Explícito Aventura Souls: La batalla de los reyes.

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por AshenKnight, 27 Febrero 2020.

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    Aventura Souls: La batalla de los reyes.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    951
    Advertencia: Esta es una historia basada en la trilogía conocida como "Dark Souls". La gran mayoría de los personajes y elementos presentados aquí no son de mi propiedad y pertenecen al genio creado Hidetaka Miyazaki, presidente de Fromsoftware. Esta historia contiene partes de mucha violencia tanto física como verbal, no recomendado para menores de 16 años, se recomienda discreción.
    Prologo: La era de fuego.

    Narrador: En la edad de los antiguos, el mundo era amorfo, una tierra de riscos grandes gobernada por dragones eternos.

    Todo siguió así, hasta que llegó el fuego, y con el fuego, la disparidad, frío, la vida y la muerte, y por supuesto, luz y oscuridad.

    Entonces, 3 señores salieron de la oscuridad, Nito, La bruja de Izalith y el gran señor de la luz solar, Gwyn junto con su leal ejército de caballeros plateados.

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    Con todas estas fuerzas, estos señores desafiaron a los dragones, parecía que no iban a tener éxito, hasta que el gran dragón pálido Seath traiciona a los suyos y revela el secreto de los dragones, resulta ser que el relámpago era capaz de atravesar su poderosa armadura de escamas.
    Con esta información y ayuda el ejército comandado por Gwyn logró dar batalla a las bestias, haciéndolas casi desaparecer de la faz de la tierra.

    Luego de esta gigantesca victoria, muchos de los del ejército incluyendo a Gwyn se empezaron a auto proclamar dioses debido a su alto poder y superioridad comparado con los humanos corrientes.

    Debido a esto, Gwyn decidió fundar un lugar para él y su ejército, Anor Londo, o la ciudad de los dioses, una capital abrazada por un aparentemente eterna luz solar generada gracias al gran señor, este fue el inicio de la edad del fuego.
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    Debajo de esa ciudad, también se escondían unos archivos que fue el hogar para el Dragón pálido Seath, quien fue proclamado duque.

    Ya habiendo creado la ciudad, Gwyn obtuvo una orden de caballeros de élite conocidos como los 4 caballeros de Gwyn.
    El caballero lobo Artorias, El capitán asesino de dragones Ornstein, El arquero gigante Gough y la enmascarada hoja del señor Ciaran.
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    (Autor: https://www.deviantart.com/menaslg)

    Pero quienes realmente estaban en a cima de esta ciudad era la descendencia del señor de la luz solar.
    El primogénito del sol, quien debido a una gran traición, fue exiliado por su propio padre y el tiempo hizo que hasta su nombre fuese olvidado.
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    (Autor: https://www.artstation.com/alekscough)

    Gwynevere, princesa del sol y la hija mayor de Gwyn, ella fue siempre la favorita de su padre y la que daba todo tipo de milagros y elementos curativos a los que la visitaban, lamentablemente, las desgracias hicieron que ella decidiera abandonar su propio hogar.
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    De ahí vino Fillianore, la princesa dormida, pues ella era quien al principio protegía un antigua y lejana ciudad fundada por su padre, pero luego fue devuelta a la catedral para mantener la luz con su extraño hechizo.
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    Y finalmente, su último hijo, Gwyndolin Sol Oscuro, a pesar de nacer como hombre, Gwyn siempre lo vio y los crió como una chica, él creó una nueva orden de caballeros conocidos como las cuchillas de la luna oscura, una legión encargada de cazar y castigar a todo aquel que cometa pecados en contra de los señores.
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    Todo parecía ir de lo mejor para Gwyn...hasta que... la desgracia los encontró.
    Aparte de la traición de su primogénito y la huida de su hija preferida, la edad del fuego llegaba a su fin.
    Gwyn no podía concebir que el ciclo acabase, y en su desesperación tuvo una idea. Gwyn creó un ciclo en el que un grupo de humanos sería seleccionados para enfrentarse a una serie de peligros y llegar hasta el hogar de la primera llama, con el fin de que con todo el poder acumulado, ellos enlazan el fuego y prolonguen en ciclo eternamente.
    Si uno de estos sujetos moría en el camino, se les daría otra oportunidad y serán revividos a costa de perder todo recuerdo de su pasado, a excepción de su nombre. Este grupo de personas se les conoce como latentes, hubieron muchos de ellos, pero uno en particular, se verá a sí mismo en una aventura que nunca imaginó, la cual lo marcaría para siempre.
     
    Última edición: 9 Junio 2020
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    Pues bueno gente, este es el prólogo de la historia que tengo en mente, si quieren mas apoyen y comenten ya que así les mostrare todo lo que tengo preparado para este fanfic.
     
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  3. Threadmarks: Capítulo 1
     
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    Aventura Souls: La batalla de los reyes.
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    3113
    Advertencia: Esta es una historia basada en la trilogía conocida como "Dark Souls". La gran mayoría de los personajes y elementos presentados aquí no son de mi propiedad y pertenecen al genio creado Hidetaka Miyazaki, presidente de Fromsoftware. Esta historia contiene partes de mucha violencia tanto física como verbal, no recomendado para menores de 16 años, se recomienda discreción.
    Capítulo 1: Los príncipes gemelos.
    La escena comienza con en la entrada de unos archivos.
    Un hombre con un casco color plateado con ciertos engravados, una armadura de gruesa tela gris con una blanca tela para proteger del frío, botas de hierro negro muy resistentes y un gran espadón largo y café esta en frente de una gran puerta que lleva a los grandes archivos.

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    Edward: Vaya, parece que aquí se oculta los hermanos maldecidos, no puedo quedarme atrás, debo seguir.
    Mientras avanza, el se da cuenta de un cadáver conocido cerca de la entrada.
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    Edward: Gotthard! Mierda...fuiste una leal ayuda, pero supongo que nada es para siempre.
    Edward coje sus espadas gemelas y las clava en forma de X cerca del cadáver.
    Luego se dirige a la entrada pero esta totalmente cerrada.
    Edward: Hm, quizá tu tengas algo que necesite.
    Edward registra el cuerpo de Gotthard y encuentra una llave.
    Edward: Perfecto.
    Edward la encaja en la cerradura y entra en un gran hall lleno de libros y otros artilugios.
    Edward: Este lugar luce inmenso, no se que me depara aquí.
    El aventurero avanza hasta las escaleras, pero es interrumpido por un sabio del cristal.
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    Edward: No puede ser, tu otra vez?
    El sabio castea una gran lanza de cristal.
    Edward la esquiva saltando mientras desenfunda su espadòn.
    El sabio saca una ropera cubierta con cristales mágicos y hace un corte horizontal.
    Edward contrarresta el ataque con su espadòn y corta parte de su túnica.
    El sabio castea un orbe flotante y empieza a llover flechas mágicas.
    Edward evade las flechas y los atraviesa con el espadòn.
    El sabio grita de dolor pero se teletransporta.
    Edward: Maldito cobarde, nada más espera que te encuentre otra vez.
    Edward empieza a subir las escaleras pero unos esclavos huecos lo intentan rodear.
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    El esclavo hueco salta para cortarle la cara con su hachuela.
    Edward lo patea y corta su cabeza en dos con un corte hacia abajo.
    Otro esclavo hueco se agarra de su hombro para cortarlo.
    Edward hace que se choque con una pared.
    Otro esclavo agarra una de sus piernas.
    Edward clava su espadòn en la espada de uno de ellos.
    El esclavo en su hombro empieza a cortar parte de su armadura en el hombro.
    Edward lo agarra de su capucha y lo tira, luego lo decapita.
    Edward: Por fin, que fastidio de monstruos.
    El aventurero sube las escaleras y llega a otra sala con un grupo de extraños eruditos.
    [​IMG]
    Edward: Pero que? Estos sujetos que les pasa?
    Los eruditos lo ven y empiezan a castear magias en rafaga.
    Edward se cubre con unas librerías.
    Uno de los erudito se acerca a él para echarle cera.
    Edward lo sorprende atravesando su barriga con el espadòn.
    Los eruditos disparan magia otra vez.
    Edward los rodea para evadir su hechicería, luego salta y decapita a uno de ellos.
    Otro erudito intenta cortarlo con su candelero.
    Edward agarra su brazo y corta su cuello.
    El último erudito lanza una flecha mágica.
    Edward lo esquiva y corta sus pies haciéndolo caer, luego lo atraviesa.
    De un corredor, un caballero de Lothric con lanza y gran escudo aparece.
    [​IMG]
    Edward se pone en posición de combate.
    Edward: Esto será interesante.
    El caballero bufea su lanza con cristales magicos.
    Edward lo rodea para fijarse en cualquier movimiento.
    El caballero de Lothric hace ataque de empuje contra Edward.
    Edward desvià el ataque y hace un corte horizontal.
    El caballero bloqueà con escudo y hace más ataques de empuje.
    Edward se va a su lado and y corta parte de su hombro.
    El caballero lo golpea con su gran escudo.
    Edward amortigua el golpe con su espadòn.
    El caballero hace cortes horizontales con la hoja de su lanza.
    Edward pisa sobre su lanza y corte parte de su brazo.
    El caballero logra sacarlo de encima .
    Edward lo embiste para romper su postura.
    El caballero se desestabiliza.
    Edward atraviesa su estómago y luego su frente.
    El caballero pierde el rojo luminoso de sus ojos y cae muerto.
    Edward limpia y enfunda su espada.
    Edward: Hora de seguir.
    El latente continua su camino hasta niveles superiores.
    Un grupo conformado por eruditos, esclavos huecos y el sabio de cristal lo espera.
    Edward se prepara y saca su espada.
    2 esclavos huecos arremeten contra el.
    Edward golpe a uno de ellos con la empuñadura y parte en 2 al otro con el espadòn.
    Un erudito empieza a castear magias.
    Edward esquiva y corta su cadera y su cuello.
    Un esclavo hueco con una flamígera realiza cortes con una extraña técnica.
    Edward pisa sobre su espada y atraviesa su espalda.
    El sabio bufea su ropera con magia y realiza un corte amplio.
    Edward recibe el golpe y cae en el suelo.
    El sabio castea una gran lanza mágica.
    Edward rueda para esquivar y corta parte de su cintura.
    Sabio hace un ataque de corte con la ropera.
    Edward repele el ataque corta cerca de su cuello.
    El sabio intenta teletransportarse.
    Edward rompe su bola de cristal, luego atraviesa el ojo de su máscara.
    El sabio grita en agonía y cae al suelo inerte.
    Edward descansa un poco y continua por la zona.
    Luego de una ardua caminata, Edward llega a una plaza con una extraña estatua.
    Edward: Ojala que ya esté cerca de los hermanos, este lugar a sido toda una pesadilla.
    Un trío conformado por un caballero con gran hacha y escudo llamado Albert, un samurai con katanas dobles y arco compuesto llamado Kamui y una hechicera con bastón y daga obstruyen el camino del latente.
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    (Autor: https://evs-eme.tumblr.com/)
    Albert: Tu! Quieto ahí! Ni se te ocurra avanzar un centímetro más!
    Edward: Albert? Primero me ayudaste, ahora conspiran en mi contra?
    Albert: Yo iba estar aliado a ti mientras te mantuvieras alejado del reino y mi querido príncipe.
    Kriemhild: Pero resulta que tu, inmunda bestia de sangre fría, asesinaste a nuestra amada sacerdotisa Emma.
    Edward: Yo nunca le hice nada, cuando me llamó, ya estaba al borde de la muerte.
    Albert: Luego de todo lo que has sido capaz, no confiamos en ti ni un poco, de cualquier caso, tu has venido a por nuestro sagrado príncipe y su hermano.
    Edward: Será por un bien mayor.
    Albert: Nosotros juramos protegerlo a toda costa, así que cumpliremos nuestro juramento destruyendote completamente.
    Edward desenfunda su espadòn y se pone en postura de combate.
    Edward: Que así sea.
    Albert: Kriemhild! Kamui! Conmigo!
    Kamui empieza a lanzar flechas con un disparo rápido.
    Kriemhild caster unos orbes mágicos que persiguen a Edward.
    Edward su cubre con una estatua en el centro.
    Kamui saca sus katanas a y va donde Edward.
    Edward corre y hace un ataque de barrido.
    Kamui pega un salto y corta parte de la armadura en los hombros.
    Edward se agacha para evitar más daño.
    Kamui hace un corte vertical y apuñala con la otra katana.
    Edward contrarresta una katana y esquiva la otra.
    Albert viene por atrás y hace un golpe hacia a abajo.
    Edward los esquiva y realiza un corte en su pechera.
    Kriemhild castea una lanza de alma.
    Edward es impactado y se tambalea.
    Kamui intenta atrapar su cuello con las katanas.
    Edward lo patea y hace un corte de 180 grados para golpear a Albert.
    Kamui saca su arco y dispara una flechas.
    Algunas flechas le impactan pero Edward resiste.
    Albert con mucha fuerza hace un golpe giratorio.
    Edward lo esquiva corte horizontal.
    Albert se cubre con su escudo pero se tambalea.
    Kamui salta mientras cruza sus katanas en X.
    Edward pasa por debajo de él y corta parte de su espalda.
    Kriemhild lanza un orbe al cielo y este empieza tirar flechas mágicas.
    Edward corre alrededor de ellos para evitar las flechas.
    Kamui dispara con su arco.
    Edward entra en una sala.
    Kamui corre para intentar encerrarlo.
    Edward lo sorprende con un ataque de empuje.
    Kamui recibe un corte pero sigue en pie y empieza gira sus katanas muy rápido.
    Edward calcula bien y atraviesa su barriga con él espadòn, creando un sangrado inmenso que se esparce por el suelo.
    Kamui escupe sangre y se arrodilla en agonía.
    Edward los decapita de manera impecable.
    El cuerpo inerte u descabezado cae al suelo dejando mucha sangre a su alrededor.
    Alber y Kriemhild lo alcanzan pero tarde.
    Kriemhild: KAMUI!!!!!!
    Albert: Maldito monstruo! Te saldrá muy caro ese acto!
    Albert hace un ataque en salto con mucha furia.
    Edward lo esquiva e intenta atravesarlo también.
    Kriemhild lo interrumpe con una lanza mágica.
    Edward se tambalea.
    Albert lo golpe con la parte superior de su hacha.
    Edward cae.
    Albert salta para que la hora de su hacha caiga sobre el.
    Edward lo esquiva y agarra el arco de Kamui con algunas flechas.
    Kriemhild castea unos orbes que persigues a Edward.
    Edward se cubre con un mesa.
    Albert realiza un golpe hacia abajo.
    Edward lo esquiva y corre al nivel superior de la habitación.
    La hechicera y el caballero lo persiguen pero no lo encuentran.
    Kriemhild: Dónde estás maldita escoria?
    Albert: Voy a aplastarte hasta que no te quede un mísero hueso en buen estado.
    Edward se encuentra oculto al otro lado.
    Kriemhild: Donde podría estar?
    Edward pega un silbido.
    Kriemhild se alerta y alza su bastón para castear una magia.
    Edward apunta y dispara una flecha hacia Kriemhild.
    La flecha atraviesa el ojo derecho de la hechicera y perfora gran parte de su cerebro.
    Kriemhild entra en shock y cae muerta soltando su bastón y daga.
    Albert: SE ACABÓ!
    Albert tira su escudo al suelo con ira.
    Edward: Los hubiera dejado vivir, si no me hubieran estorbado.
    Albert: Durante todo este tiempo, yo protegi este lugar junto con ellos, nos volvimos los favoritos del rey y sus hijos...pero ahora...no me queda ninguno de ellos...por tu maldita culpa.
    Edward: Yo te vi como un eterno aliado, Albert, pero ya me doy cuenta de cómo son las cosas en realidad.
    Albert: Mi deber como supremo guardia del príncipe no será disuelto, menos por una basura inmunda como tu.
    Edward: Entonce...supongo que te pondre a prueba.
    Albert realiza un enérgico grito de guerra y salta para caer sobre Edward.
    Edward lo esquiva y salta delante con un golpe elevado.
    Albert detiene del ataque con su hacha y lo empuja hacia atrás.
    Edward aterriza bien ya se pone en postura.
    Albert salta para cortar su cabeza.
    Edward los esquiva y realiza un corte en su cadera.
    Albert lo resiste y hace un ataque en barrido.
    Edward salta sobre su hacha e intenta caer sobre el.
    Albert salta hacia atrás y golpe hacia abajo.
    Edward bloquea el ataque y empieza a forcejear contra Albert.
    Albert: Ríndete! Nadie tocará a nuestro sagrado señor!
    Edward: Te estas cansando amigo, ese arma consume mucha energía de tu cuerpo, no duraras mucho mas.
    Albert: Silencio! Yo fui entrenado para blandir este devastador instrumento!
    Edward: A costa de perder tu energía y estar expuesto.
    Edward le da un rodillazo a Albert y golpeó su casco son la empuñadura.
    Albert se tambalea.
    Edward: Termina con esto, deja este castillo y consigue otro rumbo.
    Albert: Jamás... no traicionaré mis votos.
    Albert salta para aplastarlo con el hacha pero se nota su cansancio.
    Edward Lo esquiva.
    Edward: No tengo elección entonces.
    Edward hace un corte en su hombro:
    Albert: Solo muere!
    Albert hace un violento giro con su hacha.
    Edward esquiva y atraviesa el pecho de Albert con el espadòn.
    Albert cae rendido y sin fuerzas.
    Albert: Hijo de puta...maldito seas por siempre...
    Edward retira el casco de Albert.
    Edward:Perdóname, antiguo socio...
    Albert: Ojala algun dia tambien sientas lo que es fallarle a alguien...
    Edward alza su espadòn y corta el cuello de Albert.
    Albert: Mi querido príncipe...
    Albert cae muerto.
    Edward limpia su espada, agarra el casco y lo pone cerca de cuerpo, luego hace una reverencia respetuosa y continua.
    Luego de unos minutos de pelear contra soldador huecos y caballeros de Lothric, Edward llega hasta una recámara donde en el fondo el príncipe Lothric, un chico pálido con una túnica está arrodillado aparentemente rezando.
    El príncipe Lothric nota su presencia.
    Lothric: Oh vaya, otro contendiente obstinado.
    Edward: Lothric, príncipe joven...
    Lothric: Te doy la bienvenida, latente hurtador de las cenizas.
    Edward: Lo eh estado buscando, su alteza.
    Lothric: Eso sí, el manto del señor no me interesa en absoluto.
    De una esquina oscura aparece un príncipe más anciano con armadura y corona de bronce, arrastrándose sobre sus piernas el cual blande un gigantesco espadòn de fuego.
    Lothric: La maldición de enlazar la llama, el legado de los señores, dejemos que todo eso se desvanezca.
    Edward: Me temo que no podré dejar que pase.
    Lorian clava su espadòn en el suelo y lo enciende.
    Lothric: Haz hecho más que suficiente, ahora descansa.
    [​IMG]
    (Principe Lothric junto a su hermano mayor Lorian)
    Edward se pone en postura de combate.
    Lorian es teletransportado y aparece atrás de Edward para aplastarlo.
    Edward lo esquiva de milagro.
    Lorian empieza a hacer cortes de izquierda a derecha.
    Edward los esquiva y corta parte de su armadura en la barriga.
    Lorian hace un gran corte horizontal.
    Edward salta y corta parte de su hombro.
    Lorian es teletransportado y aparece a lo lejos.
    Edward va a por el.
    Lorian agarra su espadòn a 2 manos y hace un ataque en barrido, generando una ola de fuego también.
    Edward salta sobre su espadòn y sus botas de hierro negro lo protegen del fuego.
    Lorian hace un ataque de empuje.
    Edward lo esquiva y corta parte de su muslo.
    Lorian hace un corte hacia abajo.
    Edward, con una increíble fuerza lo detiene y desvia.
    Lorian queda un poco atontado.
    Edward corta parte de su cara.
    Lorian se para sobre sus 2 piernas y se tira con su espadòn para aplastar a Edward.
    Edward esquiva la caída pero el impulso lo tira.
    Lorian hace otro corte hacia abajo.
    Edward rueda para esquivarlo y apuñala cerca de su cadera.
    Lorian es teletransportado y aparece atrás de Edward otra vez.
    Edward monta sobre su arma y corta parte de su cuello.
    Lorian hace un corte horizontal.
    Edward lo esquiva y corta su axila.
    Lorian es teletransportado y aparece levantando su espdòn mientras su hermano los bufea con un poder de luz.
    Edward: Pero que?
    Lorian golpea su espadòn contra el suelo y genera una ola de luz.
    Edward pega un salto increíble para esquivar el ataque.
    Lorian intenta cubrirse.
    Edward aterriza sobre el clavando su espadòn en el pecho del príncipe anciano.
    Lorian respira y cae muerto en el piso.
    lothric: Oh, querido hermano...Estoy en camino.
    Lothric junta sus manos en oraciòn y se teletransporta sobre su hermano muerto.
    Lothric: Mi hermano, la firme espada del príncipe Lothric.
    Lothric acaricia su mano y se acerca a la oreja de su hermano, con un profundo susurro le dice.
    Lothric: Alzate, si así lo deseas...pues esa es nuestra maldiciòn.
    Un aura de luz rodea a ambos mientras que Lorian se levanta con su hermano agarrado a su espalda.
    [​IMG]
    Edward se prepara para luchar otra vez pero tiene un rostro de culpabilidad, como si lo que esta por hacer no es del todo bien.
    Lothric empieza a generar orbes luminosos de sus manos y los lanza.
    Edward empieza a correr para evitarlos.
    Lorian es teletransportado y aparece al frente de Edward haciendo un corte horizontal.
    Edward no tiene tiempo a reaccionar y recibe el golpe.
    Lorian hace una corte hacia abajo.
    Edward repele el ataque y corta parte del pecho de Lorian.
    Lorian es teletransportado y aparece más lejos.
    Lothric lanza una flecha de luz.
    Edward la esquiva.
    Lorian agarra su espadòn a 2 manos y hace un ataque de barrido.
    Edward esquiva hacia un lado haciendo un corte giratorio.
    Lorian hace un giro para pegarle a Edward.
    Edward recibe el golpe.
    Lorian es teletransportado y otra vez bufea su espadòn con luz gracias a su hermano.
    Edward escucha el sonido pero no encuentra a los hermanos.
    Lorian golpea el espadòn en el suelo y lanza la ola de luz.
    La ola golpea a Edward y lo deja en el suelo.
    Lothric: Este lugar marca nuestra tumba, pero tú también puedes descansar aquí si lo deseas.
    Lorian retrocede un poco.
    Sorprendentemente, Edward sobrevivió al ataque y se levanta lentamente.
    Lothric: Imposible...debió haber muerto...
    Lorian intenta desesperadamente aplastarlo.
    Edward detiene el ataque fácilmente y corta desde su barriga hasta su pecho, terminando por apuñalar su cuello.
    Lorian termina cayendo otra vez.
    Lothric: My brother...
    Edward sabe que debe matar al príncipe, pero tiene un sentimiento que no lo deja.
    Levanta su espadòn y lo pone en la espalda de Lothric.
    Edward: Lo lamento mucho...
    Edward apuñala a Lothric.
    Lothric escupe sangre y con un tono agonizante dice.
    Lotrhic: Recuerda mis palabras, ser de la ceniza...
    Lothric cae sobre su hermano.
    Lotrhic: Todavía te cuentas entre los malditos...
    El príncipe joven muere junto con su anciano hermano.
    Edward baja su cabeza con desánimo mientras que enfunda su espadòn.
    Edward: Espero que esta masacre halla valido para algo, y no sea solo un asesinato abyecto.
    Edward va hacia una hoguera que está en la misma habitaciòn y se teletransporta con ella.
     
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    wasabi

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    ¡Hola! Antes que nada, bienvenido al foro c: Estoy muy feliz que te hayas animado a escribir tu primera historia aquí, espero sea de tu agrado esta comunidad y que te ayudes de todos nosotros. Yo no soy la más indicada para darte consejos, pero te extiendo la invitación a que hagas uso de las herramientas que el foro tiene para que otros usuarios con muchísima experiencia te den consejos.
    Te dejo un link para los Beta-Readers.

    ¿Por qué te digo lo anterior? Por nada en especial, siempre podemos aprender. Aunque noté unas cuantas cositas como que pones solo un signo de admiración o exclamación y unos dedazos que a todos nos pasan (se nos va una letra, por ejemplo).

    Hablando de tu fic me gustó mucho la introducción porque ayuda al lector a conocer el origen de toda la historia. Para el capítulo de los hermanos me quedé con muchas ganas de más pelea, porque esta temática siempre me gustó, creo que el "bien mayor" es algo que se usa mucho para actos como el de Edward matando a tantos para terminar con el príncipe y su hermano. Y tal como en el final se siente culpable, eso refleja que ninguna acción es del todo buena o del todo mala, lo que me hace creer que el hablar del "bien mayor" es más una excusa que se usa para justificar todo.

    Fuera de eso, Edward tiene una fuerza impresionante, luchó muchas veces contra diferentes enemigos, aunque creo que los más poderosos fueron los primeros.

    ¡Gracias por las imágenes! Me ayudaron mucho para comprender algunas cosas.

    Saludos c:
     
    Última edición: 2 Marzo 2020
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  5. Threadmarks: Capítulo 2
     
    AshenKnight

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    Advertencia: Esta es una historia basada en la trilogía conocida como "Dark Souls". La gran mayoría de los personajes y elementos presentados aquí no son de mi propiedad y pertenecen al genio creado Hidetaka Miyazaki, presidente de Fromsoftware. Esta historia contiene partes de mucha violencia tanto física como verbal, no recomendado para menores de 16 años, se recomienda discreción.
    Aviso especial: Debido a que el formato de narración que he estado usando no es el más indicado, eh decidido cambiar al correcto, y asi sera de aqui en adelante. Mil disculpas pero recién me entere de aquello.

    Capítulo 2: La cima del Archidragon.

    El latente guerrero aparece en un santuario viejo que está lleno de velas que lo iluminan levemente, junto con unos 5 tronos.

    Edward deja la hoguera y se va junto a una mujer adulta con piel blanca, cabello rubio y largo con una túnica negra con falda y una máscara plateada que cubre sus ojos.

    —Un placer verla de nuevo, guardiana de fuego—dice Edward aliviado.
    —Bienvenido a casa ser de la ceniza. Dime lo que tu corazón desea— declara la mujer con cierta felicidad.

    Edward hace un reverencia respetuosa ante la mujer.

    —Las cenizas del último señor ya están en mis manos, lo que significa que a llegado la hora de la fase final-—Exclama Edward con cierto orgullo y decidido de lo que va a hacer.
    —Usted a sido bastante fuerte, valeroso y perseverante, algo digno de admiración.

    Edward se siente halagado por ese comentario y hace una sonrisa dulce y sincera hacia ella.

    —Pero antes de finalizar esto, hay una cosa que usted debe saber.
    —De que se trata?—Pregunta Edward intrigado.
    —Se trata de alguien que nos tenía un poco preocupado debido a su larga ausencia.
    —Dígame quien es.
    —Se trata del mercenario Hawkwood—Antiguo compañero de Edward—, el caballero cabizbajo desertor de la legión de Farron.
    —Vaya, pensé que nunca escucharía más de él—Alega Edward sorprendido.
    —El inicio un viaje hacia una especie de montaña conocida como "La cima del Archidragon".
    —Suena como un lugar de leyenda, que haría él en un lugar asi?
    —El heraldo que trajo el mensaje no específico eso, pero lo que él pide es su ayuda en ese lugar.
    —Entiendo, creo que lo correcto sería acudir en su ayuda, la vida no lo a tratado bien- Asegura Edward con compasión.
    —Entonces se irá a ese lugar?
    —Si, conozco cómo acceder, Hawkwood dejo algún punto de encuentro?
    —No, pero sí dijo que ya estaba en camino a ese sitio, supongo que se encontraran ahí.
    —Muy bien, entonces iré a por él ahorita—Dice Edward decidido.
    —Le ruego que tenga mucho cuidado, no puedo concebir el perder al latente que me fue encomendado cuidar—Exclama la guardiana con preocupación.

    Edward se arrodilla ante ella y dulcemente agarra su mano.

    —Prometo regresar a salvo y listo para finalizar mi camino-Asegura con un tono sincero.

    Edward le besa la mano a la mujer con suavidad y delicadeza.

    La guardiana se sonroja y hace una risita dulce junto con una sonrisa en su rostro.

    Edward se pone de pie y hace una reverencia.

    —Hasta pronto guardiana de fuego, volvere lo mas pronto que pueda.
    —Adios ser de las ceniza, que las llamas guíen tu camino—Reza la guardiana con una voz dulce y suave.

    Edward se dirige hacia la hoguera y la usa para teletransportarse.

    Las horas pasan y Edward llega hasta un mirador que apunta hacia una gran montaña rocosa que está a lo lejos.

    Junto al mirador, hay varios cadáveres de caballeros y cuerpos petrificados de aparentes hombres dragón, todos compartiendo una pose en específico.

    —Creo, que esto sería así—Alega Edward con algo de inseguridad.

    Edward se sienta cruzando sus piernas y juntando sus manos.

    Los minutos pasan y un rugido estruendoso se escucha mientras Edward pierde el conocimiento y cae sobre la alfombra en la que se sentó, haciendo que este se desmaye.

    El latente despierta luego de una indeterminada cantidad de tiempo y se encuentra en un camino rocoso luego de despertar algo confundido.

