Historia larga Aquella aventura inesperada que empezó con preguntas incómodas

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Reual Nathan Onyrian, 7 Agosto 2017.

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  1. Threadmarks: Prólogo
     
    Reual Nathan Onyrian

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    Aquella aventura inesperada que empezó con preguntas incómodas
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    Aventura
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    ¡Hola! ¡Buenos días a todos! Escribí este pequeño escrito como conmemoración a mí mismo por ya haber sobrevivido en esta ciudad durante una semana, y luego se me ocurrió la idea de expandirlo y comenzar a escribir una historia, medio ligera de trama, más que nada como una forma de relajación.

    Sin mucha más que decir, ¡los dejo con el prólogo!


    —————————————————————————————————​

    Ambos se encontraban acostados en el suelo empedrado, mirando al cielo, los brazos cruzados detrás de la cabeza. Habían estado así, en silencio, durante varios minutos. Al muchacho de ojos azules y cabellos rubios se le notaban algunos cortes en la cara y el cuerpo, a la vez que moretones, productos ambos de una serie de eventos desafortunados.

    Su acompañante era una criatura hecha de pura oscuridad, con dos enormes orbes amarillos como ojos, y un jirón en lo que parecía ser su rostro, que bien podía simular una boca. Poseía una marcada silueta femenina. Parecía estar flotando unos centímetros sobre el suelo.

    Esta se rascó la barbilla (o al menos, lo que lograba identificarse como barbilla, dentro de su rostro) y luego se dirigió al muchacho:

    - Ya has pasado una semana en este lugar.

    - Uhu.- respondió el joven medio distraído, mientras se hurgaba la nariz.

    - Ugh, que asco.- le reprochó la criatura. Y luego agregó.- Y en ese tiempo, te las has arreglado para romper un techo y una ventana, y no encontrar mejor lugar para dormir que una caja.

    - Ey, no te burles de la caja. Bien que nos sirvió hasta ahora.

    La criatura suspiró, y ambos volvieron a quedarse en silencio, contemplando el cielo estrellado. La noche estaba tranquila, en especial en ese callejón que el muchacho había decidido llamar “hogar”, aunque siempre decía que sería un hogar temporal.

    - Nathan…- empezó la criatura.

    - ¿Sí, mi querida sombra?- respondió el aludido.

    - ¿Ubicas el queso gruyere, no?

    - Aquél que tiene agujeros.

    - Exacto. Te pusiste alguna vez a pensar, que cuando compras queso gruyere, te viene tanto queso como agujeros.

    - Ajá.

    - Por lo tanto, cuando compras mucho queso, compras también muchos agujeros.

    - No entiendo a qué quieres llegar con esto.- dijo el joven, mirándola fijamente.

    - Qué donde hay agujeros, no hay queso. Por lo tanto, al comprar mucho queso, tienes muchos agujeros. En esos agujeros no hay queso, por lo tanto, en realidad, tienes menos queso.- la sombra miró al muchacho con ojos sorprendidos.- Es decir, que cuanto más queso compres, menos queso vas a tener.

    Nathan se la quedó mirando, fijamente. Abrió varias veces boca como para decir algo, pero siempre se lo pensaba mejor.

    - Supongo que tienes razón.- concedió al fin, encogiéndose de hombros.

    Su sombra se quedó asintiendo, como si muchas cavilaciones extrañas estuvieran cruzando su cabeza.

    - Y te has puesto a pensar, que cuando un terremoto ocurre en un cementerio, todos los ataúdes se convierten en enormes maracas.- soltó la chica, de repente.

    - Ok, eso ya es estúpido.

    - Iso yi is istípido.- se burló la criatura y luego le sacó la lengua.

    El silencio volvió a reinar. Los ojos de Nathan se le comenzaban a cerrar, cuando su sombra volvió a hablarle.

    - ¿Te has dado cuenta alguna vez, que cuando miramos el cielo, en realidad estamos viendo al vacío infinito que es el universo, y lo único que impide que seamos absorbidos y perdernos para siempre en él es una fuerza tan débil cómo lo es la gravedad?

