Yu-Gi-Oh! Amor y amistad. [oneshot]

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Anneliese, 14 Febrero 2008.

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    Anneliese

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    Amor y amistad. [oneshot]
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    Amor y Amistad.

    ¡Hola a todos/as!

    Este especial lo ice porque Sandrax me lo pidió, a cambio de algo (oh si, no piensen que lo ice de a gratis),

    Bueno espero que sea de su total agrado y el titulo, disculpen el titulo. Sin mas que decir, el especial...



    El amor es lo más hermoso… pero, a veces, tras haber logrado conquistar el corazón de la persona que amamos nos olvidamos de atenderle y darle pequeños detalles: como una flor, una tarjeta, un chocolate, tan solo un beso, un te quiero que les haga saber que los recordamos y que el amor sigue igual como la primera vez que nos enamoramos. Que el amor no se ha perdido, ni marchitado.

    Algo similar ocurre con la amistad; cuando tenemos un amigo (a) debemos hacerle saber lo mucho que le queremos y lo felices que nos sentimos al tenerlo… que la amistad sigue viva como la primera vez que nos conocimos y que esa sonrisa dulce que se dibujo en nuestros labios sigue allí; no se ha ido.

    Ella se sentía feliz; debía aceptar que el San Valentín era realmente hermoso, todo lo que le tenia que decir a sus amigos… cuantas tarjetas que preparar, oh sí, mejor empezaba desde ahora porque si no, no terminaría nunca, después de todo sus amigos eran demasiados.

    ¡Aja!, solo tenia un problemita… faltaba él… él era el problema de su vida, ¡sí él!, tonto farolito… tonto don creidito que se las sabia todas para hacerle perder la cordura con esa mirada llena de severidad y amor que resaltaban en sus ojos violáceos… esos ojos violáceos cielos, según ella. Unos ojos que hiciera lo que hiciera no dejarían de transmitirle amor, odio, amor, odio y así sucesivamente hasta volverla loca.

    Él dueño de sus mas maravillosos sueños, él dueño de sus mas temibles pesadillas. Él con quien tenía tantos finales en donde siempre terminaban separados por el destino… un destino que ciertamente no podían cambiar. “Hay que aceptar las cosas como vienen”, dice un dicho.

    Tomo sus tarjetitas no terminadas llenas de colores, de corazones y unos “amuletos”, que honestamente parecían ser cualquier otra cosa que amuletos. Era la cosa mas extraña que pudiera haber hecho en toda en su vida.

    Caminaba solo como ella lo sabía hacer entre torpezas y bailes divertidos. La energía que se encontraba en su ser, era sencillamente hermosa. Salía de la habitación, de la casa donde se había hallado todo este tiempo dirigiéndose a su lugar favorito; a descansar con la paz que este solo le lograba brindar.

    Llego a un parque que se conservaba en buen estado. Tenía amplios sitios repletos de césped verde. Lindos arboles frondosos y uno distinto, sus hojas eran amarillas como el sol, como esas flores amarillas con las que él venia a buscarla con su sonrisa ganadora.

    Delante del árbol amarillo de oro se encontraba una fuente repleta de hojas tantos amarillas como verdes que flotaban sobre su agua. Leves gotitas caían en la cara de la joven de ojos mieles. Se sentó sobre la misma y elevo su mirada hacia el cielo ¡oh que cielo más bello e inalcanzable para sus pequeñas manos!, ¿pequeñas manos?, en verdad no eran tan pequeñas pero ante el cielo quedaban como dos gotitas de agua, como hormiguitas.

    Su rostro delataba cansancio. Si la cuestión es de ser sinceros, entonces ella debía serlo al menos consigo misma y con el agua, después de todo están limpia, tan transparente y tan correcta que sus mentiras no podían ser aceptadas por la misma.

    Toda la mañana, tarde y noche de ayer andaba dando vueltas como desequilibrada mental por su alcoba, pensaba en que regalo darle a”él” ¡es tan difícil saber que darle!, rey de los duelos… muchacho bien parecido, tan apuesto que seguro ha de tener cuantas mujeres hoy en este día, eso le hervía la sangre y de nuevo volvía a odiarle. Aunque su carita se ponía tan picarona con cierta inocencia cuando imaginaba estando junto a él… Amar y odiar no es nada sencillo, es una tortura.

    Miro las tarjetitas y se sentía tan mal; que al tan solo verlas lagrimas rodeaban sus mejillas rozagantes. La culpa le comía el alma, era un gusanito que se la iba comiendo poco a poco. Tanto pensar en él hizo que se olvidara de sus amigos, sus chicos… que les iba a decir… no podía venir con su cara bien lavada y decirles:

    “Chicos, no pude hacerles ningún regalo, lo siento”.

    O mejor así:

    “Amigos, pensaba en don creidito, tanto así, que se me olvido hacer sus regalos.

    Ellos no se merecían eso de su parte. Se propuso con todas las fuerzas de su corazón terminar con lo que comenzó. Lamentablemente el viento no estaba de acuerdo con ella haciendo que las tarjetitas volaran como si tuvieran alas ¿podría ser peor acaso?, ok no, bueno sí puede ser peor. El suelo se lleno de todas ellas y sus ojos grandes divisaron a lo lejos las figuras de sus amigos, quienes llevaban cestas pequeñas llenas de frutas, cajitas, bolsitas de regalo, bolsos, etc. ¿Estar enamorada de él era un delito? Parece que sí, porque a ellos no se les ocurrió venir mas tarde al parque, al menos para que ella terminara con su labor.