    —"Por los señores, donde estoy?"—Se pregunta mentalmente bastante preocupado—"Supongo que lo tendré que averiguar yo mismo".

    Edward comienza a explorar los caminos de la montaña hasta que divisa un gran templo con una pequeña ciudad a lo lejos.

    El aventurero hace una gran expresión de sorpresa al presencia semejante espectáculo.

    —"Increíble...jamas pensé que algo así pasara tan desapercibido para muchos"

    Edward continúa su camino hasta llegar a un elevador. Edward intenta activarlo pero el mecanismo está estropeado.

    —Genial, tendré que pegar una buena caminata—Manifiesta con sarcasmo.

    Una bola de fuego impacta cerca de el. El latente de voltea rápidamente y saca su espadòn.

    —"Qué fue eso?!"—Piensa mientras se mantiene alerta.

    A lo lejos, unas criaturas mitad serpiente y mitad humano se acercan con cuchillos dobles y hachuelas curvadas con escudos de cuero redondos.

    —"Que diablos son? No es como algo que haya visto hasta ahorita"— Piensa mientras adopta una postura de combate.

    Una de las serpientes con cuchillos dobles salta para cortar la cara del latente.

    Edward logra partirla a la mitad mientras está en el aire de un espadazo.

    El cuerpo cae inerte despedazado mientras brota sangre.

    2 hombre serpiente rodean a Edward.

    —¿Que esperan? Intentenlo—Clama en tono provocador.

    Una de las serpientes intenta apuñalarlo por la espalda.

    Edward hace un salto y cae apuñalando a la serpiente en su cuello.

    La otra serpiente intenta agarrarlo con sus colmillos.

    Edward pisa su cabeza y corta el cuello de él espadòn.

    Una serpiente con hachuela hace cortes en la armadura de Edward.

    Edward lo resiste y atraviesa la cabeza desde el paladar.

    Otra serpiente salta sobre él e intenta morderlo pero su casco protege a Edward.

    Edward se los saca de encima y lo decapita.

    La última serpiente lo intenta agarrar con el colmillo.

    Edward lo esquiva y corta su estómago.

    La serpiente se desangra y queda vulnerable.

    Edward clava su cabeza y la mata.

    Edward limpia y enfunda su espada.

    —Parece que eso era todo, hora de avanzar.

    Edward continúa por debajo de un puente hasta llegar a una gran puerta.

    Pero antes de que pueda jalar la palanca, un hombre serpiente gigante con una gran hacha negra cae cerca del latente.

    —¿Vienen a por mas eh?

    La serpiente corre e intenta aplastar al latente con el hacha.

    Edward esquiva el golpe apuñala una de sus pies.

    La serpiente respira fuego.

    El latente lo esquiva y corta parte de sus rodillas.

    La serpiente desesperadamente intenta cortarlo con el hacha.

    Edward escala sobre su cuerpo y apuñala su cabeza.

    La serpiente cae mientras que el latente se desliza y aterriza en el suelo.

    —Fue divertido, pero hay que avanzar.

    Edward abre la puerta y entra a una gran plaza con estatuas que simbolizan a un rey con lanza.

    Edward nota las estatuas y las analiza un poquito.

    —Parece ser que este es quien está al mando.

    Un rugido se escucha a lo lejos y un gigantesco Wyvern con cabeza blanca y cornamenta bloquea el camino de Edward.

    —¡Maldición! !¿De dónde salió esta bestia?!—Exclamó Edward sorprendido de semejante criatura.

    El Wyvern empieza a respirar fuego.

    Edward se pega a la pared para evitarlo y tan rápido como el Wyvern para, el va debajo de la bestia.

    —Debe haber una manera de tirar a esta monstruosidad abajo.

    El guerrero empieza a cortar sus pies y apuñalar sus tobillos.

    El Wyvern empieza a pisar el suelo fuertemente mientras Edward cae por las vibraciones.

    —"¿Que puedo hacer?"—Piensa con cierto desespero y miedo.

    En lo alto hay una zona de salto, lo que le da una gran idea al Latente.

    Edward se levanta y echa a correr al interior de una fortaleza.

    Dentro de la misma lo reciben 2 hombres serpiente con cuchillos dobles.

    Edward intenta apuñalar a uno.

    La serpiente lo esquiva y corta parte de su brazo, mientras que la otra intenta apuñalar su talón pero el cuchillo se rompe.

    —¡Nadie puede simplemente atravesar el hierro negro, fenómeno!—Exclamó con un poco de vanidad.

    Edward patea a la serpiente.

    La otra lo intenta apuñalar en el pecho.

    Edward bloquea el ataque y la golpea con la empuñadura del espadòn.

    La serpiente que habìa pateado muerde su hombro izquierdo.

    Edward se queja un poco y corta el cuello del monstruo.

    La otra serpiente intenta también morderlo.

    Edward hace que muerda la hoja del espadón para que se haga daño.

    La serpiente se queja y sacude su cabeza.

    Edward la patea abajo y apuñala su cuello.

    La serpiente muere desangrada.

    —Menuda molestia de monstruos que hay aquí.

    Edward continua hasta llegar al techo de la fortaleza.

    Mientras camina un hombre serpiente sale de un escondite y lo agarra del cuello.

    Edward le da un codazo seguido de una patada y luego corta la parte superior de su mandíbula de un solo espadazo.

    —"Ya casi llego, espero que esto funcione"—Piensa mientras cruzaba el puente rápido para evitar una llamarada de la bestia.

    Frente a él, un hombre serpiente gigante con una hacha de cadena aparece.

    —Mierda ¡no otra vez!—Exclama mientras se preparaba para pelear.

    El hombre serpiente lanza su hacha a larga distancia.

    Edward esquiva e intenta romper la cadena a espadazos.

    El hombre serpiente tira de su hacha e intenta aplastar al latente.

    Edward detiene el golpe con el espadòn y corta su rodilla.

    La serpiente se queja y empieza a golpear varias veces, levantando polvo.

    Edward pierde visibilidad gracias a eso.

    La serpiente aprovecha y lo golpea con el hacha.

    Edward se hace un daño considerable y por poco se cae del techo.

    —Maldita bestia enloquecida...

    El hombre serpiente está punto de partirlo en 2.

    El Wyvern pega un rugido y respira fuego a esa dirección. Edward logra cubrirse con ciertos escombros y la serpiente termina carbonizada.

    —Vaya suerte.

    Edward continua hasta llegar a una escaleras.

    Luego de cruzarlas, llega hasta la zona de salto.

    —Dioses...dadme fuerza para esto...

    Edward salta para caer sobre el Wyvern.

    La bestia alada abre sus fauces para devorar al latente, pero este logra pararse sobre sus dos mandíbulas manteniendo un equilibrio perfecto.

    El wyvern está a punto de escupir fuego y quemar al guerrero pero este apuñala cerca de la nariz de la bestia haciéndola enojar y sacudir su cabeza.

    El latente cae pero se agarra de su espadón clavado, apoya los pies en la cabeza y lo saca para después agarrarse de la cornamenta del Wyvern.

    Luego de que el monstruo se calma un poco, Edward se pone de pie y apuñala el cráneo del Wyvern.

    La bestia se sacude del dolor y cae mientras Edward se lanza y aterriza de manera elegante.

    —Menuda sorpresa de guardián, me pregunto que seguirá de aquí en adelante.

    Una extraña señal aparece debajo de sus pies, y este empieza a ser teletransportado.

    —"¿Pero que?"

    EL latente es llevado a la entrada de un mausoleo lleno de cadáveres petrificados.

    Cerca de la entrada, hay una hoguera.

    —Perfecto, al fin un respiro.

    Edward la enciende y se sienta un rato a descansar y cura sus heridas mientras está pensativo.

    —"Por que Hawkwood querría venir a este sitio? De donde salio ese interés a los dracos? No estará buscando el camino del dragón?"

    Edward descansa por unos minutos y se levanta.

    —En fin, hora de seguir.

    Edward continua por un buen rato por el reino desconocido hasta llegar a un gran campanario.

    Cerca del campanario hay un sujeto con un casco de malla, una armadura con capa roja rota en la parte de abajo y un guante derecho de cuero y izquierdo de acero.

    —¿¿¿Hawkwood???? Eres tú?—Preguntó mientras encendía la hoguera de ese lugar.

    Hawkwood pega una risa amistosa y algo sarcástica.

    —Me hace feliz que si hayas respondido a mi mensaje, la verdad dudo que pueda con esto solo.
    —Y que te trae por aquí? No es el tipo de sitio que yo me imaginaria como un destino para ti.
    —Es un asunto complicado y personal, dejemoslo ahí.
    —Bueno como quieras ¿hacemos esto?

    Hawkwood saca una espada larga común y un escudo pequeño, redondo y se ve dañado y con tela algo podrida sobre el.

    —Luchemos juntos entonces.

    Ambos espadachines entran en una plaza llena de hombres serpiente normales y gigantes.

    —Vamos a la lucha!— Exclama Hawkwood con entusiasmo.

    Los monstruos los detectan y van a por el duo.

    Una serpiente con cuchillos dobles intenta herir a Hawkwood en la barriga.

    Hawkwood rechaza el ataque con su escudo y clava su espada en el cuello.

    Una serpiente con hachuela y gran escudo hace un corte vertical.

    Edward lo repele con su espadón e intenta cortar su cintura.

    La serpiente de cubre con el escudo.

    Edward patea el escudo y rompe su defensa, luego clava su espadón en la boca del monstruo.

    —Entonces dime Edward, cómo lograste sobrevivir hasta esta parte?— Preguntó mientras peleaba.

    Edward decapita a una serpiente y le responde.

    —De la misma manera que logre avanzar tanto! Jamas me sentí perdido y tenía el mejor apoyó conmigo—Decía mientras pensaba en su guardiana de fuego con dulzura.
    —Ya veo, eres más intrépido de lo que cualquiera podría imaginar— Declaró mientras cortaba el cuello de una serpiente varias veces.
    —que halagador, pero no te distraigas—Le advierte mientras apuñala a otra serpiente.

    Luego de estar luchando por varios minutos, 2 hombres serpientes gigantes aparecen.

    —Ahora llegan los peligrosos!—Exclama Hawkwood.
    —Adelante, hay que eliminarlos!.

    Las serpientes intentan aplastar a ambos espadachines.

    Hawkwood se desliza debajo de una y corta parte de su rodilla.

    La otra serpiente hace un golpe hacia abajo.

    Edward esquiva, monta en su hacha y corta parte de su boca.

    La serpiente se queja y aturde.

    Hawkwood monta su pecho e intenta apuñalar el corazón.

    La serpiente lo agarra con un mano.

    —Suéltame abominación infernal!—Grita de manera amenazante.

    La serpiente está a punto de comérselo.

    Edward salta haciendo un giro cortante y le amputa el brazo al monstruo.

    Hawkwood cae algo adolorido por el apretón.

    La otra serpiente intenta cortar a ambos.

    Edward esquiva empujando a Hawkwood con el.

    La serpiente termina por cortar a la serpiente sin brazo y la parte en 2.

    —Bien, ya es nuestro!—Le dice Edward a su compañero.

    El mercenario recoge sus armas.

    La serpiente se enfurece y escupe fuego.

    Ambos esquivan. Hawkwood se va a la parte trasera de la criatura y empieza a cortar sus talones para que caiga.

    El monstruo se tambalea y es derribado.

    Edward monta a la bestia y atraviesa su corazón con el espadón.

    La criatura da sus últimos quejidos agonizantes y muere.

    Ambos hombres se relajan después del arduo combate.

    —No a estado mal, te has lucido—Alega el latente.
    —Soy un desertor claro esta, pero aun me quedan fuerzas para la batalla.
    —Eso me quedó claro, fue un camino largo, cuanto más faltara?
    —Si no me he informado mal, el altar debe estar mas allá de ese torreón, hasta un altar.
    —Vamos entonces!
    —Tu continua, yo necesito mas descanso, tenemos una considerable diferencia de edad.
    —Bueno, como tu digas veterano—Dice Edward entre amistosas risas—Pero mantente alerta de cualquier cosa.
    —No te preocupes, estaré bien aquí—Afirma el desertor mientras se recuesta a lado de un pilar.

    Edward continúa su camino por una loma llena de los cadáveres petrificados hasta que encuentra un mirador con un altar y a lo lejos, un cadaver de un dragón colosal sobre una montaña.

    —"Menuda bestialidad, será uno de los antiguos Archidracos?"—Piensa con algo de temor a que semejante monstruo este vivo

    En el altar, hay una piedra con un dragón dibujado en ella y Edward la reconoce.

    —"Otra de estas rocas? Sera que aquì las crearon? Espero que Hawkwood venga pronto"—Piensa mientras se guarda la piedra.

    De pronto, el cielo se vuelve neblinoso y gris, como si una gigantesca tempestad estuviese en camino.

    —"Y ahora qué? Que se avecina?"—Piensa mientras está en alerta.

    Detrás de el, 2 soldados, 1 con una armadura negra y cornuda que blande un gran martillo negro y con ciertos grabados acompañado por su compañero acorazado en una armadura muy robusta de color blanco con un extraño garrote gigante gris y un escudo grande de piedra blanca.

    El soldado de armadura blanca le grita al latente.

    —Quieto ahì intruso! No hay más por donde escapar!

    Edward de alguna manera reconoce al sujeto de armadura blanca.

    —"¿Havel la roca? ¿¡El antiguo obispo que se volvió asesino de dragones?!"—Piensa confundido."¿Y el otro? Quien es? no siento haber escuchado de él".
    —No sabemos cómo has logrado llegar hasta aquí, pero se acabó la aventura—Exclamó el caballero del martillo negro con seriedad.
    —Pues, tengo una misión y vine a ayudar a un amigo, Havel.
    —¿Ya me conoces eh? Supongo que has oído las historias sobre mi.
    —Por supuesto, Havel, general de los ejércitos de Gwyn y que por su desprecio a la magia y al Duque Seath, abandono su puesto y desaparecio, pero aqui estas.
    —Se nota que no eres tan ignorante, pero sigues siendo un polizonte.
    —¡Ya matémoslo de una vez!—Exclama el caballero de martillo con entusiasmo.
    —¡Espera Ledo! Este sujeto parece ser de los latentes que han muerto aquí, pero con la diferencia de que ha logrado llegar más lejos que cualquier otro.
    —¿Y eso que?—Pregunta Ledo a su amigo.
    —¿El rey no ordenó que si llegaba alguien hasta aquí debíamos llamarlo?
    —¿Enserio tenemos que esperarlo a él?
    —¿Quieres ser tú el que le desobedezca camarada?

    Ledo pega un suspiro desganado.

    —Como quieras.
    —No quiero ser entrometido, pero ¿quién gobierna este sitio?—Preguntó el latente con intriga.
    —Ya lo veras, y nunca podrás olvidarlo.
    —Ya me he enfrentado a varias amenazas, no creo que ya algo me sorprenda.
    Ambos soldados se ríen maliciosamente .
    —No tienes ni idea de los que hablas—Afirma Ledo con malicia.

    Los 2 guerreros se llevan a Edward hasta el campanario del lugar mientras que el latente se pone pensativo.

    —"¿Donde diablos esta Hawkwood? ¿Me dejo vendido aquí o estos 2 los mataron?"

    Los 3 llegan al campanario.

    —Pronto estará aquí nuestro rey, listo para su siguiente combate.

    Ledo acciona una palanca y suena la gigantesca campana.

    —El, tu perdición y la de muchos guerreros, está en camino.

    Edward intenta ocultar el temor que siente mientras que del cielo, un hombre montando en un dragón de color azul oscuro y plumas en sus alas cae lentamente.

    Havel y Ledo se arrodillan para recibir a su alteza.

    —Entra en la arena, si eres tan valiente—Dice Havel desafiante.

    Edward avanza y entra en el campanario mientras es rey aterriza con su dragon.

    —"Esa armdura...y esa corona...son bastante similares a la corona de Gwyn...¡un momento! ¡¿no es este el lugar donde el caballero Ornstein desapareció?!"

    El rey baja del dragón y este se va volando.

    Se trata de una persona bastante alta con una corona dorada que rodea su gran pelo blanco, junto con su armadura dorada de escamas que cubren su boca con quemaduras y una capa casi destrozada, unos brazaletes dorados y unas escamas en los pies que blande una gran lanza dorada y una hoja muy gruesa.

    Edward lo encara mientras los apunta con su espadón.

    —Muy fuerte para llegar hasta aquí, pero, ahora que conoces al rey de la zona, ¿que sientes?
    —Parece que por fin conozco al legendario primogénito del sol, hijo de Gwyn, el chico que abandonó Anor Londo y se fue con los dracos.
    —Conoces bien la historia, una pena que estes siendo usado como energía para el egoísta de mi padre.
    —No se a que te refieres, pero no puedo permitir que ganes este combate, tengo todavía un deber que cumplir.
    —Lo suponía, solo eres otra marioneta para los auto proclamados señores, sería mejor que yo te diera el descanso eterno.
    —Y veremos eso.

    El primogénito se eleva en el aire e intenta caer sobre Edward con su lanza.

    Edward esquiva realiza un corte horizontal.

    El rey repele el ataque hace un golpe hacia abajo.

    Edward esquiva y hace un corte hacia arriba pero es bloqueado con la lanza y contraatacado barrido horizontal.

    Edward hace un salto hacia atrás pero igual la hoja corta parte de su armadura.

    El rey realiza un ataque de empuje con su lanza pero es esquivado por Edward y le propina un corta en la cadera

    El primogénito golpea el rostro de Edward con la empuñadura de su lanza, aturdiendo un poco a su rival, pero este logra recuperarse, solo para que su oponente agarre su lanza a 2 manos y realice un giro cortante.

    Edward esquiva deslizándose debajo de la hoja de la lanza a corta parte de sus piernas, forzando al rey se eleva en el aire para caer sobre él.

    Edward esquiva y realiza un tajo giratorio, pero el primogénito repele todos los ataques con su lanza, por lo que el latente realiza un tajo ascendente, cortando considerablemente el hombre del rey.

    —"¿Quien es este sujeto? ¿Como puede tener tanta habilidad un simple humano?".

    El rey hace un barrido hacia a arriba, el cual es bloqueado por el mandoble de el latente.

    El rey genera un rayo en su mano izquierda y lo choca en el suelo, forzando a Edward el alejarse de él para sobrevivir a la explosión.

    El primogénito los persigue haciendo un ataque en carga, impactando a su rival pero este logra aterrizar más o menos bien.

    El lancero hace un ataque de empuje atrasado pero potente.

    Edward hace un salto giratorio para esquivarlo, luego de aterrizar hace un salto hacia atrás y luego hacia delante haciendo un golpe elevado que es bloqueado por el primogénito quien responde con un corte giratorio

    Edward salta cobre su lanza y clava su espadòn en su hombro, luego salta hacia atrás.

    El rey queda algo adolorido pero sigue en buena condición.

    —Me cuesta creer el hecho de que un miserable latente usado como marioneta se un rival para mi, pero esto acaba aquí!

    El rey pisa el suelo con furia y genera una explosión de electricidad.

    —"Maldito ignorante, en realidad está siendo un reto para mí..."— Pensó mientras se prepara.

    Edward se pone en postura y es recibido por una ola de viento generada por el rey.

    Edward salta por encima de ella pero luego es impactado por un proyectil de viento que lo tira al suelo.

    El primogénito eleva su lanza y la choca contra el suelo, pero su rival esquiva el ataque.

    Del impacto varios orbes eléctricos aparecen y electrifican a Edward.

    El rey se aleja y empieza a acariciar su lanza y al final la eleva, generando del cielo un rayo cae sobre Edward.

    El latente logra cubrirse con su espadón pero recibe un poco de daño.

    —"¡Imposible! ¡Ornstein quedó rendido luego de ese ataque! ¿Como este sujeto lo sobrevivió con tan solo cubrirse con su espada?"

    Edward le apunta con su espadón para demostrar que puede seguir luchando seguido de una mirada desafiante.

    El monarca se enfurece y empieza a hacer ataques giratorios continuos, pero son bloqueados por Edward, mientras corta partes de su armadura, provocando ira en el rey quien hace un ataque de barrido seguido de un salto.

    Edward esquiva ambos y de un espadazo hace un corte en su cubreboca, revelando la inmensa quemadura que tiene en todo su mentón y boca.

    El primogénito retrocede algo herido y agobiado.

    —¡¿De verdad le pones mucho entusiasmo a ser un títere de otro verdad?!—Gritó el rey con enojo.
    —El enlace del fuego traerá un futuro mejor a este agonizante mundo, claro que tu no lo entenderias.

    El rey se ríe con desprecio.

    —Se mas de lo que tu puedes imaginar, no serás ni siquiera recordado, solo otra víctima de esa maldición hecha por mi padre. Pobre de tu guardiana de fuego, la muerte que le darás al inmolarte.

    Edward se enoja con lo que dijo acerca de la guardiana de fuego.

    —!¿Que te atreviste a decir acerca de ella?!

    El rey escupe algo de sangre.

    —Es la pura y cruda verdad detrás de todo, no has sido más que un material para mantener la era del fuego que la humanidad quede debajo de todo. Tu guardiana de fuego a sido y será menos que un borrego.

    —¡Deja de hablar de ella! ¡O juro que te dare un final peor!
    —¡¿Tan ciego eres para no darte cuenta?! ¡Esa es la razón de su ceguera, si ella tuviera todavía sus ojos, pudiera ver mediante visiones la realidad detrás de la llama, por eso se los quitaron a la fuerza y de manera cruel. Luego de que tu mueras inmolado, ella sera asesinada y desechada en el mismo santuario sin ningún respetó hacia su vida.

    Edward se horroriza, pero sigue necio a creerlo.

    —No... no es cierto.
    —Piénsalo, no soy el unico que te debe haber dicho lo mismo.

    Edward recuerda con horror cómo el príncipe Lothric tenia el mismo pensamiento, dejando en claro que solo deseaba paz con su hermano.

    A la vez que tiene un flashback donde recuerda encontrar una habitación llena de cadaveres de antiguas Guardianas de fuego a la par que recuerda haber encontrado unos ojos azules en las tumbas olvidadas.

    —"Se lo ve aterrado y consternado...sera que alguien al fin cree en mi palabra aparte de mis leales caballeros?"—Piensa mientras mira a Edward atentamente.

    Edward se arrodilla en el suelo decepcionado y sintiéndose usado y culpable del asesinato de los principes gemelos y su antiguo socio Albert.

    "¿Esa es la realidad detrás de mi aventura? Se ve bastante convincente, y hay cosas que empiezan a tener sentido..."—Dice en su mente mientras clava su espadón en el suelo con enojo.
    —¿Ya lo comprendes?

    Afuera del campanario, Havel y Ledo están junto un grupo de caballeros con armaduras negras decoradas con tallados dorados, espadas largas imbuidas en electricidad y escudos azules con el símbolo de un árbol en el centro.

    Todos ellos estaban mirando la pelea y estan confundidos debido a que la pelea se detuvo.

    —¿Que diablos estan haciendo?—Pregunta Ledo confundido.
    —Quisiera saberlo, no entiendo nada de los que pasa.

    Edward se levanta con su espadón y saca un fragmento de una espada con forma de espiral.

    —Perdon por el daño hecho...pero yo no puedo seguir aqui....

    Edward usa el fragmento para teletransportarse.

    El rey retrocede confundido pero en parte entiende la razón.

    —¿¡Lo dejo huir?!—Se pregunta Havel consternado.

    "Abandono la pelea...¿Porque? ¿Realmente cree en lo que le he dicho?"

    EL lugar termina sumido en un ambiente tenso.

    (Galeria de imagenes del capitulo)

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    Santuario en el que Edward se refugia
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    Guardiana de fuego a la que Edward sirve
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    Hawkwood el desertor y compañero de Edward
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    Mirador en el que Edward se sento para entrar a la cima
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    Posición que Edward uso para acceder al lugar
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    Templo de la cima del archidragon. Autor: https://www.creativeuncut.com/gallery-30/ds3-archdragon-peak-ruined-city.html
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    Hombres serpiente que cuidaban del templo
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    El antiguo Wyvern que ataco a Edward
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    Havel la roca, caballero de la cima del archidragon. Autor: https://twitter.com/alexsonArt
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    Caballero Ledo, camarada de Havel. Autor: Desconocido
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    Dragon del primogenito del sol. Autor: Desconocido
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    El primogenito del sol y rey de la cima del Archidragon. Autor: https://www.deviantart.com/menaslg
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    ( Los cadaveres que Edward recordo en el combate contra el rey)
     
    Última edición: 10 Junio 2020
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    El cap 2 ya esta realizado, he cambiado el estilo de escritura para que los lectores lo disfruten mas y no pongo imagenes de por medio. espero que lo disfruten y comprendan que es dificil pasar de formato guion al fomato oficial.
     
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  7.  
    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    Hola Ashen, recién terminé el capítulo y he de decir que me ha gustado más que el primero, hiciste un gran avance y mejora en toda la historia. Estoy muy feliz que las críticas y consejos te los tomes de la mejor manera como oportunidades para mejorar tu escritura. Espero que estés orgulloso de este gran logro pero te sigas retando cada capítulo a mejorar todavía más.

    La historia del segundo capítulo también me gustó más, los nuevos personajes me gustaron mucho y sin duda los hombres serpientes han sido mis favoritos hasta ahora, además al ver la galería son justo como los imaginé. Sentí mucha ternura por la relación de Edward con la guardiana, se siente el cariño que se tienen y ese mismo cariño hizo que la revelación final por el primogénito desterrado me pegara muy fuerte. Nuevamente se mostró la gran fortaleza de Edward al soportar combates, daño y después de todo eso enfrentó cara a cara al primogénito en una batalla admirable, estoy casi segura que Edward lo hubiera vencido, pero nunca lo sabremos.

    Los dragones son mis criaturas favoritas de siempre, eso también me emocionó muchísimo.

    Y para finalizar, pero no menos importante, la aparición de Hankwood fue muy buena y le regaló un momento feliz a la historia. A pesar de no aparecer mucho (y que la edad no lo dejó continuar) la fraternidad que aportó al capítulo terminó por ser la cereza del pastel.

    Estoy ansiosa por saber qué decisión tomará Edward y conocer la verdad detrás de tu historia.

    ¡Saludos!

     
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  8. Threadmarks: Capitulo 3
     
    AshenKnight

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    Título:
    Aventura Souls: La batalla de los reyes.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    6840
    Advertencia: Esta es una historia basada en la trilogía conocida como "Dark Souls". La gran mayoría de los personajes y elementos presentados aquí no son de mi propiedad y pertenecen al genio creado Hidetaka Miyazaki, presidente de Fromsoftware. Esta historia contiene partes de mucha violencia tanto física como verbal, no recomendado para menores de 16 años, se recomienda discreción.

    Capitulo 3: El fin del fuego.

    Edward, después de su encuentro con el rey y sus súbditos, aparte de la revelación que se le hizo, aparece otra vez en el santuario.

    La guardiana del fuego lo ve y se acerca para ver su estado.

    —Bienvenido a casa otra vez, ser de la ceniza, es una bendición ver que usted sigue con vida—Alega la mujer con un tono de paz.
    —Gracias, eso me hace sentir bien.
    —Pero ser de las cenizas, donde esta vuestro compañero mercenario?—

    Edward se queda un poco helado pero prefiere mentir para no arruinar su plan.

    —Tomo un camino distinto, ya no quiere quedarse encerrado en este sitio—Miente mientras disimula su horror y pena por lo que se entero.
    —Entiendo, supongo que ahora usted esta listo para el ultimo paso.

    Edward traga algo de saliva antes de responder.

    —Totalmente, dígame, que debo hacer.
    —Devuelva la cenizas de cada señor a su respectivo trono, para que asi, puedan quemarse en el ritual.
    —Entendido.

    Edward empieza a poner los restos de cada señor que derroto en su trono.

    Cuando se dirige al trono de Lothric, una persona con un tricornio, mascara de plata que cubre su rostro entero a excepción de sus ojos y un abrigo bastante elegante esta apoyado de brazos cruzados a lado del trono le habla.

    —Has caído enamorado de ella, ¿no es así —Le dice con un tono bajo con una voz bastante profundo.
    —¿Que? ¿De que hablas?
    —Supongo que me recuerdas.
    —Eres Leonhard, el dedo anular de Rosaria. Una las primeras personas que vino a este lugar.
    —Si, estas en lo correcto.
    —¿Pero de donde sacaste lo que habías dicho?
    —No tienes que ocultar nada, lo he notado por todas las maneras en las que le hablas.

    Edward se resigna a ocultarlo y le da la razón.

    —Pues si, es exactamente lo que imaginas.
    —Puedo a llegar a entenderte.
    —¿¿¿Tu has amado a alguien???—Pregunta con un tono muy dudoso.
    —No exactamente, pero te recuerdo que le sirvo a mi querida señora Rosaria, es casi como amarla.
    —Tienes un buen punto, ¿Pero a que viene este tema?
    —Como supongo que sabes, tienes que inmolarte cuando llegue el momento, ¿acaso la vas a dejar asi nada mas?
    —Tengo algo en mente, pero prefiero no revelarlo aqui.
    —Como quieras, tu continua en lo tuyo.
    —Bueno, hasta pronto Leonhard.
    —Buena suerte, ten mucho cuidado.

    Edward deja al elegante sujeto ahí y continua su deber.

