El mundo dejó de girar y estaba ahí, enfrente de la casa en la cual podía apreciarse una tenue luz en la parte superior. Un miedo incomparable se adueñó de su cuerpo, no podía moverse, no podía caminar; ante él estaba su más grande miedo. Podía estar equivocado, quería pensarlo, quería creerlo. Un pie derecho avanzó por el sendero sin comprender como tomó las agallas y sin darse cuenta atravesó la puerta. Unos pasos fueron suficientes adentrándose al lugar para encontrar su cuerpo inerte, ante él, como le hubiera gustando encontrarlo en otra situación, postrado a sus pies estaba James Potter. Aquel hombre que le hizo un infierno su vida en Howards estaba muerto, no tenía que comprobarlo; su respiración estaba ausente y poseía los ojos abiertos, tal vez observando fijamente a su asesino. El silencio lo inundó y algo pesado se postró en la boca del estómago, sin darse cuenta había dejado de respirar y sus piernas habían perdido la fuerza pero aún así estaba de pie. La oscuridad lo dominó y al abrir los ojos, ante él estaba una puerta blanca de madera entreabierta, tomando el poco valor que le quedaba empujó la puerta mientras omitía respirar. Su mirada recorrió toda la habitación cayendo al suelo. Sus piernas dieron una sacudida y la fuerza escapó de ellas, sin poder creerlo cayó al suelo estrepitosamente y como si mil hechizos crucio atravesaran su cuerpo sin piedad el dolor dominó su cuerpo. La cara se le deformó y la tomó en brazos mientras su alma escapaba por sus ojos, iba a romperse entero y quería que pasara para perecer a su lado. Su aroma se colaba por su nariz y aquello era un poco más a la tortura. Un llanto lo devolvió a la realidad y no supo cuánto tiempo ha estado en el piso. Sus orbes buscan el origen del ruido y observa junto al cuerpo sin vida de su amada una cuna blanca. Se levanta lentamente y se asoma a observar el organismo que se encuentra ahí. Harry Potter, el hijo del hombre que más odiaba y de la mujer que más amaba. El bebé le sonrió al verlo y Snape por primera vez sintió como el aire escapaba de sus pulmones completamente. Aquel niño era la viva imagen del inmundo Potter. Pero los ojos eran de Lily Evans. @Shani @Knight
Ay, es tan adorable todo. *-* Me ha gustado mucho, incluso ese final me ha puesto los pelos de punta. Si es que todo lo relacionado con Snape me emociona. <3 Buen escrito. Te señalo un par de cosillas, nada realmente grave: Sería "Hogwarts". "Había estado" ese verbo estaba mal conjugado. Nada más que añadir, un bonito escrito. <3 ¡Un saludo! :)
Sabes lo que es, que lo único que pueda recordarte vivamente a la persona que amas sea el hijo del que más odias. Porque nadie podía ver a Harry sin recordar a Lily en sus ojos, y dudo que Snape haya sido la excepción.
Hola buen día. Pues el escrito me gusto, tiene ese aire melancólico y es fácil de entender. A un inicio me costo clavarme en tu relato, pero conforme avance todo me hizo enfocarme en la lectura. Hay dos cosas que no me agradan como tal, en está siento como que no queda la frase, no sé... "Un pie derecho avanzó...." ¿cuantos pies derechos tiene? Jejeje. Y después dice, que no comprende como tomó las agallas, pero como que falto explicar ¿agallas para qué? Y aquí ¿organismo? Le dicen organismo a mi hijo y les parto la cara, jajaja, hubiera quedado mejor otra palabra, pobre Harry. En fin, me gusto el relato. No creó que sea necesario hablar más, ya que para mi, quedo bien. Saludos~
Realmente es un texto muy triste. Es espantoso seguir avanzando y saber que lo que encontrarás del otro lado de la puerta hará que sientas que morirás de dolor. Pobre Snape, su vida es una autentica tragedia. Amó a Lily desde que era una niña pero su fascinación por las artes oscuras hizo que se alejara de ella y a su vez la llevó a los brazos del hombre que más odio. Siento pena por él pues no tuvo un final feliz, ni siquiera un momento de felicidad que valiera todos esos días de terrible sufrimiento. Las fallas tanto ortográficas como en la narración ya te las han marcado, por lo que no voy a repetirla. Mi único consejo es que a la hora de escribir trates de no repetir las palabras y si es inevitable que lo hagas, tengas el cuidado de colocarla una lo más alejado de la otra. En el segundo párrafo casi al final colocas en un renglón "puerta" y en el otro haces lo mismo. Eso quita la buena imagen que el texto pueda tener. Como puntos buenos puedo destacar que no cambias la personalidad de Snape y que logras transmitir los sentimientos y las imágenes a pesar de los pequeños errores a nivel estructural. Un saludo.
Estoy tarde aquí para comentar pero no pude pasarlo por alto... de hecho mejor debería llamarse "Aquellos ojos verdes", título de una canción mexicana de los años cincuenta del siglo pasado... ¡ya llovió mucho! Siempre, en toda la trama, no dejaban de recalcar la importancia del color de ojos de Harry, tan parecidos a los de Lily, y al final resulta que sólo por eso, por ese recuerdo, es que Snape acepta arriesgarse en proteger al hijo de James Potter... al final de su vida le suplicó a Harry que lo mirara, porque quería morir así, evocando la mirada de Lily. De verdad el desenlace de Snape me dio mucha penita, fue un niño sin amor y un hombre sin amor... LOL! Gracias por escribir.
