Biblioteca

Contenido oculto: My song for this place

Margarita Nieves


Y como era de esperarse; se había enojado. Dejé que se adelantara, siguiendo cabizbaja su algo rápido caminar; el corazón se me empuñaba en el pecho, pero no deseaba llorar, no frente él. Esperaría hasta visitar a Jacob en su tumba, tenía que contarle lo de Lily; a pesar de que nunca me escucharía... O en el fantástico caso de que si, jamas me llegaría su respuesta. Nunca más, el sabio hombre murió, y nadie lo traería de vuelta.

Llegamos a la Biblioteca de Possum: Inmensa y solemne, estoica; así eran las bibliotecas antiguas, y me fascinaba todo lo que tuviera que ver con libros, a pesar de que las librerías de ciudad no iban tan mal. Me dejé llevar por la presencia intangible del conocimiento; dejando atrás a Will, pero sin la intención de que me perdiera de vista. Era una niña pequeña en mi parque de diversiones, simplemente incontenible.

Entré, olor a viejo y humedad; oscuridad y luz, dependiendo el lugar dónde esté la librería, mucha belleza y simbolismo en algo demasiado sencillo. Olvidé de inmediato mis penas, entusiasmada por saber que secreto guardaba...

El lugar más resistente de Possum Springs.

 

Drey Duzz

Pase de largo el primer piso, tomando una ruta directa hasta el ascensor el segundo piso. De ese camino al tercero.

No tengo bien en claro el papel que quiera tomar de esta situación. Solo quiro vivir en paz.

Pero la paz es para lo que no saben. En momento en que leí el diario me metí en un posible confrontamiento.

Puedo esparar a que nada pase... o reunir información. Mintras más investigue ¿Peor la situación?
La segunda es una opción camino a la muerte. Alejada totalmente ďe la vida ordinaria que quiero.

... Pero... ya me he metido en esto... de una forma o otra. Si voy a morir, lo are a mi manera. ¡Haciendo lo que me de en gana!

El ascensor se detiene en el terce piso mientras aun ordenaba mis pensamientos.

No hay más opciones. La salvación no me la entregara un tercero.

Con pasas determibados me dirijo al microfiche.

Estoy seguro de saber poco. Pero toda palabra se puede llegar a explotar. Matendré mi confianza en eso.

Mina. Mina colapsada. Canto. Agujero. Desapariciones. Sociedad historica.

Vamos. Dame algo dulce...

 

Margarita Nieves

Mi cabeza hace una señal leve, pero afirmativa, ante las palabras de Will; entusiasmada y inmersa en mi mundo, igual no descuidaba sus palabras; me hizo sentir algo alegre, sin saber bien el motivo, tal vez tenía que ver con frases como "Diviértete" y "Volveré". Rápido como una sombra fugitiva, me topé de reojo a alguien huidizo... Bueno, si William dijo "Diviértete" No tendría nada de malo conocer al, seguramente, huraño del pueblo, ¿no?

Estaba tan ensimismado que no le dio tiempo a voltear a ver a quien le miraba por detrás... Ridículo ¿A caso nunca le había tocado esconderse de alguien? Los recuerdos del internado se sintieron como una patada en el estomago, pero de todas formas fui tras el corredor roedor... Joder, si que era rápido; pero no había prisas, empezaría a buscarlo desde el rincón más recóndito para finalizar en el lugar más obvio.

Como bien sospeché, la sala llena de computadoras era bastante irrelevante; el último piso era todo lo contrario. Bueno, al fin y al cabo; son los lugares difícil de acceder los que mejores secretos guardan ¿A quién, en el siglo 21, le interesaría ir hasta la sima del conocimiento de un pueblo abandonado? Una de dos: Idiotas al estilo Will, o huraños al estilo Mar.

—¡Hooola! ¡Soy Gary! —grité tras su espalda.

>>¿Qué tal estás? ¿Buscando cosas interesantes sobre el pueblo?

 

Drey Duzz

¿¡Eeeh!?

Impresionado, volteo la mirada hacia atrás, hacía la causante del grito.
Por Dios. Estamos en una biblioteca.

¿Que querrá está?
Por la forma en que me llama es obvio que no me conoce. Pero eso no detiene que se acerque sin demora.

Suelto un suspiro a su pregunta.
Curiosa entonces...

Agito un par de veces una pata. Diciendo un, espero compresible, ponele/digamos que si.
Sin más interés en interactuar, regreso mi atención a buscar en el microfiche.