    - Gracias sí, ahora tendré pensamientos aterradores mientras duermo. Te lo agradezco, enserio.- refunfuñó el muchacho, y luego le dio la espalda, intentando dormir.

    - ¿Ni siquiera te vas a meter en la caja?

    - No.

    - Cómo quieras. Ni que me interesara, en realidad.- respondió la criatura, y luego se acurrucó a su lado, también para descansar.

    - Tan sólo espero que el autor no tenga ninguna idea loca.- dijo Nathan, para sus adentros.

    Ah, pero el autor estaba hasta el tope con ideas locas. Y fue por esa razón, que cuando el muchacho amaneció, lo hizo enfundado en una armadura, y en medio de un verde prado. El joven parpadeó confuso, pensando que podría ser un sueño. Se frotó varias veces los ojos, para intentar despabilarse. Pero allí estaba, enfrente suyo, la confirmación de que no se encontraba en un sueño. El nombre del siguiente capítulo: “Bienvenidos a Lymathinaria”.
     
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    La verdad todavía no sé mucho qué esperarme de este relato, me moló mucho la conversación y las preguntas existenciales que surgieron y me agradó el hecho de la rotura de la cuarta pared, habiendo una clara referencia al propio narrador.
    Me intriga el cambio de escenario, por qué ocurre y demás. Seguiré leyendo. Es interesante. No tengo mucho más que decir por ahora. ^^
     
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    Tal y como ha mencionado Ichiinou anteriormente, el capítulo es algo corto y no da una dirección clara de a donde puede irse la historia. Solo muestra a dos personajes Nathan el chico sin casa; y su sombra, que será el personaje cómico.

    Me gusta la personalidad bromista de la sombra, pero me pregunto si alguien más a parte de Nathan podría escucharla, o si solo será una voz en su conciencia. Todo esto suponiendo que aparezcan nuevos personajes y que vayan a interactuar con ellos. Veré de que tratan los siguientes capítulos.

    Al igual que como dije en tu relato del navegante, el guión está bien utilizado pero el símbolo es el incorrecto.

    Y un pequeño consejo.

    No es necesario el uso de paréntesis para remarcar algo. Reemplazándolo con comas queda mejor para la lectura y se entiende de la misma manera. Me despido por el momento porque debo abandonar el pc. Hasta luego.
     
    Última edición: 9 Agosto 2017
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    Reual Nathan Onyrian

    Reual Nathan Onyrian Adicto

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    ¡Hola a los dos! Aprovecharé este tiempo que tengo para responder a ambos los comentarios que me han dejado.

    Buenop, sí, ambos tienen razón, el prólogo no aporta absolutamente nada de información significativa jajaja. Esto es así debido a qué esta historia fue concebida principalmente como un recreo para mí. Tan solo había pensado en la primera parte, y decidí luego escribirla. Luego de darle un par de vueltas, decidí subirla, con un pequeño agregado, para ver si a alguien le interesaba. Como al parecer sí es así, descuiden que en los próximos capítulos se demostrará mucho mejor el tipo de historia que pueden esperar, y podrán juzgar mejor jajaja.

    Aprovecho Reydelaperdicion para contestarte aquí también el comentario de "El Navegante", en cuanto a los guiones. Los guiones cortos quedan en mis escritos debido a qué, como escribo en Word o Google Doc, son los guiones propios del teclado jajaja. Ya en las próximas subidas veré de cambiarlos por el guión largo.

    Me alegra que ambos se hayan tomado el trabajo de leer y dejar un comentario. ¡Nos vemos!
     
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    Reual Nathan Onyrian

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    Advertencia: Antes de seguir leyendo, ten en cuenta que esta historia fue concebida simplemente como un pequeño recreo mientras trabajo en mi fic principal. Así que prepárate para encontrar aquí parodias, roturas de cuarta pared (para ser sincero, el relato va a ser una rotura de cuarta pared casi permanente), situaciones ridículas y absurdas, innuendos, y (en casos de extrema rareza) una trama seria y bien pensada. Si tu intención también es relajarte y tener una lectura ligera, junto con un buena taza de té o café con leche, entonces reclínate en tu asiento, ¡y disfruta de la historia!

