Otro Babyboo

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AU de un colectivo que tengo con la bella Asdfghjklñ
Gente, se necesita el género "Familia" con urgencia.

Babyboo​

Cameron abrió la puerta con lentitud, achicando sus ojos y mirando hacia todos lados, buscando algún monstruo escondido entre las sombras que se formaban en las esquinas del gran pasillo en donde se encontraba. Ya había pedido a su madre que moviera su habitación de lugar, no le gustaba donde estaba porque el sol nunca terminaba de espantar del todo a la oscuridad, ¿por qué no podía moverla hacia el patio?, ¡allí todo era más divertido y había mucha luz!

Suspiró mientras negaba con su rostro, sus padres parecían no comprender la importancia de mover su habitación de lugar, parecía que no comprendían que tan alto estaba en su lista de “No-oh no, Noah lo odia” que él tenía en su mente.

Miró una última vez hacia cierta esquina en particular, donde su hermano había dicho ver un vampiro la otra noche en que fue corriendo a buscarlo, -y él sabía que su hermano no le mentiría nunca- y fue corriendo hacia las escaleras.


—No se corre en el pasillo, no se corre en el pasillo, no se corre en el pasillo —canturreaba suavemente, sintiendo la adrenalina de saber que si su mamá llegaba a verlo le retaría por lo que estaba haciendo, y sonrió cuando llegó a su destino. Miró hacia abajo, agarrándose del barandal mientras bajaba de escalón en escalón, buscando con rapidez si es que había alguien en la sala. Miró a su papá, sentando en el sofá con un libro en sus manos y lentes en su rostro, podía notar como sus ojos se movían de un lado a otro mientras leía. Cameron no sabía leer aún, pero estaba seguro de que lo que fuera que su padre leía era asombroso. Todo lo que él hacia lo era.


Terminó de bajar las escaleras, saliendo de la sala y mirando hacia el patio, la puerta de la casa del árbol que su papá les había construido hacia unos meses estaba abierta y la pequeña lámpara de Batman que producía una pequeña canción del personaje y que su hermano había llevado estaba encendida. Cam aún no entendía como su hermano podía preferir DC frente a Marvel, ¡ellos no tenían a Iron Man! Suspiró, su pobre hermano inculto.

Corrió por el patio, agarrando la escalera hecha con sogas y subiendo hasta el tope. Asomó su rostro, buscando a Noah mientras le lanzaba pequeñas miradas de fastidio a la dichosa lámpara. Si su hermano no la amara tanto ya habría terminado en la basura. Y lo encontró, sentado en el suelo mientras le daba la espalda a la puerta, con varios lápices de colores alrededor suyo y algunas hojas con nuevos dibujos pegadas en las paredes cerca suyo. Siguió mirándolo por unos minutos, y, de pronto, sonrió mientras recordaba la pequeña máscara que su papá había conseguido para que ellos pudieran jugar. Podía sentir su cerebro trabajando dentro suyo; el otro día su hermano le había asustado en el jardín mientras su madre cortaba algunas flores, escondiéndose entre algunos arbustos y saltando con la manguera en sus manos y mojándolo en el rostro con agua helada por unos buenos segundos. ¡Él iba a tener su venganza!

Terminó de subir lentamente, tratando de no hacer ruido al pisar la madera del suelo, acercándose hacia la caja de la otra esquina y sacando la máscara de payaso con ojos rojos que había escondido ahí el otro día.

Volvió a mirar a Noah, luego a la máscara y de nuevo a Noah. Apretó al rostro del payaso contra su pecho, temblando lentamente con entusiasmo y los ojos brillándole de anticipación. Se puso la máscara lentamente, sin hacer ruido con el plástico ni quejándose cuando las esquinas le rasparon la frente. Gateó, arrodillándose justo atrás de su hermano. Acercó su rostro unos centímetros más, casi pegándose a él, viendo de no tocarle el cabello ni de respirar con fuerza.

Presionó sus manos contra el suelo y, clavando las uñas en la madera, las deslizó hacia atrás mientras creaba un sonido un tanto aterrador. Había visto eso en una película el otro día, por lo que estaba seguro de que con eso le había avisado a su hermano que estaba ahí.

Y esperó.

Observó como Noah se tensó completamente, girándose lentamente.


—¡Boo! —gritó, justo cuando los ojos de su hermano se clavaron en su rostro, mientras levantaba los brazos y se tiraba sobre su hermano. —¡Boo!


El grito que le siguió a su pequeña broma le puso la piel de gallina. Conocía los gritos de Noah, sabía distinguir los tipos y grados de gritos que tenía pues según ellos él sabía cuándo era necesario correr para buscarlo y cuándo simplemente debía de mirarlo intrigado. Y este grito, era uno de los que más odiaba.

El rostro de Noah se llenó de lágrimas en poco tiempo, sus ojos teñidos de miedo le calaron hasta los huesos y sus brazos le golpeaban en el pecho y los brazos repetidamente.


—¿Noah? —susurró, viendo como su hermano se hacía más pequeño mientras trataba de ocultarse de él. A Cameron le dolió, mucho. —¿Noah? —volvió a susurrar, quitándose la máscara rápidamente y tirándola a un costado, mirando a su hermano. —Noah, ¡soy yo! ¡Cam!


Lo abrazó con fuerza, rodeando el pequeño cuerpo de su hermano con sus cortos brazos y murmurándole quien era en todo momento. No sabe en qué momento había comenzado a llorar él también, pero podía sentir grandes y calientes lágrimas bajando por sus mejillas. Él había hecho llorar a Noah, Cameron había lastimado a su hermano.

Era un muy mal hermano.


—Noah, perdón —susurró, sorbiendo su nariz y secando su rostro con su camiseta. Siguió llorando con su hermano en brazos, sintiendo un fuerte dolor en su pecho al escuchar los sollozos de su hermano, ¡él había provocado esos sollozos! Lloraron unos minutos más, hasta que el cuerpo en sus brazos pareció calmarse un poco.

—¿Cam? —el pequeño murmullo lo sacó de su trance, mirando hacia el rostro rojo e hinchado de su hermano. Tenía su labio inferior atrapado entre sus dientes, y un brillo de temor arruinaba sus grises ojos.

—Sí, Noah. Perdón —volvió a limpiar sus ojos, frotando su manga ya mojada contra sus párpados.

—¿No payaso feo? —los ojos de Noah se movieron por la casa, buscando a la cosa fea que le había asustado. Podía sentir como temblaba bajo sus brazos.

—No, no payaso feo. Yo, Noah, lo siento —sollozó las últimas palabras.

—¿No más boo?

Y Cameron lo miró, fijando sus ojos contra los otros idénticos a los de él. Inclinó su rostro hacia un costado, mordiendo su mejilla mientras pensaba. —¿Sólo babyboo? —Y el rostro de su hermano sonrió, mostrando sus pequeños dientes y asintiendo.

—Sólo babyboo.


Cameron asintió, abrazando de nuevo a Noah y soltando pequeñas lágrimas. Miró hacía donde había tirado la máscara, frunciendo sus cejas y haciendo una nota mental de tirar esa cosa cuando bajaran de ahí.