 

Margarita Nieves

—Oh, comprendo; de pocas palabras —digo con ojos risueñamente cerrados; era tan gracioso dialogar con los de mi tipo.

>> A mi me encanta leer periodicos viejos, ya sabes; como en busca de predicciones futuras, es muy absurda la ciclicidad del mundo. El viejo Jacob leía los periodicos recientes, meintras yo leía los que tenía guardados desde que era ¡Ufff! Un enano de unos 13 o 16 años. —comentaba, poco importaba si me prestaba atención; yo también me puse a buscar cosas curiosas entre los documentos del microfiche.

Hablé por el simple placer de desahogarme, así que ni atención prestaba a las acciones ajenas; pero tampoco permitía que se alejara mucho, rebuscaba por dónde él había rebuscado.

—El viejo Jacob solía contarme muchas cosas sobre el pueblo, bastante terrorificas algunas; la amable Lily siempre lo regañaba por eso. "Asustas a todos los niños; Jacob, no seas tan infantil" Y él le respondía "El mundo es cruel Lily, estos son solo meros cuentos"

Solté una risa; nostálgica y para nada alegre, en un suave susurro.

>>¡El viejo Jacob era demasiado inteligente! Nadie comprendía su estoica filosofía, pero eso no le impedía amar mucho a su esposa; eran una pareja hermosa.

 

Drey Duzz

El plan de ignorarla resultó bien, o eso creí por unos hermosos segundos.

Hasta que comenzó a hablar. Se puso buscar algo el microfiche a mi lado. Y siguió hablando...

Una chorrada de sin sentidos.
Por respecto no la interrumpí. Pero, bajo mí propio interés, ignore en lo posible todo lo dicho.

No importo cuanto quiera ignorar. En un acto inevitable, al menos en estos tiempos, mis oídos saltan a la mención de nombres.
Jacob. Lily. Otros nombres a la lista...

Después de esto. No hay que ser un genio para intuir que se trata del tipo de persona pegajosa y habladora.

Liberarse de tal manera con un extraño. Está bien. No escuché nada...

Niego con la cabeza y vuelvo los ojos al microfiche. Hay que reanudar la búsqueda.
Mina. Mina colapsada. Canto. Agujero. Desapariciones. Sociedad Histórica.
Vamos. Suerte...

 

Contenido oculto: El Puente

Gary


—Ohhh, parece que encontraste algo interesante —dije apoyando mi emplumada mano en su hombro, observandole por sobre este.

>>¡Ey! ¡Esto se ve demasiado curioso! —A pesar de que estaba exaltada, mi tono de voz no era precisamente molesto. Sonaba fuerte, pero era de una tonalidad de mujer, algo grave; pero tampoco demasiado. Tampoco es que molestara mis oídos, no podía hablar fuerte tal estúpida tanto rato, eso me perjudicaba a mi misma; por eso había aprendido rápido a hablar sin incordiar oídos ajenos.

Devolví nuevamente mi vista al documento entre las patas de él, era como una media cabeza más alta. No es que los míos fueran precisamente una raza bajita, es más; nunca había conocido alguien más bajo que yo. Y aún así, no debía envidar ninguna altura, tenía lo justo y necesario.

—Antes sabía muchas cosas del pueblo; leyendas de la mina, rumores sobre muchos vecinos... Un poco sobre el caso de la tal Mae Borowski... ¡Tenían una banda! Mi papá dijo que tuvo la oportunidad de escucharlos una vez, eran demasiado sorprendentes... aunque bastante espeluznantes muchas de sus canciones.

>>¿Me dejarías leer el documento después de ti? Si te interesa, tengo libros sobre la historia del pueblo en mi casa; no tengo problema en enseñartelo si te interesa aprender historia, aunque puede que demore un poco en buscarlos. Creo que es una gran oferta: ¡Libros gratis!, ¿o no te interesa?

Acerqué mi pico a la pequeña oreja del roedor, para susurrarle solo al oído.

—Hay un asesino suelto; ¿No sabrás algo sobre él, de casualidad? Conozco a los de tu tipo: Saben mucho, hablan poco y mueren más rápido... Yo no me fiaría de nadie si fuera tú.

Me alejé de él nuevamente, tomando una distancia de tres pasos, fingiendo buscar más documentos; pero ya no estaba interesada en el microfiche.

—Jejeje ¡Es una verdadera sorpresa! Pensé que él único idiota que no sabía como cuidarse era Will, el cachorrito de los Baxter, pero al parecer; no todos nacen para ser buenos jugando al escondite.