    Ella recogió rápidamente las tarjetitas… casi a la velocidad de la luz… sabrá solo Dios de donde saco tanta velocidad para desaparecerlas y tirarlas al agua. Tomo asiento torpemente en el sitio donde había estado en reposo, ahora, los nervios la dominaban.

    Sus compañeros se acercaron. Sus sonrisas llenas de dulzura la hicieron sentir mas culpable, se sentía como una hormiguita. Su mirada la desvió tristemente. Uno de sus tantos amigos, para ser exactos, una joven de melena rosa con destellos rojos, le dijo con una sonrisa de oreja a oreja:

    -Flor, no crees, que es un día maravilloso para hacer nuestro picnic.

    -Si, es buen día, aunque seria mejor esperar a que el sol cese –sugirió Flor.

    -Es verdad -intervino un joven de cabello tricolor. Esos colores realmente extintos, esos cabellos negros y morados con sus mechones rubios- .Es mejor esperar.

    -El día esta bastante calmado ¿no creen? –dijo mirando hacia todos los lados Francheska.

    -Por cierto ¿Por qué tan nerviosa Flor? –pregunto un tanto confundido Ricardo.

    -Yo… ¿nerviosa?... claro que no… no. No. No –mintió nerviosamente la culpable.

    -Que bueno… ¡Oh que tarjetita mas bonita! –exclamo con emoción él mientras sus ojos observaban en el suelo una tarjetita de color azul. Este la tomo entre sus manos, aun así, al dar tan solo un parpadeo se dio cuenta que ya no tenia entre sus manos la tarjetita azul. Cuando dirigió su mirada hacia Flor pudo ver que le arrebato lo que tenia hace milésimas de segundos. Pregunto asombrado:

    -¿Por qué me lo quitaste?

    -Porque es feo… muy feo –dijo falsamente mientras se metía a la boca la tarjetita para luego masticarla. Sus ojos se engrandecieron observaba de manera extraña lo que ella acaba de hacer y le dijo:

    -Tienes graves problemas Florencia; porque solo a una persona así se le ocurre comerse eso.

    -Puede ser… ¿¡Como me dijiste!? –aun con la ex-tarjetita dentro de su boca, después de todo al ser masticada; era un simple papel. Ella se saco el papel de su boca mojado por su saliva y lo contemplo por un momento. Luego dijo la verdad… ¡oh si!, seria justicia que hablara por fin con la verdad.

    Esperaba terribles palabras, que la tiraran a la fuente y solo la sacaran cuando estuviera como pasa… esperaba que un rayo le atravesara el cuerpo… esperaba tantas cosas, se imaginaba tantas… que nunca llegaron. Decidió abrir sus ojitos mieles temerosos y observo que sus amigos le sonreían divertidamente. Así que les pregunto nerviosamente:

    -¿Por qué no me hacen nada?

    -Acaso no lo ves, quien dijo que el día de San Valentín “era el único día que se debía ser detallista”, el único día donde podías dar regalos. Nosotros solo queríamos venir a comer rico, a pasarla bien con nuestro mejor regalo –dijo seriamente Francheska.

    -¿Cuál es su mejor regalo? –interrogo confundida Flor a la chica.

    -Obviamente que tú, siempre nos andas ayudando, siempre estas apoyándonos, excepto cuando peleas con Yami que nos ignoras bastante –respondió un niño de cabellos negros puntiagudos por Francheska.

    -Chicos… -dijo entrecortadamente la florcita y lagrimas salían de sus ojos mieles ¿Cuándo será el día que no llore?, si no llora por cualquier tontería, entonces no seria Florencia.

    -¡Oh aquí viene el abrazo del rió! –exclamo asustado Ricardo, retrocediendo hacia atrás con sus pies temblorosos ¿Cuándo este chico dejara de ser tan sarcástico y miedoso?, nunca, sencillamente es su manera irremediable de ser.

    -Entupido Ricardo –le dijo una molesta Francheska quien sin ningún temblor en su mano le asentó un fuerte golpe al muchacho.

    -Bueno no los abrazare… solo me quedo sin palabras. Después de todo han aprendido tantas cosas que a mí me hacen falta por aprender de la amistad, del… -dijo sin terminar su ultima frase. Una sonrisa dulce era dueña de sus tiernos labios.

    -¡Yupi, yupi! ¡No hay abrazo! –decía correteando como un niño de un lado a otro Ricardo.

    -Pero… debemos confesar que esto lo aprendimos de Tea, Flor –le comentaba Yugi a la ojos mieles.

    -¿De la bruja?, ¿De ella?, ¿De la bruja? ¿De ella?...

    -¡Si de ella! -exclamaba un irritado Yugi- .No lo creerás, pero si algo sabe Tea, además de estar enamorada de Yami, es de la amistad –afirmo con mucha seguridad.