    Capítulo 1: Bienvenidos a Lymathinaria

    Nathan se despertó de su descanso, y miró alrededor. Su sorpresa fue bastante grande al encontrarse en un verde prado, en donde las colinas brotaban por aquí y allá, dándole una superficie ondulada al terreno. Pequeños parches verdes de bosque, como pinceladas dadas por un pintor aburrido, manchaban el paisaje. A lo lejos, una fina columna de humo se extendía hacia el cie…

    — ¿Puedes callarte ya? Es un escenario típico y cliché de fantasía medieval. La gente se lo va a imaginar mejor así.- reclamó el muchacho. Luego, se fijó en lo que llevaba puesto.— ¿Y por qué diablos llevo encima una armadura pesada?

    ¿Perdón? ¿Acaso me hiciste callar?— respondió una voz que parecía venir de todos lados, indignada, y de forma muy justa.

    — Por favor. ¿De todos lados? ¿De forma muy justa? Dame un respiro.— exclamó el joven, poniendo los brazos a su costado de forma desesperante, mientras miraba al cielo.— Dime de una vez en dónde estoy. Y no me describas el lugar. Puedo verlo con mis propios ojos.

    ¿Quién dijo qué te lo estaba describiendo a ti? Soy el Narrador, mi trabajo es describirlo a los lectores.— la voz hizo una pausa.— Además, cuida tu lengua. Soy prácticamente tu dios.

    — Lo sé. Yo soy tú. Bah, más bien soy una representación tuya en este mundo.— contestó el muchacho, restándole importancia al hecho con una mano.— ¿Vas a decirme dónde estoy o no?

    ¿Acaso no viste el nombre del capítulo al final del prólogo? Estás en Lymathinaria.

    — ¿Lymathinaria? ¿Tu mundo fantasioso? Genial…

    Universo. En Lymathinaria transcurre todo lo que escribo e imagino.

    — Y por eso me aterra estar aquí.— el joven de ojos de cielo miró alrededor, mientras se frotaba la nuca. Luego, abarcó el paisaje con un brazo.— Encima es un mundo cliché. Hasta estoy usando armadura fantasiosa. ¿Lo mejor que pudiste pensar era una copia barata de cualquier mundo de fantasía?

    De repente, el muchacho con cabello de trigo sintió como si dos dedos enormes lo hubieran agarrado del cuello de su camisa, que se dejaba ver bajo su armadura, y vio como el suelo se iba alejando de a poco, mientras lo elevaba una fuerza invisible hacia el cielo. Cuando hubo recorrido cierta altura, frente suyo y formado por nubes, se creó el rostro más perfecto, hermoso, adónico, dulce…

    — Y narcisista también.— agregó Nathan, cruzado de brazos, una tarea algo complicada debido a como se encontraba.— ¿Puedes dejar de auto-lamerte las botas y decirme por qué diablos estoy aquí?

    —A ver, enano, cuida un poco tu boca. Recuerda a quién le estás hablando.

    — ¿Y qué sería lo peor que podrías hacerme? Soy el protagonista de esta historia. No hay chance de que muera.— replicó el muchacho, sonriendo triunfante

    Lo último que vio el joven fue el suelo acercándose a una velocidad vertiginosa. Lo único que quedó del ojos azules fue una pasta sanguinolenta e informe, plana como un panqueque.

    —————

    Segundos luego, el joven abrió los ojos. Se frotó la cabeza. Sentía como si hubiera corrido directamente contra una pared de concreto. Al mirar hacia un lado, se encontró con la gelatina que antes había sido él. Se quedó mirando los restos unos momentos, y luego le habló al cielo:

    — Bien, demostraste tu punto. Me calmaré un poco.— Nathan se incorporó, y se notó más liviano. Al revisarse mejor, se dio cuenta de que ya no llevaba su armadura, y vestía unas simples ropas de campesino.— ¡¿Eh?! ¿Y mi armadura?

    —Volviste a ser nivel uno. Eso te pasa por bocazas.— le respondió la voz del cielo.

