Amor de locos, todo puede pasar (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, ShikaTema y KibaIno)

Amor de locos, todo puede pasar (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, ShikaTema y KibaIno)

Hola nwn.
Bien, aqui me tienen de nuevo, enfadando al lector (?) x'D.
Hace mucho abandone un fic llamado "Amor de locos, todo puede pasar" (Si, si, no soy original con los nombres uwu) Y si bien, se podría decir que esta es la renovación de aquella historia, con la misma idea principal, pero con la trama distinta, sin tener todo lo que ocurrió en la vez anterior, ósea, dejando de lado los personajes inventados, y los viajes ya acontecidos n_n. En fin, el que no haya leido el fic anterior, no se preocupe, no se perdió de nada ya que no contara. Bien, sin más que decir, disfrutenlo n_n

Prologo

​

[FONT=&quot]Sus vidas habían sido totalmente normales hasta esos instantes, pero al entrar a la secundaria empezaron a sentir lo que cualquier adolecente: amor.

Lo extraño era que, parecía una cadena amorosa, por llamarlo de una forma.

Primero se encontraba una chica que había sido victima de una de las ironías de la vida, Sakura Haruno, ella ahora había empezado a querer a un chico que antes estaba enamorado de ella, aun que él no lo demostraba, la de cabellos rosados se daba cuenta, hasta que un buen dia al parecer él dijo "Basta" y se decidió a olvidarla, pero como ya se había mencionado antes, la Haruno había comenzado a quererlo cuando él dejo de hacerlo. Dejando en claro que uno quiere lo que no puede tener.

En fin, ese chico era, Shikamaru Nara, que podría decirse era un flojo, y que ahora se encontraba enamorado de alguien más: Temari Sabaku No, una problemática, según el vago, como todo en la vida. Aun que lo negaba, no podía evitar sentir eso por la rubia, y si, de acuerdo a como sus sentimientos estaban ordenados, lo que el sentía era, amor.

La Sabaku No, no se encontraba enamorada de nadie, por que en su opinión, ninguno de los chicos que la rodeaban eran un buen partido, pero si tuviera que elegir a uno, probablemente elegiría al Nara. No sabia por que, pero el chico tenia algo especial, y también era el que mas se acercaba al prototipo de "Hombre ideal" de la rubia, aun que a la vez, era el que mas se alejaba. Ella buscaba un chico listo y caballeroso, cosa cual era el Nara, pero también buscaba un chico que no fuera flojo ni conformista, y el Nara también era eso.

Pero Shikamaru no era el único que estaba tras de la rubia. También, Naruto Uzumaki la quería. Al Uzumaki lo que le gustaba de la Sabaku No era que no se dejaba de nadie y se sabia defender. Él era un gran chico, pero a la vez muy distraído, ya que tenia a una linda joven que lo admiraba realmente, y aun que claro, cualquiera podría no notar cuando alguien gusta de nosotros, ella era demasiado obvia, bastaba con que el rubio llegara para que el tartamudeo y el color carmesí sobre sus mejillas hicieran presencia, y de vez en cuando también uno que otro desmayo se presentara.

Bien, pues esa chica era, Hinata Hyuuga, tímida con ganas, y aun que ninguno de nuestros chicos principales gustara de ella, otros mas en la escuela si.

Pero como no todo es desgracia, había parejas que si se correspondían, aun que no lo admitieran, como era el caso del Nara y la Sabaku No, aun que el Nara aun tuviese dudas respecto a sus sentimientos por la Haruno.

En fin, Neji Hyuuga, primo de Hinata, no podía decir que amara a alguien, ni siquiera lo podía pensar por su enorme orgullo, pero había algo que le decía que ya había encontrado a esa chica especial, y esa era, Tenten Ama, la cual le correspondía, pero gracias a la gran cantidad de arrogancia en la personalidad del joven, nada sucedía con ella, y la dama pensaba que no era correspondida.

También estaban Kiba Inuzuka e Ino Yamanaka, él si podía decir querer a la Yamanaka, claro mientras ella no estuviese presente, pero a final de cuentas era hombre, y según él[/FONT][FONT=&quot], un hombre no puede ser de una sola mujer, así que se daba sus gustitos saliendo con distintas chicas, y a la rubia esto la ponía celosa, pero como su orgullo de mujer le decía, no podía dar el primer paso, así que mientras é[/FONT][FONT=&quot]l no le pidiera noviazgo, ella no aceptaría frente a alguien más que[/FONT] él le gustaba.

