One-shot de Inuyasha - Aniversario(Sessh/Kag)

ANIVERSARIO​

“Aniversario”, sabía perfectamente lo que significaba esa palabra, o sí, lo sabía muy bien. Cada año cuando llegaba esa fecha, Kagome se ponía muy escandalosa ante cualquier “idiotez “, como les decía ella, que realizaba Sesshomaru. Él no lo veía de esa manera. Según él, ella tendría que saber perfectamente que no era nada bueno expresando sus sentimientos, por algo era que algunas personas creían que Sesshomaru no poseía tales emociones. Él sí posee sentimientos, solo que los demuestra de una forma… diferente. Por ejemplo, en su segundo aniversario, él le había dado algo de dinero para que ella se pudiera comprar lo que quisiera. Pero ella lo mal interpretó todo y le dijo que si no sabía que regalarle era mejor que no le diera nada y que tampoco era tan pobre como para necesitar el dinero de los demás para comprar cosas, después de eso no le hablo por dos semanas; y ni se diga del cuarto aniversario, él le había regalado ropa, porque a las mujeres les gusta la ropa. Al principio todo iba muy bien, él creía que había conseguido un buen obsequio, pero todo eso cambió cuando se probó la ropa. Al terminar de probarse la ropa, Kagome había salido a mostrársela, para que viera como le quedaba, pero ni bien llegó hasta el lugar donde él se encontraba, su bellísima sonrisa cambió a una cara muy enojada. Hay se dio cuenta de que estaba en problemas. Otra vez ella lo mal interpretó todo, él solo quería darle algo lindo para ella, pero ella le salió con una versión totalmente distinta, ella creyó que le regaló ropa porque a él le pareció que la ropa que ella tenía era fea y que no le gustaba que se vistiera así. Luego de eso le quedó muy en claro que cuando le diera un regalo a Kagome, tendría que elegirlo muy cautelosamente, pensar todas las versiones que podrían salir de la cabeza de la azabache sobre los “por qué” le compró ese regalo. Por eso a veces los regalos de aniversarios se le complicaban demasiado.

Por esa palabra titulada “aniversario”, ahora él se encontraba buscando un regalo para esa fecha tan importante. Faltaba un día para que llegara su aniversario anual y con eso todas las posibilidades de los regalos, ya le había regalado todo lo que se le podría ocurrir, y él no era un hombre de mente muy abierta. Pero a su cabeza llegó otra cuestión que era que le sorprendía de sobremanera que ya llevaran cinco años de noviazgo y al día siguiente se cumplirían los seis. Todavía recordaba claramente el día en el que Sesshomaru se había animado a formular aquella pregunta que le cambió la vida, la pregunta que lo convirtió en el novio de su bello ángel.

Al principio Kagome se lo tomó como una broma pero Sesshomaru le demostró que él estaba hablando muy enserio al respecto. Tanto así que cuando él le volvió a formular la pregunta, ella no tuvo duda alguna de que el ambarino estaba hablando muy enserio, y cuando lo pensaba bien, le parecería muy extraño que una persona tan seria como Sesshomaru hablara en chiste. Ante esa segunda oportunidad en la que el Taisho volvió a repetir la pregunta, la azabache no dudó ni un solo instante y le correspondió sus sentimientos, ya que ella tambien tenía fuertes sentimientos hacia el ambarino.

Sesshomaru estaba tan sumido en sus recuerdos que no se dio cuenta de que había llegado a una plaza. Él no le dio mucha importancia y siguió recordando tan hermosas memorias que poseía con su angelical pareja, además de tratar de conseguir el mejor obsequio para su sexto aniversario.

Un joven de ojos azules y cabellera negra que se encontraba cerca de la posición del ambarino sentía una gran curiosidad de qué era lo que mantenía tan pensativo a ese sujeto tan serio.

