Amor sin fronteras

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por LadyWitheRose, 23 Enero 2010.

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    LadyWitheRose

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    Amor sin fronteras

    Hola a todos los lectores y lectoras de Cemzoo, yo soy nueva en la tematica de historias o novelas Originales por el momento llevo un fic casi terminado pero decidi dar un paso a mi imaginacion y escribir uno nuevo sin nada que ver con el anime...acepto criticas constructivas de la historia ya que esta novela la considero algo de seriedad para mi... muchas gracias a lo que pasen a leer esta nuva Novela....


    ...AMOR SIN FRONTERAS...



    Esta es mi historia…la historia de un ser inmortal, un muerto entre los vivos la gente no sabe lo que el era en realidad; pero, si lo supieran temerían de el, yo les contare en como un ser frio como el de la cual pensé que no tenía un corazón cálido y palpitante lo tuvo al enamorarse de una mortal un ser del cual siempre estuvo junto a él y lo estará siempre. Les contare desde el día en que yo renací como un inmortal un ser a los que muchos conocen como “Vampiro” y como fue mi muerte brutalmente por defender ese amor solido del cual solo yo y el comprendíamos y aceptábamos.

    Lucrecia Rivertorn…






    Capitulo 1. La Invitación de bienvenida…

    Era el año de 1810 un invierno penetrante en la ciudad de Londres arrasaba con todos, era un invierno abrumados en donde la gente de bajo rango sufría ya que Mientras los nobles y poderosos transitan por lujosas calles en sus carruajes con los caballos de sangre pura y disfrutan de títulos, honores y toda suerte de privilegios que tenían a su merced , en los sitios marginales hay gente que vive sumida en la pobreza soportando de los maltratos de otros y sufriendo el frio como podían, yo me sentía impotente al no poder hacer una ayuda contra esa pobre gente ya que mi vida era junto a los nobles, mi familia era muy reconocida por todo Londres ya que mi padre era el canciller de Londres un hombre de alto rango y respetados por todos, pero él era un hombre frio y déspota con la gente inferior a él.


    Me encontraba en mi habitación sumida en mis pensamientos mientras cepillaba mi largo cabello azabache y podía apreciar mi piel blanquizca y mis ojos color grises sumidos en un mundo desconocido al cual me encontraba, me preguntaba en cómo podía ser posible que la gente noble no podía hacer algo por esa gente que necesitaba de la ayuda necesaria, no es que siempre haya pensado en ello; es solo que al ver esa gente en las calles pidiendo limosna y cubriéndose del frio me llenaba de coraje al ver como nuestra gente la gente noble solo la maltrataba y se burlaba de ella, Salí de mis pensamientos al ver que alguien tocaba a mi puerta.


    ¿Quién es?—cuestionaba sentada frente al tocador dejando mi cepillo en el y girándome a mirar la puerta.

    Soy yo hermana—podía apreciar la voz infantil y joven de mi pequeña hermana Sara— ¿puedo pasar?

    Pasa—contestaba levantándome del pequeño banco de madera color blanco y me dirigía hacia la ventana—Se te escucha muy contenta, ¿Qué nuevas me traes mi querida hermana?—le cuestionaba con una sonrisa mientras la recibía entre mis brazos, a esa joven chica mi hermana menor con su cabello color oro y tez blanquizca como la mía sus ojos era de un azul profundo era muy parecida a nuestra madre.

    Se acaba de ir uno de los mensajeros de la Familia Wellington—decía sonriendo para tomarme de las manos—creo que nos ha traído alguna invitación, madre no quiso abrir el sobre ya que estaba destinado a nuestro padre—se le escuchaba muy contenta ya que podría ser que fuera su primer baile.

    Eso es maravilloso—le sonreía dulcemente mientras le soltaba—iré a casa de Lucia Bennett, ¿deseas acompañarme?—cuestionaba tomando mi bolso color azul rey combinado con mi vestido de seda del mismo color— le seria de agrado a Lucia ya que siempre cuestiona tu presencia.

