La barrera mágica recubría el castillo de Hogwarts, les protegía de los hechizos aunque no duraría eternamente, un destello sale de la lejanía, miles de hechizos se dirigen a la barrera para romperla. Lupin y Tonks se miraron a los ojos, ambos se sonrieron con la mejor de sus sonrisas, miraron la barrera y sin necesidad de mirarse, levantaron sus manos para unirlas. Ninguna discusión importaba ya, solo sentir el calor del otro, recibir su apoyo, luchar por su hijo y si es necesario dar la vida, importaba proteger el futuro para que aquellos que sobrevivan, tengan un hogar al que siempre regresar, pues Hogwarts siempre prestara ayuda a quien lo necesite.
Ese es el sacrificio que muchos hicieron ese día, para que otros pudiesen vivir. En este caso dejan a un niño huérfano, pero vivo. En lugar de vivir subyugados a magos oscuros que sería peor que estar muertos. Ver como todo se destruiría delante de sus ojos y que su hijo no podría crecer en paz. Es triste, pero hay sacrificios que fueron necesarios.