    Luego de poner todas las cenizas en sus trono, la guardiana y el latente van al centro del santuario.

    Edward se arrodilla mientras que la guardiana le poner una brasas en su cabeza.

    —Nobles señores de la ceniza.

    Las cenizas empiezan a arder.

    —La llama de apaga...y los señores pierden sus tronos. Rendid vuestras llamas...al legitimo heredero.

    Las brasas de cada trono comienzan a acercarse a Edward. Edward agarra la espada de la hoguera y comienza a arder tambien, sin embargo, no parece sentir dolor.

    —Dejad que conceda la muerte, a los viejos señores de Lordran, quienes se entregaron a la primera llama.

    Edward es llevado a una version alternativa del santuario, donde este mismo esta en ruinas y abandonado.

    —Por los dioses...este lugar se ve tan miserable...

    Edward continua hasta llegar a la salida.

    Afuera hay un paisaje apocalíptico, lleno de polvo y ruinas de antiguas ciudades.

    Cerca de un precipicio, hay otra hoguera.

    El latente la toca y es llevado a otro sitio.

    Esta vez, Edward esta en lo que parece ser una montaña llena de polvo y raíces de arboles, en la cima hay una entrada.

    Edward camina por los empolvados senderos hasta llegar a la entrada de una gran arena llena de espadas, escudos y otras armas de guerra clavadas en el suelo.

    En el centro de la arena, sentado en otra hoguera hay un caballero que tiene el aspecto de estar quemado.

    —Asi que este es el ultimo guardian de la llama—Dice mientras se acerca lentamente sacando su espadón.

    El caballero quemado nota su presencia y se levanta mientras saca la espada de la hoguera para blandirla.

    Edward se pone en postura de combate.

    El caballero comienza a correr hacia el latente.

    Seguido de eso realiza un corte hacia abajo.

    Edward repele el ataque realiza un corte rápido.

    El caballero lo bloquea y hace un corte horizontal.

    Edward lo esquiva y corta parte de la armadura en su rodilla.

    El caballero agarra su espada a dos manos y hace un corte giratorio.

    El latente se agacha para esquivarlo y salta para atras.

    El caballero realiza una estocada rápida mientras corre hacia el.

    Edward desvía el ataque con su espadón y le hace un corte desde el hombro hasta la cintura al caballero.

    El caballero va hacia atrás y transforma su espada en una lanza.

    Edward se sorprende ante tan inesperada tecnica.

    —"¿Como a hecho eso? ¿Cuantos poderes posee entonces?"

    El caballero realiza una estocada cargada hacia el latente.

    Edward esquiva y corta parte de su espalda.

    El caballero realiza un ataque circular con su lanza.

    Edward es cortado varias veces pero resiste y corta parte del torso del ser quemado.

    El caballero cruza sus brazos y genera una explosión de luz que tira a Edward lejos de el.

    Edward cae en el suelo algo herido.

    El caballero salta para clavarle su lanza.

    Edward esquiva y aprovecha para cortarle parte del casco al caballero.

    El caballero se levanta y cambia de arma otra vez.

    Ahora su arma se tranforma en una espada curva muy rapida.

    —"Diablos, esas espadas son rapidas, tendre que tener los reflejos pulidos"


    El caballero da una voltereta y realiza un corte horizontal rápido.

    Edward recibe un corte en su barriga pero logra también cortar parte del torso del caballero.

    El ser inmolado da una voltereta hacia atrás y lanza una bola de fuego con su mano.

    Edward golpea el orbe con su espadón para destruirlo, pero de alguna manera consigue batearlo devuelta al caballero.

    El caballero se cubre y de su boca tira una nube tóxica.

    El latente va hacia atrás para no respirar el gas dañino.

    El caballero aparece de entre la nube haciendo un corte giratorio que sorprende a Edward.

    El latente es herido pero sigue en pie.

    El caballero cambia su arma nuevamente, esta vez a un bastón de hechicería, con el que genera unos orbes que persiguen a Edward.

    El guerrero se cubre con una raíces que brotaban del suelo.

    El caballero alza el bastón y lanza una gran flecha mágica.

    Edward la evade corta cerca de su cuello.

    El caballero genera un gigantesco láser azul y trata de impactar a Edward pero es muy lento.

    El latente aprovecha para alcanzar su espalda y los atraviesa con el espadón.

    —Se acabo...—Dice Edward confiado.

    El caballero es herido de muerte, pero se levanta otra vez y coge su espada a 2 manos. Edward decide alejarse por que tiene un mal presentimiento. El caballero clava la espada en el suelo y su espada de transforma en un espadòn muy grueso y largo.

    "Imposible..."—Piensa mientras ve como el caballero va por el otra vez.

    El caballero realiza un amplio ataque en salto.

    Edward evade el ataque y corta parte de su cintura.

    El caballero realiza un ataque en barrido que tira a Edward, luego intenta aplastarlo con un golpe hacia abajo.

    Edward esquiva el golpe hacia abajo.

    El caballero genera un lanza eléctrica en su mano izquierda y la choca contra el suelo.

    Edward es electrificado.

    El caballero realiza un ataque horizontal con su mandoble.

    Edward lo esquiva e intenta atravesar su pecho.

    El caballero lo agarra del cuello y con una explosion lo lanza en el suelo. Edward cae en el suelo adolorido.

    El caballero se acerca a el y alza su espadón, listo para acabar con la vida del latente.

    Edward ve en el su perdición, pero recuerda todo por lo que a cruzado, el plan que el iba a realizar, y sobretodo se acuerda de la guardiana de fuego que el tanto ama y a quien debe salvar.

    El caballero inmolado da su primer golpe.

    Edward agarra su espadón y con una fuerza extraordinaria, para el mandoble de su rival, luego, de un espadazo le amputa una de sus manos y termina cortando su barriga.

    El caballero cae arrodillado.

    —Hasta aqui llego esta aventura.

    Edward clava su espadón en el pecho del caballero.

    Este se retuerce de dolor y cae muerto.

    De su corazón, un orbe dorado emerge.

    Edward lo toma y se lo guarda.

    —El alma de muchos guerreros almacenada en un solo orbe...o mas bien... de muchas personas usadas...

    La hoguera donde el caballero inmolado descansaba esta ahora encendida, lista para ser enlazada.

    A lado de esta, una señal blanca aparece. Edward se acerca a ella con nervios, pues sabe que con esa señal, el llamara a la mujer que tanto ama.

    Decidido, el latente toca la señal, y de ella, la guardiana de fuego emerge, confundida y extrañada.

    —Oh, ser de la ceniza...veo con orgullo que usted a logrado, pero ¿Por que me a llamado a este lugar?

    Edward traga saliva por sus nervios intensos.

    —Me temo que...este no es el rumbo que deseo tomar.

    La guardiana se paraliza por semejante afirmación.

    —Esta diciendo que...luego de todo por lo que a pasado, no cumplirá el deber que le fue encomendado?
    —Yo a usted la aprecio demasiado, no puedo sentir mejor sensación que verla después de una ardua aventura.
    —Es muy halagador lo que usted me dice, pero no entiendo vuestro proposito.

    Edward comienza a sudar otra vez.

    —Solo hemos sido usados, no somos nada, solo hemos sido esclavos para los señores...
    —¿Que esta diciendo?
    —El principe Lothric, el famoso primogenito del sol, todos estaban en lo correcto sobre esta maldicion que nos unió. Y puedo facilmente demostrarlselo, pero necesito que acepte un obsequio de mi parte.
    —Los aceptare, espero lograr comprenderlo...

    Edward abre la mano de su guardiana y pon sobre ella 2 ojos azules.

    —Ser de la ceniza... ¿estos son...ojos?
    —En efecto, para usted...
    —Es muy amable vuestro obsequio, ser de la ceniza, es precisamente de los que las guardianas de fuego carecemos.
    —Necesito que recuperes tu visibilidad, hay algo que debes saber urgentemente.
    —Lo siento, pero las guardianas de fuego nos es prohibido portar ojos.

    Edward se arrodilla y agarra sus suaves manos blancas para acariciarlas.

    —Se lo ruego, prometo que no le hare ningún daño, seria incapaz de ello.
    —Estos ojos revelaria visiones de traición, un mundo sin llama, un mundo oscuro...
    —Lo se...pero es algo que estoy dispuesto a tolerar, por ti.

    La guardiana se siente halagada, pues en toda su vida, nadie la aprecio tanto como el.

    —Esta bien ser de la ceniza...confiare en voz, pues usted a sido alguien muy admirable y afable.

    La guardiana retira su corona, revelando los huecos vacíos donde deberían haber ojos.

    Ella pone sus ojos nuevos, y tan pronto como los recupera, visiones de guardianas de fuego muertas y ejecutadas, visiones de como los nobles maltratan de maneras inhumanas a las antiguas guardianas pasan delante de ella.

    Ella queda paralizada de lo que tuvo que ver y lagrimas brotan de sus ojos azules.

    Luego de eso, ella recupera la vision despues de mucho tiempo y mira a Edward por primera vez.

    —Ser de la ceniza, ¿eres...tu?
    —Si soy yo. Siento mucho que tengas que haber visto eso, pero espero que ya me comprendas.
    —Ser de la ceniza...ellos...ellos quieren tenernos de esclavos...carne de cañon...—Dice con una voz algo quebrada
    —Entiendo, eso es lo que queria advertirte, no tengo intenciones de dañarte psicologicamente.
    —Yo confio en ti...pero ahora se que no fui mas que una miserable prisionera sin valor alguno.
    —No digas eso, no es verdad.
    —Solo míreme, he vivido toda mi vida en ese santuario oscuro, nada mas.
    —Tal vez nadie ve valor en ti, pero yo siempre sere la excepción.
    —Sus palabras siempre me reconfortan el corazón, pero, ¿Por que siempre se preocupa tanto por mi?

    Edward traga saliva y agarra valor.

    —Por que te amo, desde hace mucho tiempo, ha sido la mujer mas especial para mi...

    La guardiana abre los ojos como platos y se cubre la boca de sorpresa.

    —Me amas...?
    —Tal vez pensaras que miento, pero de lo digo con mis mas sinceras palabras. Fuiste la persona que mas cerca estuvo cuando lo necesité, verte cada vez que volvia de un viaje era glorioso e unico, sentia tanta calma y pasion con tu rostro tan bello y delicado. Jamas permitiré que alguien los hiera, por eso fue que tome esta desición, por ti.

    La guardiana empieza a lagrimear de la felicidad que nunca había tenido en su vida.

    —Jamas nadie me había dicho tales cosas, siento mucha dulzura en mi corazón ser de la ceniza.
    —Deseo sacarte de esa prision e invitarte a conocer el mundo que tanto tiempo se te oculto, asi que, dime, mi hermosa guardiana de fuego.

    Edward le acaricia el rostro y su pelo con delicadeza mientras mira a sus ojos azules como el mar.

    —¿Corresponderias a mi amor?

    El corazón de la mujer se acelera mucho y le sonríe con cierta timidez.

    —Siempre fuiste un hombre valiente y decidido, luchaste por tus amigos, por mi y nada te detuvo, asi que de los mas profundo de mi ser, digo que SI.

    Edward le da una sonrisa sincera y fresca mientras se saca su casco.

    El empieza a acercar sus labios a los de ella.

    La guardiana se siente algo insegura la principio, pero luego, ambos juntan sus labios dándose un apasionado y largo beso de amor.

    Ella se sonroja como nunca y Edward le susurra al oido.

    —Toma la llama de su manto, y arrancala, solo asi acabaremos con nuestras ataduras.

    Ella le devuelve el susurro.

    —Si, lo hare por ti, asi podremos vivir...juntos...

    La guardiana se acerca a la hoguera donde esta la llama, y se arrodilla para tomar el fuego.

    —La primera llama se apaga rapidamente. La oscuridad se asentara pronto. Pero un dia, pequeñas llamas danzaran por toda la oscuridad. Como brazas enlazadas por señores antiguos.

    El lugar se comienza a sumir en tinieblas.

    —Ser de la ceniza ¿Todavia escuchas mi voz?

    Edward abraza los hombros de su guardiana.

    —La oigo con mucho alivio. Mi guardiana, volvamos antes de que nos quedemos atrapados aqui.

    Ambos se agarran de las manos.

    —Gracias por esta oportunidad, ser de la ceniza.
    —Estaré muy complacido de verte sonreír.

    Ambos se teletransportan con el fragmento de la espada en espiral.

    El tiempo pasa y la pareja llega por ultima vez a su santuario.

    —Bueno, ser de la ceniza, o mas bien Edward.

    Edward se rie de manera dulce.

    —Puedes decirme como quieras, pero deja los formalismos, somos seres totalmente iguales.
    —Bueno, como digas, ¿cual sera nuestro siguiente paso?
    —Hay que informarle a nuestras amistades, decirles que no tienen que servirnos mas, pueden tomas su propio camino por el mundo.
    —Bueno diles a todos, pero no pierdas la comunicación con ellos, recuerda quienes fueron para ti.
    —Por supuesto.

    La pareja se acerca a una mujer anciana sentada con una tunica roja.

    —Muy buenas madam, venimos a anunciarle algo importante.
    —Oh, ser de las cenizas, parece que alguien se atrevió a dejar que la llama muera eh.

    La anciana se rie de manera algo picara.

    —Pues si, es lo que decidimos al final.
    —Vaya, me hace feliz que al fin una guardiana pudiera ser libre de esas ataduras.
    —Y usted tambien puede ser libre, déjenos sacarla de aqui, le podremos dar un hogar.
    —Oh cariño, es muy dulce de tu parte esa propuesta, pero debo negarla—Dice la anciana mientras tose un poco.
    —¿Prefiere quedarse aqui?—Pregunta la guardiana algo sorprendida.
    —Querida, seria muy lindo explorar el mundo libremente, pero al haber roto la maldicion, mi ciclo de vida regresa, y como vez, tengo los años encima mio.
    —Pero, ¿no quisiera tener un lugar de descanso mas agradable?—Le pregunta el latente.
    —Pase casi toda mi vida aqui, creo que simplemente deberia quedarme hasta el momento donde deba dormir eternamente.

    La anciana tose on poco mas.

    —Aunque, tengo dos cosas que pedirte antes de nada.
    —Digalas, le cumpliré sus últimos deseos por lo que a hecho durante mi viaje.
    —Que muchacho tan dulce, su guardiana debe estar sintiéndose afortunada.

    La mujer hace unas risitas mientras se sonroja.

    —Si, estoy tan feliz ahora mismo.
    —Bueno, ser de la ceniza, primero que nada, podrías darme el alma del rival al que usted se enfrento?
    —¿Que planea con ella?
    —Quisiera hacerle un regalo especial a usted, para que no olvide de donde vinieron ambos.
    —Esta bien.

    Edward abre sus manos y proyecta el orbe dorado que emergió del caballero quemado.

    Luego se lo entrega a la anciana quien pone sus manos como si agarrase una espada.

    El orbe comienza a cambiar de forma y se transforma en una espada con una hoja ondulada y signos de estar algo quemada.

    —Seguramente reconoce el arma en mis manos.
    —Si, es la espada que blandía aquel caballero quemado al que me enfrente.
    —Es la espada del enlace de fuego, quédesela, es un recuerdo que no debe olvidar.

    Edward toma la espada y la enfunda.

    —Se lo agradesco, aunque dudo que le de un uso real, me encariñe con mi espadón actual.

    La anciana tambien le da una armadura similar a la del caballero que el latente se enfrento.

    —Puede que alguien mas la necesité en un futuro.
    —¿A que se refiere?
    —Lo averiguaras en un futuro, por ahora, te deseo una felicidad eterna con tu amada, ella ya no es eterna, pero tiene una larga vida por delante.
    —A usted tambien le deseo una felicidad eterna en el mas alla—Dice la guardiana mostrando una gran sonrisa.
    —Antes de que te retires, una ultima cosa Edward.
    —¿Que ocurre?
    —Mi nieta, Sirris, ¿La recuerdas?
    —Por supuesto, la mujer de velo y estoque ¿Que pasa con ella?
    —Sigue intentando buscar a su abuelo, Hodrick, lider de los creadores de tumulos. Temo por su vida, mi marido ya no es quien solia y se a vuelto muy peligroso.
    —Lo entiendo, ¿Que desea que haga?
    —Echale un ojo cuando puedas, temo por donde esa chiquilla se pueda entrometer, seguramente confia en ti.
    —Somos compañeros, yo la ayudo cuando lo necesite.
    —Muy amable. Bueno, creo que deberían continuar, todos deben saber esta noticia.
    —Se lo haremos saber, hasta pronto—Se despide Edward con sinceridad.
    —Gracias por ser mi unica compañía junto con Edward mientras servia como guardiana—Se despide la guardiana mientras le besa una mano.
    —Hasta pronto.

    La pareja continua su camino y van donde un herrero robusta de pelo y barba larga y blanca que esta trabajando en su puesto.

    —¡Andre! Viejo amigo.

    El herrero lo mira y se sorprende.

    —¿Edward? ¿Como es posible?
    —Lo se, difícil de creer, pero como vez, ha habido un drástico cambio de planes.
    —Si, ya lo veo, ¿a que se debe esa decisión?
    —Asuntos algo personales, realmente vine a dar una noticia.

    Otros sujetos se dan cuenta de Edward y sorprendidos se acercan a donde el.

    Este grupo de personas se conforma por una persona algo enana con una capucha que cubre su rostro a excepción de sus ojos con una armadura bastante vieja y dañada, seguido de un sujeto elegante con un abrigo clandestino, pelo negro largo y unas notables ojeras y finalmente un anciano con una venda que cubre su cabeza y ojos, un traje con una capa de plumas y un látigo.

    Todos ellos se reúnen para ver al latente.

    —Lo veo pero me niego a creerlo, estas aquí todavía—dice el sujeto del abrigo.
    —Alguien tomo su propio rumbo por lo que se ve—replica el hombre de la capucha.
    Pero miren nada mas, son mis compañeros, Greirat—El encapuchado—el astuto ladron, Orbeck—El del abrigo—el mago y Cornyx—El anciano —el piromantico.
    —Es una agradable pero gran sorpresa tenerte sun con vida, pensábamos que acabarías como el resto de famosos latentes—Afirma Cornyx.
    —Pues mira tu que giros da esta vida, fue una decisión firme que debía tomar.
    —Entonces, ¿eso quiere decir que la maldición que rodea este sitio se a roto?—Pregunta el herrero Andre.
    Asi es, ustedes no tienen por que seguir sirviéndome, son libres de tomar su camino—Afirma Edward de manera agradable.
    —Eso suena genial, a pesar de que nos acostumbramos un poco al ambiente del santuario—Afirma el ladrón Greirat.
    —Es posible, pero no tienen por que vivir encerrados aquí, ustedes merecen ser libres.
    —Entonces, ¿nos separaremos para siempre?—Pregunta el piromantico.
    —Yo creo que aún podemos permanecer algo unidos, y para eso, le ofrezco esto.

    Edward les ofrece unas saponitas de color blanco con un lazo dorado en la parte trasera.

    —Tengan mi señal, para cuando necesiten mi ayuda, tengamos como comunicarnos.
    —Te lo agradecemos, es bueno saber que al final no nos separaremos mucho—alega Greirat de manera contenta.

    Todos toman la saponita a excepción del herrero.

    —Agradesco tu oferta, pero fuera del santuario, Lothric no es la tierra en la que anhelo vivir.
    —Entonces, ¿Que sera de ti?
    —Creo que volveré a Astora, mi patria, me siento mas cómodo ahi la verdad.
    —Es bastante triste, pero bueno, no pienso interferir en tu decisión.
    —Entiendo tu intención, pero realmente no encuentro nada aquí para mi, así que prefiero volver a mi hogar.
    —Bueno, a sido un placer tenerte como herrero, gracias a ti conseguí como enfundar mi arma.
    —No me lo agradezcas, era mi trabajo, debo también agradecerte por no fallecer y hacer que todo mi empleo haya valido la pena, socio.
    —Bueno, ¿todos están listos? Pues este lugar pronto quedará en el profundo olvido.
    —Yo solo llevare mis pergaminos, mi carrera de profesor despegara hoy mas que nunca, gracias por conseguirlos de antemano—Dice Orbeck bastante agradecido.
    —Como buen piromantico, el pantano es mi hogar, si algún día precisas de mi ayuda, el bosque de la crucifixión es donde encontrarás a viejo cuervo Cornyx.
    —Ya me imagino, así como te salve de aquella jaula.
    —Me salvaste de un destino terrible, siempre estaré en deuda con voz—Dice el anciano entre risas.
    —Si necesitas algún saqueo especial, s mi me encontrarás en mi humilde morada en el asentamiento de los no muertos— afirma el pequeño ladron.
    —No te metas en tantos problemas Greirat, me preocupa que algo te llegue a pasar, sobretodo pensando en lo crueles que algunos nobles son—Le advierte el latente.
    —Es algo difícil para mi oficio, pero lo intentaré, prometo seguir en una pieza.
    —Me alegra saber que todos ustedes hayan tenido buenas amistades con el ser de la ceniza—dice la guardiana con un tono algo tímido.
    —Esta aventura me a hecho conocer gente maravillosa, pero bueno, creo que va siendo hora de irse.

    Todos se dan un abrazo grupal y van a sus respectivos puestos para agarrar sus cosas.

    —Bueno cariño, entonces ¿falta algo mas?
    —Hay que informarle a Irina, la pobre mujer probablemente no se ha enterado de nada.
    —¿Pero que sera de ella? La pobre es una mujer ciega y débil, si ánimos de ofenderla.
    —Conozco a alguien que si la ayudara, tu sígueme.

    La pareja se dirige a un callejón del santuario, en el fondo hay una mujer acostada con una túnica blanca con toques amarillos, un pelo rubio y unos ojos con signos de ceguera.

    La mujer logra escuchar el sonido de los pasos de ambos.

    —Oh, ¿Hay alguien ahi?
    —Querida Irina, soy la guardiana de fuego, estoy junto al campeón de la ceniza que te libero de aquella celda y te curo de esa maldicion que poseías.
    —¿Guardiana de Fuego?

    La mujer le acaricia el pelo a la ciega para que se de cuenta que esta ahi.

    —Soy yo, se que no debería estar aqui, pero el campeón de la ceniza tiene noticias.
    —Dulce campeón, ¿estas ahi tambien?
    —Asi es Irina, te venimos a decir que la maldición que rodea este sitio de a desvanecido.
    —Oh, ¿que quieres decir con esto?
    —Eres libre, no debes estar mas a mis servicios. Realmente nunca debiste.
    —Agradezco que pienses asi, pero realmente mi unica razón de ser era servirle, no tengo a donde ir.
    —Irina, tu eras una monja en tu hogar de Carim, créeme que todavia tienes mucho futuro—Afirma la mujer para apoyarla.
    —Aparte, hay alguien que te ayudara mucho, que siempre estuvo a cargo de ti.
    —Siento decir que el caballero Eygon no accederá a volver conmigo.
    —Pues yo te aseguro que te equivocas, y te lo demostraremos—Afirma el latente.

    Edward coge su saponita y escribe un mensaje en el suelo.

    El mensaje desaparece del suelo y se espera que llegue al receptor.

    —¿Como puede estar seguro de que el vendra por mi?
    —Fue un trato que hicimos hace mucho, le prometi que te protegería, ahora no solo le demostrare que no rompi mi promesa, sino que tambien cure de vuestra afección.
    —Es un caballero tan dulce. Bueno, lo esperare junto a ustedes.

    Edward y la Guardiana ayudan a Irina a levantarse y caminar.

    —Preparense, nos aguarda una larga caminata.
    —¿A donde iremos? No conozco lugar para vivir ademas de este.
    —Lo dejare como una sorpresa, puedes confiar en mi.

    Edward le guiña un ojo para darle confianza. La guardiana le devuelve una sonrisa.

    —Ok, supongo que tu sabes mas de esta tierra.

    Los 3 van a las puertas del santuario para abandonarlo. La guardiana saca su corona para dejarla en las puertas.

    —Era una hermosa corona, pero entiendo que prefieras abandonarla.
    ——Si, es mejor que se quede aquí.
    —Sigamos, iremos a un lugar hermoso, sé los prometo.
    —Ojalá tuviera mi vision, así pudiera admirar la belleza de dicho lugar—Replica Irina algo melancólica.
    —Tal vez usted no pueda verlo, pero sí podrá sentir la fría brisa que rodea el sitio.
    —Suena fascinante, ojalá lleguemos pronto ahí.
    —Llegaremos cuando sea tiempo, continuemos.

    El trio avanza para dejar el santuario, pero el sujeto elegante con tricornio llamado Leonhard llama al Latente.

    —¿Podría tener una palabra contigo? Antes de que nos separemos totalmente.
    —Hm, bueno, esta bien. Ustedes continuen señoritas, ya las alcanzare.

    Ambos hombres van a una parte algo oculta del cementerio afuera del santuario para hablar.

    Sin embargo...un sujeto parece estar vigilándolos desde lejos pero ellos no se dan cuenta.

    —¿Que ocurre?
    —Veo que liberaste a todos de ese mugrosa prisión. Incluso a su guardiana.
    —Era lo correcto, si lo hacia, ella tendría un destino abyecto.
    —Lo se, pero, ¿has planeado donde pasar el resto de tu vida y con que?
    —Tengo ya un destino planeado, realmente si tenemos a donde llegar.
    —¿No crees que luego de semejante aventura mereces una vida mejor? Vivir de la buena vida-
    —¿A que te refieres?
    —Como sabras, vengo y tengo amistades en la realeza, yo podría ofrecerte parte de la vida de un noble.
    —No es lo que siempre estuve deseando, pero admito que no seria nada mal.
    —Yo puedo ofrecértela, pero necesito que hagas un trato conmigo.
    —¿Asi? ¿Que trato?—Pregunta Edward pensando en al vida que le podría dar a su amada.
    —Dame a la guardiana de fuego, y prometo abrirte las puertas a una vida maravillosa. Ellas serán una hermosa compañía para mí.

    La fresca y pacifica sonrisa de Edward se transforma en una mirada desconcertada y con algo de enojo.

    —¡¿Que?! ¡De ninguna manera!
    —Vamos, no resistas a la tentación, es lo que todos los latentes desean.
    —Ellas no son productos de venta, menos para esos fines tan inmundos.
    —Vamos, han sido una esclava toda su vida, ¿enserio las prefieres a ella en lugar de los tesoros mas grandes que un hombre podría soñar?
    —Y mas que cualquier cosa, asi que rechazo tu maldita oferta.
    —¿Tan ciego has quedado para preferir a 2 pedazos de carne, que a una vida de vicios y gloria?
    —Hice 2 promesas con ellas, asi que para o la próxima vez ya no sere tan pacifico al responderte.
    —No puedo creer que veas tanto valor en un simple objetos para satisfacer deseos lujuriosos.

    Edward pierde la paciencia y le da un fuerte golpe en la cara a Leonhard, haciendo que se le agriete la mascara un poco.

    Leonhard cae en el suelo algo adolorido.

    —Te advierto una cosa, si te veo intentando hacerles daño a ellas, habrás deseado nacer muerto, bastardo enfermo.

    Edward le da la espalda y se marcha.

    —Si, disfruta lo que puedas con ellas, vamos a ver que tan feliz eres en el futuro... — Dice Leonhard mientras lo mira con ojos de odio.

    Mientras Edward camina se pone algo pensativo.

    —"¿Que pretendia ese maldito? ¿Querer abusar toda su miserable vida de ella? ¿Como se le pudo ocurrir semejante cosa?"

    Mientras camina, el mismo sujeto que los estuvo oyendo llama al latente.

    —Hey, se que no estarás en tu mejor humor, pero quisiera hablar contigo.

    El hombre en question es un señor calvo con una nariz algo puntiaguda, una sonrisa algo picara, una armadura de cuero oscuro, con una lanza alada y un escudo grande de madera con 2 dragones dibujados en el.

    Edward lo mira pero saca su espadón y lo amenaza.

    —Mira, ya tuve suficiente con un imbecil, no pienso caer en uno de tus trucos, rata.
    —Se que no tenemos la mejor relación de toda esta tierra, pero ruego que me des una ultima oportunidad para aclarar las cosas.
    —Seguro, pero ¿Por que confiar en ti?
    —Pues, estuve vigilando tu conversación con ese sujeto enmascarado, podría haberte atacado a ti o ir a por tu amada y su amiga mientras estabas ocupado, sin embargo ella esta bien y yo no te lastime incluso teniendo la oportunidad.

    Edward pega un suspiro de resignación.

    —Bueno ¿Y qué me tienes que decir?
    —Primero que nada, me llamo Parches, el irrompible, el confiable, la hiena, Lapp el amnésico, son muchos apodos.
    —¿Lapp? ¿Por que ese nombre?
    —Algún dia te lo contare, pero bueno, supongo que me conoces por ser el "malvado ladron que mata aventureros y les roba sus tesoros para venderlos".
    —Es lo que mayormente se oye de ti.
    —Lo suponía, pero que sepas que es la mayor difamación que me han hecho. Mi objetivo nunca fue matar aventureros para vender sus tesoros.
    —¿Asi? ¿Y por que los pateabas a barrancos o los metias en trampas mortales?
    —Mi unica intención fue siempre darle una lección fue darle una lección a las almas codiciosas que habitan en Lothric.
    —¿Y esa es la razón del porque eres famoso entre clérigos?
    —Lo creas o no, la mayoría de esos "Santos" estan ahi solo por los beneficios y riquezas que les otorga su puesto, no por creencias. Algunos incluso han cometido graves pecados con respecto a la carne. Roedores detestables.
    —Si ya me quedo claro.
    —Si todavia no me crees, tengo a alguien que puede convencerte. Entra muchacho.

