Anhelo de libertad para vivir

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Poikachum, 25 Septiembre 2014.

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    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

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    Título:
    Anhelo de libertad para vivir
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    445
    Prólogo


    Ella siempre ha sido diferente al resto, por ello era maltratada. Jennifer, la chica de 17 años que estudiaba en la escuela pública y gratuita de Drotting, cuyo director era conocido por haber sido uno de los estudiantes más sobresalientes de los últimos 30 años. Aunque ocurrió hace mucho y ahora presentaba cierta edad, todo el mundo reconocia su talento para tratar con los jovenes estudiantes.

    Volviéndo con Jennifer, ella es una chica pobre cuyo padre es propietario de un pequeño local de comida el cual no proporcionaba demasiados ingresos y su madre trabaja en el mismo sitio como camarera. Debido a la crisis que asola el lugar, apenas han podido comprarle ropa y material escolar a su hija. Aunque detrás de todo esto hay un secreto. Su padre, John, gasta mucho dinero en alcohol y otros vicios, esto ha llevado a su mujer a discutir con él, pero él pasa del sermón y alguna que otra vez insulta y golpea a su hija.

    La casa donde viven tampoco es muy lujosa, ni siquiera humilde y eso ha llevado a Jennifer a ser objeto de burla por parte de sus compañeros de clase, especialmente por un sector femenino formado por unas ricachonas que se tranfirieron hace poco. Ella es algo baja de estatura, unas trenzas adornan su pelo realizadas por ella misma y unas lentes grandes. Su ropa está constantemente sucia o con alguna que otra mancha, sus libros están practicamente rotos y muy desgastados. Su larga melena negra le llega casi a la cintura y su complexión es delgada.

    A pesar de todos estos obstaculos, ella siempre se ha mantenido firme y decidida a estudiar, de hecho, es una chica bastante inteligente. Ha leido muchos libros gracias a la biblioteca o algún libro prestado por la anciana que vive justo al lado.

    Jenni se encuentra en su cuarto observando el poco paisaje que puede ver desde la ventana, trata de perderse en sus profundos rincones hasta que un ruido la despierta. Pero no hace ningún movimiento, sabe de sobra de que se trata.

    —¡¿Otra vez mirando por la ventana?!Exclama la voz llena de furia.

    Ella cierra los ojos, una pequeña lágrima empieza a recorrer su rostro y pronto siente un fuerte golpe en la cabeza haciendo que caiga al suelo.


    Hasta aquí el prólogo de esta historia, no duden en comentar cualquier cosa :). La inspiración ha llegado a mi y por eso he creado este fic ^^
     
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    Knight

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    Hace tiempo que no leía un long-fic.

    Y pues si, el prólogo fue algo corto ¬¬ pero supongo que no está incompleto ni nada parecido, nos da una rápida introducción a la vida de la chica y de algunos de los problemas principales.
    Has mejorado en tu ortografía y también tu narración está mejor que antes :O

    El final me gustó bastante, y no es por que me guste la violencia (?) solo espero que puedas llevar una buena trama sin caer en los típicos clichés D: ya sabes de lo que hablo (?)

    Avísame cuando pongas el primer capítulo :3 byebye.
     
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  3.  
    Poikachum

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    Título:
    Anhelo de libertad para vivir
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1155
    Capítulo 1: Vida escolar

    Jennifer abre los ojos despacio, nota nauseas y un fuerte dolor en la cabeza debido al golpe propinado por su padre. Tras unos segundos de dolor, empieza a notar una mejoria y puede ponerse de pie pero con cierto tambaleo. Voltea para verse en el espejo y ve un pequeño hilo de sangre que recorre desde su frente hasta su barbilla. Busca en uno de los cajones un pequeño pañuelo azul pero casi todo manchado de rojo debido a las númerosas heridas producidas por su padre.

    —Cariño, debes prepararte—Dice una voz femenina entrando en su habitación y ayudandola a limpiar las heridas.

    Es cierto, hoy era Lunes, se habia levantado temprano para estar lista pero debido a que su padre le habia golpeado ha perdido la noción del tiempo. Jenni prepara sus cosas, se arregla un poco en el espejo y se marcha no sin antes darle un beso a su madre quien la mira con lagrimas en los ojos.

    Ella camina sola todo el camino hasta clases, ella no tiene amigas, desde pequeña intentó hacer amigas pero al parecer la fama de su padre y su situación economica ha evitado que las demás madres dejen a sus hijos juntarse con ella. Al llegar a la entrada puede ver el gran edificio, de color gris afectado por el paso del tiempo, algunas ventanas rotas y las aulas eran grandes pero no contaba con el material de la privada.

    —Por lo menos es gratis y puedo estudiar—Piensa para si misma la chica con una ligera sonrisa.

    De pronto siente un empujón haciendo que su cartera y lentes caigan al suelo.