    -Bruja… ¿Tea? –diciendo aun sin poderlo creer y llena de confusión aparto a sus amigos para encontrarse con la tímida muchacha de ojos azules como el cielo. Soltó un leve suspiro para decirle:

    -Creo que te debo una disculpa…

    -No… he sido cruel, he sido injusta, he sido tonta… dejemos de decir cosas malas de mí y acepta unas disculpas de mí parte –le pidió la muchacha sonriéndole.

    -No, vos no me entendiste, yo te debo pedir disculpas por no conocerte bien –insistió la joven de cabellos castaños rojizos con bucles.

    -No… por favor yo he sido mala contigo, yo te he tratado mal por buscar el amor de Yami, yo he… ¡mejor dejo de decir cosas malas de mí y tú acepta ya mis disculpas!

    -No las puedo aceptar ¡por dios!, soy yo la mala, soy Florencia, la florcita más… ¡tarada!... mejor dejo de insultarme y vos aceptad mis disculpas –concluyo Florencia.

    -¡MEJOR PONDRIA CALLARSE LAS DOS!, parecen tontas –dijo ya exaltado Ricardo que había estado desde hace tiempo parado frente a las dos, siendo ignorado cosa que le molestaba.

    -¿¡COMO NOS LLAMAST4E!? –preguntaron las dos molestas ante las palabras escuchadas.

    -Vos sabes que te quiero mucho Ricardo ¿lo sabes verdad? –dijo entre sarcasmos y con una sonrisa mas falsa que su ex-mentira Florencia.

    -Si, lo se…

    -Yo aprecio a mis amigos y a ti te quiero Ricardo ¿lo sabes? –dijo con sarcasmo Tea.

    -¿Desde cuando somos amigos?, es mas ¿desde cuando me quieres como un amigo? –preguntaba con ironía Ricardo.

    -En realidad no lo se… -dijo con duda la muchacha de cabellos castaños- .Pero el punto es… ¡ya deja de meterte donde te llaman!

    -Ella tiene razón Ricardo –dice Florencia dándole la razón a su ex-archienemiga.

    -¡Tontas!, ¡Malvadas!, ni porque sea el día de la amistad pueden regalarle algo a una persona como yo. Tan buena, tan solidario, tan puro…

    -¡CALLATE RICARDO! –grito ya mas que disgustada Tea.

    -Sabes Ricardo te tengo un pequeño regalito –le dijo risita fresca la ojos mieles.

    -Así… ¿Qué es?, ¿Qué es?, ¿Qué es?, ¿Qué es?, ¿Qué es?, ¿Qué es? –preguntaba muy emocionado el muchacho.

    -Cierra los ojos y abre la boca –le solicito “con su risita” ella. Él la miro desconcertado pero cerró sus ojos. Ella introducio con cuidado la hoja de papel mojada y masticada en la boca del muchacho y le pidió que abriera sus ojos. Entonces añadió:

    -Ahí tenes tu regalo, ¿te gusta?, que mal educada, debo dejar que hables ¡oh!; pero sorpresa, no puedes –decía emocionada ella.

    -Bien hecho Florencia, vaya forma de callarlo –dijo riéndose Tea mientras chocaba su mano con la de Flor.

    -Malvadas, tontas, ¿desde cuando son tan amigas?, si se odian. Como sea, no me parece justo que Flor me hiciera esto y de paso lo mastico –pensó lleno de asco y entre lagrimas Ricardo.

    Distraídamente Florencia observo a dos grandes amigos… ¡esperen!... parecieran mas archienemigos que amigos… era un rubio y un moreno. El rubio tenía en sus manos un rollo de papel higiénico y el otro tenia en su mano un jabón para bañarse.

    Discutían como los peores enemigos. Ella iba ir a verlos; pero observo como se dirigía hacia ellos un muchacho de cabello tricolor (iguales a los de Yugi, solo que él era un poco mas alto). La verdad no entendía que hacia él, ahí. Decidió que lo mejor era no ir y esperar a ver que pasaba.

    -¡Tonto, si eres tonto, como se te ocurre regalarme un papel higiénico! –gritaba exaltado uno de ellos.

    - ¿Y tú?, tú me regalaste un jabón ¿¡para que yo necesitaría un jabón!? –dijo sulfurado el moreno.

    -Para bañarte… ¡apestas a mono! –le contesto el rubio enfadado.

    -Error, él que huele a mono, ¡eres tú! –reparo de la misma forma el moreno.

    -Ah claro, solo dices eso Tristan para no entender que tu regalo, ¡es absurdo! ¿¡Para que yo querría un papel higiénico!?

    -Para que dejes de bajar en medio del proceso para ir a buscar eso, que tienes ahí –apunto con su dedo el papel que tenia el rubio en sus manos- . Ah sí, y llamar a Serenity, sabiendo que ella no esta.

    -Bueno, tienes razón en eso, pero en mi casa hay papel, es solo que se me olvida ponerlo –respondió inseguro de su misma respuesta, el rubio.

    -¡Por favor!, no tienes ni como comprarte una crema dental ¿de donde sacaste el jabón, si estas sin dinero? –pregunto aseguro de sí, Tristan.

    -¡Me estas llamando pobretón! –exclamo con sorpresa él.

    -Tú que crees…

    -Ahora, si te mato Tristan.

    -Inténtalo mono, ¡a ver, inténtalo Joey! –reto con confianza Tristan a Joey.