    De una roca, Greirat salta y se presenta a Edward.

    —Hola, ser de la ceniza, se lo inesperado que es esto.
    —¿Greirat? ¿Que haces aqui?
    —Yo colabore con el en ciertas ocasiones, ambos nos conocimos en el asentamiento, pero al saber de la turbia relación que ambos llevaban, me dio temor decírtelo, perdón.
    —Ya no importa.
    —¿Vez? No soy el monstruo que quizá imaginases tiempo atras.
    —¿Por que me hablas justo ahora?
    —Por que viendo esa conversación, veo de manera admirable como dejas una vida de riquezas por mero amor y por lealtad, algo raro de ver en un sitio como este.
    —No iba a dejar que ese enfermo se llevara a esa mujer.
    —Fue muy noble ese movimiento—Le afirma Greirat.
    —Pero entonces, ¿Cual es la conclusion de todo esto?
    —Quisiera saber si me podría ganar tu confianza y algo de amistad, te puedo ayudar cuando lo necesites.

    Edward mira a Parches como si lo analizara.

    —Vamos, cree en mi, el es un buen tipo de eres alguien sin codicia—Le asegura el pequeño ladron.
    —Esta bien, te ofresco mi señal.

    Edward le da parte de su saponita.

    —Gracias mi buen semejante, prometo no intentar dañarte a ti o un amigo tuyo.
    —¿Tu te quedaras con el pequeño Greirat?
    —Yo cuido de el, no se esta muy quieto siempre—Afirma Parches entre risas.
    —Eso es verdad, mantenlo alejado de problemas.
    —Ya te dije Edward, soy bastante escurridizo para que me vean.
    —Probablemente, pero aun asi ten cuidado ladronzuelo.
    —¿Te retiras?—Pregunta Parches
    —Si, tengo a 2 personas esperando.
    —Buena suerte, cuidado ahi afuera.
    —Ustedes tambien, buena fortuna para todos.

    Edward se retira y va con la guardiana e Irina, aunque ellas estan a lado de un caballo.

    ¿Donde has estado?—Pregunta la guardiana.
    ¿De donde salió ese equino?—Pregunta el latente seguidamente.
    —Tu primero, te estuvimos esperando mucho.

    Edward se bloquea un poco al responder, pues sabe muy bien de que fue la conversación, pero prefiere mentir para no asustar a ambas mujeres.

    —La charla con ese sujeto se alargo y ademas Greirat tambien me hizo conversación, mil disculpas.
    —Oh, ya lo veo, no te preocupes.
    —¿ Y ese caballo?
    —Es un regalo de Andre, dejo una nota.

    Edward toma la nota y la lee. La nota dice:

    "Para mi mas preciado cliente, te ruego que cuides de el y le des un nombre"-Andre de Astora.

    El latente sonríe al leerla, la dobla y la guarda.

    —Que agradable sujeto. Como ven, nos a salvado de una caminata ardua.
    —Nunca había viajado en un caballo, espero que se sienta agradable al menos—Dice Irina con algo de emoción.
    —La brisa del viento te acariciara el rostro, asi que sera muy agradable—Afirma el latente.
    —Hay que ayudarla a montarse.
    —Si, agarrense fuerte entre ustedes, llegara un punto en que esta bestia ira a un velocidad muy elevada.

    El trio monta el caballo y se preparan para partir.

    —¿Estan listas?
    —Si cariño, ¿Estas agarrada Irina?
    —Si, vamonos.

    Edward latiguea un poco al caballo para que empiece a andar y los 3 se alejan de aquel viejo y abandonado santuario.

    Una cantidad indeterminada de días pasa y el escenario cambia a la catedral de Anor Londo.

    Dentro de la catedral, el rey Gwyn esta en su trono con sus ojos cerrados, pareciera que estuviera consternado por algo.

    Uno de sus caballeros plateados lo nota y se preocupa.

    —Disculpe honorable señor, ¿le ocurre algo?

    Manteniendo sus ojos cerrados responde.

    —Siento que algo esta mal, este ciclo de latentes esta tardando mucho en reiniciarse.
    —¿Sera que el nuevo latente ya falleció?
    —De haber sido asi, el ciclo debería haberse reiniciado, pero no es asi.
    —Ojala pudiéramos saber que ocurre y poder ayudarlo.

    De repente una mujer con una armadura de caballero color bronce, un estoque y un talisman entra en la recamara y se arrodilla ante Gwyn.

    —Mi querido señor, vengo con posibles terribles noticias.

    Gwyn abre los ojos para encarar a su caballero.

    —Mi fiel caballero de la luna oscura, explicate por favor.
    —Como usted conoce, mi puesto esta cerca de la recamara de vuestro fallecido hijo Gwyndolin, mi antiguo maestro.
    —Asi es, tu eres quien mantiene la hoguera de nuestra ciudad.
    —Pues hoy estaba en mi lugar y temo decir que el fuego se a extinguido.

    Gwyn se sorprende ante tal hecho.

    — ¿Extinguido? Imposible.
    —Se lo puedo asegurar, yo seria incapaz de mentirle.
    —La unica forma de que el fuego de las hogueras se extingan es si un latente trae la edad oscura.
    —Es lo que seguramente paso.
    —No lo creo, nadie sabe sobre el secreto de nuestro ciclo.

    Una voz a lo lejos le dice lo contrario.

    —Siento negarle sus palabras mi gran señor, pero lo que intuye nuestra fiel caballero de bronce es correcto.

    Una mujer que cubre su rostro con una mascara de porcelana, una armadura negra con unas capas color azul oscuro y lineas dorada que blande 2 espadas, una dorada y otra de color gris.

    La mujer se arrodilla ante Gwyn.

    —Ciaran, mi fiel hoja y asesina, ¿hay algo que debas contarme?
    —En efecto mi señor. Recibimos la visita de nuestro amigo de la nobleza en Lothric hace poco, y nos confirma que si, en realidad Edward se nego a enlazar el fuego y trajo la edad de los hombres, la edad donde la humanidad toma el dominio de la tierra.

    —Desgraciado insolente, ¿Se atreve a desobedecer mis ordenes?—Refunfuño el gran señor.
    —Segun otros detalles que dio, lo hizo por su guardiana de fuego.
    —Eso no me interesa, lo que demando saber es como supo el destino de ella y toda la verdad detrás.
    —No informo anda acerca del tema, temo que el no se lo dijo.

    Gwyn mira a travez del mirador de la catedral.

    —Me niego rotundamente a dejar que un humanos no quiten nuestro puesto en el mundo.
    —Déjenos el trabajo a nosotras, si lo asesinamos el ciclo podrá volver a la normalidad.
    —¡Encuéntrenlo! Busquen alrededor de Lothric, interroguen sin es necesario. Cualquiera que se niegue a hablar, interfiera o se convierta en testigo debe ser eliminado.

    —Prometemos no fallarle, yo liderare a los guardianes de la pintura.
    —Y yo liderare a un grupo de cuchillas de luna oscura, pagara por lo que hizo.
    —Informen tambien a Shira Edward Sallow no llego tan lejos por nada—Afirma Gwyn.
    —Iremos a cazarlo con toda nuestras técnicas, jamas sabra quienes lo atacaron.
    —Matenlo a el, a su guardian y a cualquier testigo.
    —Como usted ordene.

    Ambas mujeres hacen una reverencia y se retiran.

    Ciaran y la caballero de la luna oscura se dirigen a informar a Shira, sin embargo, Ciaran se detiene cerca de una estatua.

    —Tu continua, te alcanzare pronto.

    Ciaran se arrodilla al frente de una estatua hecha para rememorar a su viejo amor, el caballero lobo Artorias.

    —A pesar de que ya no estes aqui, prometo ser la mas letal guerrera en este nuevo deber que se me a encomendado, justo como tu deseabas que sea mientras estabas con vida, mi amado Artorias. Prometo no solo dañar su futuro, prometo destruirlos con toda la fuerza y crueldad que puedo ser capaz.

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    Leonhard, el "noble".
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    Caballero inmolado al cual Edward se enfrento y el lugar donde se dio el combate

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    Orbe que emergió del caballero después de ser derrotado

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    Anciana quien prefiero quedarse en el santuario

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    Espada y armadura creadas a partir del orbe por la anciana
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    Herrero Andre de Astora
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    Greirat el ladron. Autor: desconocido

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    Orbeck el mago. Autor: https://www.zerochan.net/user/KotNarKot

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    Cornyx el piromantico. Autor: https://www.artstation.com/roku-chang
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    Irina, la doncella ciega de Carim. Autor: Desconocido
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    El irrompible Patches, la persona que hizo las paces con Edward y compañero de Greirat

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    Los fieles caballeros plateados de Gwyn


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    Caballero de la luna oscura. Arte conceptual del juego original

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    Ciaran la asesina favorita de Gwyn. Autor: https://www.deviantart.com/sgjin
     
    Última edición: 10 Junio 2020
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  9.  
    AshenKnight

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    Pues aqui esta el 3 capitulo de esta serie, espero que lo disfruten y cada vez se sientan mas interesados en la historia! c: Cada opnion me motiva a continuar con este fic.
     
  10.  
    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

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    Bueno, por acá iré dejando mis comentarios sobre el prologo y el capitulo uno.
    No soy la mejor en ortografía, pero aquí algunos detalles que encontré, espero que esto te facilite corregir algunos errores
    "Estaban en la cima de esta ciudad era la"
    Siento que algunos conectores de esta frase no están del todo bien, como que la lectura se traba un poco.

    Ahí deberías decidirte con decir "En la entrada" o "Con la entrada"


    Ahí se te escapó un and.
    Supongo que ahí iría "encuentras".

    "Espero que esta masacre haya"
    Creo que el prologo estuvo bien para introducirnos al mundo, a pesar de que seguro a estas alturas ya olvide los detalles, la información más general e importante se me quedó.
    ¡Edward a ganado la batalla! Muchas veces sentí que estaba leyendo una batalla pokemon XD ¡Edward a usado placaje! ¡Es super efectivo! Ya, bueno, en realidad no se mucho sobre narración de batallas, pero puedo decir que se entienden bien ¿Podrían ser mejor? Lo más probable es que sí, pero no están mal.

    La historia aun no me ha atrapado por completo, pero tampoco es que me haya aburrido, espero que el motivo del por que Edward anda masacrando a todos sea bueno _(en una de esas ya lo dijeron y yo ni enterada)

    En lo personal prefiero los diálogos con guiones y no en ese formato "Teatral" que no corresponde, pero al parecer es algo que modificas en el próximo capitulo, eso se aprecia mucho, pues demuestras que te estas tomando en serio tu historia y haces lo que mejor te parezca para ir mejorandola tomando en cuenta los comentarios que te dan.

    Bueno, no tengo mucho más que decir, nos leemos pronto, espero.
     
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  11.  
    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    Hola Ashen. Nuevamente te felicito porque continúas mejorando tu historia y me da mucha alegría que le pongas tanto cariño a cada capitulo.

    Hablando del capítulo mi parte favorita ha sido sin duda la revelación de Edward a su guardiana, ahora ambos están enamorados y ella recuperó su visión. Espero que las cosas vayan bien para ellos y para Irinia que se ha unido a su travesía. Todos se han tomado muy bien la gran noticia, lo que me parece tierno, ojalá que todos disfruten la vida que tanto merecen y les fue arrebatado.

    El único y gran problema serán los caballeros de Gwyn que no se detendrán por nada, pues están dispuestos a hacer lo que sea por mantener el ciclo actual. Estoy segura que la más letal será Ciaran, guiada por su amor perdido Astorias.

    Nos seguimos leyendo, saludos.

     
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  12. Threadmarks: Capitulo 4
     
    AshenKnight

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    Título:
    Aventura Souls: La batalla de los reyes.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    5981
    Advertencia: Esta es una historia basada en la trilogía conocida como "Dark Souls". La gran mayoría de los personajes y elementos presentados aquí no son de mi propiedad y pertenecen al genio creado Hidetaka Miyazaki, presidente de Fromsoftware. Esta historia contiene partes de mucha violencia tanto física como verbal, no recomendado para menores de 16 años, se recomienda discreción.

    Capitulo 4: Una amenaza inminente.
    Ciaran y la caballero de la luna oscura se dirigen adentro de unos archivos en los interiores de la catedral. Dentro de la gigantesca biblioteca hay una mujer con un peto plateado decorado con una capa de plumas que va acompañada con una falda verde con blanco, en su cabeza lleva una pequeña corona con perlas, en su espalda lleva una espeluznante hacha larga que tiene un monstruoso cadaver clavada en ella y una campana sagrada gris. Junto a la mujer hay una chica con un vestido blanco decorado con lasos púrpuras, con un velo transparente acompañado de una diadema plateada. Las facciones de aquella chica de piel blanca parecen tener escamas. La chica esta sentada leyendo un libro con algo de interés.

    —¿Así que usted cuido de un dragon en la cuidad que usted cuidaba? ¡Suena fascinante!—Pregunta la chica emocionada.
    —Midir fue mi responsabilidad y casi un amigo mientras era normal, luego fue corrompido y tuve que asesinarlo.—Replica la mujer con algo de tristeza.
    —Pero ¿Gwyn no había dicho que los dragones eran malos?
    —En efecto son, pero Midir fue tomado desde pequeño y criado en su mayoría por nosotros.
    —¿Eso no es cruel?
    —Todavía eres joven, pequeña Yorshka, algún día entenderás todo con claridad.
    —Supongo que tiene razón. Ojalá pudiera ver a Filianore, nunca e podido hablar con ella.
    —Su eterno sueño es lo que mantiene nuestro hogar en pie, el fin justifica los medios en este caso.
    —Pero aun así, me gustaría conocerla—Afirma Yorshka con cierta tristeza.

    Ciaran y la caballero de bronce entran en los archivos.

    —Shira, necesitamos tu presencia por favor, es un asunto primordial ordenado por el Señor Gwyn—Ordena Ciaran con una voz seria.
    —Quédate aquí Yorshka, debo tratar asuntos.
    —Bueno, no te tardes mucho por favor.

    Shira va con las 2 mujeres a una parte algo alejada de dónde esta Yorshka, sin embargo, la chica se escabulle de manera sigilosa para espiar la reunion.

    —¿Cuál es la situación?
    —Tenemos un objetivó que eliminar junto con sus acompañantes, las razones las informaremos en el camino, solo te digo que no sera un objetivo tan sencillo de localizar y necesitaremos mas de un soldado.
    —Esta bien, las acompaño, ya me aburre estar en estos archivos llenos de monstruos.
    —No le digas a nada a la niña, solo infórmale que te tienes que ir, nada concerniente a la operación—Recomiendo la caballero.
    —Yo sé lo que le dire, vayan avanzando.

    Yorshka termina algo horrorizada por la conversación, al darse cuenta que Shira volvía rapidamente se aleja un poco y agarra un libro para disimular. Shira la ve y le pregunta.

    —¿Viniste a buscar más libros?
    —Si, quería leer algo nuevo, perdón por no avisar—Le asegura mientras disimula sus nervios.
    —No importa, pero vengo a decirte que me tengo que retirar, se me a presentado una misión.
    —Oh no, no quisiera quedarme sola aquí.
    —Perdóname pero, vas a tener que hablar con los canalizadores, realmente es algo importante.
    —Esta bien, tú tienes tus prioridades también.
    —Tratare de volver pronto, pórtate bien.

    Shira se retira del sitio para ir con sus compañeras. El trio de asesinas esta a las puertas de la catedral junto con un grupo de asesinos que visten ropajes blancos con unas mascaras extrañas y 1 espada curva pequeña pero rápida en cada mano, este grupo también esta conformado por unos soldados regulares con varios tipos de armas.

    —Todo parece estar listo, saldremos pronto, ya saben cuales son los protocolos, también hay que interrogar a cualquiera que pueda saber de algo.

    Un gigante con una armadura de acero aunque con el brazo derecho casi al descubierto que blande un gran arco hecho de madera muy resistente ve al grupo a las afueras.

    —¿Adonde te diriges ahora Ciaran?—Le pregunta con su voz gruesa de gigantón.
    —Tenemos un trabajo solo para gente de tamaño normal, Gough.

    Gough se ríe un poco por la broma.

    —Espero que sigas cubriendo de gloria a los caballero de Gwyn, demuestra que a pesar de no tener a Ornstein o a tu amado Artorias, no nos hemos vuelto débiles.
    —Eso es precisamente lo que voy a hacer, volveré con otra historia que contarte, camarada.
    —Eso espero, pero ya no les quitare más tiempo.
    —¡HORA DE MOVERSE!—Ordeno Ciaran con una voz grave.

    El grupo avanza con coordinación dispuestos a arrasar cualquier objetivo que se presente. Muchos días pasan y el escenario cambia a un asentamiento viejo y humilde lleno de granjeros y otro tipo de trabajadores, especificamente cambia a un bar en ese asentamiento con algunos ebrios dormidos o haciendo disparates propias de un borracho. En una de las mesas se encuentra Greirat el ladrón junto a su amigo Parches la hiena, los cuales están bebiendo aunque estos se conservan sobrios.

    —Dime Parches, ¿dónde tienes planeado ir luego de esto?
    —Voy a volver a una catedral no muy lejos de aquí, cruzando el bosque.
    —¿La catedral de los profundo?
    —Si, la que antes pertenecía a la senda blanca pero fue maldecida, hay tantos tesoros ahí, lo que por consiguiente atrae a tantas almas codiciosas.
    —Un sitio perfecto para tu vocación, yo por ahora estoy "desempleado".
    —¿No hay ni un noble que saquear?
    —Ya recorrí casi todos los sitios, solo me quedaría el castillo de Lothric, pero no pienso poner ni un solo pie en ese sitio.
    —Es un lugar peligroso como una plaga.
    —No se le llama el castillo del no regreso por nada.
    —Aunque Edward se lo recorrió entero y volvió para contarlo.
    —Lo sé, pero estamos hablando de Edward, él tiene una capacidad desconocida para el combate y la aventura.
    —Tu lo conociste mas que yo, ¿sabes algo de su pasado? Siempre me pregunte de dónde pudo haber salido.
    —No ciertamente, los latentes al revivir pierden memoria de su pasado, su único recuerdo claro es el nombre.
    —Debe ser duro, no saber quién fuiste y tener que hacer esta aventura, y de paso ser usado como un simple objeto.
    —Aunque hay algo que podría intuir, cuando el me libero de la prisión en la que me encerraron, el usaba una armadura característica de las tierras del norte, una hacha de guerra común y un escudo redondo de madera, con eso puedo pensar que el vino de esas tierras, lo cual explica muchas cosas.
    —Su fuerza extraordinaria, pues en esas tierras los músculos eran lo que mas se entrenaban.
    —Aun así, no tengo ni idea de quién fue o si tuvo padres o amigos en su pasado.
    —Y tristemente probablemente nunca lo sepa.
    —Al menos él es feliz como esta ahorita.
    —Probablemente, sigamos en lo nuestro mejor.

    Greirat y Parches chocan sus copas y siguen bebiendo. El tiempo pasa normalmente, hasta que la puertas del bar se abren violentemente, y dejan a la espada del señor Ciaran entrar. La gente calla al verla debido a su raro e intimidante aspecto. Ciaran se dirige lentamente hacia donde el bartender. El bartender se siente intimidado con su aspecto por lo que se la queda mirando.

    —Vine a hacer unas preguntas importantes, probablemente tú sabes algo de valor—Le dice con una voz grave e imponente.
    —¿Yo? ¿Qué...que podría saber...yo...?

    Greirat y Parches notan la presencia de la enmascarada.

    —¿Y esa mujer?—Pregunta el ladronzuelo.
    —Ojalá lo supiera, no es como alguien que haya visto por aquí.

    Ciaran continua presionando al pobre hombre.

    —Escúchame con claridad rata de alcantarilla ¿Has oido hablar de un tal Edward Sallow? Se me informo que él a estado por aquí, así que algo deberías saber.
    —Señorita se lo prometo, no hemos escuchado nada sobre ese sujeto.

    Ciaran saca su tazador dorado y empieza a cortarle la mejilla lentamente.

    —Yo te recomendaría el no mentir, o terminaras por morir lentamente mientras pides piedad—Lo amenaza con una voz suave y algo enfermiza.

    Uno de los ebrios intenta encarar a la enmascarada.

    —Oye cariño, ¿por que no te calmas y pasas un buen rato conmigo?

    Ciaran le lanza unos pinchos extraños que no matan pero sí hieren a hombre considerablemente. El hombre cae en su silla adolorido.

    —¡Espero que alguien aquí tenga información! O tendrán esparcido la sangre y tripas de su amigo por toda esta pocilga apestosa.

    La gente se mira entre ellos sin saber qué hacer.

    —¿¡Alguien aquí sabe del paradero de Edward Sallow!?—Grita mientras pone su tazador en el cuello del hombre.

    Greirat y Parches se sorprenden al escuchar el nombre de su amigo.

    —¿Qué busca esa mujer con Edward? —Pregunta el ladrón intrigado.
    —No tengo idea, pero tengo un mal presentimiento.

    Una de las personas en las sillas mira a Parches y Greirat y los señala.

    —¡ELLOS! ¡ELLOS HABLABAN DE UN TAL EDWARD, DEBEN SABER ALGO!

    Ciaran mira a ambos y tira al bartender para perseguir a los 2.

    —¡Córtenle la lengua a ese animal inmundo!—Grito Greirat con rabia.

    —¡Quédense dónde están y no se resistan!

    Parches patea la mesa hacia Ciaran.

    —¡Hora de irse!—Exclama a mientras jala a Greirat del brazo.

    Ciaran tira aun lado la mesa y continua siguiéndolos. Parches y Greirat salen por una ventana.

    —¡Alejemonos lo más pronto de este sitio, hay que informar a Edward!—Exclama Greirat con preocupación.
    —Por supuesto, sigamos.

    Ambos tratan de salir del asentamiento pero son detenidos por el ejercito de Shira y la caballero de la luna oscura.

    —¿A donde creen que van?—Pregunta Shira malicia.

    Ambos hombre se detienen. Los soldados con lanza apuntan a los 2 para amenazar. Ciaran los persigue por detrás.

    —Ambos tienen mucho que hablar déjenme decirles—Les informa de manera amenazante.

    Parches se mantiene firme.

    —Lo lamento, pero yo no delato a mis amistades.

    Ciaran hace un leve risa y los abofetea. Parches le duele más de lo normal debido a las mini garras del guante de Ciaran.

    —No estas en situación para hacerte el jefe, humano insignificante.
    —¿Qué diablos eres tú?—Pregunta Greirat confundido.
    —Cierra la boca, solo nosotras hacemos las preguntas aquí—Le grita la caballero al ladrón.
    —Empiecen a hablar, o serán liquidados.

    Parches y Greirat están temerosos y no saben que hacer.

    Unos pueblerinos con machetes y otros tipo de herramientas letales se acerca para atacar al ejercito de las 3 asesinas.

    —!ESTAN AMENZANDO A NUESTRO AMIGO PARCHES Y GREIRAT!

    Ambos ejércitos empiezan a combatir entre ellos. A pesar de la obvia superioridad, esto le da la oportunidad al duo para escapar. Ambos corren por un puente derruido. Ciaran se da cuenta y les da caza.

    —¡Ni siquiera lo piensen!

    Greirat le empieza a lanzar cuchillos arrojadizos para herirla. Ciaran los esquiva o los desvía con sus trazadoras , ala vez que también lanza sus pinchos para herirlos.

    —¡Hay que distraerla como sea!

    Ambos empiezan a subir por los tejados de las casas. Parches le lanza una bomba incendiaria. Ciaran los esquiva y lanza más de sus pinchos. Los dos saltan del techo y se dirigen hacia una torre con una gran puerta.

    —¡Hay que entrar y cerrarle la puerta!
    —Eso nos dará tiempo, deprisa.

    Ciaran lanza su trazador dorado y este se clava en la pierna de Greirat. El ladrón cae herido y empieza a perder sangre.

    —¡Greirat no! Resiste...

    Parches los agarra para arrastrarlo hasta la torre. Ciaran salta encima de Greirat y Parches lo suelta del susto. Ciaran saca su trazadora de la pierna de Greirat con una sangre fría temible. El ladrón se retuerce del dolor.

    —¡PUDRETE EN EL INFIERNO, ZORRA INMUNDA!—Grita el ladrón con una furia y dolor inmenso.
    —Hasta nunca, basura humana—Le susurra con sadismo y maldad.

    Ciaran corta de su estomago a su pecho y apuñala su corazón. Parches mira con horror cómo su amigo más intimo es masacrado. Greirat da su ultimo aliento y muere mientras brota sangre.

    —¡GREIRAT!—Grita con horror y quebrado por dentro.

    Parches agarra su lanza y golpea la cara de Ciaran con furia.

    —¡El era mi amigo!—Le grita con coraje y una voz algo quebrada.

    Ciaran se aturde un poco por el golpe pero casi lo le hizo daño y se ríe de manera desafiante.

    —¿Se siente mal perder un ser querido eh? Sientes tu interior arder en furia.

    Parches trata de apuñalarla con su lanza. Ciaran agarra la punta de su lanza.

    —Eso no funcionara aquí—Le dice desafiante.

    Parches la patea. Ciaran esquiva el golpe saltando hacia atrás y saca sus dos trazadoras. Parches hace un barrido horizontal muy amplio. La enmascarada repele su ataque y hace cortes amplios. Parches bloquea con sus escudo aunque este empieza a romperse debido a que es de madera. Ciaran patea su escudo para romper sus postura. Parches resiste y golpe a la enmascarada con su gran escudo. Ciaran se aturde y va hacia un lado de él para cortarle los hombros. Parches hace ataques giratorios con su lanza. Ciaran los esquiva e intenta clavarle su trazador gris. Parches salta para atrás y hace ataque de empuje hacia delante. Ciaran desvía su lanza y corta parte de su cadera. Parches cae adolorido por el corte. Ciaran los patea en el rostro. Parches escupe sangre y se arrastra hasta el cuerpo de su amigo.

    —Tu amigo no hará nada por tu ahorita, ambos carecen de la destreza para derrotarme, no tienen nada que hacer contra nosotros, los caballeros de Gwyn.
    —¡¿Gwyn?! Imposible, la catedral fue atacada hace mucho tiempo y luego abandonada.

    Ciaran rie de manera burlesca.

    —Humanos ignorantes, nunca sabrán las verdades que se les oculta, no tendrás como contarlo.

    Parches nota que en la cercanía hay una jauría de perros salvajes no muertos. Ciaran esta apunto de asesinarlo también. Parches agarra una bolsa con carne y se cubre. Ciaran rompe la bolsa con el corte y se llena de un olor pestilente.

    —¡Que asco! ¡Te voy a matar!
    —Diviértete primero.

    Parches huye arrastrando el cadaver de su amigo hasta la torre. La jauría de perros empieza a atacar a la enmascarada. Ciaran se defiende bien y no tiene muchos problemas al matarlos, pero se da cuenta que Parches esta escapando.

    —¡Vuelve aqui, maldita rata cobarde!

    Parches cierra las puertas de la torre y avanza hasta un elevador. Empieza a respirar del cansancio mientras piensa preocupado y dolido por la muerte de su compañero.

    —"Le prometí a Edward que lo cuidaría... ahora el esta muerto..."

    Afuera de la torre, el resto del ejercito de Ciaran llega luego de aniquilar a gran parte de los granjeros. Casi todos se cubren la nariz por el olor nauseabundo de la carne.

    —¿Qué paso aquí? ¿Y esos 2?—Pregunta Shira algo asqueada.
    —El sujeto encapuchado esta muerto, pero ese maldito se logro escapar y se llevo el cuerpo, hay que derribar la puerta ¡Vamos!

    Parches llega la parte inferior de una mini fortaleza y se dirige a las entradas de un bosque. De repente escucha como intentan derribar la puerta de la entrada.

    —"No puede ser, ya vienen"—Piensa preocupado.

    Parches va al exterior y también cierra la puerta de salida. El deja el cuerpo de su amigo cerca de las faldas de un árbol.

    —Querido compañero, me duele mucho no poder darte una sagrada sepultura, pero que sepas que fuiste una de las personas que mas aprecio llegue tener, fuiste un gran amigo en vida, pero no todo es para siempre, lo unico que me complace ahora, es que estas reunido con tu amada Loretta en el mas alla, descansa en paz Greirat—Dice mientras lagrimea y pone el cadaver en una posición respetable, pero toma su capucha con sangre para tenerla de recuerdo.

    —"Necesito encontrar a Edward pronto y también mis utensilios, no puedo luchar mas así"

    Parches continua su camino por el bosque. El escenario cambia a la cima del Archidragon. El primogenito esta en el mirador donde Edward alguna vez fue encontrado mientras admira el paisaje y esta pensativo.

    —"Quizá pueda unirme a él, mi padre nunca aceptaría la paz conmigo, pero no puedo enfrentarlo solo, pero con ayuda, podría tener oportunidad"

    El caballero Ledo llega a donde el con noticias.

