FanficsLandia Avergonzada.

Título: Avergonzada.
Resumen: Yo no soy tan empalagosa, él es muy seco, no puedo evitarlo. Además…fue su culpa.
Tipo: Drabble.
Clasificación: K.
Advertencias: Ninguna.
Género: Realista/Comedia.
No. de palabras: 427 palabras.

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Avergonzada.​

Di la vuelta más rápido que el propio flash; viré bruscamente fuera de la vista de los curiosos. Estaba tan roja que un tomate me tendría envidia.

―No puede ser…―mascullé furiosa conmigo misma, tenía ganas de estrellarme contra la pared. Como algo más extremista, que se abriera un agujero en la tierra y me tragará, con la suerte de que nunca me escupiese, pero, siendo realista y para mi tan buena suerte, eso no pasó.

―¿Estas allí?―indagó una voz temerosa, no era para menos, le vi furiosa―Creo que se te salió―me dijo a chiste mi mejor amigo―algo que estaba dudando―, se rió un poco, lo mandé a donde el diablo dejó las alpargatas con la mirada y se calló de inmediato.

―Si no fueras, tan…tan ¡No sé!―le grité frustrada y me encogí de hombros, lamentaba no tener mi morral conmigo, sino, incluso desafiando las leyes de…un sin oficio de hace siglos…me hubiese escondido dentro de él.

―Si no fuera tan, yo―completó despreocupado, como si fuese la cosa más obvia del mundo. Saben lo que sí lo era, lo más obvio, es un grandísimo idiota.

―Exacto―concordé en un suspiro.

―Ahh―suspiró, buscando algo que decir, ojala que fuese medio favorable, sino, bueno digamos que ya no tendría un mejor amigo―Es normal ¿no?―asentí ante la pregunta más estúpida que ha hecho desde que lo conozco-creo-.

―No te pongas así―palmeó intentado calmarme, algo que no dio resultados favorables.

―Pero igual, sino fueras tan seco, yo no sería tan..ah..¿cómo me dices?―le pregunté.

―Empalagosa―me recordó.

―Ajá, si no fueras tan seco, yo no sería tan empalagosa y no pelearíamos―analicé.

―Lo sé. Pero no es mi culpa que gritaras a los cuatro vientos que estabas en “tus días” y por eso andabas “sensible”―se defendió él. Grave error. Le di un fuerte golpe en la espalda cuando me levanté enojada, de nuevo.

No sólo me disgustaba lo que me hizo decir, sino que…

―Sabes que tengo razón―musitó, para luego entrar en su salón. *Suertudo él, que está en otra sala*. Se salvó de mi ataque por ello.

Seguí un poco más adelante para adentrarme en mi aula. Muy avergonzada me encontraba, pero ¡ya no había dicho, carajo!, Una vez dentro le lancé una mirada envenenada a mis compañeros antes de oírlos, no murmuraron ni me miraron después de eso.

Suspiré. Lo que más odiaba de todo esto, no era la pena, era natural. Sino el hecho de que sabía que él tenía razón.

―Estúpido Nanito―grazné en cuanto le vi, frunció el ceño, odiaba ese apodo. Sonreí y él lo hizo con burla…de verdad lo odiaba.
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N/A: Antes que empiecen ¿te pasó eso?, no, no me pasó, pero es muy posible que me pasé, creo que lo soñé y a decir veerdad estuvo a punto de pasarme. A ustedes, ¿nunca se les escapó algo énoso?.