    Podría ser—decía juguetonamente mientras salía de su habitación y entraba a la que le pertenecía—solo espérame en un momento bajo—decía desde la puerta de su habitación mientras yo sonreía y salía de mi habitación para caminar por el largo pasillo de la segunda planta de nuestra casa al pasara por él se podía apreciar pinturas de la familia y de algunos de nuestros antepasados que vivieron en esta casa o simplemente eran nobles que pertenecían a nuestra familia, La familia Rivertorn, se podía apreciar que sus paredes eran de el color de la nieve blancos dejando entrar los rayos del sol por las ventanas iluminando el lugar por donde sea al bajar por las grandes escaleras se podía apreciar la figura femenina de una mujer no muy mayor pero no tan joven con su cabello oro bien arreglado y su piel blanquizca como la mía a decir verdad ella tenía un gran parecido con mi hermana menor.

    ¿Saldrás hija mía?—me cuestiono mi madre al verme bajar por las escaleras sonriéndome dulcemente.

    Si madre voy hacerle una visita a mi amiga Lucia Bennett, escuche que regreso de Paris de su viaje de bodas—decía sonriendo imaginando la gran historia que mi mejor amiga me contaría sobre su viaje—llevare a la Sara conmigo.

    Me parece bien, ya que no ha salido desde su enfermedad—escuche su tono de voz cambiando a uno melancólico—le hará bien salir y mas con su hermana mayor.— sonrió un poco para llamar a una de las jóvenes de servicio—recuerden que damas como ustedes no deben estar solas en las calles.

    Lo sé madre—sonreí levemente mientras me giraba a las escaleras y veía como mi hermana menor bajaba por las escaleras elegantemente, hermosa como siempre pero se le veía fatigada, desde hace meses atrás cayó enferma, hasta el momento los doctores la atienden pero no han dicho lo que tiene—cuidare de ella.

    ¡Madre!—pronuncio alegremente Sara para darle un fuerte abrazo—iremos a ver a Lucia, le daré el gusto de que sus ojos se deleiten con mi presencia—decía girando elegantemente mientras abría su abanico.

    Ya veo que así será hija mía— sonrió para verle tiernamente—su padre llegara hoy de su viaje así que espero que lleguen temprano—nos advirtió mientras se despedía de nosotras con una sonrisa.

    Así será madre—dije tranquila saliendo de casa seguida de mi hermana Sara mientras nuestra doncella siempre cerca de nosotras nos cuidaba de los rayos del sol, subimos al carruaje y di las ordenes de ir a la mansión de la Familia Bennett en donde mi amiga Lucia esperaba por nosotras, en el transcurso del viaje podía apreciar que hoy los rayos del sol nos bañaban con su calor cosa rara en Londres ya que la mayoría del tiempo había mucha neblina y estábamos en época de invierno; mas adelante pude ver a un florista vendiendo flores en la calle, a varios vendedores abriendo sus puestos o simplemente contándose las ultimas nuevas, en veces quería ser un ave libre que pudiera volar lejos y tomas mis propias decisiones pero mientras no lo hiciera seguiría al lado de mi familia.

    Hermana, ¿tú crees que nuestro padre nos llevara a ese baile?—Sara me cuestiono sacándome de nuevo de mis pensamientos mientras le sonreía levemente.

    No lose Sara—solté un suspiro—nuestro padre es el canciller así que lo más probable es que nuestras presencias estén en ese baile, pero cabe la probabilidad que solo sea una simple carta—le miraba tiernamente.

    Ya veo, pero yo sí creo que sea una invitación, Dimitri el joven mensajero de la familia se veía muy entusiasmado al entregar la invitación además dijo que todavía debía entregar más sobres—decía mi hermana sonriendo contenta.

    Entonces tal vez si sea una invitación—sonreí para girar de nuevo a la ventana y ver a lo que estábamos frente a las puertas de la mansión de los Bennett—al parecer hemos llegado—decía sonriendo para girar a ver las puertas del carruaje abierta y con el chofer en espera de la ayuda para nosotras.