—No es propio de ti estar así Sesshomaru, ¿se puede saber en qué piensas?—preguntó aquel joven

— ¿Eh? Miroku eres tú, no me di cuenta de que estabas en este lugar—dijo un sereno Sesshomaru saliendo de sus pensamientos

—Vamos Sesshomaru, por una vez en tu vida responde a una de mis preguntas—suplicó Miroku

— ¿Y por qué tendría que contarle mis pensamientos a alguien como tú?—cuestionó el peli-plateado— Que yo sepa eres una persona muy despreocupada—

—Porque esta persona despreocupada puede llegar a tener la solución a tus preocupaciones, admitámoslo Sesshomaru, yo tengo la mente abierta a mayores posibilidades —contestó con una voz que denotaba sabiduría

Después de meditarlo un poco, Sesshomaru llegó a la conclusión de que tal vez, solo tal vez, Miroku tendría la solución acerca del regalo para Kagome, después de todo, Miroku era un mujeriego, él tendría que saber qué era lo que le gustaba a las mujeres.

—Está bien, te daré una oportunidad, más vale que la aproveches—dijo el ambarino algo fastidiado— mañana será el aniversario de Kagome y yo, y no se me ocurre qué regalarle, ya que ella es muy minuciosa con los regalos que le doy y no quiero que ella se enoje otra vez por el obsequio que le dé, al menos no otra vez— finalizó con un breve suspiro

Hubo silenció durante unos momentos, pero ese silencio no duró mucho, ya que fue interrumpido por un joven de ojos azul.

— ¿Eso era todo? Con todo el tiempo que te he conocido, nunca me hubiera imaginado que ese sería tu dilema amigo, pero esta bien. Si lo piensas bien es una respuesta muy simple—hizo una breve pausa y con una sonrisa en su rostro prosiguió— un buen regalo solo puede ser bueno siendo algo inolvidable, algo sorprendente y con mucho cariño, algo que fuera muy importante y valorado por Kagome. Pero sobre todo tiene que ser algo que demuestre tus sentimientos hacia ella.

Luego de eso Miroku se marcho caminando, con un paso lento pero continuo aun con esa sonrisa que lo caracterizaba en su rostro.

Sesshomaru sonrió de lado. Ya sabía perfectamente que le daría a su adorada pareja en su sexto aniversario, él había estado esperando una oportunidad así y si todo salía como él quería, este aniversario sería uno que Kagome y él jamás olvidarían.
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Al fin había llegado el día, Sesshomaru le había dicho a Kagome que la pasaría a buscar para dirigirse al restaurante y por esa razón ahora él se encontraba en su auto rumbo al departamento de su pareja. El ambarino vestía un traje gris, una camisa blanca con los dos primeros botones de esta abiertos y unos zapatos de vestir de color marrón.

Al arribar en su destino tocó el timbre que se encontraba al lado de la puerta y a los pocos minutos salió de ella una hermosa Kagome. Ella vestía un bello vestido de color azul marino con un cuello en V que le llegaba hasta las rodillas, unos tacones de cinco centímetros de color negro y un collar con una luna creciente en su centro de plata, además llevaba su cabello azabache suelto que le llegaba hasta las rodillas.

—Hola, feliz aniversario—dijo una resplandeciente Kagome

Al verla, Sesshomaru se sorprendió mucho, realmente se veía muy bella, era un atuendo simple pero bello y elegante. Kagome tampoco se quedó atrás, ella también se sorprendió al ver a Sesshomaru, ese traje realmente le quedaba muy bien. Luego de salir de sus shocks, Sesshomaru solo alcanzó a decir un —Igualmente—

Al acabar esta simple palabra, el ambarino guió a la azabache hasta su auto, en el cual entraron y se fueron rumbo a su respectivo destino.

Cuando llegaron al restaurante Kagome quedó impactada ante la elegancia del lugar: las paredes eran de un amarillo pálido que poseían amplios ventanales de cristal, de las cuales colgaban unas cortinas de una fina seda de color carmesí; el piso era de marfil al igual que las columnas, que se podían observar por doquier y en el centro de todo aquel esplendor, se veía un gran candelabro de bronce que se encargaba de iluminar todo el establecimiento. Al poco tiempo de entrar al restaurante, un camarero se encargó de guiarlos hacía la mesa que Sesshomaru había reservado para esa noche tan especial para los dos.
Al llegar a su mesa, ambos se sentaron y le ordenaron al mozo lo que iban a comer. Veinte minutos después regresó con los pedidos.

Kagome empezó a comer, pero Sesshomaru solo se dedicaba a observar el plato. Él estaba más callado que de costumbre, de por si él ya era un hombre demasiado serio, pero esta noche casi no dijo ni una sola palabra, por lo general él y Kagome hablaban en el auto cuando se dirigían a algún lugar, pero esta vez no. Ella estaba sabía que le pasaba algo, algo lo mantenía muy pensativo y ella quería saber cuál era el motivo. De pronto el ambarino dijo algo.