    —Su alteza, es un honor estar ante su divina presencia, pero vengo con noticias un tanto alarmantes.
    —¿De que se trata mi leal caballero?
    —No sabría decirle por que, pero revisando la hoguera en el mausoleo dragonoide y la del gran campanario, ambas han perdido su fuego y están apagadas.
    —¿El fuego se a extinguido?
    —Si, ademas algunos de los caballeros errantes de nuestra unidad dicen que en otros sitios esta pasando cosas similares.

    El rey recuerda que el revelo a Edward todo sobre el enlace del fuego y su verdad.

    —Creo...creo que ya se que esta pasando...
    —¿Enserio?
    —Si, fue ese latente, ese ser de la ceniza que vino aquí.
    —¿A que se refiere?
    —La razón por la que lo deje ir fue porque el a sido el único quien a creído en mi palabra, asi que lo mas probable, es que haya traído la edad de la oscuridad y con ello, las hogueras pierden su fuego.
    —A Gwyn no le hará ni pizca de gracia eso.
    —Lo se, pero se me esta ocurriendo un plan, !Reúne a todos mis caballeros importantes ¡Hazlo ya!
    —!Sí señor!

    Ledo se retira del sitio. El escenario retorna a Parches, quien luego varias hora a logrado llegar hasta la catedral de lo profundo. El sujeto se adentra en una capilla con algo de violencia sin saber qué había alguien dentro.

    —Silencio por favor, ¿no vez que esto es una capilla?—Le reclama una mujer rubia con una armadura que tiene insignias azules.
    —Disculpa, pero no estoy en mi mejor situación.

    La mujer nota las señales de maltrato que tiene Parches.

    —¿Que diablos te paso? Estas muy maltratado.
    —Vengo huyendo, no tardaran en venir, debo coger unos objetos y huir.
    —Mira, soy sentinéla azul, déjame ayudarte, es mi deber.
    —No quiero sonar ofensivo y tampoco dudo de tu valor o habilidad, pero no duraras nada contra ellos, no son personas comunes.
    —Al menos explícame quien eres y donde te diriges, necesito saberlo.
    —Me llamo Parches, necesito ir a donde una amigo mío, él también corre peligro junto con su pareja.
    —De acuerdo, mi nombre es Anri, te ayudare, pero ¿realmente necesitas el objeto que dices tener aquí?
    —Es mi armamento para casos extremos, no puedo luchar con esta simple lanza.
    —Entiendo, entonces guíame, yo te cubro lo que pueda, luego vamos donde tu amigo.
    —Primero lo primero.

    Parches cierra las puertas de la capilla.

    —Eso nos dará tiempo extra, vamos.

    El duo se dirige a un elevador que los lleva a las partes superiores de la catedral. Llegan hasta unas columnas. Parches salta y aterriza bien gracias a su agilidad.

    —Dale, tú puedes hacerlo.

    Anri al principio esta insegura pero sabe que debe cumplir su deber, así que salta pero cae cerca del borde. Parches le agarra la mano para evitar la caída.

    —Ten precaución, caer por aquí es una manera horrible de fallecer.
    —Gracias, tendré mas cuidado al andar.

    Luego de mucha caminata llegan hasta una tienda de campaña que hay abandonada en el fondo de un corredor.

    —Aquí esta, todo lo que necesito.
    —Dime una cosa ¿Desde cuando te llevan siguiendo esas personas que dices?
    —Desde hace unas horas, tenia un compañero conmigo, pero uno de esos malnacidos lo asesino sin ningún remordimiento.

    Anri recuerda que también perdió a un compañero en el pasado.

    —Te entiendo, temo que yo también tuve esa desgracia, por eso vengo usualmente a rezar aqui.
    —Es duro, sobretodo cuando no pudiste hacer nada por el.
    —Lo mismo me paso, el cayo en una trampa y no pude salvarlo, cayo en un foso, asi que ni siquiera tiene una sepultura descente.
    —Tranquila, seguro que lograras superar esa estaca en un vida, por ahora, déjame prepararme y salimos de aquí.

    Parches entra en la tienda para cambiarse. luego de varios minutos, el sale vistiendo una armadura bastante robusta que cubre casi la totalidad de su cuerpo y con una alabarda un tanto extraña. Anri se sorprende por el curioso diseño y gran protección.

    —Increíble, con esa coraza serás bastante resistente.
    —En efecto, por eso es necesario ahorita.
    —¿Y ese arma tan rara?
    —Fue diseñada en una tierra lejana, la compre a buen precio, pero creo que no es tiempo de hablar de eso, vámonos de aquí.

    El duo vuelve a la capilla para escapar.

    —Supongo que sabes donde vive tu amigo.
    —No totalmente, pero tengo una idea, es el único lugar que se me ocurre.
    —Bueno, yo te sigo, espero que sepas lo que haces.
    —Tu solo sígueme.

    El duo sale de la catedral para dirigirse a su destino. Ciaran y su ejercito los estaban vigilando, sin embargo, no ordenaron ningún ataque.

    —¿No va a ordenar ninguna emboscada?—Pregunta la caballero bronce.
    —Dejemos que ellos mismos nos guíen a nuestro destino, tendremos premio doble.
    —Como usted ordene.

    3 horas pasan. El escenario cambia a una ciudad llena de nieve y el cielo tiene auroras boreales. Dentro de una de las casas se encuentra Edward, quien esta con su guardiana de fuego cerca de una chimenea para protegerse del frio.

    —Me siento tan afortunada de tenerte, ser de la ceniza, jamas pensé estar en una casa tan bonita y en una ciudad gloriosa como Irithyll.

    Edward la mira y le sonríe con dulzura.

    —Te dije que te daría una vida con la felicidad que nunca tuviste en el pasado.
    —Y lo has cumplido, cada día aquí es mejor, a pesar de que el clima a veces es muy gélido.
    —Lo se, pero no negaras que es una ciudad hermosa.
    —Definitivamente lo es, me encanta. Por cierto, ¿crees que Irina haya llegado bien a su tierra?
    —Eygon es un guardia competente y muy habilidoso, confio en que el la llevo sano y salvo desde aqui hasta Carim.
    —¿Es un viaje demasiado lejano?
    —No he visto ni un mapa que me lo indique, por lo que no te se decir.
    —Bueno, yo confio en el.

    La guardiana abraza el hombro de el latente para ponerse comoda. Edward le acaricia el pelo. Alguien toca la puerta de la casa.

    —No puede ser, estábamos poniéndonos comodos—Dice Edward algo agobiado.

    Edward se levanta y abre la puerta. Afuera es recibido por Patches con su nueva armadura y Anri. Edward reconoce a la mujer y se sorprende gratamente.

    —¡Anri! ¡Hace tiempo que no te veo!
    —¿Edward? ¡Vaya sorpresa mas gratifiante!

    Ambos se dan un abrazo amigable.

    —Esperen ¿Ustedes se conocen?—Pregunta el caballero envuelto en acero.
    —¿Y tu quien eres?—Le pregunta desconociendo a Parches.

    Parches se quita su caso para revelar su cara.

    —Sorpresa, tuve que hacer un cambio de vestimenta y armamento.

    Parches muestra su nueva alabarda.

    —¡Wow! ¿Y esta cosa? ¿A que se debe la visita y el cambio de ropa?
    —Te lo explicaremos pronto ¿Podemos pasar?
    —Claro, sin problemas, pero les ruego que dejen sus armas afuera, sobretodo la tuya Parches, puedes romper algo.

    El grupo deja sus armas a las entradas de la sala y pasan.

    —¿Quienes son ellos corazón?
    —Viejos amigos, están de visita y parece que tienen noticias, tomen asiento ¿Desean algo de tomar?
    —Si por favor, no estaría mal—Dice Parches.
    —Yo no, estoy bien así, te lo agradezco—Replica Anri.

    Edward ofrece una bebida a Parches y toman asiento.

    —Entonces ¿De que se trata todo esto?
    —No se muy bien por donde empezar. A pesar de la felicidad que pueda significar esta reunión, traigo terribles noticias.
    —¿Que a pasado?—Pregunta el latente con un tono preocupante.
    —Solo te pido, que me perdones.

    Parches saca la capucha de Greirat cubierta de sangre. Edward la tome y se desconcierta.

    —¡¿Que significa esto?!—Pregunta con enojo.
    —Escuchame, fuimos atacados, hay gente que te esta buscando y ellos asesinaron a tu amigo y a MI AMIGO TAMBIEN.

    Edward suspira de pena y se cubre la cara.

    —Dices que ellos vienen a por mi ¿No es asi?
    —Me lastima tener que traer malas noticias a este hogar, pero si, vienen a por ti y a por ella.

    La guardiana se asusta un poco y se apega a Edward para tener seguridad.

    —Cariño...
    —Tranquila, estamos juntos y yo no dejare que nada te pase.
    —Edward, de verdad no fue nuestra intención destruir vuestra paz y comodidad—Le asegura Anri.
    —No se preocupen, estoy mas que agradecido que me lo hayan informado, sobretodo tú Parches, que aun con esa perdida decidiste continuar, realmente me equivoque contigo.
    —Gracias por comprender, mi buen semejante.

    Unos de los vidrios de la casa se rompe por un pincho que fue lanzado desde afuera.

    —¡¿Que demonios?!—Exclama mientras va a revisar la ventana.

    Unos soldados le disparan flechas. Edward las esquiva y se aleja del marco. Parches reconoce el pincho que fue arrojado.

    —¡Maldición! Están aqui—Avisa parches mientras se pone su casco y coge su alabarda.

    —Hay que salir a pelear, no hay otra alternativa.
    —Ser de la ceniza, por favor no... no quiero perderte—Ruega la guardiana.
    —No hay otra alternativa, no dejare que destruyan nuestro hogar y mucho menos que te hagan daño.

    Edward agarra su casco y se lo pone, luego coge su espadón que estaba expuesto en la sala como adorno.

    —No pensé que tendría que volver a usar esto, pero la ocasión lo requiere.
    —Hazlo por ella y por tu futuro, estamos contigo—Le dice Anri.
    —¿Están listos?—Pregunta Parches.
    —Corazón, quédate aquÍ. ¡NO SALGAS POR NINGUNA RAZON!

    La guardiana se acerca a su latente.

    —Te lo ruego, ten mucho cuidado.
    —No lo dudes, volvere.

    Ambos se besan y Edward sale junto con sus dos amigos. Afuera esta Ciaran y su grupo esperando a que salga o sino irrumpir en el domicilio.

    —¡Sabemos que estas ahí Edward! ¡Sal ahora mismo, no tenemos ningún obstáculo para entrar por la fuerza!

    Edward y sus compañeros salen tranquilamente sin mostrar temor.

    —Caballeros y señoritas, no tengo idea a que viene todo este espectáculo que están haciendo, pero están irrumpiendo en mi hogar y además no solo amenazan—dice con una voz calmada para demostrar que no se siente intimidado—¡Si no que también asesinan a uno de mis amigos!—Exclama con bravura.
    —Por fin das la cara, ceniza bastarda—Exclama Ciaran de manera insultante.
    —Tienes un castigo pendiente de parte de nuestro gran señor, así que, rindanse o morirán.
    —Supongo que sabemos la respuesta, ¿no es así?

    De repente, Parches salta y hace un ataque giratorio con su alabarda. Algunos arqueros le disparan para herirlo pero no logran atravesar la gruesa armadura de Parches, así que algunos terminan mutilados o decapitados. Anri se una a la acción cortando el cuello y atravesando el pecho de algunos soldados y guardianes de la pintura a la vez que se cubre y golpea con su escudo. Edward realiza un tajo remolino para matar a varios enemigos y clava su espadón en el estomago de un guardian de la pintura. Unos arqueros disparan a Anri mientras esta peleando con otros solados. Parches la portége con su armadura y los parte a la mitad con su alabarda.

    —Eso no es muy caballeroso—Exclama vacilante.

    Edward salta hacia atrás para esquiva el golpe de un soldado con hacha y luego salta hacia el, clavándole su espadón.

    Ciaran y sus amigas se dan cuenta que el ejercito no podrá solo.

    —Demostremos como se pelea en nuestra ciudad.

    Ciaran saca sus trazadoras, Shira saca su extraña hacha y campana y La caballero saca su estoque con su daga de paradas. La enmascarada se abalanza sobre Parches y clava su tazador plateado. La armadura protege al luchador y esta patea a Ciaran, luego intenta partirla con un barrido horizontal. Ciaran salta para esquivar y caer sobre el. Parches salta hacia atrás y hace un ataque hacia abajo. Ciaran para y desvía el ataque. La caballero de bronce desafía a Anri mientras imbuye su estoque con poder de la luna oscura. Anri responde imbuyendo su arma en fuego con una resina. La mujer de bronce realiza varios cortes en diferentes direcciones. Anri los repele con su espada y hace que estas choquen continuamente mientras pelean. La caballero atraviesa ciertas partes de Anri pero no hace cortes muy profundos. Anri responde cortando parte de su cadera. La mujer de bronce corta un poco de la tela de la armadura de Anri. La chica espadachín golpea a la caballero con su escudo en el rostro. Esta se aturde y queda algo atontada. Anri aprovecha para atravesarla. La mujer desvía el ataque con su daga de paradas y hiere considerablemente el hombro de la chica. Anri queda algo adolorida pero expuesta a ser atacada. Parches la asiste embistiendo a la mujer de bronce pero Ciaran lo estaba siguiendo y lo ataca. Edward asesina a un guardian de la pintura partiendo su cabeza en 2 con el espadón. Uno de los guardianes le lanza uno de sus pinchos. Edward lo atrapa y se los lanza devuelta, matándolo. Shira le lanza una flecha eléctrica desde su campana sagrada. Edward la esquiva y encara a Shira. Esta rapidamente le hace un barrido horizontal. Edward alza su pierna y detiene el ataque gracias a sus botas de hierro negro. Shira se sorprende, pues nadie podría normalmente hacer eso. Edward aprovecha y golpea a Shira en el torso con su espadón. Shira cae e inmediatamente lanza otra flecha eléctrica para evitar que Edward le caiga encima. Edward se cubre con su arma e intenta hacer un ataque de barrido. Shira clava la parte inferior de su hacha para detenerlo. Edward siente algo de dolor pero no es nada grave. Shira golpea su hacha en el suelo. El cadaver clavado en el emite un grito muy escabroso, luego esta clava su hacha en el suelo. El cadaver emite un grito aun mas fuerte y genera una onda. Edward el lanzado y choca fuertemente contra una estatua.

    —"Maldita sea...¿de done salió toda esta gente?"—Pregunto en su mente adolorido.

    Debido a todo el escándalo realizado por esta pelea, muchos ciudadanos acudieron a las autoridades del sitio, por lo que un grupo de caballeros con armaduras azul claro, coronas doradas, escudos medianos del mismo color azul que blanden tanto espadas curvas como guadañas se encuentran camino a la zona de conflicto. Entre los ciudadanos aterrados, hay una persona muy curiosa que lleva una armadura blanca muy gorda que pareciera tener forma de una cebolla, un escudo redondo con un pincho en el centro y un gran mandoble con 2 empuñaduras el cual se siente intrigado por el alboroto y va a revisar que ocurre. La pelea prosigue, pero tanto Edward como Anri y Parches lucen agotados y en desventaja.

    —No puedo creerlo, son demasiado residentes...—Alega Anri con cansancio.
    —¿Y ahora que? No podemos dejarlos ganar.

    Edward permanece en silencio, pues no sabe que hacer y se siente mal por sus seres queridos que fallecerán si pierden. Ciaran rie de manera muy maliciosa y cruel a ver tal desesperación.

    —Vaya, quiza asesinaste casi todo un castillo junto con sus principes, pero sigues siendo tan debil ante nosotros.

    El grupo de caballeros llega al sitio para detener el conflicto.

    —¡SE ACABO! TODOS SUELTEN SUS ARMAS Y RINDANSE! ¡POR ORDENES DE NUETRA QUERIDA REINA FELICIA! ¡LES ORDENAMOS ENTREGARSE!

    Ciaran se da cuenta que se estan exponiendo demasiado.

    —¡Retírense! ¡Vámonos de aqui!
    —¡¿Que estas haciendo?!—pregunta la mujer de bronce desconcertada.
    —¡No vamos a exponernos! ¡Hay que irse!

    El ejercito de Ciaran huye de la ciudad a travez de un puente. De entre estos caballero aparece una mujer con armadura plateada oscura, una una corona con una tela oscura que cubre parcialmente su cara y un velo largo azul semi transparente.

    —Ustedes 3, tienen mucho que explicar sobre esto—Afirma la mujer con una voz autoritaria.
    —¿Nos rendiremos ante ellos?—Pregunta Parches.
    —Son las personas que me dieron este hogar, no puedo masacrarlos solo por que sí, ademas hacen su trabajo.

    Los 3 dejan sus armas en el suelo y deciden rendirse. Los caballeros se acercan para retenerlos. Un rugido estruendoso se escucha a los lejos. La mujer de velo revisa que fue eso y ve con una gran impresión como un dragon esta posado en una de las colinas de Irithyll.

    —¿Ocurre algo general?—Pregunta uno de los caballeros.

    Del cielo aterriza nada menos que el primogénito y rey al que Edward se enfrento.

    —Creanme, no les conviene encerrar a ese hombre—Les asegura el primogénito.

    Todos están paralizados por la sorpresa, sobretodo Edward.

    —"No puede ser...".

    [​IMG]
    (Archivos dentro de Anor Londo. Arte conceptual del juego)

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    Shira, mujer a cargo de cuidar los Archivos

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    La espeluznante hacha blandida por Shira

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    Yorshka, chica de los archivos cuidada por Shira. Autor: https://www.deviantart.com/sgjin

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    Gough, el gigante amigo de Ciaran. Autor: https://www.deviantart.com/sgjin

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    Asentamiento donde Parches y Greirat fueron atacados. Nota: El gigante de la imagen no existe en el relato

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    Pinchos lanzados por Ciaran y los guardianes

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    Guardianes de la pintura y fieles seguidores de Ciaran. Autor: https://imgur.com/user/sackclothsamuel
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    Perros no muertos que atacaron a la enmascarada

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    Anri junto con su fallecido compañero.

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    La nueva armadura y arma de Parches. Autor: https://www.deviantart.com/sethnemo
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    Irithyll, ciudad donde Edward vive y donde se desarrolla el combate final.

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    Caballeros que se presentaron al conflicto en su ciudad

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    Caballero que se sintió intrigado por todo el escándalo

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    General de los caballeros de Irithyll o la mujer de velo. Autor: https://art.alphacoders.com/arts/view/129835
     
    Última edición: 9 Junio 2020
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  13.  
    AshenKnight

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    Y aquí esta el capitulo 4 de esta serie. Mil disculpas si se hay mucha información que procesar o muchos cambios de escena, realmente me costo organizar esto de manera decente y pido su comprensión. Fuera de todo eso, espero que se entretengan y que se interesen mas por esta historia basada en una de mis sagas favoritas de videojuegos c:
     
  14.  
    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    ¡Hola Ashen! Nuevamente comienzo felicitándote por tus avances, la escritura es cada vez más pulida y las descripciones mejores. Me gusta mucho leer capítulo por capítulo porque así puedo darme cuenta de este tipo de cosas que de otra manera sería más difícil. Sigue trabajando y mejorando, entre más escribas más aprenderás c:

    Sobre el capítulo, me sorprendió mucho la letalidad y frialdad de Ciaran, seguro desde el momento que perdió a Astorias se volvió tan fría al grado de no solo disfrutar matar, se nota bastante que disfruta de hacer daño y la mayor cantidad de sufrimiento a sus víctimas. Lo que más me impactó fue la muerte de Greirat, no me esperaba un final tan doloroso para él, pero ahora sabemos que Parches es completamente fiel a Edward.

    Una guerra se acerca, por desgracia las acciones de Edward no le permitieron escapar de su destino, ahora tendrá que pelear y salvar a su familia. Solo espero que la guardiana y él tengan la vida que tanto desean, pero a estas alturas me parece algo difícil.

    Saludos c:
     
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    Título:
    Aventura Souls: La batalla de los reyes.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    7645
    Advertencia: Esta es una historia basada en la trilogía conocida como "Dark Souls". La gran mayoría de los personajes y elementos presentados aquí no son de mi propiedad y pertenecen al genio creado Hidetaka Miyazaki, presidente de Fromsoftware. Esta historia contiene partes de mucha violencia tanto física como verbal, no recomendado para menores de 16 años, se recomienda discreción.
    Capitulo 5: ¿Preparando una dulce victoria o una inminente derrota?


    Los caballeros que tenían al latente y sus compañeros retenidos retroceden un poco ante semejante presencia. Edward lentamente se acerca un poco a el rey mientras agarra su espadón.

    —¿Me recuerdas?—Pregunta el Primogenito.
    —Totalmente, ¿Qué haces aqui?
    —Me he enterado de los que vos hiciste y como rechazaste el destino del latente común, pero sospeche de que un ataque así ocurriría, tenia que venir a poner orden.
    —¿Pretendes decir que vienes a ayudar?
    —Si, y a proponerte algo también, pero necesito saber si estas dispuesto a confiar en mi.
    —¿Disculpa, pero quien eres tú?—Pregunta la mujer de velo intrigada.
    —Señorita, si dijera exactamente quien soy, me trataría de loco o mentiroso.
    —Adelante, dilo, tal vez creamos en vuestra palabra.

    El rey suspira y accede.

    —Soy el rey sin nombre, primogénito del sol he descendiente del señor Gwyn, exiliado de la ciudad de Anor Londo por una simple propuesta de paz y armonía.
    —¿Propuesta de paz? Según tu famoso relato, traicionaste a toda tu familia y por eso fuiste echado de ese sitio—Replica Anri.
    —Claro, mi padre con tal de dar una imagen positiva cuenta cualquier calumnia—Responde el Rey.
    —Bueno, ¿porque no nos cuentas tu versión de los hechos?—Propone la caballero de velo.
    —Como gusten—Dice el rey con seguridad.

    Un flashback nos traslada a la ciudad de Anor Londo en la cúspide de la Era Del Fuego. Una mujer de cabello rojo y que tiene una vendas blancas rodeando su cuerpo se encuentra junto al rey sin nombre, esta chica tiene una notable cara de preocupación en su rostro.

    —Hermano, te lo imploro, no causes mas problemas en nuestro hogar—Le ruega la mujer.
    —Entiéndelo, esta guerra es una completa masacre injustificada, los dragones no son lo que tu crees.
    —Pero nuestro padre no lo aceptara, no lo intentes por favor.
    —El me escuchara, hazme caso.

    Gwyn entra en la sala para asistir a su hijo.

    —¿Para que me has llamado? Necesito comandar esos ejércitos.
    —Padre, necesito que me escuches, es algo que no esta viendo y quiero hacérselo saber.
    —¿De que trata?
    —Toda esta guerra, esta batalla que mas bien es una matanza, esta siendo completamente injustificada.
    —¿De que hablas? Estoy protegiéndolos a ustedes y nuestro hogar.
    —¿Protegiéndonos de que? Los dragones solo vivían de manera pacifica, ellos no atacan a menos que se sientan amenazados.
    —Son bestias salvajes y conquistadoras, no tienes pruebas para probar lo contrario.
    —Yo conocí a muchos de ellos, solo quieren su parte en el mundo, y tu junto tu gente los estas matando.
    —!¿Me estas diciendo que anduviste juntándote con esos monstruos?!—Pregunta el padre enfadado.
    —Tenia que saberlo, y ahora estoy intentando pedirte un simple trato de paz.
    —Eres una desgracia para esta familia, yo te traje para que asesinaras dragones ¿y ahora resulta que sientes empatía por ellos?
    —Y tu eres un egoista, ¡tu y tus compañeros "señores" solo quieren poder y dominio por encima de todos! No son capaces de compartir algo con los de otra clase, y eso me repugna.

    Gwyn agarra a su hijo del cuello de manera furiosa.

    —Esa a sido la ultima palabra que tienes conmigo. Desde hoy, ya no te reconozco como mi primogénito y no tienes mas lugar sobre esta ciudad, pues yo, Gwyn, padre de la luz solar te exilio de mi ciudad y de mi familia.
    —Padre, ¡por favor deténgase y entiéndalo!—Suplica su hermana.

    Gwyn genera una especie de llama y posterior maldición que provoca la terrible quemadura en su mentón y boca, seguido de esto, Gwyn lo arroja por la ventana.

    —El ya no es mas tu hermano, solo es un traidor que eligió su propio y cruel destino.

    Gwyn se retira para volver al campo de batalla y Gwynevere mira a travez de la ventana preocupada.

    El flashback termina y retornamos a Irithyll.

    —Luego de aquella caída, sobreviví de milagro pero no tenia ni las fuerzas ni el valor de enfrentar a mi padre, entonces huí. Esa maldición que puso en mi, su propio hijo, aparte de dejarme esta horrible quemadura—El rey muestra su boca y mentón quemados—Me hizo olvidar mi propio nombre, y de algún modo hizo que los demás también lo hicieran. Así es como Gwyn trata a sus aliados y a su familia, si siguen sin creerme, ¿pregúntense que hizo el padre Anor Londo cuando su hijo Gwyndolin fue devorado por el siniestro Aldrich?

    —Tiene razón en eso, el esta diciendo algo verdadero—Afirma la mujer de velo.
    —¿Así que ya crees en mí?
    —Yo también era parte de esa realeza, servia en la segunda catedral, la cual fue erigida aquí y la pueden ver—Asegura mientras señala a una lejana catedral atrás de la ciudad.
    —Entonces, diles lo que paso, como te compensaron por ello.
    —Lo unico que hicieron fue abandonarnos, dejarnos a merced de esos 2 miserables, me tomaron como esclava y caballero a la fuerza, lo mismo con nuestra querida Felicia, quien ahora es nuestra amada princesa. Y cuando Gwyndolin enfermo y después fue devorado, Gwyn ni siquiera se presento.
    —¿Ya lo ven con claridad?—Pegunta el rey.
    —Supongo que tienes tus razones mas que claras ¿Que es lo que propones?—Pregunta el latente.
    —Primero solicito la entrada a mis caballeros de elite, ellos deben saber el plan.
    —Adelante, que pasen—Autoriza la caballero.

    El primogénito se voltea y empieza acariciar su lanza.

    —¿Que va a hacer?—Pregunta Anri intrigada.
    —No tengo idea, pero algo relacionado a los rayos seguro—Afirma Edward.

    El rey alza su lanza y deja caer un rayo en el rio.

    En una pequeña colina están Havel y Ledo junto 2 caballeros nuevos, uno de ellos tiene una ropera con un mango dorado bastante precioso, un escudo pequeño y de color negro, una armadura similar a la de Anri y un arco y flecha en su espalda. El otro caballero tiene un casco de acero con forma cilindrica, una armadura blanca con hombreras de lana verde, un dibujo de un sol en el centro del peto, brazos de malla con unos brazaletes blancos de acero en cada muñeca, botas de hierro, un escudo redondo bastante grande, una espada recta común y un talisman en su cadera.

    —Esa es la señal, vamos equipo—Manda Havel con voz de general.
    —¿A quienes se supone que vamos a visitar?—Pregunta el caballero del sol.
    —Pues son gente que ayudaran a un plan que tiene en mente nuestro rey—Responde Ledo.
    —Quien diría que al final pediría ayuda externa—Dice el caballero de ropera con algo de sarcasmo.

    El grupo de guerreros se dirige al puente de la ciudad.

    —¿Y todos esos caballeros dónde los conseguiste?—Pregunta Parches.
    —Muchos como Edward han encontrado su forma para descubrir mi reino, algunos como ellos se aliaron a mi, otros me enfrentaron y ya no están, a excepción del latente.

    La guardiana de fuego sale de la casa bastante preocupada de lo que pasa.

    —Edward...¿Estas bien? Siento desobedecerte, pero me preocupas tu y tus amistades—Asegura al guardiana con preocupación.

    El latente la abraza y besa su mejilla.

    —Tranquila, el peligro ya paso, estamos todos bien pero ahorita estamos en otra situación.
    —¿Que ocurre?
    —Tendremos una reunión, ahi explicaran todo.
    —Ya veo que advertir sobre el destino de ambos fue un muy buen movimiento—Dice el rey.
    —Te lo agradezco, me has dado la posibilidad de elegir una mejor vida.
    —De nada, aunque sinceramente pensé que ignorarías mis palabras.

    El grupo de caballeros llega hasta el lugar del combate.

    —Un gusto entrar y sentir la brisa de esta bella ciudad, espero que nuestra presencia no os moleste—Dice la roca con respeto.
    —Puede que nuestra presencia luzca amenazante, venimos con intensiones pacificas y diplomáticas—Afirma el caballero del sol.
    —¿Y ustedes son?—Pregunta la mujer de velo.
    —Havel la roca, antiguo general de los ejércitos de Gwyn e obispo de la senda blanca.
    —¿Havel? Ese nombre es toda una leyenda alrededor de Lothric—Dice Parches a Anri.
    —También eh oido, un sujeto con la fuerza equiparable a la de un gigante, me da escalofríos saber que lo tenemos ante nosotros—Afirma ala chica de Astora.
    —Yo soy Ledo, conocido como el excéntrico caballero de Anor Londo y ex caballero de plata—Afirma el caballero mientras presume su gran martillo.
    —Principe Ricard, hijo del antiguo rey de Balder y el caballero viajero—Cuenta el caballero e ropera dorada mientras hace una reverencia.
    —Y yo soy el caballero Solaire de Astora, antiguo guerrero de la luz solar al servicio de Gwyn.