    — ¿Nivel uno? ¿Qué es esto, un videojuego?

    Sabes que estudio Diseño de Videojuegos. Obvio que esto se verá como un videojuego.

    El muchacho se frotó la cara con las manos, en señal de exasperación. Luego suspiró y volvió a hablarle al cielo.

    — Bueno, esto se ve como un RPG[1], y siempre en los RPG te dan algo como para que inicies. Algún arma u hechizo.

    Hum, tienes razón. Pero eso depende de tu clase. Y todavía no tienes una.

    — ¿Y cómo obtengo mi clase?

    Primero dirígite al Gremio de Aventureros. Puedes encontrar una filial en…— la voz hizo una pausa, y, de repente, un pueblo apareció, como creado del aire mismo, a varios kilómetros de distancia.— Allí. En ese pueblito, que lo pasaremos a llamar Oldtown.

    — ¿Oldtown? ¿Se te secó el cerebro con los nombres? ¿Y por qué en inglés?— replicó Nathan.

    A ver, escúchame bien zopenco.— respondió el ilustre Narrador, bastante exasperado.— Tengo el poder suficiente para que con tal solo chasquear los dedos, te hundas en un infierno cíclico de puro sufrimiento y dolor. Así que cállate de ahora en más, y limítate a asentir, ¿entendido?

    Nathan asintió. Quién mejor que él para saber cuando él mismo se enojaba de verdad, las cosas se iban al garete.

    — Bueno, entendido. ¿Así que tan solo tengo que dirigirme al gremio y pedir una clase?

    Necesitarás dinero para inscribirte.

    - ¿Y cómo consigo dinero?

    Mata un par de monstruos, haz recados, lo típico. Por amor a mí mismo, sabes que me encantan los RPG, deberías tener conocimientos de sobra sobre esta clase de juegos.

    — Lo sé, pero conmigo nunca se sabe.— replicó Nathan, encogiéndose de hombros.— Pero debes darme algo para matar monstruos. Dudo que simplemente pueda destruirlos con mi mera fuerza de voluntad y mis encantos.

    En cierto modo tienes razón. Ten, un palo y una palangana. Úsalos creativamente.— dijo la voz del cielo, y luego se escuchó un sonido como un chasquido de dedos, pero mucho más profundo y retumbante.

    Al frente del muchacho, aparecieron los objetos mencionados por el Narrador. Un palo de quebracho, y una palangana de cobre.

    — ¿No puedes al menos darme un palo más grande?

    Así que te gustan los palos grandes, ¿eh? Pilluelo.— respondió la voz, en un tono travieso.

    — No es eso, es que…— Nathan se rindió y lanzó una exclamación exasperada al aire.— Bueno, dame al menos una soga, para atar la palangana a mi pecho. Como mínimo, no quiero morirme apenas un conejo cargue contra mí.

    Interesante uso. Está bien.— contestó la voz, y acto seguido, la palangana apareció atada al pecho del joven. Luego, la voz añadió.— A propósito, tu sombra desapareció.

    — ¡¿Qué?!— exclamó el joven, que en ese momento estaba verificando que la palangana estuviera bien ajustada. Miró detrás suyo, y, en efecto, su sombra ya no estaba. Paseó la mirada por los alrededores, pero tampoco.— ¡¿Por qué?!

    —Oye, necesitaba un detonante, una trama. No puedo contar una historia sin una trama principal. Y esta es perfecta. Ahora tienes una misión: encontrar a tu sombra.

    Nathan abrió la boca para decir algo, pero luego se lo pensó mejor. Se tapó la cara con las manos, y suspiró, exasperado. Luego, se estiró, y, sin decir palabra, comenzó a caminar en la dirección del pueblo. En los videojuegos, los NPC[2] tenían siempre información útil. El día fue pasando, y no se encontró con absolutamente nada. Ni monstruos, ni animales, ni personas, ni criaturas mágicas, ni nada. Parecía que el mundo estuviera completamente vacío. Llegó hasta la mitad del camino, y luego se frenó.

