Arma Definitiva (Royai)

Tema en 'FullMetal Alchemist' iniciado por Kristall Blauw, 9 Noviembre 2013.

  1.  
    Kristall Blauw

    Kristall Blauw Entusiasta

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    58
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    Escritora
    Título:
    Arma Definitiva (Royai)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    737
    Disclaimer: FullMetal Alchemist pertenece a Hiromu Arakawa. Fanfiction escrito sin fines lucrativos.

    Línea temporal: Algún periodo feliz antes de la muerte de Hughes.

    Tema No. 89

    ARMA DEFINITIVA

    Capítulo Único

    Roy solamente había ido al departamento de Riza por unos papeles que ella había tomado con la intención de leerlos en su casa. Bueno, en realidad no iba por esos papeles de tontos protocolos militares, formularios y demás menesteres burocráticos que le agobiaban, sino por lo que había dejado olvidado entre esos papeles: una foto.

    Sí, una muy bonita foto de él en el bar de Madame Christmas en la que aparecía él muy borracho abrazando y oliendo el cabello de Vanessa. No que Riza no supiera de la relación que tenía él con toda esa gente o que no conociera el tipo de pasado sentimental que tenía, pero justo el día anterior habían tenido uno de esos momentos que hacían parecer que la devoción que se profesaban entre los dos era algo más que eso. Algo como… atracción hombre-mujer. No que su relación no fuera lo suficientemente especial e intensa ya (que lo era), sino que esto era diferente y Roy no quería que se arruinara esa especie de intimidad que estaban creando si Riza veía la foto.

    ¿Por qué diablos había tenido que llevársela Hughes al trabajo? Pero su mejor amigo culpa de nada tenía, él era el descuidado.

    Mustang golpeó la puerta de su teniente un par de veces. Toc-toc. Riza no salió. Toc-toc. Riza no salió de nuevo. Pegó la oreja a la puerta y no escuchó sonidos de nada. Ni de persona ni de perro. Genial, su vida comenzaba a mejorar. Su teniente no estaba en casa.

    Usando chapuceramente la alquimia para forzar la entrada (y cerrarla tras su espalda, en caso de que Riza llegara y notara algo extraño, desenfundando la pistola que positivamente cargaba a todas partes con ella), Roy se introdujo al departamento de la mujer y buscó, rebuscó y volvió a buscar los benditos papeles. Pero nada, no estaban. Por lo menos no en la sala. Roy suspiró. Sabiendo que ya estaba allanando la morada de su francotiradora favorita, decidió ponerle la cerezal pastel e introducirse a su dormitorio y, ¡ajá!, allí estaban lo papeles.

    Buscó la fotografía entre las hojas y la encontró todavía allí descuidadamente, lo que significaba que Riza no la había visto. La tomó y la introdujo en el bolsillo de su chaqueta y ¡oh, oh!, se escuchó el repentino abrir de la puerta de entrada.

    Riza estaba en casa.

    Mierda.

    Con el alma en un hilo, Roy buscó escondite en medio de la oscuridad de la habitación de Hawkeye, desesperado, abrió el closet y, joder, estaba lleno. ¿Lanzarse por la ventana sería saludable? ¿Sobreviviría siquiera?

    Su pensamiento no alcanzó a tener respuesta porque Riza entró a su habitación en un santiamén y así, sin más, murmuró para sí misma sobre lo sucia y sudada que estaba y comenzó, santa alquimia, a desnudarse. Para ser exactos, comenzó a quitarse la playera y, justo cuando iba en la mejor parte (según un muy nervioso, ansioso, sudoroso y muy condenado a muerte Roy), donde el nacimiento de sus pechos comenzaba y él alcanzó a vislumbrar el paraíso en forma de sujetador blanco, Riza posó sus ojos en él, reconociéndolo, sorprendida y ligeramente ruborizada y con una creciente furia haciéndole parecer más peligrosa que de costumbre.

    —¿Qué hace aquí, Coronel?

    Que la pregunta fuera retórica era lo de menos, lo importante allí era la sed de sangre que se sentía, respiraba y veía.

    Oh, mierda. Roy iba a morir.

    Disparos, patadas, puñetazos, sangre y un Flame Alchemist amoratado en el suelo suplicando perdón de rodillas después, la cosa se había calmado… aparentemente. Porque al día siguiente, la semana y el mes, Riza seguía hecha una furia (con una de esas iras calmadas que son las que más miedo dan), cargándole cuanto papeleo hubiera, impidiéndole a los demás que lo ayudaran (no es que quisieran hacerlo) y ofreciéndolo de voluntario para llenar los de otros oficiales de mayor rango en el cuartel. Entonces Roy supo que preferiría unas mil palizas más en lugar de a su archienemigo número uno y el arma definitiva de la vengadora Riza: el papeleo.

    Última edición: 09/11/2013

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    Fushimi Natsu

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    El mayor castigo para Roy siempre será el arduo y cansino trabajo que supone el papeleo, una gran ventaja además para quienes desean consumar una venganza tortuosa y efectiva en él. Nada de peleas ni estrategias militares, simplemente sienta a este gran alquimista junto a archivos e informes y has ganado. A Riza jamás le falla :D

    Ha sido un fic lindo de leer sobre este par, me hiciste recordar a la vez que Edward le pasó algo similar en casa de Winry :p Pero dentro de todo, considero que Mustang la sacó barata porque su teniente pudo haber sido más cruel y haberlo sacado fuera del cuarto un día de lluvia para recordarle cuán inútil es en esas situaciones, ¿verdad? Ah, son adorables :D
    Saludos~
     
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