    Anri se sorprende y alegra al ver a otro de su tierra.

    —¡Muy gratificante de ver a otro caballero de mi patria!

    Solaire rie de manera amistosa.

    —Un gusto en conocerlos a todos.
    —Como ven, todos a excepción de Ricard fueron aliados del señor de la luz solar, pero lo dejaron.
    —Aparte de aliarse con ese despreciable duque Seath, ni siquiera le importaban sus propios aliados y caballeros, como el famoso Artorias—Les asegura Havel.
    —A pesar de a ver sido uno de ellos, sin empachos dire que los caballeros de plata eran menos que carne de cañon para su señor.
    —Dejando a un lado eso, dime Edward ¿Estas dispuesto a unir fuerzas en contra de este mal?—Pregunta el monarca.
    —Después de todo lo que vi, tomare el camino de la alianza—Replica el ser de la ceniza.
    —Sabia decision, supongo que sabes qué significa esto.
    —Una guerra contra Anor Londo.
    —Si, por lo que veo e intuyo vos tienes muchos aliados que conociste en tu camino.
    —Si, gente que ayude o me ayudaron los cuales también tienen sus propios aliados.
    —Los mismo con mis caballeros, esas son las fuerzas que pretendo unir para triunfar ¿Tomaras el riesgo?
    —Si es la única manera de poder vivir en paz, la tomare. La cosa es, quien me acompañaría.
    —¡Cuenta conmigo! Te apoyare en esto—Dice Anri con entusiasmo.
    —Creo que debo redimir la promesa que rompí con Greirat, así que también me apunto—Asegura Parches.
    —Perfecto, todavía falta mas gente que no se encuentra presente, por lo que hay una reunion pendiente.
    —Maravilloso, entonces creo que nos irnos, llama a todos los que conozcas y prepárate para lo que viene.
    —Lo hare, aquí nos organizaremos. Por cierto, ten esto—Dice el campeon de la ceniza mientras ofrece un trozo de su señal.
    —¿Y esto que es?
    —Mi señal, para que informes cualquier cosa.
    —Te lo agradezco, pero realmente no se como funciona esto.
    —¡Yo soy un experto con este artilugio! ¿Me permite su alteza?—Pregunta Solaire.
    —Bueno, tu tendrás su señal entonces.
    —Cualquier mensaje para el rey me llegara a mi y yo se lo comunicare.
    —Me parece bien, así nos organizaremos.
    —Prefecto, entonces nos vemos, avísame cuando tu equipo este completo.
    —Tenlo por seguro.
    —¡En marcha! ¡Volvamos a nuestro reino!

    El monarca y sus caballeros abandonan la ciudad.

    —Bueno, espero de corazón que todo este daño pueda arreglarse, no fue nuestra intención—Ruega Edward hacia la general.
    —Ya entendemos el porque de todo esto, aun así, deberías darle una visita y una posterior disculpa a nuestra princesa.
    —Eso hare, pero primero necesitamos arreglar cosas entre nosotros, pido tiempo.
    —Como quieras, nosotros informaremos a nuestra querida Felicia sobre esto. ¡Muy bien todos! El espectáculo ya termino, vuelvan a sus actividades!—Exclama la general mientras se retira con su ejercito.

    —Entremos a casa muchachos, hablaremos mas a gusto.

    Edward, su amada y sus compañeros entran a su hogar. En un mirador cerca del rio de la ciudad, Ciaran esta con unos binoculares espiando todo junto con sus 2 complices.

    —¿Alianza eh? Veamos que opina tu padre sobre esta noticia, primogenito del sol—Dice Ciaran con una voz maliciosa mientras se retira con sus esbirros.

    El latente y sus acompañantes se relajan luego de tal situación.

    —Bueno...¿Cual es el plan?—Pregunta Parches.
    —Tengo que hacerle saber a todos mis conocidos sobre esto, entre mas ayuda, mejor.
    —Ser de la ceniza... ¿de verdad iras a una guerra?
    —Mi querida, entiendo perfectamente la preocupación que te atrapa, pero debes comprender que sin esto, jamas tendremos esa vida que anhelamos.
    —Pero si te pierdo...sera muchísimo peor...
    —No te dejare, tranquila tu sabes que volveré por ti, para ver esa hermosa sonrisa en tu rostro delicado.

    La guardiana abraza a Edward para calmarse. La puerta de la entrada suena.

    —Anri, mira quien es por favor.

    Anri abre la puerta y recibe al mismo caballero quien decidió ir a ver el disturbio.

    —¿Hola? ¿Quién eres?—Pregunta la chica.
    —¡Soy Siegward de los caballeros de Catarina! ¿Se encuentra Edward Sallow aquí?
    —Si, espera un poco. ¡Edward! ¡Este sujeto te conoce!
    —Dile que pase.
    —Entra, el te esta aqui.

    El caballero entra en la sala. Edward al verlo se sorprende gratamente, pues se trata de otro de sus amigos.

    —¿Siegward?
    —¡Edward! ¡A pasado mucho desde nuestro ultimo encuentro!
    —Si hombre, recuerdo nuestras aventuras durante mi camino.
    —Aquel demonio, cuando me rescataste de aquel poso en la catedral.

    Parches recuerda que el fue quien puso esa trampa y decide cubrir con su casco su cara por nervios.

    —Wow, si que conoces personas—Dice Anri sorprendida.
    —Ella tiene razón, tienes bastantes aliados—Reafirma la guardiana.
    —Fue una de las pocas cosas buenas que tuvo ser un latente.
    —¿Y ellos también son amigos?—Pregunta el caballero cebolla.
    —Por supuesto, mi amada guardiana de fuego, que es mas que una amiga—Dice entre risas— Anri, una valiente espadachín de Astora y Parches, un mercader con muchísimos dotes de pelea.
    —¡Un placer conocerlos a todos! ¿Tienen hambre? Pues conozco algo que ayudaría muchísimo.
    —Un momento, ¿Te refieres a esa sopa que tu hiciste en aquella cocina de Irithyll?
    —En efecto mi amigo, esa receta.
    —Suena a que es buena, hazla, nos interesa.
    —¡Muy bien! Yo, Siegward de los caballeros de Catarina, me pondré manos a la obra!
    —La cocina esta a tu derecha, se libre de preparar.

    Siegward se dirige a la cocina silbando.

    —Super simpatico, me cayo bien sin conocerlo realmente—Afirma la chica espadachín.
    —Procede de una fiesta donde las fiesta y la bebida es parte de su folclore, no es de extrañar esa actitud y entusiasmo—Replica el latente.
    —Su armadura es muy graciosa, parece una cebolla.
    —Si, pero les da una protección inigualable, como la de Parches.
    —Olvide decírtelo, esta armadura fue la que me creo mi alter ego llamado Lapp.
    —Ya veo, bueno, prosiguiendo en lo que estábamos, primero comunicare a todos los aliados de afuera sobre esto y después ire con la princesa de este sitio, para disculparme y para pedirle ayuda también.
    —¿Nosotros que haremos?—Pregunta el mercader acorazado.
    —No salgan de Irithyll, podrían encontrarlos, entrenen, entrenen duro, recuerden que hablamos de una batalla, probablemente la más grande jamas presenciada.
    —Lo tendremos en cuenta, estaremos listos para lo que sé avecine.
    —En buen momento cambie mi equipo.
    —Ese es el espíritu.
    —Recuerda también tener cuidado cariño, tanto de ti, como de tus amigos quienes han sido de mucho valor en estos momentos—Le recuerda su amada guardiana.
    —Por supuesto dulzura, nos cuidamos entre todos.

    Siegward regresa con una bandeja llena de bowls con una sopa de aspecto delicioso y que desprende un olor cautivador y agradable.

    —¡La cena esta lista! Disfruten camaradas.
    —Fantástico, ya el aroma es casi milagroso.

    Todos toman un bowl y degustan del platillo.

    —Esta delicioso, tienes dotes maravillosos para cocinar—Alega la chica con gusto.

    Siegward, quien se quito el casco revelando su rostro de veterano pero aun saludable para luchar y le responde.

    —Es un platillo clásico en mi patria, sopa de Estus, aunque algunos maliciosos le añadían Siegbrau o alguna otra bebida con alcohol para embriagar a los invitados.
    —Pues el sabor de la sopa es bastante fuerte, intuyo que eso camuflaba el gusto a alcohol—Supone Parches.
    —Exacto, algo infalible. Pero bueno ¿Me perdí de algo mientras no estaba?
    —Querido caballero de Catarina, vuestro camarada Edward tiene una petición que hacerle—Afirma el latente con una voz algo forzada.
    —Dígamelo, soy todo oídos.
    —Nos hemos visto en una situación que involucra un gran combate, en el cual se necesita caballeros con una gran destreza y valor ¿Te apuntas?.
    —Luego de que me ayudaste a cumplir mi promesa, me es imposible negarme ¡Por supuesto que sí!—Accede el caballero con entusiasmo.
    —¡Increíble! Como ven muchachos tenemos a otro aliado.
    —Me alegra que cada vez tengamos mas ventaja—asegura la guardiana con felicidad.
    —Saldremos victoriosos, se los prometo.

    El grupo continua degustando de su cena hasta que terminan toda la sopa.

    —Fue un festín muy sabroso, te los agradecemos—Dice la amada mujer de Edward.
    —Nunca esta de mas dar detalles así a los amigos.
    —Este a sido una de las mejores reuniones que he tenido chicos, pero va siendo hora de actuar—Avisa el ser de la ceniza.
    —Tienes razón, el tiempo apremia—Alega Anri.
    —Dejare el mensaje, luego me voy con mi guardiana a donde la princesa.

    Edward se arrodilla y con su saponita deja un gran mensaje dirigido a sus aliados antiguos.

    —Espero que respondan...
    —Lo harán, estoy segura de ello—Le dice su guardiana.
    —Muchachos, iremos a donde la reina, hablen entre ustedes, conozcan Irithyll, pero por favor no salgan, no quiero que nada les pase.
    —Estaremos seguros compañero, te lo prometemos—Le asegura el caballero cebolla.

    Todos se hacen un reverencia mutuamente y Edward se va junto con su amada.

    —Buen compañeros ¿Que tal una caminata?—Pregunta Siegward.
    —No seria mala idea, para despejarnos—Asegura Anri.
    —Vamos entonces, conozcamos Irithyll—Alega Parches.

    El grupo abandona la casa y se dispone a pasar. Mientras Edward y su amada se encuentran camino al hogar de Felicia se los ve algo preocupados por lo que podría pasar.

    —¿Realmente nos perdonara? Tengo miedo de lo que podría pensar luego de tal combate.
    —Ella es amable y comprensiva, iremos, le comentaremos nuestra situación y disculparemos por todos los daños.
    —Esperemos los mejor, aun así me siento nerviosa, nunca hemos estado frente a frente con la princesa.
    —Tu vas bien como estas, pero espero que mi aspecto después del combate no desagrade mucho al ambiente de la realeza.
    —No lo creo, no te vez tan mal—Le asegura entre risitas.

    La pareja llega hasta una catedral protegida por los caballeros de Irithyll.

    —Alto ¿Cuál es vuestro propósito aquí?—Pregunta uno de los caballeros.
    —Venimos a tener una conversación con vuestra doncella y autoridad.
    —Queremos pedir disculpas por el daño causado por el combate de mi amado contra ese ejercito.
    —Muy bien, armas afuera, cualquier otro tipo de daño o ataque contra nuestra querida Felicia sera penado gravemente.
    —Entendemos—Afirma mientras da su espadón a uno de los caballeros

    La pareja entra en la catedral. El interior es una sala enorme llena de caballeros y otros sirvientes de la realeza, en el fondo hay un trono de madera decorado con ciertas gemas en sus bordes y una gran alfombra azul que se extiende desde la entrada al trono. En el trono, hay una mujer de piel blanca algo pálida, pelo corto gris, una corona de color celeste con perlas y unas flores la cual esta unida a una mascara dorada, su vestido es también una armadura con parte metalizadas, haciendo una combinación de tela azul y metal plateado, en sus extremos de encuentran sus armas, una ropera negra de aspecto extraño a su derecha y una daga delgada con mango ondulado a su izquierda. Tanto el latente como su guardiana se arrodilla al llegar cerca de su trono.

    —Amada Felicia, nos es un honor inimaginable él estar dentro de su lujoso palacio y ante su majestuosa presencia—Asegura el latente de manera elegante pero nervioso.
    —Bienvenido al palacio real de Irithyll joven Edward y preciada Guardiana de fuego, tengo entendido que vosotros venid a darme ciertas explicaciones ¿Verdad?
    —Esta en lo correcto, queremos disculparnos por el hecho ocurrido en vuestra plaza.
    —Solo demando saber 2 cosas ¿Quienes eran? ¿Por qué te buscan?
    —Como usted tiene conocimiento, yo renuncie a mi deber como latente, para salvar a mí guardiana quien es ahora la mujer de mi vida.
    —Si lo entiendo y recuerdo que luego vinisteis a mi ciudad para buscar cobijo, continúen.
    —Esta decisión contento a mis amigos, pero a quienes no les hizo nada de gracia fueron a los habitantes y defensores de la gran Anor Londo, esa ciudad eternamente luminosa y colosal.
    —Entiendo, conozco de lo que me habla.
    —Ellos jamas estarán de acuerdo conmigo, por lo que intentaran asesinarme a mí y a mis conocidos, con el objetivo de que el ciclo vuelva a comenzar.
    —Comprendo, pero realmente no deseo mas ataques de este estilo, mi gente se empieza a sentir insegura y asustada.
    —Lo sabemos, por eso también traemos una solución, y es que hemos recibido la ayuda de un aliado formidable, aliado el cual supongo que vuestro general ya os a comentado.
    —Ella me hizo saber de ese primogénito, pero con todo esto ¿Me dices que alzaras una guerra en contra de la ciudad de los dioses?
    —Es la única esperanza que vemos, no deseamos vivir eternamente huyendo y escondiéndonos.
    —Tus intenciones se reflejan, pero ten en cuenta el tipo de rival al que estas retando.
    —Se muy bien que es una enemigo bastante poderoso, pero creo que hay veces en las que el riesgo vale y solo se puede triunfar tomándolo.
    —Bueno, aun así, te deseo muchísima suerte en ello.
    —Pero le ruego que espere, hay una cosa mas que pedimos.
    —¿Que desea?
    —Le imploramos que nos ayude con su ejercito en esto, entre mas fuerzas tengamos, más asegurada estará nuestra victoria—Le ruega el latente de forma suplicante.

    Felicia permanece unos minutos en silencio meditando.

    —Admiro tu determinación y también lo que hiciste por el Valle Boreal, pero mi respuesta es no.
    —¿No nos ayudara?—Pregunta Edward algo decepcionado.
    —Mira, desde que estoy al poder de este lugar, prometí una época de paz a sus habitantes, todo para remediar los que Sullyvhan y Aldrich provocaron en el pasado, por lo que preferimos mantenernos alejados de las guerras.

    Edward suspira pero acepta que no recibirá la ayuda de ella.

    —Reconozco que tiene razón, no le insistiré entonces.
    —Lo lamento, en serio, pero te deseo mucha suerte y que salgan todos victoriosos.
    —Se lo agradezco.
    —Gracias por no echarnos de casa—Agradece la guardiana.
    —Sin problemas, gracias también por dignarse a informarnos.

    Edward y su amada se paran, hacen una reverencia respetable y se retiran del templo.

    —¿Seguro que no necesitaremos la ayuda de ellos?—Pregunta la chica preocupada.
    —Estará bien, ahora solo necesitamos esperar a nuestros aliados.

    Mientras Edward habla, un mensaje aparece a su costado. El mensaje recita: "Compañero, soy Sirris, y gustosamente te ayudare, pero yo también necesito tu ayuda, reunámonos en el camino de los sacrificios". Edward revisa el mensaje a la vez que recuerda lo que la anciana del santuario le había pedido antes de morir.

    —¿Pasa algo cariño?
    —¿Recuerdas lo que la señora del santuario me pidió antes de irnos?
    —Si, me acuerdo ¿Sirris requiere ayuda?
    —Me lo acaba de pedir ahora, sabes lo mucho que necesitamos ayuda ahorita, tengo que asistir.
    —No te preocupes, se muy bien los necesario.
    —Por favor, como le dije a mis compañeros, no salgas de Irithyll, si te sientes insegura, acude a Felicia, ella te cuidara bien, tratare de volver los mas pronto.
    —Cuídate mucho cariño, como siempre no te hagas mucho daño.
    —Tu sabes que lo hare, volvere pronto.

    Ambos se besan y Edward se retira para ir a ver a su amiga. El escenario cambia a la ciudad de Anor Londo, Ciaran y sus acompañantes se dirigen a la cámara de Gwyn para informar de la situación. Ciaran decide entrar personalmente para poder hablar con Gwyn.

    —Mi señor, lamentamos ser portadoras de malas noticias—Afirma Ciaran con pena.
    —No me digas que ese latente se les escapo ese latente y su guardiana de fuego.
    —En efecto, pero el tenia la ayuda de 2 personas mas y las autoridades del sitio se involucraron , podríamos a ver quedado expuestos.
    —¿Eso es lo único que me tienes que informar?
    —Luego de haber salido, decidimos espiar un poco de las interacciones de esos habitantes, y le hablo muy enserio cuando le digo que se presento nada menos que vuestro primogénito.

    Gwyn se sorprende por semejante noticia.

    —Ciaran, te advierto que a mi no me hacen gracia las bromas de ese estilo ¿Estas hablando enserio?
    —Señor, yo seria incapaz de mentirle a usted, se lo digo de verdad y ademas, siendo que ya se conocen, tenemos la sospecha de quien revelo aquella información a Edward sobre los latentes.
    —Vaya...tantos años escondido del mundo, y ahora decide dar la cara.
    —Ellos planean atacarnos, al parecer unieron fuerzas para intentar destruirnos ¿Que le parece eso?
    —Veo que realmente los tercos nunca se rendirán ante la realidad, si tanto desean una guerra, entonces nosotros respondamos.
    —¿Que desea que hagamos?
    —Por ahora, necesito a mis fieles magos selladores en nuevo Londo.
    —¿Se refiere a Ingward y los otros magos?
    —Exacto, tengo un trabajo especial para ellos.
    —Como usted ordene ¿Algún otro pedido?
    —No, fiel asesina, solo recuerda que al iniciar esta guerra, ellos mismo sellaron su destino. No creo que pienses que un grupo de humanos resentidos y un traidor podrá realmente detenernos.
    —Por supuesto que no mi rey, les mostraremos la consecuencia de desobedecer a sus mayores.
    —Por eso eres la mejor en esto, ve y enorgullece a to amado caballero.
    —Eso hare mi señor, y mas que eso cuando tenga la oportunidad—Asegura mientras se retira y pone los ojos sombríos.

    Gwyn va al puesto donde alguna vez estaba una estatua de su primogénito.

    —Veo que por fin volveras a casa, insolente. Espero que no ansíes realmente enfrentar a tu padre y salir victorioso, ya perdí a mi hija favorita, así que realmente no te recomendaría venir, pero si insistes, al menos estate listo—Dice el monarca mientras acaricia su espada.

    El escenario cambie nuevamente, esta vez a una arboleda. En la base de unos arboles se encuentra una chica con armadura blanca con un corset marrón, velo del mismo color que la armadura, un estoque y un talisman. Edward la reconoce inmediatamente y va hacia ella.

    —Tiempo sin vernos Sirris, desde la ultima vez que me ayudaste en mi aventura—Asegura el latente.

    Sirris reconoce la voz y ríe de manera plácida.

    —Te he extrañado Edward, fuimos una gran pareja en esos viajes—Responde la chica de estoque.
    —Completamente de acuerdo, ten entendido que necesitas mi ayuda, tu querida abuela me imploro asistirte cuando lo necesites—Asegura el ser de la ceniza.
    —Si ¿Que fue de ella? Tengo entendido que abandonaste ese santuario y todos sus habitantes también.
    —Siento mucho decirte esto, pero ella prefirió quedarse, le pareció más cómodo que forzarse a andar por el mundo.
    —Me apena mucho, pero tiene razón, tenia los años encima—Afirma la nieta con voz melancólica.
    —No estes triste, recuerda que algún día la encontraras en el mas allá—Asegura Edward mientras le palmea la espalda.
    —Gracias, me llena más el animo.
    —Entonces dime ¿en qué necesitas ayuda?
    —Es un asesino serial, uno particularmente retorcido y de aspecto extraño, dice ser un "Sirviente del caos".
    —Déjamelo a mí esta vez, tengo una leve sospecha.
    —¿No pelearemos juntos?
    —Esta vez no, por favor, creo saber quién es.
    —Bueno, mucha suerte, lo vi por el lago que queda mas adelante.
    —Esto tomara un rato, nos vemos Sirris.
    —Cuídate mucho.

    Edward se adentra en la inmensa masa verde mientras corta la maleza con su espadón. Luego de moverse un rato, el llega al susodicho lago, en el cual hay un fogata y tienda de campaña puesta. De entre los matorrales aparece un caballero con una armadura negra cubierta de espinas cargando leña. Este caballero al ver a Edward suelta la leña por la sorpresa.

    —Lo veo y no lo creo, Kirk caballero de las espinas—Alega Edward sorprendido.
    —Menuda visita más inesperada ¿Acaso viniste a terminar el trabajo pendiente en la catedral?—Pregunta mientras saca una espada recta con espinas y un escudo con las mismas características.
    —No exactamente, tengo entendido que has estuviste amenazando a mi amiga, quien quizá nos este observando a lo lejos.
    —No me digas ¿eres amigo de esa escurridiza rata llamada Sirris?
    —Si, por lo que no te puedo permitir hacerle daño.
    —Luces confiado, tal vez me derrotaste en aquel primer combate que tuvimos, pero yo no me he quedado de brazos cruzados estos años.
    —Yo tampoco, como puedes ver.
    —Ese espadón no te servirá de nada contra mi, probablemente te quita el doble de tu velocidad.
    —No estes tan seguro de ello, compañero.
    —¿Por que no empezamos de una vez? Tengo una carrera de caballero que continuar.
    —¿Caballero? Es un curioso termino para llamar a un asesino.
    —Tu jamas entenderías esto, pero tampoco vivirás para aprender.

    Kirk se pone en una curiosa postura de combate. Edward hace lo mismo para luchar. El caballero espinoso salta y hace un ataque hacia abajo mientras se cubre con el escudo. Edward esquiva mientras hace una ataque giratorio que roza el casco de Kirk pero no hace daños graves. Kirk responde con un corte rápido horizontal. El latente realiza un barrido horizontal. Kirk se cubre con su escudo aunque por poco pierde pierde su postura. Edward lo persigue con un ataque de empuje. Kirk esquiva rodando cerca de Edward para que sus pinchos le hagan algo de daño y hace un ataque hacia arriba mientras mantiene su escudo levantado. Edward esquiva la apuñalada y patea al caballero de las espinas. Este cae hacia atras rodando para seguidamente levantarse. Edward lo persigue y realiza un ataque hacia abajo. Kirk lo esquiva corta parte de la armadura del pecho de Edward, haciendo que sangre un poco. Edward retrocede, mira su herida pero la ignora. Kirk realiza cortes diagonales ascendentes de izquierda a derecha. Edward repele los ataque con su espadón e golpea su casco con la empuñadura de su arma para intentar romperlo. El caballero esquiva el ataque y hace un golpe giratorio con su escudo. Edward recibe el golpe en la cabeza y a pesar de estar protegido con su casco, este se aturde un poco. Kirk intenta apuñalarlo en el pecho. Edward recupera la noción y evita el ataque con un ascendente grande. Parte de las espinas de Kirk se rompen por el golpe.

    —Maldito seas, mi armadura es una de las cosas que mas aprecio en este mundo, pagaras por eso—Asegura el caballero al latente con enojo.
    —Esas espinas poco harán si no sabes como esgrimir tu espada.
    —¡No juzgues mi estilo!

    Kirk toma impulso con su escudo para hacer abalanzarse con un corte vertical hacia el latente. Edward se cubre con su espadón y lo empuja hacia atrás. El caballero de manera furiosa empieza a realizar cortes en varia direcciones para causar hemorragia graves en el ser de la ceniza. Las espadas de ambos chocan varias veces mientras se bloquean entre ellos. Kirk logras asestar dos cortes en el brazo izquierdo de Edward. El latente retrocede un poco por el dolor de los cortes. El espinoso Aprovecha para apuñalarlo nuevamente. Edward se da cuenta de esto y demostrando fuerza sin igual, realiza un golpe vertical con su espadón usando una sola mano. Kirk se eleva de la fuerza del golpe y después se golpea en el piso, dañando mas su armadura, luego retrocede algo asustado y desconcertado.

    —"¿Como pudo hacer eso? ¿Como puede tener la capacidad de blandir semejante arma con un solo brazo?"—penso el caballero temeroso mientras se ponía de pie.
    —¿Es es el entrenamiento que haz realizado durante estos años?—Pregunta el latente de manera provocadora mientras cubre sus heridas con vendas.
    —"¡Mas encima me deja en vergüenza con esa maldita arpía de Sirris!"—¡No me derrotaras! ¡YO SOY KIRK, CABALLERO DE LAS ESPINAS!—Exclamo de manera majestuosa.

    Kirk de manera colérica realiza un ataque de empuje hacia delante mientras se cubre. Edward quien esta atento a sus movimientos, esquiva y de un espada amputa el brazo con el que su rival blandía su espada. Un chorro de sangre es disparado del brazo del caballero mientras se retuerce de dolor. Edward lo termina atravesando con su espadón, alza el cuerpo en el aire y lo tira cerca del lago. Kirk cae agonizante mientras deja un gran charco de sangre y remueve su casco para escupir sangre. Edward se acerca a el de manera amenazante.

    —Maldigo tu vida y todo lo que amas...eres despreciable...—Dice el caballero con un tono moribundo.
    —Quizá debiste haber elegido un camino mas adecuado.
    —Claro...como a ti nunca te importo nadie...nunca tuviste que salvar ninguna vida...solo eliminar gente de este mundo...

    Edward relaciona esto con lo que dijo Albert en el combate que tuvieron y pasa de estar satisfecho a sentir culpa de algo.

    —Sigue sintiéndote como un héroe el tiempo que puedas...todo cerdo visita el matadero al final...

    Edward siente bastante incomodidad y algo de temor al recordar lo de la batalla y no puede evitar relacionar ambas cosas. Sirris llega la escena.

    —Bien hecho compañero, haber si deja de asesinar gente a placer—Asegura la chica.

    Kirk ríe de manera delirante al verla.

    —Mira quien tenemos aquí... otra falsa justiciera que solo le importa su rango y no la verdadera seguridad ¿Te sientes feliz por lo que vez?
    —¡CIERRA LA BOCA!—Grita Sirris con enojo y apuñala el cuello de Kirk junto con su vena carotida, causando que muera desangrado.

    El caballero muere mostrando una semi sonrisa. Edward se siente algo horrorizado, pues jamas había visto un acto tan violento por parte de su amiga. Sirris mira a Edward con ojos de arrepentimiento y suspira.

    —Siento mucho por ese acto...no pude controlar mi enojo, ese sujeto llevaba años asesinando personas inocentes.
    —Bueno, al menos creo que esto resuelve un gran problema.
    —En parte si, pero esto no es el fin de todo, hay una cosa más y es muy peligrosa.
    —Cuéntamela, te ayudare también.
    —Quizá mi abuela ya te lo halla comentado, pero estoy buscando a mi abuelo, Hodrick el caballero sagrado, quien hace mucho dejo de ser el anciano que amaba y admiraba.
    —Tu abuela me lo dijo, pero también me advirtió que se a vuelto alguien muy peligroso.
    —Lo se, pero el no es del todo malo, esta mal de la cabeza, solo deseo darle el descanso que merece y que se junte con su esposa.
    —Bien, si ese es tu deseo, te ayudare, solo guíame hasta el.
    —Te lo agradezco de corazón, el se encuentra en una especie de foso cerca del asentamiento de los no muertos.
    —Yo te sigo ¿vamos hacia halla?
    —Pongamonos en camino—Ordena mientras limpia su estoque de la sangre.

    La pareja de caballeros abandona el cuerpo de Kirk y se van en busca de este caballero sagrado. Retornamos a Anor Londo con Gwyn quien esta en el patio de un jardín tomando té con otros nobles. Ciaran llega acompañada de un hombre con una tunica color carmesí, una mascara con pico color dorado, una lanza de doble punta que también parece ser un bastón de magia en su mano derecha y un cuchillo curvo color gris.

    —¿Usted me mando a llamar lord Gwyn?—Pregunta el sujeto enmascarado.
    —Hace mucho que no pisas Anor Londo ¿cómo a ido todo en la ruina?
    —Bastante normal, aunque hay cierta actividad de un culto creo.
    —Eso lo dejamos para otro momento, tenemos algo de mayor importancia ahorita—Afirma mientras se levanta y encara al hombre de tunica.
    —Coménteme, sabe que estoy dispuesto a obedecer.
    —Primero, Ciaran, avísale a tus compañeras y a tu amigo gigante que dare un discurso pronto, necesito puntualidad.
    —Como ordene su alteza

    Ciaran se retira del jardín.