    — Oye, me parece que te olvidaste de poner criaturas en tu mundo.- le dijo el muchacho al cielo. No hubo respuesta. Nathan esperó unos momentos, pero luego comenzó a impacientarse. Gritó.— ¿Hola? ¿Hay alguien?

    ¿Qué ocurrió? Estaba buscando algo para comer.

    — Creo que a tu mundo le falta...vida.

    ¿Vida? ¿A qué te refieres?— preguntó el Narrador, con claros signos de que estaba comiendo mientras hablaba.

    — No hay gente, animales, monstruos, nada. Está vacío. Literalmente.

    Oh. Tienes razón. Me entretuve peleando contigo. ¿Viste lo que logras?

    — Ah, ¿ahora es mi culpa?

    —Chitón. Ahora pongo a alguien.— respondió la voz, y Nathan escuchó como se tronaba los dedos.

    Acto seguido, al frente suyo, de manera tan repentina que al muchacho le dio un respingo, apareció un hombre anciano y encorvado, vestido tan solamente con una capa de viaje rajada y llena de polvo, y una túnica en condiciones parecidas. Se apoyaba en un bastón, y una capucha cubría su rostro, dejando ver tan solo una enmarañada y sucia barba blanca, que le llegaba a la cintura. Señaló a Nathan con un dedo tembloroso.

    — ¿Enserio? ¿Un anciano de la profecía o algo parecido?

    — ¿Podrías cerrar el agujero que tienes por boca alguna maldita vez?

    Ignorando este intercambio, el anciano le habló al joven.

    — Joven alma, existe una antigua profecía que rige este mundo, y se ha ido repitiendo de generación en generación, desde que los Primeros Padres dieron a luz a esta civilización, del vientre profundo y oscuro de la tierra. Cuándo los cielos choquen y las mareas inunden tanto aire como tierra; cuando el cuervo de su último canto, y el gorrión le cante una sonata de muerte a la luna; cuando las montañas se conviertan en abismos, y los valles en inmensos y filosos picos. Cuando las entrañas de la tierra misma rujan y dejen escapar su feroz líquido; cuando…

    — Oh, mátenme. Escuchar a este tipo es una tortura.— dijo una voz, al lado del muchacho.

    Este dio un pequeño salto, sorprendido. Se fijó quien había hablado, y su sorpresa fue mayúscula al encontrarse consigo mismo, vestido como cualquier otro muchacho de su edad. Se encontraba encorvado y apoyando sus manos y pera en un bastón de viaje, y su mirada expresaba hartazgo, aburrimiento y cansancio. El viejo seguía hablando, ignorando totalmente el hecho de que un doble del joven al cual se dirigía había aparecido mágicamente a su lado.

    — ¿Por qué apareciste...así?— preguntó Nathan, confundido, señalando completo al muchacho que había aparecido a su lado.

    — Meh, tenía ganas.— respondió éste, encogiéndose de hombros.

    — ¿Y por qué ya no hablas en cursiva?

    — Porque estoy “dentro" de este mundo. Si aquí todos habláramos en cursivas, yo también estaría hablando en cursivas.— luego, señaló con la barbilla al hombre que seguía hablando.— No soporto a ese tipo. Hace que tenga ganas de suicidarme.

    — Tú mismo lo creaste.— señaló Nathan, levantando una ceja.

    — Sí, lo sé, y fue un craso error.— el idéntico a Nathan se enderezó y estiró los brazos al cielo.— Bien, vamos a acelerar las cosas.

    Chasqueó los dedos, y, de forma totalmente repentina, una puerta cayó encima del viejo, aplastándolo en el acto.

    — Te gusta demasiado convertir a la gente en pudín, ¿no?— preguntó Nathan, atónito ante la imprevista aparición de la puerta.

    Su acompañante se limitó a encogerse de hombros.

    — Atraviesa esa puerta. Detrás encontrarás a tu sombra. Esto es mucho más sencillo.

    — ¿Enserio? ¿Te das cuenta qué acabas de tirar toda una trama que podría haber durado varios capítulos por el inodoro?— preguntó el ojiazul, con un leve tono de indignación.

    — Sí. ¿Algún problema?— encaró el otro joven.