    -Ahora verás…

    Lo empujo con fuerza. El moreno respondió a eso también empujándole. Por supuesto que hubieran durado toda la vida empujándose hasta más no poder, no obstante, con ellos llego el muchacho que Flor había visto antes, separándoles inmediatamente y con un tono voz fuerte, les regaño:

    -¿¡Que diablos pasa con ustedes!? , son grandes amigos para que se estén peleando por estos absurdos regalos.

    -Mi regalo es bueno –dijeron los dos al unisono.

    -¿Por qué repites lo mismo que yo? –pregunto molesto Joey.

    -Porque se me antoja –replica con el mismo tono Tristan.

    Con sus dos manos el joven los separo. Era tonta su pelea. Hecho un leve suspiro. Luego recorrió con sus ojos la mirada de los chicos, estaban llenas de odio.

    Espero un buen rato, recorriendo la mirada de los dos. Ambos estaban más tranquilos y entonces le dijeron:

    -Ya no pelearemos más...

    -Yo me voy –dijo el rubio.

    -Yo desde luego que también me voy –dijo casi lo mismo el moreno.

    -¡Callados los dos!, esto es el colmo de los colmo, esto es lo absurdo sobre lo absurdo, ¿como se pueden pelearse ustedes dos?, son los mejores amigos que he conocido junto a Yugi y Tea. Ustedes me enseñaron el verdadero significado de la amistad, tú Joey me apoyaste junto a Tristan y los demás en todo momento, ¡por favor!, dejen de pelear como niños y compórtense como los amigos maduros que se que son –les dijo con seriedad el ojos violáceos, casualmente cielos.

    -Es que él me regalo un jabón ¿tú crees que ese regalo sea justo Yami?

    -Tú no critiques mi regalo, me regalaste un papel, ¿para que yo necesito papel Yami?

    -Los dos regalos son absurdos como ya les dije, es mas, son extraños y raros. Sin embargo, compraron esos regalos porque se conocen también que siente que eso es lo que necesita el otro. Pero, ustedes ya tienen el mejor regalo…

    -Espera Yami, yo no necesito jabón, así que quiere decir que él no me conoce como yo pensaba. En cambio, yo le regale un papel porque se que lo necesita –afirmo el moreno, interrumpiendo a Yami.

    -Yo… yo… no lo necesito -dijo mintiendo Joel. Sintió la mirada fría de Yami sobre la de él- .De acuerdo si lo necesito, solo un poco… pero Tristan necesita jabón, después de todo nunca lo compra porque se les olvida –aseguro él.

    -Es mentira… una absurda mentira –dijo desmintiendo una verdad. Porque debía aceptar que cada vez que iba la tienda compraba todo lo que creía necesario, sin embargo se le olvidaba lo más esencial, el jabón.

    También, al igual que el rubio, sintió esa mirada fría sobre sus ojos cafés y no le quedo más que decir la verdad.

    Una sonrisa ganadora se dibujo en el rostro de Yami, pues sabía bien que tenia la razón. Mientras que Tristan y Joey bajaron su vista, sabiendo que se habían equivocado.

    Quito sus manos del pecho de sus amigos y entonces les dijo:

    -Dañarse de esa forma solo los llevara a perderse y sentirse mal, son buenos y grandes amigos. Ven que tengo la razón, me lo dicen sus expresiones -sonrió divertido- .Ya saben, que lo mas importante no es el regalo si no la intención con el que se hace.

    -Di… compadre… ¿Cuál es el mejor regalo que tenemos? –preguntaron los dos a la vez.

    Rió, sinceramente eran carcajadas que hacían enojar a cualquiera, en incluso a ellos. Se imaginaban que él se burlaba de su pregunta. Sus rostros denotaban enojo. Cuando cesaron las carcajadas, les dijo:

    -El mejor regalo que tienen, es su amistad, ese vinculo que los ha mantenido unidos. No pueden decir que esos regalos los unieron. Recuerden la sonrisa que se marco en sus labios solamente cuando se vieron, era signo de que serian lo que son ahora, los mejores amigos. Por eso, muestren esa sonrisa de nuevo, por eso abrásense y díganse lo mucho que se quieren, como los buenos amigos que siempre han sido –les propuso él, sonriéndoles.

    -Oh compadre, perdóname, soy un imbécil de categoría -confeso Joey a su amigo mientras le daba un fuerte abrazo- .No le digas a los demás, esto que te dije, de que “soy un imbécil”.

    -Amigo, mejor cállate, arruinas el momento. Además, eso lo saben los demás –le murmuro con fastidio Tristan.

    Era día de la amistad.

    Ya todo estaba bien. Ya sus amigos no pelearían más, por lo menos, por ahora. Su mirada se cruzo a lo lejos con unos ojos, unos ojos mieles. Esos ojos se quedaron hipnotizados con los de él, y sinceramente pasara lo que pasara definitivamente ella no se movería de ese lugar, y si, lo hiciera, estaría perdida en sus ojos.

    Él le sonrió divertido. Ella se enrojeció y escondió su mirar en el suelo. Cuando levanto su mirada, él no estaba ya. Entonces su mirada se entristeció. Él se espumo como siempre solía hacerlo, él huyo y la dejo como siempre pasaba. Sigilosamente se alejo de sus amigos, deseaba estar sola y no contagiar a nadie con su tristeza, con su amor por él.

