Atrapada en las penumbras

Tema en 'Relatos' iniciado por Kathya, 3 Enero 2010.

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    Kathya

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    Atrapada en las penumbras

    Atrapada en las penumbras.

    Perfecta.
    Se maquillaba tranquilamente frente al espejo. Un rouge carmín tenía aquellos carnosos labios y los hacía más deseables aún. Era prolija en cada detalle, sabía que debía estar siempre perfecta. Única. Ser la más bella era su objetivo y lo cumplía incansablemente. Un cuerpo mágico revoloteaba por la habitación buscando una combinación perfecta en su atuendo y que resaltara el maquillaje. Fina en cada movimiento. Insuperable belleza denotaba su andar, dejando un rastro de su delicado perfume.

    Ya se hacía tarde para la cita que tenía. Consultó su reloj, eras las 9:15 hs, la salida estaba programada para quince minutos después. Así que comenzó a rememorar el cómo había conocido a aquella persona con la cual se encontraría en tan escaso tiempo.

    Era irónico pero lo conocía solamente por Internet. Meses atrás la había agregado al Messenger aquel sujeto muy apuesto –según su foto, al menos–, ella se había sentido cautivada inmediatamente. Hacía tiempo que no hablaba con un hombre y le parecía extraño, ya que en su época de secundaria ella siempre había sido el centro de atención, la más bella… la más perfecta…
    Los días siguieron pasando y ambos se fueron conociendo más. Ella comenzó, sin saberlo, a enamorarse. Le era increíble saber que poseía ese sentimiento, aún. Seis meses después de haberse conocido, decidieron que era el momento de verse personalmente.

    –¿Estás lista? –le había dicho él.
    –Si… ya es hora de terminar con todo esto… con la distancia, digo –aclaró ella.

    Ya era la hora. Ya no quedaba más que hacer. Se paró de la orilla de su cama, donde se había sentado un rato y comenzó, con un paño de agua fría, a retirarse todo el maquillaje. El paño quedó manchado totalmente de rojo, cualquiera podría haberlo confundido con sangre, terminó de retirar la pintura de sus ojos, su rostro… y siguió con el peinado. Había realizado un recogido sencillo a la vista, pero un tanto trabajoso, le costó desarmarlo, y se dirigió hasta el baño para mojar el cabello y sacar los restos de spray para fijarlo. Lo peinó y lo dejó suave y liso. Se sacó el vestido con un poco de rabia. Sabía que estaba decepcionando a alguien, que lo lastimaría. Pero así era ella. Así debía ser.

    Hacía casi seis años que ella estaba encerrada en un convento.

    Su madre, celosa de la belleza de su hija la había mandado ahí cuando recién cumplía los dieciocho años. Ella se negó notablemente, e hizo lo posible por escapar. Pero al ser la hija de una poderosa senadora se le hacía un tanto complicado, siempre la encontraban. Hasta que llegó a ese lugar. Un lugar silencioso, donde la palabra estaba prohibida, donde muchas mujeres daban sus votos de castidad y fidelidad ante aquellas creencias. Encerradas en cuatro grandes muros no conocían nada de su exterior, no les importaba conocer nada. Ahí estaban, silenciosas, esperando el momento de su muerte para así ir puras y gloriosas ante los brazos del Señor.

    Allí la encerraron. Y ya no había vuelta atrás.

    Ya no valía su perfección, su belleza. De nada le servía en aquel lugar. Todo era sombrío, oscuro e imperturbable. El silencio le dolía, quemaba como brasas ardientes. Sólo le quedaba llorar y vivir junto a su fantasía. Ni siquiera aquel hombre era real. Nunca tendrían computadoras en aquel convento. Pero ella siempre recordaba cuando joven, aquellas largas charlas con chicos a través de la red. Y le gustaba imaginar, era la única salida que tenía de tanto dolor.

    Observó su rostro, aun manchado con la pintura, sus cabellos un poco alborotados y su ropa toda en el piso, y volvió a llorar, sabiendo que todo era una fantasía. Que en algún lugar del mundo había un hombre esperándola, en la mesa de un restaurant, con un bello ramo de flores en su mano, que ella nunca podría recibir y que terminarían marchitas, en el tacho de una basura. Y allí se encontraba ella… atrapada en las penumbras.






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    Ok, parece más un drabble, pero me pasé como por ciento y algo de palabras así que lo dejamos como One-Shot. Hace meses y meses que no escribo nada, así que no sé que tal estará... y este lo acabo de terminar hace cinco minutos... así que bueh... se acepta todo tipo de crítica, para quien lo quiera leer. Muchas gracias. :*w*:
     

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