    Gracias Filipo—escuche las palabras de agradecimiento por parte de mi hermana a el chofer—nos vemos mas tarde.

    No fue nada señorita—decía el viejo Filipo mientras me tendía su mano para ayudarme a bajar del carruaje— ¿señorita? –cuestiono al no ver mi reacción.

    Disculpa—susurre al darle mi mano y bajar elegantemente del carruaje y ver la mansión—muchas gracias Filipo, ¿podrías venir antes de que el crepúsculo llegue?—cuestionaba mientras le sonreía a mi hermana Sara.

    Claro que si señorita será un honor—contesto con una reverencia y se marcho dejándonos con la doncella que nos recibía mientras la nuestra solo cubría a mi hermana del sol y empezábamos a caminar hasta la puerta principal donde Lucia mi mejor e intima amiga nos sonreía con felicidad.

    ¡Lucrecia, Sara!—sonreía una joven de unos veintidós años tez un poco mas bronceada que la nuestra y cabello castaño ben peinado nos recibía desde la puerta principal mientras abrazaba a mi hermana y después su cálido abrazo llegaba a mí y me susurraba un—Te extrañe tanto no sabes lo mucho que tengo que contarte.

    Me imagino que así es—le susurre de la misma manera mientras nos reíamos y entrabamos a su morada y ella misma nos guiaba hasta su sala principal.

    Tomen asiento por favor—escuchaba la invitación de Lucia mientras le decía a su doncella que trajera te para las invitadas y salió de la habitación—Sara, estas muy grande toda una señorita y hermosa a decir verdad—sonreía divertida—pero tu mi amiga Lucrecia te veo cada vez más bella pero sin pretendiente, a ver que día me das la buena noticia y me llegan las buenas nuevas de que al fin estas enamorada.

    Eso mismo le digo yo a mi hermana—escuchaba a Sara soltar una risa divertida mientras le daba miradas a Lucia de que siguiera molestándome.

    Tal vez algún día muy cercano lleguen las buenas nuevas a tu puerta—contestaba con aires de tranquilidad—pero mientras no llegue ese día podre ser libre como un ave, y no un ave encerrada en una jaula de oro.

    Efectivamente mi querida amiga, pero mientras no llegue ese dueño de tu corazón solo sentirás tristeza y aburrimiento de tu libertad—veía como Lucia hacia pasar a su doncella y solté un suspiro—así que sería bueno que te fueras buscando un pretendiente.

    Pero bien no vinimos hablar de mi—dacia pacíficamente y sonreía—hemos venido a visitar a nuestra muy buena amiga que acaba de llegar de su viaje de bodas con tu buen esposo Arthur Rumsfeld.

    Ha sido el mejor viaje de mi vida—escuchaba la voz de Lucia como una joven soñadora contándonos de su viaje a Paris—Nos quedamos en la Mansión de Arthur es tan grande y maravillosa y la vista es impresionante…que a decir verdad nunca había estado tan fascinada con todo lo visto—miraba a Lucia mientras yo recibía una taza de té dado por la doncella para sonreírle gentilmente.

    ¿Y en la intimidad?—cuestionaba tranquilamente pero sonriendo divertida al ver la similitud de colores en el rostro de Lucia y al mismo tiempo escuchaba la risa de mi hermana.

    Creo que te has excedido con la pregunta hermana—escuche a mi hermana para girar a verle sonrojada y un poco avergonzada.

    De hecho eso es lo que quería decirles—mi hermana y yo giramos a verle detenidamente mientras su sonrojo se apoderaba de su rostro y sonrió inocentemente—estoy preñada—levanto la vista y sonrió abiertamente—lo pueden creer lo supe en cuanto llegamos a Londres.

    ¡Muchas felicidades!—decía fuertemente Sara por la gran noticia mientras yo solo la veía y e sonreía dándole mi apoyo.