    — No, ninguno.

    — Bien. Ahora, atraviesa la puerta y pasa al siguiente capítulo, que quiero irme ya.

    — ¿Siguiente capítulo? Acabas de spoilear[3] que esto se acaba ahora.

    — Mira, ya estoy harto de tus quejas, ¿sí? Me voy.— dijo cortante el chico que era Narrador, y desapareció en el acto.

    Nathan volvió a suspirar. Eso se volvería un hábito. Se tronó el cuello, y, evitando los pedazos sanguinolentos que habían quedado del viejo, abrió la puerta. Se encontró con una negrura absoluta. El joven reunió valor, y atravesó aquellas tinieblas.

    ————————————————————————————

    ¡Hola! Soy la sombra. Es una lástima que no apareciera en este capítulo y lo bendijera con mi gracia, pero al menos tengo el trabajo de traerles un par de aclaraciones. Aquí van:

    [1]: RPG, Role Playing Game, o juegos de rol. Creo que todos sabemos sobre esto, pero nunca queda de más aclarar. Ejemplos son Pokémon, Final Fantasy, la saga The Elder Scrolls, y la lista sigue y sigue.
    [2]: NPC, o Non Player Character (Personajes No Jugables) son todos aquellos habitantes del mundo que no son controlados por el jugador.
    [3]: Spoilear. No sé por qué diablos estoy explicando esto en un foro de fanfics, pero bueh. Cuando alguien hace un "spoiler", está revelando información sobre cierto tema que es de interés por otra persona, y que esta última todavía no conoce. Los que hacen spoilers deberían arder en hogueras por brujería.
     
  6.  
    Agus estresado

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    La verdad es que yo no soy muy fanático de historias cómicas o poco serias, lo cual no quiere decir que sea una mala historia, pero no me son muy llamativas. Todo parece indicar que Nathan va a vivir una aventura creada por el Nathan "real". El escenario de dicha aventura será uno al estilo de videojuegos RPG. La verdad la idea no es demasiado original, pero la forma de contarla sí lo es. Aunque el protagonista no está metido en un videojuego en sí, vivirá una aventura que podría asemejarse a estar dentro de uno.

    Me gustaría saber que clase de aventuras va a vivir el Nathan ficticio, y si el real lo va a ayudar, o se limitará a darle indicaciones o simplemente a mirar. Yo creí que la sombra sería el personaje cómico, pero creo que los Nathan y otros personajes también podrían tener esa personalidad. Habrá que ver con que tipo de aventuras se cruzan en ese mundo ficticio llamado Lymathinaria. Aunque tengo la impresión de que la mayoría de aventuras serán cómicas a la vez que poco predecibles.

    Aun no puedo comentar mucho sobre los Nathan, la sombra, o el lugar porque no se ha visto demasiado; aunque no me espero algo muy serio porque tu dijiste que esta historia es un relax para ti. Cuando publiques el próximo capítulo (y si estoy con tiempo) lo leeré y comentaré. Saludos.
     
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  7.  
    Reual Nathan Onyrian

    Reual Nathan Onyrian Adicto

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    Gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar, a pesar de que las historias cómicas o livianas no son de tus favoritas jaja.

    Sí, a mí también me gustan bastante las historias más serias y oscuras, pero siempre me agrada ver o leer algo cómico o ligero, para desestresarme jeje. Ah, y sí, la idea no es para nada original, pero que se le va a hacer jajaja. La idea en sí no era buscar una ambientación super original.

    Tal como dijiste, la idea es hacer algo tranquilo, simple y de fácil lectura. Comúnmente, este tipo de historias me las guardo para mí, ya que son una manera de relajarme y liberar pensamientos, muchas veces contra mí mismo, como pudiste leer jajaja. Pero ya que estaba en un foro de escritores, decidí subirla. Tal vez era del agrado de alguien, y además, quien sabe, le puede alegrar el día a una persona.

    De nuevo, gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar, y de forma tan eficaz también. Comentando el mismo día que lo subo, una persona muy eficiente jajaja.

    ¡Que tengas buenos días!
     
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