    Sus amigos se abrazaban felices. Formaron un picnic en donde comieron bastante a gusto, olvidándose de ella… claro que no se olvidaron de ella, es solo que al estar tan felices pensaba que estaba con ellos. Hubo romance entre sus amigos, después de todo unos que otros estaban enamorados.

    Por ejemplo: Anelys tenía a su lado a Yugi, quien le dio un ramo de rosas de dos colores (rojo y rosa), debido a que esos eran los colores de su cabello. Ella se halago. Además, le regalo un paquete de cuerdas para su guitarra.

    Hace día atrás se le rompieron extrañamente las cuerdas de su guitarra. Se sentía muy triste por eso, no había tenido el tiempo para comprarlas por todas las responsabilidades que tenia encima sin la presencia de sus padres. Al ver que su amado se las daba, lagrimas que derramaba con mucha facilidad (solo por capricho), ahora las derramaba por felicidad, por tristeza… que sabia ella, porque era. Entonces le agradeció:

    -No se que decir, como pagar por esto… no lo se… solo puedo decirte gracias.

    -No tienes nada que decir, ni siquiera unas gracias que darme. Ya sabes bien, que eres el mejor regalo que tengo –le aseguro él, quien estaba muy nervioso y sonrojado.

    -Te quiero, mi príncipe azul –sonrió ella dándole un beso suave.

    -Sabes -una vez separándose del beso de la joven- .Si quiero algo.

    -¿Qué quieres? –pregunto desconcertada ella.

    -No… digo no se… en realidad –balbuceaba nervioso y con timidez él.

    -¿Qué quieres?, tú sabes que te complaceré hasta donde yo crea que puedo hacerlo.

    -Cántame –dijo rápidamente mientras cerraba sus ojos llenos de vergüenza.

    -Claro que te cantare, ¡claro que sí!, lastima que olvide mi guitarra.

    -Claro que no la olvidaste –dijo él llenando de confusión a la joven.

    Se levanto torpemente y se podía ver como sus manos temblaban. Busco cuidadosamente entre la montaña de bolsos y encontró lo que buscaba. ¡Oh si!, era la guitarra dentro de su estuche. Él ya más que avergonzado, por lo tonto que se comportaba y el hecho de que todos sus amigos lo miraran de manera extraña y de sus labios salía una risita burlona. Él saco la guitarra de su estuche y se la dio a Anelys sin mirarla a los ojos. Tenía otras cuerdas, cuerdas perfectas para tocar.

    Ella exclamo:

    -¡Wow!, ya no me tengo que preocuparme por mas cuerdas –decía animada mientras afinaba las cuerdas del instrumento. Aunque no se notara, las manos de la chica también temblaban.

    -Jajajaja, si claro, de nada –dijo el muchacho más nervioso aun.

    [Canción: Me pasan cosas]
    [De: Chiquititas 2206]

    [FONT=&quot]Me pasan cosas que no comprendo[/FONT][FONT=&quot]estas en todo lo que yo pienso[/FONT][FONT=&quot]sueño despierta con tu mirada[/FONT][FONT=&quot]y si me miras me siento rara.[/FONT][FONT=&quot]Me pasan cosas cuando te veo[/FONT][FONT=&quot]estoy distinta hay algo nuevo[/FONT][FONT=&quot]me da vergüenza que lo descubras[/FONT][FONT=&quot]es tan difícil decir...[/FONT][FONT=&quot]Te quiero y nunca lo dije[/FONT][FONT=&quot]te quiero y nunca me lo dijeron[/FONT][FONT=&quot]te quiero lo digo suave[/FONT][FONT=&quot]te quiero y nadie lo sabe[/FONT][FONT=&quot]te quiero mi mas que amigo[/FONT][FONT=&quot]te quiero y todo tiene sentido[/FONT][FONT=&quot]te quiero como en los cuentos[/FONT][FONT=&quot]mi príncipe azul te quiero[/FONT][FONT=&quot]Mi príncipe azul te quiero…[/FONT]

    -Ahora, esta canción es para ti, mi amigo –empezó a cantar tocando su guitarra ya afinada:


    Dejo la guitarra sobre el suelo. Se levanto siendo tomadas sus manos por las del chico. Ambos sintieron sus temores en sus manos, ambos temblaban como niños asustados.

    Ella le dijo emocionada:

    -Estoy feliz, dichosa, emocionada, no se que mas decir -suspiro, agrego- .Te amo, mi amor –le dijo lanzándose en sus brazos y besándole con mucho amor.

    Los demás, con las botellitas de jugo de uvas que tenían, les lanzaron a los dos novios el líquido. Los dos sonrieron entre el beso.

    -¡Que bonito! –exclamaba con ojitos de corazones Mai.

    -Soy animalito conmovido –dijo lloroso el lorito.

    Era hermoso, en ese ambiente se respiraba amor y amistad. ¡Mucha amistad, mucho amor!




    Retirado de los demás. Estaba un joven de cabellos castaños y ojos azules como el mar, recostado sobre un árbol. Su mirada fría atravesaba todo lo que veía, desnudando cada cosa.

    A él, se aproximo el joven de cabellos tricolores. El ojiazul le dedico una mirada llena de odio.