 

Drey Duzz

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Seguí prosiguiendo con la búsqueda de información. Entre tantas noticias, llevaría días buscar todo lo relacionado con lo que estoy buscando.

Al menos me sonrió mí suerte. Logré dar con un par de cosas.

Primero. Masacre de Possum

Una rebelión minera si se llega a entender.
Mineros y niños son víctimas en este lío. Perdiendose un par de vidas en patas de los antimotines.
Al final se acabó aceptando las demandas, pero al costo de esas vidas y un largo tiempo después...

¿Cuántos años tendrá está cosa?'
Algo como 'víctima de la masacre de Possum quiere venganza' no tendría del todo sentido. No hay porque de agarrarlas con el pueblo, su pueblo.
Tal vez algo más grande se esconda detrás de esto...


Segundo. La nueva tienda de...
¿Qué hago leyendo esto? Hasta me preguntó el como acabe fijarme en esta noticia.
Esa tienda. Si. La he visto. Y tiene menos pinta de ser una tienda reciente, creo que ando cavando un poco demaciado atrás en estás noticias.
Pero... ¿Desapareció el tal Roy Buger?
Otro nombre a recordar. Roy Burger... Fundador de OI'Pickaxe.

Tercero. Colapso de la antigua mina

Al fin di con un verdadero punto de interés. Si no fuera demaciado ambiguo.
Los estándares de seguridad logrados en el primer artículo, de anda a saber hace cuántos años, demostraron no ser suficientes para mantener la mina segura.
Dudo, que después de esa masacre, todavía tiren leña al fuego y hacer las cosas mal. Raro.

Lástima. No di con nada de la sociedad histórica.
Al menos descubrí el nombre de la mina. Mina Stafford.

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Ella todavía seguía apedrandome los oídos con su interminable interés de hablar.

Mae. Mae Borowski. ...

¿¡Què es eso de invitarme a tu casa!? ¿¡Estás loca!? Apenas y nos conocemos. Si, claro. Solo cambia los dulces por libros y tienes la atención de cualquier idiota para que te siga.

¿Will? ¿Cachorro de los Baxter? ¿El mismo Baxter que Ave dijo que jugaba al detective?

Yo no estoy jugando nada. No me compares con alguien que va por todo el pueblo haciendo preguntas. No tengo planeado resolver ningún caso y salvar vidas.

Me metí en esto. Pero lo hice por mi propio bien. Solo quiero vivir en paz.

No puedo evitar suspirar para mis adentros. Es media pesada.

Tal vez... ¿Debo utilizarla? Demuestra ser residente del pueblo y de escuchar historias de unos ancianos.
Ya pidió que le dejé esto. No está de más utilizarla un poco...

Le hago una seña para que se acerque. Y le señaló mis puntos de interés de estos artículos.

Masacre de possum. Le señaló en su totalidad a este. Quiero más detalles.

La nueva tienda. Le señalo el nombre de la tienda y el nombre, Roy Buger.

Mina colapsada. De nuevo, señaló el artículo en su totalidad.

Vamos. Di que estás dispuesta a cooperar...

Contenido oculto

Mori

 

Contenido oculto: Música de fondo

Cada vez encuentro una mejor a la anterior XD

Gary


Sin respuesta... Joder, si que esta condenado este. Lo peor de los ermitaños es serlo con todas las letras. Cuando estaba leyendo de reojo los artículos, con un poco de dificultad por la distancia, mi actitud cambió. Ya había dicho todo lo que tenía para decirle, así que mis energías se apagaron y llevé ambas manos a mis bolsillos, hundiéndolos completamente en estos; la manopla fría, pero no tanto por estar oculta entre hebras de lana, se estrechó contra mis dedos tensos. Me ponía demasiado nerviosa la gente que no hablaba, porque eran genuinamente impredecibles; si Will andaba de idiota por el pueblo... ¿Cuantas miradas recelosa llevará arrastrando con él? El pensar que el asesino, o cualquier conocido cercano a este, lo tenga en la mira... Mi estomago se encogía, Possum no era como la ciudad; era fácil esconderse, pero también era sencillo que te descubrieran más temprano que tarde.

Solté un suspiro pesado, en el momento que el pequeñajo de altura llamó mi atención; mi actitud había cambiado, me mostraba bastante amargada, y a ratos se me podría notar molesta. Mi voz dejó de ser un canto chillón y alterado, para volver a la suavidad profunda de siempre.

Le miré de costado, observando dónde me apuntara; no puede evitar que lo conmovedor del acto se reflejara en mis rostro: Era demasiado adorable... en aspectos muy específicos, claro; su apariencia era desastrosa. Lo más probable es que tuviera pocos, o de por sí, ningún amigo.