    —Ups, no te habia visto, perdona—Dice la voz femenina acompañada por unas risas de ella y otras personas.


    Se trata de Anabel, una de las ricachonas de clase quien habia decido estudiar allí porque la privada le aburre. Jenni sin hacer el menor caso busca sus pertenencias con sus manos y logra encontrarlas.

    —Menos mal que no están rotas—Piensa tocando las lentes y viendo que no estaban rotas.

    La campana suena y ella se da prisa para no llegar tarde. Al sentarse en su mesa, puede ver que algún gracioso le ha puesto cosas y rallado su mesa insultandola y llamandola pobre. Ella limpia la mesa con una de las mangas ensuciando un poco su uniforme escolar.


    —Alumnos, hoy se ha transferido un nuevo estudiante—Anuncia la profesora haciendo que todos callasen para saber de quien se trata.

    La puerta se abre y a clase entra un chico, de mediana estatura, delgado y con el pelo negro. Lleva el pelo corto, su cara es un poco redonda y no aparenta estar nervioso.


    —Me llamo Jake y tengo 17 años, espero que nos podamos llevar bien—Dice presentandose y luego sentándose en el pupitre que le señala la profesora.

    Jenni no le dió ni la más mínima importancia y se dedica a atender y tomar unos apuntes. Las clases pasan y llega la hora del almuerzo, ella abre su mochila y ve que tan solo tiene un trozo de pan con chocolate. Para almorzar, la chica se desplaza hasta la azotea donde no suele haber nadie. Allí, con la brisa fresca del viento saca su almuerzo y lo come despacio, sin prisas, quiere degustarlo.

    Terminado su almuerzo, observa el cielo mientras está tumbada en el suelo. Pero no dura mucho dado que escucha unas voces,se levanta y se esconde detrás de unos conductos de aire. Al ver de quien se trata se esconde aún más. Se trata de Anabel con un chico, no quiere mirar y exponerse a ser descubierta.

    —Bueno Jake, ¿qué te parece?—Pregunta la chica.
    —Es bastante grande y este es sin duda un buen lugar—Responde el chico con tono impresionado.
    —Por cierto, te aviso, no te juntes con Jennifer, la chica esa rara de clase—Comenta Anabel mientras mira al chico.
    —¿Y eso?—Pregunta el joven curioso.

    Cuando Anabel va a contestar suena su teléfono, tras unos segundos cuelga y se despide del chico. Algo urgente le reclama por lo que deja a Jake en la azotea. Jake se estiro y respira el aire fresco. Jennifer al intentar acomodarse un poco mejor para ocultarse da un pequeño golpe al metal de los conductos haciendo que resuene alertando al chico.


    —¿Quién anda ahi?—Pregunta el joven acercándose.

    Jenni sale de su escondite y cuando el chico le va a decir algo ella pasa de largo. El chico sin embargo, no le detiene, ni siquiera hace el intento de ello. Baja las escaleras tan rapido como puede y se dirige a clase. Cuando suena la sirena, todos van llegando a clases riendo y demás, Jake la ve pero no dice nada.

    Después de clase, Jenni se queda en la biblioteca hasta tarde, los alumnos pueden quedarse por examenes hasta cierta hora. Cuando se cansa de repasar los apuntes cosa que no puede hacer en casa debido a su padre. Toma el camino que toma siempre, pero hoy esta muy oscuro por lo que marcha deprisa, tanto que no se da cuenta que choca con una persona.

    —Lo siento—Se disculpa ella levantandose y cuando ve a la persona tiembla de miedo.

    Ha chocado con un macarra y sus dos amigos, el chico la agarra y le impide que pueda escapar. Ella tiene mucho miedo y no hay nadie alrededor.


    —Vamos a divertirnos contigo como disculpa—Dice el chico llevando su mano al trasero de la chica.

    Al hacerlo la chica se pone aún más nerviosa y tiembla de miedo. Al sentir el tacto de su mano dentro de su falda reacciona. Alarga la mano y un sonoro golpe resuena en el silencio de la calle haciendo que el chico la suelte por el golpe.


    —¡Maldita!—Se queja del dolor mientras la mira con furia.
    —Tio, esa es la Jennifer, la hija del borracho—Comenta uno de sus amigos.

    Al poder verla mejor, este da un quejido pero de asco. Saca un pañuelo y se limpia la mano y luego la cara como queriendo quitarse la suciedad donde él la ha tocado. Después la escupen y deciden marcharse mientras los amigos se rien del chico.

    —Vas a tener que usar ácido por lo menos para limpiarte—Dice antes de recibir un puñetazo en su brazo por parte de su compañero.

    Jennifer cae de rodillas al suelo, tiene hambre, frio, miedo y no puede mover sus piernas. En la oscuridad de la noche y el aire que empezaba a refrescar, ella no aguanta y empieza a llorar desesperadamente.


    Continuara...
     

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