Y por ultimo, solo quedaba una persona, Sasuke Uchiha, otro cubito de hielo como el Hyuuga, al parecer en esa escuela las personalidades en los chicos eran similares, todos fríos y llenos de arrogancia, que fastidio ¿no?
[FONT=&quot]El Uchiha aun no podía decir que amaba a alguien, pero tal vez si que sentía cierto cariño. No lo admitiría frente a nadie, pero no se podría cambiar que sentía cierta atracción hacia la de cabellera rosada, aun que esta quisiera al Nara.

En fin, como lo normal es que al salir de secundaria se entre a preparatoria, ellos no fueron la excepción e hicieron eso, entrando para su suerte o su desgracia a la misma escuela. Durante el primer año de estudios en esa institución pasaron muchas cosas. Kiba Inuzuka había formalizado con la Yamanaka, y habían sido la primera pareja en formarse, pero el castaño seguía siendo un "Hombre con necesidades" y de vez en cuando salía con una chica a escondidas de la rubia, y también cuando estaba con su novia no podía evitar que su mirada se fijara en los atributos de las féminas que le pasaran al lado, provocando celos en su pareja, y ocasionando una discusión en la que él[/FONT][FONT=&quot] al final tendría que pedir disculpas, ocultando su fastidio. Pero a pesar de todo, en realidad quería a la joven, aun que seguía firme en que una sola chica no puede dar felicidad a un hombre, como verán, mujeriego al 100%.

Y también Sakura Haruno había establecido una relación con un chico, y no, no era el Nara, era el Uchiha, aun que su noviazgo era una farsa, con el único propósito de darle celos al primer chico nombrado.
[/FONT] [FONT=&quot]Sasuke sabía que no era una relación verdadera, y que pronto terminaría, pero le daba igual, puesto que él solo quería quitarse las ganas de ser novio de la Haruno, y también a la vez averiguar si lo que sentía por ella era algo pasajero o no.

En fin, el primer año había pasado, y el segundo estaba por comenzar, justo donde nuestra historia debía empezar, y donde sus vidas dejarían de ser tan normales, claro, en el sentido de lo que debe ser una vida normal para un adolecente de esa edad, ósea: Escuela, fiestas, amor y deberes.
[/FONT]

Hasta alli llego, y acepto las sugerencias, criticas, tomatazos que vayan dirigidos a mi boca (Tengo hambre x'D) y no a mi cabello o rostro. Si creen que merece continuación avisen, si creen que no, tambien avisen, si merezco morir, no avisen ¬w¬ Que quiero una vida plena (?) x'D. Bien, adiós nwn

 

Re: Amor de locos, todo puede pasar (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, ShikaTema y KibaIn

[FONT=&quot] ¡Hola! nwn. Haha, esta vez no tengo excusa por poner la continuación ahora. [/FONT]Ya que, la termine hace una semana exacta (Siete días, ignorantes ¬w¬). Y no la había puesto por que me había dado flojera pasarla a computador uwu. Y cuando quise ya actualizar, que fue el sábado, me vicie en otro foro y para cuando me habia dado cuenta tenia más de cuatro horas en la pc -w-". El Domingo fui con una tía y no pude entrar mucho a Cz, Lunes me volví a viciar en otro foro, y ayer dije —Ya estubo bueno de juegos, pon la continuación maldita impuntual— y la escribí y hoy se las dejo aqui nwn.
Gracias a los que comentaron, y tambien a los chinos que nada más vieron la historia ¬w¬ x'D. Sin más, aqui el fic uwu.

[FONT=&quot]Capitulo 1
Cambio de look.[/FONT]​

[FONT=&quot]

Era el primer día de clases. Y como cualquier día de escuela, la joven había despertado cuando el reloj sonó. Aún somnolienta, se dirigió a su baño. Más dormida que despierta lavó su cara, instantes después subió la mirada para encontrarse con un espejo frente a ella, y al verse no pudo menos que soltar un grito. Cuyo grito espantó a los lindos pájaros que se encontraban en la ventana de su habitación.

Esa no era ella, definitivamente no lo era ¿qué le había ocurrido?

Ante el tan elevado tono de la chica, su madre subió las escaleras corriendo, y acto seguido tocó varias veces a la puerta de su hija, sin obtener respuesta. Hasta que la fémina se decidió por abrirle a su progenitora.

—Hija ¿qué suce...?— preguntó la señora tan pronto le abrió, pero dejo la oración inconclusa al ver la apariencia de de la joven.

Pero ¿qué tenía?

Si mirabas sus ojos, tenía unas ojeras si, pero era normal, después de todo, acababa de despertar. Al ver sus labios, no tenían rímel, y observando sus mejillas, tampoco rubor, la chica estaba hecha un desastre. Pero no estaba en su rostro el problema, estaba un poco más arriba, en su cabello.