—Yo no soy nada bueno para este tipo de situaciones—murmuro Sesshomaru, pero no contaba con que la muchacha sentada enfrente suyo lo escuchara de todas formas.

— ¿No eres bueno para qué?—interrogó Kagome, Sesshomaru había actuado muy extraño durante toda la noche y eso le preocupaba demasiado— ¿A caso no te sientes bien?—Sesshomaru no contestó y eso preocupó aun más a Kagome.

Mientras tanto Sesshomaru se encontraba sumido en sus propios pensamientos, nunca hubiera imaginado que sería tan difícil hacer lo que se había propuesto. Pero sabía que ese era el momento adecuado, no habría mejor oportunidad que esa, era ahora o nunca, eso haría que Kagome jamás olvidara su sexto aniversario.

Decidido a realizar su cometido, se levantó de su asiento con dirección a su amada, al llegar al lado de ella se arrodillo sobre su pierna derecha y del bolsillo de su chaqueta sacó una pequeña cajita de color azul que al abrirla debeló un bello y brillante anillo de compromiso.

—Kagome, ¿tú te… casarías conmigo?—

Al fin lo había hecho, al fin se lo había propuesto. Él había tratado de realizarle esa pregunta a su amada Kagome desde ya hace bastante tiempo, pero nunca había hallado el momento adecuado para realizar esa pregunta tan importante, esa pregunta que podría llevarlo a la felicidad eterna. Pero cuando Miroku le había dicho que un buen regalo tendría que ser algo inolvidable, algo que fuera muy valorado por Kagome se dio cuenta que esa era la oportunidad que él había estado esperando durante tanto tiempo.

—¿Y qué me respondes Kagome?— dijo Sesshomaru con una voz serena y llena de amor, aunque por dentro se encontraba temeroso de que la respuesta de su adorada y dulce Kagome fuera una negativa
—¿Aceptarías ser mi esposa?—

Kagome se encontraba muy sorprendía, se le hacía difícil de creer que ese momento fuera real, le parecía que ese era un sueño, uno del cual jamás quería despertar. Ella había soñado con ese momento por un lapso muy grande de tiempo. Tener a Sesshomaru al lado de ella arrodillado con un hermoso anillo de oro con incrustaciones de diamante en el centro de dicho objeto en su mano le causaba una gran felicidad. Tan grande era aquella emoción que sintió como sus ojos se empezaban a humedecer y como lágrimas traicioneras escapaban de sus párpados.

—Te tardaste demasiado idiota, ¡claro que acepto!— respondió la azabache a la pregunta recién formulada con toda la alegría que poseía en ese momento

Ante aquella respuesta Sesshomaru colocó el anillo que cargaba en su mano y se lo colocó a su ahora prometida.

Sesshomaru se encontraba muy contento y aliviado de que la contestación a su pregunta fuera un sí, por un minuto llegó a pensar que su adorado ángel lo rechazaría y que todo terminaría entre los dos. Solo aquella idea lo atemorizaba demasiado. Pero no era momento de pensar en eso, lo importante ahora es que su amada prometida acepto su pedido y no la dejaría ir por nada del mundo.

De pronto salió de sus pensamientos al darse cuenta de cómo lo había llamado Kagome hace algunos momentos.

—¿Era necesario llamarme idiota?—cuestionó el ambarino fingiendo estar enojado, aunque la verdad en ese instante nada lo podría hacer enojar, ya que se sentía el hombre más afortunado del mundo al tener a tan bello ser con él

— Por supuesto que era necesario, tendrías que haberme hecho esa pregunta hace ya mucho tiempo— respondió una sonriente Kagome a su futuro marido.

Sin duda alguna este aniversario sería uno que ninguno de los dos olvidaría durante el resto de su vida.

FIN

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Hola a todos y gracias por leer :).
Siendo sincera no estoy muy segura sobre esta historia, no me convence mucho, aunque amo las historias SesshKag siento que no me salio muy bien ya que no tengo mucha experiencia en esto:(, pero bueno...

Me gustaría que me den su opinión sobre mi 2º fic, ya que muy rara vez tengo inspiración como para escribir algo.

Bueno, me despido...
Dark Moon