    —En cuento a ti, Ingward, siendo que eres el mago mas excelso que he tenido en mis filas tengo una tarea de vital importancia.
    —Según me contó su fiel asesina, tenemos un enemigo que nos ha declarado la guerra.
    —Te dijo lo correcto, necesitare un líder para nuestras lineas de magos, los canalizadores y ciertos nobles de la antigua tierra de Oolacile están a la expectativa de un mago poderoso que los guíe, y creo que ese puesto os pertenece a ti y tus otros seguidores.
    —Muy halagador de su parte, aunque ¿Esta seguro que yo podría tomar el antiguo puesto del Duque Seath?
    —Por supuesto, tus magias están casi a la par de mi viejo amigo, serás un formidable rival para ellos.
    —Sera todo un placer defender esta majestuosa ciudad, junto a su gobernante, las cosas en Nuevo Londo empiezan a aburrir.
    —Perfecto, entonces ven conmigo, estarás junto a Ciaran en mi discurso.
    —Como ordene, honorable señor.

    Gwyn e Ingward se dirigen hasta el balcón de la catedral junto a Ciaran.

    —El puesto es todo suyo, informe todo lo que desee—Dice Ciaran mientras le da su sitio.

    Gwyn se encuentra ante todos sus defensores y seguidores. Bajo el esta Gough y hay legiones de caballeros plateados, cuchillas de luna oscura liderados por su general de bronce y por Shira, guerreros de la luz solar, guardianes de la pintura, canalizadores, nobles de Oolacile quienes visten con ropajes elegantes y bastones de aspecto bello y un grupo de magos que visten túnicas similares a la de Ingward. Todos ellos miran atentamente a su gobernante supremo.

    —¡Mis fieles seguidores y guerreros de la ciudad de dioses! No tienen idea de la felicidad que siento por verlos a todos aquí reunidos. La razón de esto es un poco inesperada, nuestros enemigos externos han jurado destruir nuestro hogar y todos sus habitantes, nosotros no dejaremos que eso ocurra ¡¿O si?!

    El publico grita de manera negativa ante las pregunta.

    —Y el ser atrás de todo esto es nada mas que nuestro antiguo traidor ¡El primogénito del sol! Quien nos dejo por esos despreciables y ruines dragones ¿Que destino merece tal acción?
    —¡MUERTE POR TRAIDOR!—Grita con alto pulmón toda la multitud.
    —¿Y para ese latente desobediente que rompio el ciclo que creamos?
    —¡ANIQUILACIÓN!
    —¡ENTONCES PREPAREN LA CIUDAD! ¡DEMUESTRENLES QUE NI SIQUIERA LOGRARAN ENTRAR EN ESTA FORTALEZA!

    La multitud se dispersa por varias direcciones y van a preparar todo. Caballeros de plata son liderados por Gough, quien les comanda ponerse en pocision para disparar con el arco. Soldados y caballeros liberan a unos monstruosos jabalíes de gran tamaño y les ponen armaduras, los indicados para jinetearlos usan mascaras con forma de jabalí y usan unas lanzas de enorme tamaño y anchura. Otros soldados con cuerdas liberan de grandes jaulas a gigantes los cuales se ven que están completamente subyugados, estos mismos ayudan a mover una gigantescas ballestas de triple disparo que son puestas en sitios estratégicos. Un grupo de caballeros plateados libera una imponente armadura de hierro plateado que blande una gran hacha y un escudo grande y redondo. Ingward lidera a los canalizadores y nobles de Oolacile para que vayan a sitios estratégicos para disparar. Criaturas pálidas voladoras con lanzas extrañas y gárgolas con hachas son liberadas también y se ven que están domesticadas. Ciaran entrena y posicióna a sus guardianes para hacer emboscadas. Gwyn mira con orgullo toda la organización que su ciudad tiene. Atrás de el y escondida se encuentra Yorshka, quien esta asustada por lo que Gwyn planea hacer.

    —"Asesinara a su propio hijo...y ademas planea otra masacre... debería poder hacer algo...¿Pero qué podría?"—Piensa con un gran angustia.

    Shira le topa el hombro con toda la intención de asustarla y soprenderla.

    —Vaya vaya, parece que alguien mete las narices donde no le conviene—Afirma la mujer con malicia.
    —Oh, Shira perdón, no es mi intención.
    —Un poco tarde para arrepentirse.

    Gwyn se voltea para ver que sucede.

    —¿Que significa esto?
    —Esta mocosa a estado husmeando en sus asuntos mi señor, creo que sabe mas de lo que debe.
    —Pequeña insolente ¡Llévala a los archivos! Luego de esto decidimos su castigo.
    —¡Esperen! ¡Por favor no lo hagan!—Suplica Yorshka.
    —¡Ven aquí!

    Shira a jala del brazo y obviamente la supera en fuerza. La mujer lleva a la niña a una celda en los archivos.

    —¡Diviértete con tu querida Filianore!

    Shira la tira a la celda y la encierra. Dentro de esta se encuentra Filianore, pero esta sigue padeciendo de su eterno sueño. Yorshka la mira y va rapidamente a donde ella para ver si la despierta.

    —!Princesa! ¡Por favor despierte!

    La niña acaricia la cara y pelo de la mujer durmiente pero todo es inútil. Ella se sienta triste alado de ella y suelta ciertas lagrimas.

    —Ahora ¿Que sera de mi, y de esa pobre gente que luchara en contra de estos monstruos?

    (Galeria de imágenes del episodio)

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    El anor londo falso ubicado atras de Irithyll

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    Principe Ricard de Balder, caballero de ropera dorada

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    Caballero Solaire de Astora, desertor de los guerreros de la luz solar

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    Saponita utilizada para mandar mensajes a gente que se encuentre lejos

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    Sopa preparada por Siegward para ofrecer a sus nuevos amigos. Autor: https://undeadchestnut.tumblr.com/

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    Rostro del caballero cebolla. Autor: https://www.artstation.com/hagios

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    Armadura/vestido y mascara utilizadas por Felicia. Nota: Esto solo es un ejemplo para ayudar a imaginar a los lectores, compárenlo con la descripción dada en el relato

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    (Ropera y daga utilizados por la princesa)

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    (Sirris, compañera de Edward. Autor: https://www.artstation.com/darkluster)

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    Kirk, caballero de las espinas. Arte conceptual del juego original

    [​IMG]
    Rostro del caballero. Autor: https://woodland-storyteller.tumblr.com/

    [​IMG]
    Ingward, hechicero supremos al servicio de Gwyn. Autor: https://www.deviantart.com/branwulfimus

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    Rostro de Ingward

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    Canalizadores liderados por Ingward

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    Jabalíes de guerra acorazados

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    Jinetes de los jabalies (Ignorar la espada que se muestra en la imagen) Autor: https://www.pinterest.com.mx/akirafudo/

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    (Gran lanza blandida por los jinetes de los jabalíes)

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    Gigantes esclavos que operan ciertas maquinarias inmensas. Arte conceptual del juego original

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    Ballestas gigantes para defender la ciudad. Arte conceptual del juego original

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    Armadura de hierro liberada por los caballeros plateados. Arte conceptual del juego original

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    Celda donde fue encerrada Yorshka junto con Filianore

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    Demonios pálidos liberados para la batalla

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    Gárgolas con hacha liberadas también para la guerra. Arte conceptual del juego original
     
    Última edición: 18 Mayo 2020
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    AshenKnight

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    ¡Y aquí tienen el cap 5 de este fic! Uno particularmente largo y que ha sido más dialogo que acción, pero eso a veces es necesario, aun así, espero que lo disfruten y se sientan mas interesados por el desarrollo de la historia.
     
  17.  
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    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    ¡Y por fin estoy aquí! Tal vez sea porque leí el capítulo en varios días que mi parte favorita resultó ser el final. El discurso del rey y la escena de todos organizándose me puso la piel chinita, imaginando toda la imponente ciudad organizada solo puedo sentir preocupación por los protagonistas que seguro no todos la librarán...

    Debo decir que mi personaje favorito es la guerrera Ciaran, tiene algo que cautiva y realmente empatizas con ella aún con su letalidad tan evidente.

    Y espero ansiosa noticias de Yorshka que fue la última revelación del capítulo, espero pueda escapar y no sea cruelmente torturada o asesinada.

    Saludos c:

     
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  18. Threadmarks: Capitulo 6
     
    AshenKnight

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    Título:
    Aventura Souls: La batalla de los reyes.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    7876
    Advertencia: Esta es una historia basada en la trilogía conocida como "Dark Souls". La gran mayoría de los personajes y elementos presentados aquí no son de mi propiedad y pertenecen al genio creador Hidetaka Miyazaki, presidente de Fromsoftware. Esta historia contiene partes de mucha violencia tanto física como verbal, no recomendado para menores de 16 años, se recomienda discreción.
    Nota (Por favor leer esto antes de continuar): Este episodio en especial contiene escenas de agresión física, verbal y sexual, si eres susceptible a esto te ruego no leer el capitulo o tener discreción. QUEDAS AVISADO.

    Capitulo 6: Apuñalado por la espalda

    Edward y Sirris llegan hasta la entrada de una cueva llena de raises y jaulas rotas con cadáveres putrefactos dentro.

    —Aquí es donde el se esconde y trae las vertebras de sus víctimas....—Afirma la nieta con tristeza.

    —Este sitio me da escalofríos y huele a podredumbre ¿Como pudo acabar aquí?
    —La locura después de una guerra lleva a hombre respetables al submundo de asesinos crueles.
    —Siento mucho que un familiar tuyo sufra tal destino.

    Los 2 caballeros se adentran en el foso. Al otro extremo se encuentra un altar hecho de calaveras y otros huesos humanos, decorado con velas. Frente a el, hay un caballero con una armadura de bronce pero oxidada y desgastada, mostrando sus años de uso y la baja calidad de vida que su portador tuvo, un sombrero del mismo materia con una tela azul que cubre su boca y nariz dejando solo sus ojos de locura, un escudo redondo con protuberancias en el centro y una espada flamígera con doble empuñadura.

    —Por fin te encuentro...justo como te los prometí...¿recuerdas?—Pregunta Sirris mientras se acerca a su abuelo.

    El abuelo caballero se levanta y encara a ambos.

    —Vaya, mi querida nieta a decidido unirse a la familia, incluso trajo a un sacrificio—Expresa Hodrick con una risa demencial.
    —¿No te has olvidado de mi, verdad Hodrick? Aquel indefenso guerrero al cual atacaste en el asentamiento—Pregunta el latente recordando la primera vez que vio al caballero.—
    —Oh, claro que me acuerdo, huiste de mi asustado luego de que por poco arrancaba tus huesos para mi altar.
    —No era mas que un novato sin experiencia, creo que ahora estamos igualados.
    —¿Solo a eso has venido?—Pregunta el caballero a su nieta.
    —Perdóname abuelo, probablemente no lo recuerdes, pero te prometí que si tu mente se retorcía, yo iría a darte el descanso eterno que mereces. No puedo permitir que un hombre tan respetable y valeroso se hay transformado en esto.

    Hodrick apunta a ambos con su flamígera.

    —Me temo que desde que pisaron este lugar, ya se volvieron parte de la familia, no los dejare escapar.
    —Nosotros tampoco huiremos hasta cumplir nuestro objetivo—Manifiesta el ser de la ceniza.

    Sirris imbuye su estoque con el poder de la luna oscura y se pone en guardia. Hodrick corre y realiza un barrido horizontal para cortar el cuello de ambos. La nieta esquiva y realiza varios cortes en la cintura y hombro de su abuelo. Edward por su parte detiene el ataque para dar ventaja a su compañera. El abuelo realiza un giro cortante para atacar a Sirris. Esta esquiva aunque por poco la espada corta parte de su nariz. Edward saca ventaja y hace un ataque hacia abajo. Hodrick cubre el ataque con su escudo intenta apuñalar a el latente. Edward esquiva aunque la hoja de la espada roza su cadera. Sirris viene por atrás y corta parte de sus muslos. El abuelo realiza una patada trasera y la tumba. Edward realiza un barrido horizontal. El caballero para el ataque con su escudo e intenta apuñalar a Edward en el pecho. Sirris atraviesa parte de la armadura con su estoque. Hodrick siente un dolor considerable aunque no le toma mayor importancia y golpea a su nieta con su escudo. Edward corta parte de su espalda. El viejo caballero furiosamente se gira para cortar el cuello de su atacante. Edward repele el ataque y corta parte del cubre bocas del abuelo, revelando parte de su rostro demencial. Este retrocede y arroja su escudo, luego genera una llama en su mano izquierda y toca su pecho con ella. Un aura roja rodea al viejo mientras que este agarra su espada a 2 manos y los apunta con una postura de combate.

    —¡Es hora de que el combate real empiece!—Exclamo Hodrick.

    El viejo luchador salta para cortar parte del pecho al latente. Edward lo interrumpe con un ataque de barrido. Sirris realiza cortes horizontales contra su abuelo. Hodrick hace un empuje frontal contra su nieta. La chica desvía el ataque con su estoque y atraviesa su hombro. El hombre sangra pero logra cortar parte de corset de su nieta. Edward intenta apuñalarlo por detrás. El abuelo da un giro cortante y hiere parte del codo de Edward haciendo que este baje la guardia. Sirris atraviesa su rodilla y el abuelo de desestabiliza. Edward recupera su postura y penetra la armadura y el estomago del viejo desquiciado. Hodrick cae en el agua haciendo que esta se torne roja por la sangre. Su nieta se acerca a el lentamente sintiendo pena por su abuelo.

    —Nunca hubiera deseado que terminara así...pero no tengo más elección—Afirma su nieta con tristeza.

    El abuelo comienza a reír como un demente, parece estar delirando antes de fallecer.

    —Nieta querida, me llena de orgullo que vayas a hacerme parte de la familia a la fuerza...

    Sirris decide seguirle el juego a su abuelo para hacer todo menos doloroso.

    —Si, querido abuelo, pronto te reencontraras con tu esposa.

    La chica atraviesa la frente de su abuelo mientras cierra los ojos para no ver la escena. Hodrick cae muerto en el agua llena de sangre.

    —Buenas noches, querido abuelo—Lamentaba mientras pone la flamígera y escudo de su viejo en el pecho del mismo.
    —Esperemos que muerto encuentre la paz que merecía en vida—Dice el latente a su compañera.
    —Agradesco de corazón tu ayuda, esto no hubiera sido posible sin ti.
    —Somos amigos, eso es lo que hacemos, ahora yo necesito pedirte algo.
    —Bueno, dime de que se trata, con gusto te devolveré el favor.
    —Estoy siendo atacado por un grupo de sujetos, junto con varios aliados estamos planeando una respuesta a los ataques, no nos viene nada mal algo de tu asistencia.
    —Entiendo, te apoyare, pero necesito saber mas afondo como harás esto.
    —Lo explicare en Irithyll, ahorita avisare a mis amigos que todo esta listo, solo queda hacer la reunión—Afirma mientras escribe una mensaje en el suelo.
    —Yo también debo informar de que Hodrick falleció—Alega mientras también escribe un mensaje.
    —Yo te guío a mi hogar, sígueme—Informa mientras extiende su mano para levantarla.

    Sirris se levanta y juntos se disponen a abandonar la cueva. El escenario cambia a la cima del Archidragon, donde El rey y sus caballeros están reunidos para hablar de su plan.

    —Muy bien su alteza ¿que propone como primer paso para esta batalla?—Pregunta Havel.
    —Nos dividiremos en 2 grupos. Como ustedes intuirán, intentar acceder a Anor L0ndo desde la entrada principal es una burrada u suicidio—Asegura el primogénito.
    —En efecto, sus defensas arrasaron con dragones, bien podrían contra hombres—Manifiesta Ledo.
    —¿Como se dividirán esos grupos?—Pregunta Ricard.
    —Necesitaremos un grupo que distraiga a las fuerzas de mi padre a la salida, para eso necesito gente muy capacitada y resistente para protegerse de sus defensas. Así que, Havel y Ledo, ustedes estarán conmigo en el primer grupo junto con los caballeros de la sangre de Draco y hombres serpiente.—
    —Ok, nosotros los nos quedamos en la entrada ¿Verdad?—Pregunta la roca.
    —Gwyn liberara ciertas tropas, con eso quedaran distraídos y el 2 grupo lograra destruir ciertas defensas con su grupo de dragones—Comanda el rey.
    —¿Solo seremos Havel, yo y usted su alteza?—Pregunta el caballero Ledo.
    —Hoy visitare a Edward para organizar el grupo 2, en caso de que haya un sujeto igual de armado y capacitado como Havel y Ledo el se unirá al grupo 1.
    —¿Y el grupo 2?—Pregunta el caballero Solaire.
    —Como ya dije, ustedes se encargaran de destruir las defensas de la ciudad, tengo entendido que varias amistades de Edward tienen ejércitos propios, por lo que ellos estarán muy abastecidos para el ataque.
    —Habría que prestarles nuestra maquinaria y hombres serpientes gigantes para que tengan mas apoyo—Afirma Ricard.
    —Por supuesto, ahora ese es el plan por ahora, tengo que dirigirme hacia Irithyll, entrenen duro para lo que se viene.
    —Como ordene, su alteza, estaremos alerta de cualquier cosa—Promete la roca.

    El primogénito salta del precipicio y cae sobre su dragón. Ambos vuelan lejos del la cima. Nos trasladamos a la ciudad del Valle Boreal nuevamente. Edward se encuentra reunido con un grupo enorme de personas en hall principal de una mansión lujosa. Aparte de Parches, Anri, Sirris y Siegward, Orbeck el mago y Cornyx el piromantico vuelven a juntarse con el latente. También se encuentra presente un sujeto fornido y alto que viste una armadura hecha de un mineral raro con un casco en forma de gárgola, un enorme mazo con gárgolas talladas en el tope y un gran escudo redondo con un rostro femenino tallado en el.

    —Agradesco con toda mi alma a todos los aquí presentes por asistir a mi llamado—Expresa el ser de la ceniza.
    —¿A que se debe tanta ceremonia? Me siento emocionado de enterarme—Afirma el mago.
    —Como todos aquí sabrán, yo como latente deserte de mi deber de enlazar la llama por razones anteriormente explicadas.
    —Si, fue noble esa decisión, salvaste a un chica de su calvario—Manifiesta el anciano Cornyx.
    —Fue una gran elección, eso no lo negaremos, pero todo trae consecuencias—Asevera Edward.
    —¿Paso algo malo?—Pregunta el caballero gárgola.
    —Resulta que estos caballeros y fuerzas de Anor Londo han decidido darme caza a mi y al resto de latentes, simplemente no nos dejaran en paz hasta que todos hayamos fallecido y así reiniciar su bucle—Expone el Latente de manera directa y concisa.
    —Ya veo, comprendo tus motivaciones para algo muy arriesgado—Reafirma el caballero.
    —Por cierto, para que se conozcan mejor, este es Eygon de Carim, aquel caballero que ocasionalmente visitaba a la doncella Irina—Expone Edward sobre su compañero.
    —Hicimos una promesa que el a cumplido, por lo que ahora estoy dispuesto a devolvérsela.
    —¡Luces como un sujeto fuerte y valeroso! Serás un soldado de alto valor en la batalla—Expresa el caballero cebolla.
    —Te lo agradezco amigo, tu también luces poderoso con ese mandoble que llevas—Manifiesta Eygon.
    —Si, la Zweihänder, un espadón conocido entre caballeros de Catarina— Asegura Siegward.
    —Me parece fabuloso que te lleves bien con todos cebollín—Alega el latente.
    —Es necesario tener afinidad con tus compañeros de batalla—afirma el caballero cebolla.
    —¿Y como llevaremos esta operación? Suena a todo menos fácil—manifiesta y pregunta Cornyx.
    —Tenemos que esperar a un aliado que llegará pronto, el nos dará las indicaciones de nuestro trabajo—asegura Edward.

    Luego de varios minutos, se escucha ciertos truenos y el sonido de algo aterrizando.

    —Espérenme aquí, vuelvo enseguida—Informa el latente mientras se retira de la mansión.

    Afuera se encuentra con el rey quien esta expectante de saber sobre los equipos.

    —Bienvenido otra vez, el equipo esta listo, necesitamos tus ordenes.
    —Llévame a ellos, les indicare todo.

    Ambos hombres regresan a la mansión donde la reunión se lleva a cabo.

    —Muchachos, aquí esta el rey, el cual nos indicara todo—Informa el latente.
    —¡Un gusto en conocerlo, luce usted muy poderoso!—Afirma Siegward de manera exaltada y se arrodilla.

    Los demás también se arrodillan por respeto.

    —Edward nos a contado cosas de usted, tenemos la fe de que sabe los que planea—Intuye Eygon.
    —Prometo que si, ya he comandado con mis hombres nuestra parte del trabajo, ahora explicare la vuestra, pero antes necesito pedir algo—Manifiesta el monarca mientras mira a el caballero gárgola.
    —Dinos de que trata—Dice Edward.
    —Tu, el caballero con mazo y escudo ¿Estarías dispuesto a servir conmigo y mis caballeros en la batalla?—Pregunta mientras apunta a Eygon.
    —Pues, no estaría nada mal luchar a vuestro lado, pero debo preguntar ¿Por que yo?.
    —Tu armadura y equipo me transmiten que eres una persona fuerte y capacitada en el combate, no cualquiera blande un gran escudo acompañado con semejante martillo voluminoso y pesado. Si te unes a mi fila por ahora, estarás junto con otros como tu, sera un combinación muy efectiva.
    —Esta bien, creo que sera la mejor decisión a tomar, ire con usted y sus filas—Acepta Eygon mientras se acerca al rey.
    —Perfect0, ahora si, les explico: Vuestra vocación en esta guerra es destruir las defensas del enemigo. Mi ejercito y yo estaremos en las puertas de la ciudad, no podremos entrar, puesto que seria un suicidio, seremos en primeras una distracción para ellos, su grupo el cual debe estar conformado también por aliados de vuestra parte sera los cuales ataquen por sorpresa de otro ángulo y nos dejen la entrada libre.
    —Perdón por interrumpir, pero temo que no gozamos con los recursos necesarios para semejante operación—Alega Parches.
    —Eso lo tengo en cuenta, yo les dare cierto apoyo, dragones para cada líder de un ejercito, maquinarias as cuales serán llevadas por hombres serpientes y 2 de mis caballeros de elite, el caballero Ricard y Solaire de Astora.
    —¿Las serpientes que me atacaron?—Pregunta Edward desconcertado.
    —Parecen salvajes, pero bajo mis ordenes no os atacaran, confiad en mi—Promete el monarca.
    —Entonces ¿Nosotros nos encargamos de las defensas?—Pregunta Orbeck.
    —Afirmativo, espero que todos aquí tengan ejércitos y aliados bajo sus mandos.
    —Yo cuento con grupos de estudiantes y aprendices capacitados para el combate—Asegura Cornyx.
    —Yo igual, mago muy preparados y con mucha destreza—Alega el mago.
    —¡Los caballeros de Catarina siempre responderán al llamado de deber!—Exclama el caballero cebolla.
    —Yo no tengo aliados cercanos, lo siento mucho—Lamenta Sirris.
    —Creo que eso seria todo ¿Seria suficiente?—Pregunta el latente.
    —Junto con los caballeros de Ricard, creo que sí, espero—Manifiesta el primogénito.
    —Entonces ya saben, envíen heraldos, busquen aliados, entrenen duro y prepárense para lo que viene—Ordena Edward.
    —Eso es todo lo que debo informar, dejaremos un tiempo de preparación, luego de eso, estallamos la batalla—Informa el rey.
    —¿Quién e apunta?

    Todos lo presentes alzan sus manos en señal de afirmación.

    —Maravilloso, esos a sido todo. Muchas suerte en esta batalla—Manifiesta el monarca.

    Todos los presentes de dispersan y retiran cada uno por su lado mientras que el latente acompaña a el rey hasta el puente.

    —Jamas pensé en colaborar con gente externa algún día. Siempre me mantuve escondido en la cima—Confiesa el rey a Edward.
    —¿Todos tus caballeros te encontraron por cuenta propia?
    —Si, gente como Havel y Ledo para aliarse, Ricard fue por que estaba de aventura y a Solaire fue el único que pude convencer de unirse a mí, me hubiera dolido mucho tener que matarlo a el también.
    —¿También?—Pregunta Edward dudoso.
    —Mira, quizá ya lo hayas escuchado antes pero sí, yo asesine a Ornstein, capitán de los caballeros de Gwyn.
    —La verdad ya lo sospechaba, todo indicaba que estaba en tu búsqueda.
    —Déjame contartelo todo.

    Un flashback empieza mostrando a el rey sin nombre encarando a un caballero de armadura dorada con forma de león, una pluma roja en la parte trasera de su cabeza el cual blande una gran lanza dorada con punta de plata.

    —Mucho tiempo pase siguiéndote los pasos, y aquí estas, el primogénito de mi gran señor frente a mi—Alega Ornstein.
    —Fuiste un mentor formidable para mi, esto no tiene motivos para terminar en una lucha.
    —Por supuesto que si, eres ahora una amenaza para mi lord y toda la ciudad que cuido, mi deber ahora es asesinarte en nombre de Anor Londo.
    —Luego de todo lo que me enseñaste, todas esas lecciones ¿simplemente te dejaras guiar por lo que el tirano de mi padre dice?
    —El es quien dejo este mundo ser como es actualmente, no porque tu decidas desobedecer sus ordenes implica que yo las seguiré, fuiste un alumno admirable durante tu niñez, pero se acabo.
    —Espero que entiendas lo mucho que me dolerá hacer esto...

    Ornstein imbuye su lanza con electricidad y adopta una postura de combate.

    —Debiste pensar eso mucho antes de traicionarnos muchacho.

    El rey lo apunta con su lanza de manera amenazante. El caballero león carga contra el con su lanza. El rey repele el ataque con la hoja de su arma y golpea sus casco con el mango. Ornstein esquiva y corta parte de su cadera. El monarca genera una estaca de rayo en su mano izquierda y la choca contra el suelo. El león dorado retrocede mientras cubre su rostro con la lanza. El rey gira su lanza y realiza un corte amplio contra el caballero. Ornstein clava su lanza contra la de su rival y tomando impulso con ella patea al rey con ambas piernas. El monarca se aturde un poco pero logra liberar su lanza. El León gira su arma repetidas veces para cortar a su oponente. El primogénito es cortado varias veces pero resiste el daño y realiza un corte horizontal amplio. Ornstein salta para esquivar y caer sobre el con su arma. El monarca alza su lanza y golpea a su oponente en el aire. El León es arrojado lejos pero logra aterrizar bien. El monarca lanza una lanza eléctrica de su mano izquierda. Ornstein batea y regresa la lanza a su emisor. El rayo impacta el hombro del gobernante, lo que lo deja algo aturdido. El caballero carga contra el para apuñalar su pecho. El rey pega un salto hacia atrás y realiza un ataque de embestida fuerte. El caballero cae en el suelo debilitado pero intenta mantenerse en pie. El monarca acaricia la hoja de su lanza y la alza, haciendo que un rayo pesado impacte a el caballero León. Ornstein cae en el suelo adolorido y sin fuerzas.

    —Tu potencial...es infinito...mas sin embargo lo desperdicias defendiendo a unos abyectos seres...—Manifiesta Ornstein intentando recuperarse un poco.
    —Todo lo que pedi fue una tregua, ellos también tienen conciencia, nunca pensaron en atacarnos y esperaba que tu pudieras escucharme.
    —Mi lealtad esta con tu padre, no contigo...jure servirle a toda costa...
    —¿No logras ver a ser abyecto y egoista en el?
    —Al único monstruo que veo es a ti...me decepcionas...

    El monarca sufre un ataque impulsivo y atraviesa a su antiguo mentor.

    —Ojala que tu conciencia te termine de pudrir....—Dice el león con palabras agónicas mientras tose.

    El primogénito suelta su lanza y a su rival horrorizado por lo que hizo. El flashback termina y retornamos al presente.

    —Supuse que Ornstein nunca desobedecería las ordenes de mi padre, pero tenia que intentarlo—Alega el rey con tristeza de aquel recuerdo.
    —Era casi una figura paterna secundaria para ti, lo que hiciste no fue del todo malo, protegías a tu reino e intentabas convencerle de que estaba mal. Tu único problema fue ese ataque impulsivo, algo que también me suele pasar, así que no tengo ningún derecho de recriminarte nada.
    —Gracias por entenderme al menos, pero sera mejor que me retire ya.
    —Todo ya esta listo, prometo que juntos llegaremos a la victoria que tanto anhelamos.
    —Recuerda que esto no solo es por mí, es por ti y todos los hombre y mujeres que habiten esta tierra, todos ellos merecen la libertad que buscamos.
    —Y es exactamente lo que les daremos.

    Ambos se dan la mano respetuosamente, luego el rey con un impulso se eleva en el aire para salir de la ciudad. A lo lejos se puede ver como ser retira con su dragon. Edward se dirige a su hogar tranquilamente.

    —¿Eres tu cariño?—Pregunta la guardiana desde la sala.
    —Si, ya regrese y voy contigo.

    Alguien toca la puerta principal de la casa. Edward decide abrir antes de ir a la sala. En la entrada se encuentra Sirris quien se la ve algo nerviosa.

    —¿Sucede algo?—Pregunta el latente algo confuso.
    —Solo venia a decir algo importante, por estos sucesos que hemos pasado juntos—responde la chica.
    —Bueno, te escucho.
    —Fue muy admirable que no olvidaras a tus amistades y la promesa que le hiciste a mi abuela, me llenan mucho el alma.
    —Muy halagador, creo que nunca esta demás ayudar a quienes te importan.
    —Lastima que muchos resulten ser otra cosa que mostraron.
    —Muy cierto pero es-

    La conversación de ambos es interrumpida por el grito de susto de la guardiana que viene desde la sala de la casa.