—No puedo darte tanta información —empecé, observando los documentos, para después dirigirle mi vista a sus mirada; sin haberme volteado hacía el en ningún momento —. No soy tan cercana al pueblo, todo lo que se de él lo investigué cuando era un cría, y Jacob murió hace mucho; no puedo acudir a él para asegurarme de lo que digo. Nunca fui de salir mucho, y hay cosas muy especificas del pueblo que me interesan, y esas son pocas; te ofrecí mis libros, porque eran los que me regaló Jacob, pero no te podré dar muchas respuestas de inmediato, Cerebro Inquieto.

Di leves golpecitos a mi cabeza; mientras una sonrisa, ocultada por las plumas, salía de la boca tras mi pico.

>> Tengo información mucho más útil que las desgracias de Possum acá adentro; rebobinar la historia de este pueblo me será difícil, por dos motivos: No me gusta, es detestable y por que es algo que investigué cuando tenía entre 10 y 14 años, tras eso no volví a meter mi pico en el asunto.

Le dí un par de palmadita en la cabeza, procurando ser suave.

—Voy a estar leyendo sobre el asunto, me encanta encontrar gente fan de la lectura; si te interesa encontrar más libros o información de este condenado pueblo: Vivo en Chestnut, Chestnur Street. Como el trasero inquieto que es, de seguro has escuchado sobre los Baxter, ¿verdad? Vivo en la misma calle. Es una casa vieja y media abandonada, pero en buen estado; "Nieves" dice el tablón en la reja, eres libre de ir a visitarme si quieres.

Tras decir eso me di media vuelta y empecé a caminar, a paso lento y calmado; iba a ver si el bibliotecario tenía alguna recomendación de lectura, para aprovechar de pedir prestado algún libro de este lugar magistral.

 

Drey Duzz

Me encojo de hombros. Se intentó.

Una verdad es que mí nivel de interés de esto es vago. Me deje guiar por esta persona con sus cuentos por contar y libros viejos.

No pude evitar intentar sacar provecho. Vine aqui a explotar los pocos datos que tengo. ¿Qué hay de malo en querer explotarlo dos veces?

No importa. Tampoco voy a su casa y la de nadie. Necesito información, pero no estoy desesperado por esta. No lo suficiente como para juntarme con otro y querer resolver este misterio.

Al menos por ahora. A lo mejor a este Baxter le va mejor que a mí. Si van a cazar a alguien sería a él.
Me mantendré solo y evitaré llamar la atención...

Me quedaré aquí por rato y me iré. Ya no hay nada que hacer.

 

Drey Duzz

Me quedé perdido en la calle por un largo rato, reconsiderando un par de pensamiento. Tanto me demore que la lechuza ya se había perdido de mí vista, dejando eliminada la idea de ir a buscarla.
Pensé en volver al departamento y no volver a salir por hoy. Los trabajos, algo que ando queriendo por un largo rato, habían caído en un lugar sin importancia en mí mente.

Fue entonces, al cabo de un tiempo, que note a un cachorro en particular dirigirse a la biblioteca.

¿Se tratara del Will Baxter que hablaba la lechuza?
Curioso, decidí seguirlo. Y, de casualidad, acabo en el tercer piso a mirar los archivos de un Microfiche.

Si. Este cachorro anda investigando un par de cosas.

Me acerco a su espalda y pongo una pata sobre su hombro, queriendo llamar su atención.

Veamos cómo va esto.
Sonrío. Quizás hasta le logré pasar ese maldito diario. Dudo que se niegue en quererlo...

 

Drey Duzz

Mis ojos caen en la conocida ballesta que carga, agrando un poco más la sonrisa.

Alguien estuvo saliendo con Selvi entonces. Genial.

Le quitó la pata del hombro y le doy un leve saludo con esta.

Tal vez llamar su atención así se trato de la mejor idea. Al menos debí ver qué estaba buscando. Por estar a las apuradas.
Ya no hay marcha atrás. Preferiría que mueras antes que yo. Te aprovecharé mientras pueda.

Me alejo unos pasos de èl, aparentando que un saludo es todo lo que quería.

Vuelvo a ubicarme en el microfiche en con cual estuve hasta hace poco. Trataré de rebuscar lo que encontré anteriormente.

Si resulta que nuestro interés de búsqueda tiene algún perecido, y muestra interés en lo mío... Y quizás sea el comienzo de una pequeña cooperación.