    El silencio era abrumador, a pesar de ser de día. La brisa refrescante que movía cada cosa, aun era suave… a pesar de ese silencio. Observando como el otro no le hablaba, entonces decidió entablar una conversación él:

    -Tal vez, no te interese. Pero hoy me siento contento, porque lo tengo todo Kaiba –sonrió feliz el ojos violáceos.

    -Axial… ¿Qué tienes? –pregunto con indiferencia el ojiazul.

    -Es claro que a mis amigos, pero no solo a ellos, sino a Flor. Debo agregar, que estoy dichoso de que las diferencias entre Flor y Tea hayan desaparecido, son dos personas importantes en mi vida. No se porque te cuento esto a ti, pero debía contaserlo a alguien.

    -Al menos tú tienes con quien ser feliz, en cambio yo, no tengo nada…

    -No tienes nada porque no quieres. Si fueras más complaciente, mas calmado, tal vez…

    -No me digas -interrumpió él con sarcasmo- .Ahora eres el doctor corazón.

    -El titulo es bueno, pero, no soy lo que me dices. Te digo esto porque tienes a un hermano al que prácticamente no le prestas la atención debida y con quien te sientes bien; porque siempre hace lo que tú le dices. Eres demasiado ciego para ver lo que se esconde detrás de la apariencia. Es por eso, que te comportaste como un idiota con Angiil, querías tenerla para ti que hiciste lo imposible y cuando la tuviste te dejaste engatusar por Mía Marina. Niégamelo.

    -Es totalmente falso lo que me estas diciendo ¿Qué te crees?, tú crees que puedes venir aquí a cuestionarme, creo que te has equivocado de persona. Yo soy Seto Kaiba, así que no me trates con esa confianza.

    -Jajajaja, discúlpeme Seto Kaiba, no quise ofenderle –se disculpo con ironía el joven.

    -Mejor callase faraón, habla de más, como siempre lo ha hecho. Primero inventas tantas idioteces sobre el destino, y ahora esto.

    -No me considero una persona con esos fines, siempre he sido lo mas sincero posibles, y es lamentable que cuando sepas la verdad y pasa frente a tus narices no la creas –dijo el faraón disgustado mientras se marchaba dejando solo al empresario.

    -No es tan fácil creer… tú no sabes lo que es sufrir, siempre tan ingenuo y estúpido Yami.

    -No lo veo a él como el estúpido, si no a usted Seto Kaiba –dijo una voz femenina.

    Al escuchar esa voz y la manera que le hablo volteo inmediatamente hacia la dirección de donde creyó que provenía. Estaba sentada sobre una de las ramas del árbol. Su cabello se mecía al compás del viento. Su rostro revelaba molestia. Él le dijo con frialdad y sorpresa:

    -Sabes que te amo; pero nadie le habla a Seto Kaiba de esa forma, menos una muerta.

    -Ah si, discúlpeme señor empresario, soy una ilusa al irrespetarle –dijo con burla la muchacha.

    -Angiil, deja tus burlas para otro momento, si se supone que Angiiru entro en mi vida, para que me ilusionara con ella ¿Qué haces aquí, tú?

    -Que ciego eres, Yami tiene toda la razón, es por ello que te quedaras solo…

    -Siempre he estado solo… –reparo con honestidad él a lo dicho por la chica.

    -Te equivocas, nunca has estado solo, siempre has tenido a tu hermano a tu lado, el problema es que no lo has valorado.

    -Si tú lo dices.

    -No es que yo lo diga, es así. Lastima que seas así de ciego y es una verdadera lastima que no veas mas allá. Si hubiera seguido contigo, de seguro estaría sufriendo tus limitaciones.

    -¿Limitaciones?, Seto Kaiba no posee limitaciones.

    -Ah no, jajajaja -rió sarcásticamente ella- .Acéptalo eres un ser humano común y corriente, crees ser un dios, cuando en realidad eres nada.

    -No me creo un dios Angiil, solo soy la perfección… cosa que tu mente cerrada no puede ver –dijo con mucha seguridad y frialdad el joven empresario.

    -¿Mente cerrada?, no digas estupideces. Es lamentable que pienses de esa forma tan absurda –espeto con enfado la joven.

    -Baja de ese árbol –le exigió sorpresivamente él.

    -No cumpliré tu caprichito Seto, no soy esos monigotes que te sirven a cada momento; solo para estar a gusto contigo. Así que ni pienses que puedes contrariarme –se negó ante la orden del ojiazul. Él refunfuñó en silencio. Lo amaba eso era mas que claro, aun así, no dejaría que él la tratara de ese modo. Él le replico molesto:

    -Así, lo que quieres decir ¿es que te niegas a estar conmigo?, con Seto Kaiba. Ha de estar loca para seguirme la contraria.

    Sonrió dulcemente. Entonces le contesto al ojiazul:

    -Aunque lo hallas olvidado, hoy es un día especial, en verdad, para mí todos los días son especiales. Sin embargo, este es especial, primero porque todavía recuerdo los pocos momentos que compartimos juntos, los dos, felices -recorrió con su lengua sus labios- .Recordé… ya se bien que no podemos estar juntos por los medios que sea y ni siquiera debería estar aquí. Pero te amo Seto y es una lastima que ya tú no sientas lo mismo -su voz afligida delato que se sentía muy triste por la forma en que cruelmente el destino la separo de su enamorado.