    Eso quiere decir que muy pronto veremos a un niño corriendo por la gran casa—decía contenta mientras abrazaba a Lucia—me da mucho gusto saber esta gran noticia.

    Tal parece que sí pero no debes apresurarte a ello, apenas está en mi vientre formándose como tal—sentía la mano de Lucrecia sobre la mía guiándola a su vientre.
    Creo que así será—sonreí soltando un suspiro—será mejor que nos vayamos, Lucia debe descansar en su estado—dije en voz alta mirando a mi hermana—además nuestro padre no tarda en llegar.

    Señoritas el chofer espera—escuchamos el anuncio de la doncella para despedirme Lucia con un fuerte abrazo y una sonrisa, mi hermana fue alagada por Lucia y Sara le devolvió el cumplido con una sonrisa, al subir al carruaje podía ver como el crepúsculo estaba llegando a una de las montañas mas cercas que había en Londres, solo el silencio nos invadía mientras pensaba en las palabras de Lucia, ¿será acaso que mi libre vida será un aburrimiento al no encontrar a alguien pronto?, pero deje de pensar al momento de vernos enfrente de nuestra mansión, al entrar pude observar a la doncella que nos acompañaba desaparecer frente a nosotras mientras Sara le contaba lo sucedido a mama fascinada mientras entrabamos a la sala principal y cogía un libro y me sentaba junto a la ventana siendo tocada por los rayos de la luna.

    Buena noche mi señor—decía la mucama al recibirlo en la puerta mientras cargaba el abrigo y bastón de mi padre como era costumbre cada noche—su señora esposa y sus hijas esperan en la sala de estar como siempre.

    Está bien—decía fríamente sin verla—lleva un poco de te—ordeno para caminar a paso elegante y lento a la sala principal donde nos encontrábamos y solo sonreía levemente mientras tomaba asiento en unos de los sofás en la habitación.

    ¡Querido!—decía mi madre al verle sentado en el sofá para sonreírle tiernamente como era su costumbre—hoy vino el joven Dimitri el mensajero de la familia de los Wellington —contaba dándole un sobre a mi padre.

    Escuche que hará un baile de bienvenida—decía mi hermana pequeña terminando de bordar—dijo que quería vernos presentes—sonrió infantilmente para darle un beso en la mejilla a mi padre.

    Los Wellington—dijo mi padre al abrir la carta y efectivamente era un invitación a el baile de bienvenida que hacían a su honor por la llegada de su hijo mayor—escuche que él estaba en América estudiando. —susurraba mientras veía la invitación.

    Tu deber como canciller es estar en esa fiesta padre—decía con voz tranquila cerrando el libro—además Sara está muy entusiasmada de ir a un baile—dije mirándole a los ojos para sonreírle, a ese hombre alto de cabello azabache de tez blanquizca con algunas arrugas en su rostro y ojos grises, muy parecido a mí.

    En eso tienes razón, un canciller no puede faltar a una invitación—decía seriamente mi padre—así que escojan su mejor atuendo ya que este viernes será la Fiesta de bienvenida para el joven Blake Wellington.
     
  2.  
    Bylen

    Bylen Usuario común

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    Pluma de
    Escritora
    Re: Amor sin fronteras

    Bueno, a ver...Se que no soy la mejor escritora (y no creo que alguien me lo niegue), pero, como dices que necesitas comentarios constructivos, aquí el mío.

    Sobre los guiones largos:

    Cuando es:
    —¿Quién es?—cuestionaba, sentada frente al tocador, dejando mi cepillo en él y girándome a mirar la puerta.
    ***​

    Además, noté algunos errores ortográficos, como es: “escuche, cuando debería ser escuché”, entre otros.

    Me agrada que uses el siglo XVIII como época/tiempo de desarrollo en tu historia. Además, supongo usarás a un vampiro, ¿no? ¿Tipo Crepúsculo?
    Bueno, como sea… No haré especulaciones. Vendré a leer cuando pueda.

    Saludos.
     

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