyasha se reía de la situación.

    —¡Te costara caro lo que le hiciste a Koga!

    Miroku se adelantó.

    —Por favor, no usemos la violencia y mucho menos contra una mujer, sea cual sea la situaci-

    Una bola de nieve impacto su rostro.

    Tensión.

    Antes de que los yokai lobos supieran que pasaba una lluvia de bolas de nieve comenzó a caer sobre sus cabezas.

    Sin saber cómo o cuando, una batalla campal se comenzaba a desarrollar, las bolas de nieve iban y venían, acertando, fallando… pero sobretodo las risas resonaban con fuerza, como hace mucho que no lo hacían.

    —¡Ahh!

    Todos se detuvieron en seco al oír un grito, no lo hubieran hecho pero lo curioso era que no era un grito de alguno de ellos. Al volverse muchos pares de ojos vieron a una pequeña niña cubierta parcialmente de nieve y que detrás venía un yokai con aspecto de sapo.

    —¡Rin! ¿Estás bien? —Jaken sacudió las ropas de su niña con rapidez.

    —¡Sí, señor Jaken!

    —¡Qué demonios les pasa!

    El yokai agitó su bastón de dos cabezas visiblemente molesto.

    —Señor Yaken —intervino la niña—, estoy bien, fue divertido.

    —Ya oíste a la niña, renacuajo, ¡cállate!

    —Inuyasha —Kagome golpeó su costado con el codo para serenarlo—, no le provoques.

    Éste haciendo oídos sordos, tomó una considerable cantidad de nieve para lanzarla contra el ignorado Jaken, los demás a pesar de su resistencia inicial la dejaron a un lado al ver como Rin se reía y se unía a la guerra.

    Los minutos pasaban entre risas, quejas y por muy cansados que se encontraran seguían tirándose nieve de un lado para el otro, a pesar de que sus manos ya se habían tornado rojas, nadie quería ceder.

    —¡Ríndete, perro! —Koga esquivaba todo lo que le lanzaban con una sonrisa de superioridad—. Es obvio que yo ganaré.

    —¡Keh! ¡En tus sueños, sarnoso!

    A pesar de la notable rivalidad de ambos, se divertían con los demás.

    —¡Toma esto!

    Koga saltó a un árbol con perfecto equilibrio para apuntar a la cara de Inuyasha, el cual a último segundo se apartó para regresarle el servicio… sin embargo esa bola de nieve nunca llegó a su objetivo, aunque si golpeó a alguien más.

    —¡Se-Sesshomaru!

    El silencio que se expandió por todo el lugar fue completamente brutal, todos –a excepción de Rin y Jaken- se juntaron en un mismo lugar, Koga se había saltado hacía donde todos estaban por instinto de supervivencia.

    El Daiyokai se quitó con elegancia los restos de esa desafortunada bola nieve, clavó sus fríos ojos en las personas que se hallaban enfrente, hizo crujir sus largos dedos, a los ojos de los demás creyeron ver que sus garras se hacían más largas, tragaron en seco.

    —Sesshomaru-sama —Rin se acercó presurosa a su amo mientras se sacaba la nieve de su cabeza—, venga a jugar con nosotros, es divertido.

    —Cállate, Rin, no molestes al amo.

    —Jaken —advirtió Sesshomaru.

    —Lo siento.

    Rin se ubicó al lado derecho de su amo con una radiante sonrisa.

    —¿Quieres que juegue?

    —¡Sí!

    La curva hacía arriba que se formó en los labios de él, estremeció a todos.

    —Bien.

    Antes de que alguien pudiera moverse él desenvainó su espada, de un movimiento de abajo hacia arriba, logró hacer una ventisca, levantando la nieve a su paso; los muchachos quedaron sepultados.

    —Vámonos.

    —¡Sí!

    Cuando Inuyasha y los demás lograron salir de su tumba se miraron entre si antes de romper a carcajadas, nunca se les paso en la cabeza que hasta el gran Sesshomaru participara en un juego tan infantil y lo peor de todo que lo hizo sin siquiera tocar la nieve.

    —Saben —la voz de Kagome se elevó por encima de las demás—, Sesshomaru ganó.

    Volvieron a romper en risas, excluyendo a Inuyasha y a Koga que se mostraban ofendidos por haber sido derrotados tan fácilmente y denigrantemente.

    Kagome en definitiva estaba completamente enamorada de la nieve, pues ésta los había hecho reír y disfrutar el día.

    —Amo la nieve.


    ¡Feliz Navidad!
     
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  2.  
    Daffy Duck

    Daffy Duck Usuario popular

    Leo
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    Pluma de
    Muchas gracias por los regalos, te pasaste, me encantaron.

    El fic fue perfecto, me gustan esos fics donde se relata una bonita amistad y además no hiciste nada de Ooc. Me hizo reir Sesshoumaru y Sango, además de la típica rivalidad de Kouga e Inuyasha. Me gustó también que basaras tu tema en la nieve, le da ése toque navideño infaltable.
    Me hubiera gustado seguir leyendo más, parecía uno de esos capítulos tranquilos de Inuyasha.

    Los videos también fueron geniales, gracias a vos y a tu amigo. Me gustaron muchisimo, pero el de Ella fue simplemente genial, combinar una de las canciones que más me gustan con las imagenes de Inuyasha fue perfecto, las imagenes iban acorde con la letra. No puedo pedir nada más, me alegraste el día.

    Gracias.
     
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  3.  
    liisseth

    liisseth Entusiasta

    Capricornio
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    Pluma de
    Escritora
    Hoola!!Estaba dando una vuelta por aquí... LOL Lo ame, te juro que me imagine a todos (si, a todos, yo estoy en su cabeza) ¬.¬ ... Buen como te seguía diciendo me los imagine y me estaba muriendo de risa, sentía los silencios tensos, como cuando llego Sesshomaru-sama, LOL preguntando a la niña si quiere que juegue, y gano tan fácil como siempre, sabes me sentí tan dentro de la historia que se me antojo chocolate :3 ... Me gusto esta historia navideña en particular de las que eh leído porque no se aplican romances ni amor, si no porque fue divertido, es algo fresco, en resumen, ME ENCANTO la historia... Errores de ortografía, si te soy sincera me concentre mas en la historia P: Pero no vi a ninguno... Ahora voy por ese chocolate... Esta chica dice:

    Cambio y Fuera
     
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