    Él sonrió de manera dulce, cosa bastante extraña en él. Abrió sus grandes y fuertes brazos. Y le dijo a la joven de ojos vinotintos:

    -Aun espero que bajes…

    -No creo que sea capaz, no tengo la confianza de que me atraparas –sonrió coqueta ella.

    -Inténtalo, y recuerda que Seto Kaiba puede con cualquier cosa –afirmo con una sonrisa ganadora él.

    -Bueno… -dijo ella no muy segura. Se incorporo en la rama del árbol. Pero, estaba perdiendo el equilibrio, exactamente eran sus pies que no podían mantener el balance que necesita. Así que resbalo. Cerró sus ojos vinotintos y abrió sus brazos. Una sonrisa se dibujo en su rostro.

    Como sentía tan fresca la brisa mientras caía; eran tan calidad y jugaba con ella, como quería, parecía una pelota que se trae de aquí para allá. Hubiera podido sacar sus alas negras grandes y hermosas, así que se le facilitaría el volar. Pero, decidió confiar en su amor, en que él la atraparía en sus fuertes brazos y le brindaría la paz que tanto necesitaba.

    Un poco apresurado Kaiba atrapo a Angiil en sus brazos. Pues este se movía de un lado para otro al no saber en que dirección ella caería, al menos si hubiera sido de manera vertical. Lo importante es que logro apoderarse de su angelita. Rodeo con sus brazos su cintura mientras la atraía hacia si.

    -Seto, te amo y no sabes lo que me duele que hallas regresado hacer el mismo. Quiero que seas el Seto que me demostraste que podías llegar hacer, bueno, solidario y lleno de amor que brindarle a todos.

    Recorrió cada milímetro del rostro de la chica con sus dedos. Limpio una insignificante lagrima que cayo en su mejilla, no tenia porque estar ahí. Aproximo sus labios a los de ella y le dio un beso suave y dulce.

    Ese beso no tardo en transformarse en apasionado. Lentamente llevo a la muchacha al césped. Recostándose sobre ella con cuidado; pues no deseaba lastimarla.

    Las palabras en ese instante sobraban, el momento era mágico y nadie lo podría evitar.

    Era día del amor.





    La tarde se hizo sentir en el “Parque Flores Amarillas”, aun el sol iluminaba todo a su paso. Deslumbraba la piel de ella, su piel sudada por todo el trabajo que tuve que hacer.

    Primero: recogió todo lo que los chicos habían dejado del picnic, era un total desastre. Hasta encontró un salami.

    Segundo: saco del agua de la fuente todas las tarjetitas y amuletos que tiro por no querer que sus amigos descubrieran su verdad.

    Tercero: metió con cuidado todos esos objetos, algunos desconocidos por personas normales en la bolsa.

    Cuatro: llevo todo eso a donde debía ir la basura.

    Fue agotador, pero tal vez, si hubiera hecho los regalos de sus amigos y dejar de pensar en el regalo de él, quizás se hubiera evitado recoger esas tarjetitas y amuletos de la fuente. Se ensucio al ser mezclado el polvo con el agua, mala combinación, así como ella con él.

    Ahora se preguntaba ¿Qué hacia Yami hablando con los chicos?, ¿Por qué la miraba con una de sus miradas más letales que la hacían perderse?, ¿Por qué no se acerco a ella?, tantas preguntas sin respuesta. Su vida no era un misterio, pero si era un constantemente desacierto.

    Se encontraba establecida en el césped. La sombra del árbol amarillo la ayudaba un poco contra el sol, no obstante, sus rayos traspasaban y caían en sus caras. Se limpiaba con fastidio las lágrimas que constancia salían de sus ojos. Con voz triste dijo:

    -Don creidito, no se ni que hago pensando en usted, es una perdida inevitable de tiempo.

    -Las perdidas de tiempo son recompensadas cuando logras ver a ese ser especial –dijo una voz masculina.

    Ella se puso de pie y se volvió lentamente. ¡Oh por dios!, esos ojos violáceos la estaban mirando ¡sí!, era su mirada la que se clavo nuevamente en sus ojos. Tenía su mano izquierda detrás de su espalda. Se aproximo con calma hacia donde estaba ella y la saludo:

    -Hola florcita.

    -Don creidito –susurro ella.

    -Un don creidito que vino con su mejor artillería –mostró su mano la que había tenido oculta en su espalda y entre ella, estaba una rosa color amarilla. La vio fijamente, su mirada era tan profunda que veía fácilmente su alma.

    -Usted… no piense… no voy a caer en sus brazos –respondió balbuceando. Queriéndose decir a si misma que estaba molesta con él.

    -Siendo haberme equivocado… pero, tengo mas habilidad en la amistad y en los duelos, que en el amor. Había estado pensado en que darte Florencia, siento que te he fallado mucho e igual a mis amigos, quiero hacer las cosas bien. Quisiera darte algo para recompensar todo mis pecados, mis faltas. Pero llegue a la conclusión que ese regalo es inexistente, es por eso que quiero darte este, tal vez insignificante detalle y mi amor ¿aceptas? –le dijo con una sonrisa dulce él a la muchacha quien comenzó a llorar.