    —¡¿Cariño?! ¡Ya voy para alla, no te preocupes!

    Edward trata de ir a socorrer a su amada, sin embargo, Sirris lo agarra y atrapa su cuello con la afilada hoja del estoque.

    —¿Que diablos etas haciendo? Pregunto el latente desconcertado.

    Sirris ríe de manera maliciosa y burlona.

    —Quizá te hallas vuelto un espadachín prospero, pero eres tan ingenuo.
    —¿¡Qué quieres decir?!
    —Tu cabeza es una cosa muy codiciada por la suprema corte de Anor Londo y las lunas oscuras, cualquiera que te entregue tendrá su puesto como líder, y yo necesito eso con todas mis fuerzas.
    —¿Luego de lo que hice por ti?
    —Duele mucho la traición, pero por los sueños más anhelados uno es capaz de mucho—Manifesto una voz desde la sala muy familiar.

    Desde el susodicho lugar aparece el desertor Hawkwood que tiene a la guardiana asustada entre sus brazos mientras la amenaza con su espada.

    —¡Desgraciado! Sin mí hubieras muerto en la cima—Exclama Edward con rabia.
    —Lo se y agradezco mucho esa ayuda, pero tristemente era todo planeado para conseguir mis preciadas piedras de dragon—Admite mientras roza la hoja de su espada sobre la guardiana pero sin hacer ningún corte.
    —¡No te atrevas a tocarla!
    —No te preocupes, no me es autorizado hacerlo, pero si te pones desobediente, le rajare la cara.
    —Cariño...tengo mucho miedo.
    —Aparte, hay un viejo amigo que quisiera verte—Asegura de manera cruel.

    De la sala aparece el Leonhard quien sigue acordándose del golpe recibido por Edward. El latente abre los ojos de la impresión y se enoja al comprender que el planeo todo.

    —Daba igual si te negabas o no cuando te propuse el trato, al final conseguiría mi deseo, y como puedes ver, tus admirables "amigos" me dieron rienda libre para ello—Comunico mientras acaricia la cara de la guardiana.
    —¿Por que crees que te mande a pelear con Kirk? Tenia que mandar mensajes a estos 2 para que cooperaran—Afirma la nieta con crueldad en su tono.
    —¿Y tu abuela que? Esto no fue lo que le prometiste.
    —¿Realmente crees que me importaba ella? ¿Tampoco me interesaba ese anciano loco y senil, pero era un objetivo pesado para las lunas oscuras, gracias a ti junto con tu captura, me ganare mi rango, dulzura.
    —De haber sabido esto...hubiera deseado que todos ustedes se pudrieran en su propia miseria.
    —Ya es muy tarde para arrepentirse querido, todo por lo que luchaste se desvanecerá pronto.

    Edward agacha la cabeza rendido.

    —¿Edward?—Pregunta la guardiana desconcertada de que su latente se haya rendido.
    —Tranquila dulzura, pronto tendrás almo mucho mejor a esta basura—Asegura Leonhard mientras ríe y acaricia de manera perversa los pechos de la guardiana.

    Edward con ira calcula y patea fuertemente la pierna de Sirris, seguido a eso le da un cabezazo que la hace sangrar la nariz y la tira contra Hawkwood y su guardiana quienes caen en el suelo. Leonhard intenta sacar sus armas pero Edward lo interrumpe con un golpe gancho en el rostro, seguido de eso jala del brazo a su amada y van a la sala. Su mujer lo abraza fuertemente para sentirse segura.

    —Te lo agradezco mucho...me fue el peor momento de mi vida.
    —Sal de aquí rápido, yo los distraeré, sal de la casa por la ventana.
    —Tengo que defender el sitio, por favor anda a un lugar seguro.
    —Por favor cuídate.
    —Lo hare

    Ella se retira hacia la planta superior para escapar mientras que Edward coge su mandoble para prepararse. El trio de criminales lo rodea en la sala. Edward los encara a los 3 empuñando su arma horizontalmente.

    —Eres bien terco ¿Eh?—Pregunta el desertor.
    —Ya he pasado por esto antes, no les permitiré que le hagan daño.
    —Ya no importa entregarlo vivo ¡Mátenlo!—Exclama Leonhard.

    Sirris salta dando una voltereta para cortar a Edward. El latente se cubre y la embiste con el hombro. Hawkwood realiza varios tajos hacia abajo con su espada. Edward bloquea los ataques y mantiene su postura. Por detrás, Leonhard trata de cortarle el cuello con su hoz. Edward patea hacia atrás y luego da un rodillazo en la entrepierna de Hawkwood. El desertor se arrodilla por el impacto. El espadachín aprovecha e intenta cortarle el cuello. Sirris los detiene atravesando su antebrazo izquierdo con el estoque. El campeón de ceniza a pesar del dolo punzante con un solo brazo realiza un corte giratorio hacia atrás. Sirris los esquiva agachando su cabeza. Edward le da un rodillazo en la cara y retrocede. Leonhard el enmascarado con su hoz lanza una hoja color verde. Edward esquiva el ataque el cual parte una de las ventanas. Leonhard intenta golpear con su parma de hierro la cabeza del latente. Este lo detiene con el brazo y empleando gran fuerza lo tira contra sus 2 lacayos, seguido de esto, Edward sale por la ventana para evitar mas destrozos.

    —Ustedes vayan por el, yo ire a por esa desgraciada—Ordena el enmascarado.

    Hawkwood y Sirris le siguen el paso al latente mientras que Leonhard monta los techos para buscar sigilosamente a la guardiana. Edward llega hasta la plaza de la fuente donde hay algunas personas reunidas.

    —Yo les recomendaría irse, enserio—Les advierte Edward mientras deja una señal en el piso la cual desaparece.

    La gente se mira unas a otras confundidas. Bombas incendiarias son arrojadas por Hawkwood a lo lejos y junto con Sirris llegan a la plaza.

    —¡Miserables, no dejare que la toque!—Exclamo el latente dándose cuenta que Leonhard no esta y probablemente fue a por ella.
    —No llegaras a tiempo, no te lo permitiremos—Alego Hawkwood.

    Ambos se abalanzan contra el para herirlo en zonas vitales. El latente con furia los intenta jalar o golpear para sacárselos de encima. La gente se asusta y empieza a huir, entre esa gente están los caballeros que se dirigen a detener la pelea. 2 agarran a los lacayos de Leonhard pero estos se defienden y los apuñalan con sus armas. Uno de los caballeros intenta retener a Edward.

    —¡Suéltame!—Grito mientras de un manotazo se lo saca de encima.

    El latente comienza a correr entre la muchedumbre asustada, dispuesto a socorrer a su amada. Del otro lado, la general de los caballeros de Irithyll llega junto una tropa.

    —¡Maldición, hay que irnos!—Exclama la chica traidora.
    —De eso nada, nos reencontraremos con Leonhard—Ordena Hawkwood.
    —Ugh, como quieras.

    Ambo se dan a la fuga entre las casas de la ciudad para perder a la justicia.

    —Traten de rodearlos por las calles, yo les sigo el paso—Ordena la general del espadas encantadas.

    La tropa se dispersa mientras ella los persigue. La guardiana quien trata de ocultarse acude con unos guardias.

    —Hola, por favor, requiero urgentemente de vuestra ayuda, 3 sujetos nos están atacando a mí y mi novio, ayúdenos—Pide de manera suplicante.
    —Ya hay tropas a cargo, pero si busca cobijo, quédese con nosotros entonces señorita.
    —Si por favor, confío en que el regresara por mí.

    Arriba en uno de los techos se encuentra el enmascarado, quien de un salto cae sobre uno de los guardias y le rebana el cuello. El otro intenta atacarlos con su espada curva. Leonhard para el ataque con su parma y atraviesa al individuo por el ojo. La guardiana horrorizada por la escena huye despavorida.

    —No llegaras muy lejos querida— Afirma el asesino mientras sus ojos se ponen aparentemente rojos.
    —"Necesito ayuda...no puedo dejar que me atrape..."—Pensó mientras corría hacia una pequeña capilla.

    Edward por su lado busca desesperadamente algo que le indique dónde fue su amada. De entre la gente aparece Anri junto con Parches.

    —¡Edward! Recibimos tu llamado ¿Que sucede?
    —Rápido, por favor díganme si no vieron a mi guardiana de fuego entre la gente o escondida en algún sitio.
    —No, pero vimos a una persona extraña entre los tejados.
    —¿¡Donde lo vieron?!
    —Por la calle donde esta la pequeña capilla, parecía mucho al sujeto al que golpeaste hace mucho—Alega Parches.
    —¡Se los agradezco, seguidme!—Ordena el latente.

    Edward hecha a correr hacia donde se le indico.

    —Nunca lo había visto tan desesperado, hay que ayudarlo—Afirma el mercader.
    —Esto me da muy mala espina—Responde Anri mientras los sigue.

    La guardiana entra en la capilla de manera violenta, lo que causa el descontento de quienes están ahi orando.

    —No era mi intención...pero me encuentro en problemas...—Les asegura con tono nervioso.

    La gente la mira mal o confundida.

    —En serio, una disculpa...

    Leonhard entra también y debido a su aspecto la gente huye aterrada. La guardiana hace una expresión de horror mientras que semejante monstruo se aproxima a ella con terribles intenciones.

    —Te lo suplico que no hagas esto...déjame...—Le implora con lagrimas en sus ojos.
    —¿Crees que llegando a este punto me voy a rendir? Ya no esta el aquí para ti.
    —Te daremos cualquier cosa, pero esto no por favor, para ya.
    —Lo único que deseo es tenerte para mis placeres. Ese patético desperdicio de ceniza no vendrá a por ti, nosotros planeamos esto.
    —¡Mentiroso! El no hubiera deseado esto para mi.
    —Quizá no, pero cuando le hable de dinero y fortuna, vaya que accedió, pero decidió esperar a este momento.
    —No...el...no me venderia...
    —La realidad es cruel y pútrida, ahora tu me perteneces y planeo empezar ¡Ahora mismo!—Exclama mientras la derriba con su hoz.

    La guardiana cae al suelo indefensa y se arrastra en un pobre intento de escapar.

    —¡AYUDA, ALGUIEN POR FAVOR AUXILIO!—Grita llorando de desesperación.
    —Ni lo sueñes.

    Leonhard le agarra del mentón para callarla y la presiona contra el suelo, con su otra mano le empieza a levantar la falda del vestido. Ella forcejea con las piernas para intentar evitarlo.

    —Entre mas te muevas peor te hare pasar, así que quédate quieta maldita asquerosa.

    La chica cierra los ojos ya resignadas y llorando por lo que pasara. Alguien de repente y para su fortuna agarra y jala a Leonhard lejos de ella, se trata de Edward, quien con una furia incandescente patea y golpea al enmascarado con el mango de su mandoble.

    —¡TE LO ADVERTI! ¡TE LO ADVERTI MALDITA BASURA HUMANA! TE VOY DESTROZAR EL CRANEO A GOLPES—Grito el latente encolerizado.

    Anri y Parches llegan a la escena y al verlo el mercader intenta calmar a Edward mientras que la joven caballero socorre a la mujer víctima.

    —Ya déjalo, no te rebajes al nivel de ese esperpento, ya esta quebrado—Dice Parches mientras retiene a el furioso Edward.

    Este ultimo se calma un poco mientras respira. La chica espadachín socorre a la guardiana quien esta horrorizada en el suelo.

    —Ya paso todo, soy Anri la amiga de tu chico, no te hare daño—Promete la chica mientras le agarra la mano y seca sus lagrimas.

    Edward se da cuenta de ello y decide ir con ella.

    —Amor, lo siento, no debí dejarte sola jamas, fui un estúpido—Suplica mientras abraza de manera dulce.
    —Ya no importa...me salvaste...no me dejaste sola al final...volviste por mí...—Susurro de manera temerosa mientras acaricia la espalda de su hombre.
    —Agradécele también a estos 2 maravillosos amigos, ellos me ayudaron a encontrarte.
    —Ellos si son verdaderas amistades.

    Leonhard se recupera de la golpiza que le dio Edward y empieza a reír como maniaco.

    —Que linda relación y amistad ¿Ya le revelaste lo que tienes planeado conmigo?—Pregunta de manera maliciosa.
    —¡Desgraciado! Yo no planee nada contigo ¡MENTIROSO!
    —Cariño tranquilo, yo se que el miente.
    —De haber sabido esto te hubiera degollado en el santuario.
    —Parece que se te ha olvidado hablarle de aquella conversación a tu mujer...¿tienes algo que ocultar?—Le pregunta con intenciones de confundir a su mujer.

    Edward reconoce que le mintió a ella para no asustarla y se siente mal.

    —Pues ahora el juego se acabo maldita basura, enfrentaras graves cargos por intento de abuso sexual—Le advierte Anri.
    —No...todavía no se acaba esto—Afirma el enmascarado mientras saca una varita.
    —¡Ya calla y acéptalo Leonhard!—Exclama mientras se acerca a el con intenciones de retenerlo.

    El enmascarado usa su varita para generar una niebla algo tóxica que cubre la visión de la chica. La caballero empieza a toser fuerte por los efectos. Parches la agarra de la cintura para sacarla de la niebla.

    —Gracias...me siento mareada...pero creo que no es nada—Asegura la chica con voz de mareo.
    —Inhalaste gas tóxico, no puedes correr el riesgo de dejar que recorra tu interior, toma esto—Le dice el mercader mientras le ofrece una especie de flor de musgo color púrpura.
    —Muy amable...¿De dónde sacar tantos utensilios?—Pregunta mientras consume el alimento.
    —Mi larga carrera entre mercader, coleccionista y lo otro, consigues muchas cosas interesantes.
    —Ya me siento mejor, te lo agradesco mucho.

    La niebla se disipa pero Leonhard ya no esta. Edward suspira aceptando que cometió el error de no matarlo cuando pudo y no advertirle a su mujer sobre aquella amenaza.

    —Fue mi culpa...
    —¿De que hablas? Nadie podría haber predicho esto—Afirma la guardiana.
    —Pero el mismo me lo advirtió hace mucho, decidí ignorarlo creyendo que jamas pasaría, y no dije nada para no asustarte.
    —Debiste habérmelo dicho, entiendo por que no lo hiciste, pero ya entiendes que es necesario.
    —Lo siento...jamas hubiera deseado que pases por esto.
    —Tranquilo, lograste salvarme que es lo importante...
    —Hay que cazarlo, es mas que seguro que volverá.
    —Si, pero hay que tener cuidado, hay 2 ratas mas sueltas por aquí.
    —¿Quien mas esta involucrado?

    La escena regresa con Hawkwood y Sirris quienes recorren las calles con el objetivo de alcanzar a su jefe. Varias de las tropas que los seguían rodean a ambos en las calles.

    —¡Fuera del camino!—Exclama el desertor mientras los encara con su espada. 2 de los soldados se acercan para retenerlos. Hawkwood les corta el cuello de un solo tajo y Sirris penetra al armadura de otros con su estoque. Otros soldados llegan junto la general de espadas encantadas.

    —¡Quietos, no les recomiendo hacer esto más difícil!—Exclama la líder mientras amenaza con sus hojas afiladas.
    —Ugh, yo me encargo de esto, tu arremete contra los caballeros—Ordena Sirris a su compañero.
    —¿Estas loca? Es la maldita general de estos soldaditos.
    —No seas cobarde, seguro es solo una espadachín de imagen.
    —Encárgate tu si quieres entonces—Alega mientras se retira y abandona a su compañera.
    —Vayan a por el, yo me encargo aquí—Ordena la general mientras se aproxima a su oponente.
    —Esas espadas se ven muy hermosas visualmente ¿Sabes como usarlas?—Pregunta en tono provocador.
    —Que adorable, no te preocupes, te responderé rápidamente.—Le asegura la general.

    Sirris se pone en guardia luego de imbuir su arma. Ambas caminan alrededor sin perder el contacto visual entre ellas. La caballero realiza un ataque de empuje hacia el hombro de la general. La mujer desvía con una de sus espadas el ataque y con la otra corta parte de las hombreras de su oponente. Esta responde al ataque cortando parte del velo y armadura e la general con su espada e intenta atravesar parte de la mascara del rival. La mujer esquiva el ataque realiza un corte leve cerca de la axila de Sirris, haciendo un sangrado pequeño. A la chica los le importa esto y empieza a hacer varios cortes y ataques punzantes con su arma. La general al repeler estos ataques provoca que las armas de ambas mujeres choquen entre sí varias veces. La nieta de estoque golpe a su rival en el rostro para que se aturda y atraviesa con su arma en el lado derecho de su abdomen. Esta siente un dolor considerable pero se la devuelve con una patada en el estomago, luego corta en el centro de su barriga que corta parte del corset que usa y termina con un corte en su hombro. A pesar del duro ataque, Sirris trata de realizar una estocada. La general atrapa el estoque con sus 2 cuchillas y como si fuera una tijera cortando papel, rompe su arma. La chica pone una cara de sorpresa al darse cuenta lo muy bajo que cayo.

    —No...esto no esta pasando...¡Es una maldita broma!—Exclama con frustración.
    —Tienes habilidad, pero confías tanto en ti misma que fallaste, una pena—Le responde de manera algo orgullosa.
    —Pagaran todos ustedes por esto, Gwyn los aplastara totalmente...
    —Eso no se puede saber aun, lo que si se sabe es que pasaras en una cómoda celda por mucho tiempo.
    —¡Pudrete!

    Sirris intenta atacar con su arma rota en un acto bastante desesperado. La mujer le agarra el brazo y la estrangula con la intención de que se rinda.

    —Déjalo ya, se acabo—Le recomienda apiadando un poquito de su desventaja.
    —Jamas...mi rango y mi orgullo no se verán acabados por ti...

    La general no le queda más elección y continua estrangulando a su rival. Sirris cae inconsciente a la par que suelta sus objetos. La mujer la deja lentamente en el suelo y la amarra por precaución y se la lleva consigo. Retornamos con Edward y sus acompañantes, quienes se encuentran en su casa luego de tan arduo suceso.

    —En conclusión, todos ellos eran un montón de topos sin honor ni códigos—Manifiesta Parches con algo de desprecio.
    —Estas en lo correcto, pero ellos tienen parte de razón, soy un ingenuo, no debí dar tanta confianza a todo el mundo, sabiendo lo peligroso que suele ser este mundo.
    —No tenias manera de saberlo, tampoco seas tan duro contigo mismo—Alega la espadachín para apoyarlo.
    —Aun así, no debí ocultarte esto.
    —No te recriminare nada, solo dime ¿Que fue lo que paso esa vez?—Le pregunta su amada.
    —Cuando el me llamo me propuso un trato, algo sobre vivir la buena vida sin dificultades, al principio yo estaba interesado, pues pensé que podría darte la vida que mereces después de tanto servicio forzado, pero me dijo el precio. Ese malnacido bastardo quería que te entregara a el por sucio dinero., también quería que entregara a Irina, quien estaba con nosotros en ese momento.
    —Cariño, lo entiendo, deseabas que viviera feliz, pero yo te aseguro que con solo sentirte cerca, ya es suficiente para mi, no me importa se estamos en la riqueza o en pobreza.

    Edward sonríe de manera dulce ante tales halagos.

    —Oye Edward, y esa tal Irina si esta segura de ese enfermo ¿Verdad?—Pregunta Anri preocupada.
    —Esta sana y segura en un hogar de monjas, aparte tiene a Eygon, quien no es tan estúpido para dejarse llevar por el odio y no matarlo.
    —Oye, tampoco te trates así, es normal que no tuvieras control de ti mismo, un ser muy querido estaba a punto de ser dañado de manera física y sobretodo psicológica.
    —Aparte, juntos podremos darle caza y que enfrente sus merecido destino—Asegura el mercader.
    —Si, lo buscaremos y creo saber dónde ira.
    —¿Enserio? ¿Como y donde?—Pregunta Parches.
    —El es un dedo de Rosaria, su cuartel general esta en la catedral de lo profundo, es el único lugar donde podría huir.
    —Bien, habría que encargarnos de esto cuanto antes, la batalla se aproxima—Exclama el caballero acorazado.
    —Sobre eso, bueno, creo que hay que informar que moveremos la fecha del ataque.
    —¿Por qué? Tenemos días de sobra, la catedral no esta tan lejos—Asegura Parches.
    —Lo se, pero viendo esta situación he tomado una decisión la cual llevara varios días tomar a cabo, confíen en mi, no estoy renunciando a la batalla.
    —Vamos Parches, seguro tienes buenas razones para ello.
    —Bueno, confiare en tu palabra así como tu lo hiciste.
    —Enserio, no lo quiero revelar ahorita, pero lo que hare valdrá mucho la pena.
    —Haz lo que creas correcto, te apoyaremos siempre.
    —Gracias, le informare a el rey de esto, espero que el también entienda.
    —¿Algo mas que necesites?—Pregunta el mercader.
    —Eso es todo por ahora, ya saben, entrenen, prepárense para lo que se avecina.
    —Lo haremos ¡saldremos victoriosos!—Exclama la espadachín
    —Yo agradezco también, por lo que ustedes hicieron por my ser de la ceniza, son verdadero amigos y gente con honor—Declara la guardiana.
    —De nada, nosotros la ayudaremos en todo lo que podamos.
    —Eres muy admirable Anri, incluso con tu perdida sigues adelante con tu vida.
    —Gracias, es muy halagador de su parte.
    —Bueno Edward, suponemos que quieres un momento a solas con tu amada—Supone Parches.
    —Nos prepararemos para esto, estaremos atentos a tu llamado.
    —Bien, prometo darles una sorpresa cuando eso pase.
    —Seguro que tendrás algo bueno en mente.
    —Cuídense ambos, no se vayan muy lejos.

    Ambos se retiran y dejan a la pareja a solas. La guardiana se siente afligida por no haber podido ni siquiera defenderse de su agresor.

    —Tranquila, ya paso todo, nadie mas te hará daño, lo juro .
    —No es solo eso corazón, me siento ahora mismo totalmente inútil, indefensa y que cualquiera me puede someter. Siempre eres tu quien me tiene que salvar, me siento mas como un estorbo que como el amor de tu vida.

    Edward le empieza a acariciar el pelo y sus mejillas de manera tierna.

    —Se como te sientes y lo comprendo, por eso yo he preparado algo para ti, no quería intentarlo al principio, pues tenia miedo de que efecto podría hacerte, miedo a perderte...
    —Yo confío en que ninguna decisión que tomes para mi nunca me hará daño.
    —Creo que lo correcto es intentarlo, por ti.
    —Estoy totalmente dispuesta a correr el riesgo ¿De que se trata?
    —Ven conmigo—Le indica el latente mientras toma su mano.

    Ambos se dirigen al sótano de la casa. Edward busca en uno de los baúles de dónde saca la espada en espiral que la anciana del santuario le había regalado junto con aquella armadura.

    —Esto fueron los objetos dados por aquella venerable mujer del santuario en el que solíamos convivir antiguamente.
    —Oh...¿acaso pretendes que yo blanda un arma?.
    —Se que las guardianas nunca fueron instruidas para combatir, pero este arma controla el mismo poder de las llamas que yace en tu interior, como si fueran tal para cual.
    —Bueno, que todo sea por lograr aprender a defenderme sola.
    —Toma la espada y deja que reconozca a su legitima dueña—Le dice mientras ofrece la espada.
    —Bien, lo hare, estoy lista.

    La guardiana carga la espada entre manos. Esta se empieza a encender mientras que unas brasas se adentran en su pecho, haciendo que sienta un ardor inmenso en ella.

    —¡Me quema mucho! ¡Es como si un volcán estuviera en mi interior!—Exclama por el dolor producido por el ardor de las llamas.

    Edward la abraza de la cintura para que se clame un poco.

    —Cierra tus ojos y deja que la llama te revele sus antepasados para que sepa quien es su nueva heredera—Susurra el latente a su oido.

    La guardiana cierra los ojos y siente el dolor apaciguarse un poco. En medio de la oscuridad, visiones de los antiguo señores de la ceniza y otros sujetos quienes enlazaron el fuego son vistas por la mujer, quien a diferencia de su antigua visión, esta vez esta simplemente sorprendida. Luego de varios minutos, la espada vuelve a la normalidad, sin embargo esta tiene chispas saliendo de ella como si fuera una fogata.

    —¿Funciono?—Pregunta la mujer confundida y dudosa.
    —La espada no se a apagado del todo, eso quiere decir que puedes usarla, no tienes ni idea de lo orgulloso que me siento por ti—Afirma su amado con felicidad y pasión.
    —¿¡De verdad?! ¡No puedo creer que hayas hecho esto por mi!—Exclama la guardiana con energía.
    —¿Te sientes mucho mejor verdad?
    —Infinitas veces mejor, me da esperanzas.
    —Pero esto no es el final, el hecho que puedas usarla no significa que ya estes lista para blandirla.
    —Cierto...realmente no se como luchar con una espada, menos con una especial como esta.
    —Para eso me tienes a mi, yo junto con mis mas fieles camaradas te ayudaremos lentamente en una guerrera de las llamas.
    —¡Eso suena muy emocionante! ¿Realmente crees que pueda volverme tan poderosa como tu?
    —Mi vida, mi sueño es que incluso me superes y para eso ten entrenaremos, serás una mujer muy diferente en un futuro.
    —Tu siempre preocupado por mi, eso es tan dulce.
    —Ahora ¿Qué seria un caballero sin una armadura?—Pegunta mientras muestra la armadura que fabrico la anciana del santuario.
    —He pasado mucho tiempo con esta tunica, creo que no vendría mal un cambio.
    —Pruébatela, seguro que te queda bien.
    —¿Lo hago en frente tuyo cariño?—Le pregunta en tono provocativo y con risitas seductoras.
    —Bueno...no veo por que no—Responde intentando disimular el hecho que se esta sonrojando.

    La chica remueve sus vestiduras, revelando su ropa interior y cuerpo hermoso y bien esculpido.

    —Por los dioses...—Habla para si mismo mientras queda casi hipnotizado por la belleza de su amada.

    La guardiana termina de vestir su armadura nueva y posa un poco con la espada.

    —Bien ¿Como me veo?—Pregunta inocentemente.

    Edward al principio siente un leve escalofrío en su espalda, pues aquella armadura y su espada le recuerdan enormemente al caballero que casi lo mata en el horno de la primera llama.

    —Jamas pensé poder verte así, luces fantástica.
    —Usar estos ropajes es más cómodo de lo que imagine.
    —Tu armadura afortunadamente no es tan pesada como por ejemplo la del caballero Siegward o mi amigo Parches, esas son kilos de acero.
    —Si lo note ¿Cuando empezaremos el entrenamiento?
    —El entrenamiento de real seria ya mañana, aunque por ahora, puedes aprender a conseguir la postura de combate correcta, es un principio importante.
    —Comprendo, tu dime como y yo aprenderé.
    —Cualquiera puede tener su propia postura de pelea, pero creo que para empezar te vendría bien esta.

    Edward guia sus brazos para enseñarle como es la postura.

    —En esta pose no solo tienes opción a atacar o bloquear, tambien podrías contraacar a tu rival y dar un golpe critico, pero eso lo parenderas en un futuro.
    —Ok, se ve sencillo en primeras.
    —Es algo basico, asi que tampoco sera muy complejo.
    —Estoy emocionanda por aprender a esgrimar, muchas gracias por esta oportunidad cariño, me haciste muy feliz.
    —Siempre me complacera ayudarte, aunque el mundo se vuelva una ruina, igual estaremos solos tu y yo.
    —Como un hermoso sueño...

    Ambos se sonrien y abarazan por haber logrado superar el mal rato.

    (Galeria de imagenes del capitulo)

    [​IMG]
    (Caballero sagrado Hodrick, abuelo de Sirris)

    [​IMG]
    Eygon de Carim, caballero gárgola que blande un gran martillo.
     
    Última edición: 9 Junio 2020
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  19.  
    AshenKnight

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    Luego mucho tiempo, ya esta el capitulo 6, siento haber tardado un poco, pero con esto de la cuarentena y pandemia no me he podido concentrar mucho, y tampoco queria escribir cualquier cosa. Por favor leer la nota antes de proceder y bueno, disfruten este episodio nuevo.
     
  20.  
    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    ¡Demasiadas emociones en este capítulo! Debo comenzar diciendo que me ha gustado bastante la intensidad y no diste un respiro al final.
    El comienzo me impactó con la muerte de Hodrick, debo admitir que me dio algo de pena su final pues se encontraba enloquecido. Pero nunca esperé la traición que sufrieron, sinceramente esperaba alguna pero no en este punto de la historia y menos de esos tres. Creí que sería algún infiltrado el que haría esto, pero se les notaba cierto odio y deseos demasiado bajos, considerando el honor que deberían tener. Su final era necesario y esperemos sean los únicos que tengan una mentalidad tan baja para intentar dañar solo por dañar.
    Sobre el final, me encantó el cambio para la guardiana. Es un personaje con una fuerza interior enorme que siempre me dio lástima por ser indefensa y depender de Edward. ¡Muchas gracias por darle una oportunidad de explotar su potencial!

    Espero no haberme olvidado de nada.
    Saludos c:
     
    Última edición: 29 Marzo 2020
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