    -Farolito… ¿como hace que siempre caiga? ¿Cómo hace para hipnotizarme con su mirar?

    -Yo solo soy como soy, tal vez un poco más flexible contigo, es que eres tan opuesta a mí.

    -No me gusto lo que dijo -dijo con furor y poniendo una cara de niña regañada- .Enserio que no me gusto.

    Solo se limito a tomarle la mano derecha y colocar dentro de ella, esa rosa amarilla. Luego le beso con mucho respeto esa mano. Le sonrió con picardía e igual su mirada estaba como su sonrisa. Ella estaba nerviosa y no sabia que decir, así estaba él.

    De sus ojos volvieron a salir lagrimas, lagrimas saladas, como siempre recorriendo las calles de sus mejillas. Su llanto era profundo… era conmovedor, lloraba como una pequeña.

    Él rodeo con sus brazos la cintura de ella y la atrajo hacia si. Recostó su nariz contra la de ella. Una sonrisa se dibujo en su rostro, entonces le dijo con dulzura:

    -Te siento Flor, ¡feliz día! -ella no respondió, solo lloraba- .Las palabras no tienen sentido sin hechos, y es por eso, que yo seré el secador de tu alma así como ya soy el de tus lagrimas, la curare por completo.

    Te siento en ese beso
    que no fue.
    Te siento en las ausencias.
    Te siento en los escombros.
    de este amo.
    que me lleno de pena
    Te siento en el olvido.
    Te siento en el recuerdo.
    Te siento en cada parte.
    Te siento en todo el cuerpo.



    Dicho esto. Él la beso con mucha pasión, un beso que no deseaba y no quería que terminara nunca. Las hojas del árbol de oro cayeron sobre el suelo y algunas sobre los dos enamorados.

    Te siento en ese beso que no fue.
    Te siento en las ausencias.
    Te siento en los escombros
    de este amor
    que me lleno de pena.
    Te siento en el olvido.
    Te siento en el recuerdo.
    Te siento en cada parte.
    Te siento en todo el cuerpo.


    Te siento en todo el cuerpo…

    No importan las formas que expreses el amor o el cariño que sientes hacia esa persona especial. Solo recuerda que lo importante es hacerle saber lo mucho que lo quieres o amas cada día, que siempre lo recuerdas, que siempre piensas en él o ella. Cada día es un San Valentín, cada día es bueno para ser especial.

    Amor y amistad, ambas son indispensables y deben estar en equilibrio.

    Bueno, nos vemos

    Se cuidan.

    Su amiga, hermanita, etc...

    Anelys.

    P.D: Dedicado a Sandrax, por ser la que me indicio hacer el especial. A mis amigas, hermanas de cz, demás usuarios.

    ¡Feliz San Valentín!

    P.D (2): Se me olvido agregar que en el titulo, que esto es un especial de la historia ¿Que pasaría si apareciera desde un principio una chica opuesta al faraón?
     
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  2.  
    Anna-Chan

    Anna-Chan Guest

    Re: Amor y Amistad.

    FESTAHOLA ANY!!!!!! ya acabe de leer el especial SEEEE y te pondre las dos partes que me encantaron :)
    -------------------------------------------------------------------------
    -¡Tonto, si eres tonto, como se te ocurre regalarme un papel higiénico! –gritaba exaltado uno de ellos.

    - ¿Y tú?, tú me regalaste un jabón ¿¡para que yo necesitaría un jabón!? –dijo sulfurado el moreno.

    -Para bañarte… ¡apestas a mono! –le contesto el rubio enfadado.

    -Error, él que huele a mono, ¡eres tú! –reparo de la misma forma el moreno.
    -------------------------------------------------------------------------
    uojojo eso estubo bueno muy bueno demasiado bueno *.*
    -------------------------------------------------------------------------
    -Soy animalito conmovido –dijo lloroso el lorito.
    --------------------------------------------------------------------------

    eso estubo buenisimo adoro al condenado loro xD

    bueno me despido amiga
    SEEEE bye bye xau besos cuidate t.k.m :besito: :rosa: :saltarin: FELIZ SAN VALENTIN!!!!!!!!!!!!! SEEEE FESTA
     
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  3.  
    catsunamon

    catsunamon Guest

    Re: Amor y Amistad.

    Jaja muy bueno, de hecho este especial me recordo
    a los que hacia una excelente escritora no se si tuvieron la oportunidad
    de leerle, es Yuni-chan, ella hacia especiales one-shot; felicidades
    te quedo super.
     
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  4.  
    Velonique Yuuko

    Velonique Yuuko Usuario común

    Escorpión
    Miembro desde:
    28 Abril 2007
    Mensajes:
    343
    Pluma de
    Escritora
    Re: Amor y Amistad.

    hola any jejeje me encanto tu especial de san valentin te kedo bien chulo me encanto todo... XD jejeje si que te tuve que dar algo a cambio para que la escribieras perdon por no haberla leido antes ya te explicare por msn el por que no pude postear antes... jiji bueno estuvo hermoso eso te queria decir muchas gracias n_n
    "el 3 de marzo entro al cole empezamos con la esclavitud... de nuevo"
    *SaNdRaX*
     
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