¿Acaso ayer no era rosado?

— ¿Qué le sucedió a tu cabello?— preguntó la madre confundida, que ella recordara, su hija no había decidido pintarlo, o mejor dicho, no de ese color.

— ¡No lo sé! ¡Desperté hoy y era así!— dijo casi en gritos la joven de ahora cabellos negros con reflejos morados.

— ¿Habrá sido el tinte?— preguntó nuevamente la señora.

— ¡¿Cómo pudo haber sido el tinte?!¡Mi cabello se hubiese tornado oscuro desde el momento en que lo hubiese tocado!— afirmó la Haruno.

Era verdad, en cuanto hubiese pintado su cabello de rosa—por que hay que admitir, que a pesar de lo que todo el mundo creía, no era natural—este se hubiese puesto oscuro si el tinte hubiese sido otro. No, el colorante no estaba equivocado.

Entonces ¿cómo el negro había llegado allí?

La respuesta que madre e hija ignoraban era sencilla. Todo se debía a la reciente visita de la linda hermana de la madre con sus no tan lindos hijos. Los chiquillos eran un poco traviesos, por no decir unos engendros del demonio. Eran dos niños de escasos siete años, que a pesar de su corta edad sabían complicarle la vida a su prima Sakura. Esos "angelitos" como todos le llamaban menos la Haruno, habían entrado al cuarto de la joven justo un día antes de su partida, ósea ayer. Y sin que nadie lo notara, habían cambiado el shampoo de su prima y lo habían llenado del tinte negro, y claro Sakura había pensado que era un shampoo especial.

—Bien querida—llamó la madre—ya veremos más tarde que sucedió, por ahora alístate para ir a la escuela— sonrió.


— ¡¿cómo iré así a la escuela madre?!— pensó la Haruno, pero claro, no le dijo eso a su progenitora, al contrario, se calmó y le devolvió la sonrisa a la autora de sus días y cedió a lo pedido por esta.

Y como todos los días de clases comenzó a alistarse, aun que esta vez con algo más bajo que un simple "sin ganas". ¿Qué le dirían sus amigos por su repentino cambio de look? ¿Se darían cuenta que en realidad su cabello no era rosado y ella les había hecho creer lo contrario?

Pero admitámoslo, decir que alguien nació con cabello rosado es lo mismo que decir que el ratón de los dientes existe.

Se puso su modesto uniforme que este año consistía en una falda negra con flequillos y una polo con el símbolo de la escuela en negro. Aun que cabe aclarar que el atuendo también tenía agregado un chaleco y un suéter, pero como aun estaban en verano, el calor abundaba y la mayoría llevaban solamente la falda y polo.

Terminado esto, hizo unas cuantas cosas más y bajo las escaleras. Entró a la cocina, donde aguardaba su madre con el desayuno listo, pero...

— ¿De verdad piensas ir así a la escuela?—preguntó la señora con una sonrisa debido a la exageración de su hija.

La joven se estaba tomando demasiado a pecho su reciente cambio de look, tanto que había amarrado su cabello en un chongo y lo había ocultado en una boina que combinaba con la falda. Y todo para que nadie notara que ya no era rosado.

La de cabellos negros asintió a la respuesta de su madre.

— ¿No crees que exageras un poco las cosas?

—Claro que no. Si la Ino-Cerda se entera de que mi cabello nunca fue rosa y que me lo teñía desde los seis años jamás dejara de burlarse.

— ¿Enserio crees que tus compañeros creyeran que tu cabello era naturalmente rosado?—preguntó la madre, intentando convencer a su hija de que dejara esa actitud tan infantil de lado.

A esto la Haruno sonrió.

—Si, seguramente nunca lo creyeron. Digo, no soy personaje de anime para tener el cabello rosa—sonrió aún más. Su teoría tenia sentido, solo en animes se veía a personas con cabello chicloso. —No necesito esto—y se quito la boina. Acto seguido fue a su refrigerador y tomo un te verde en lata para después guardarlo en su mochila. —Iré a dejar esto arriba— se refería a la gorra.

— ¿No piensas desayunar?— desaprobó la madre al ver que su hija no había probado bocado por alegar sobre su apariencia.

—No, ya se me hizo tarde— respondió y se despidió de su madre. Y al salir de la cocina, en lugar de subir a su habitación, fue directo hacia la puerta, y tan pronto salió de su casa, soltó un suspiro.

—Ni que yo estuviera loca— dijo para si misma y se puso nuevamente la boina. Sabía que su madre no la dejaría salir de casa de esa forma, así que no tubo más remedio que mentir. De su bolso colorado saco unas gafas oscuras, cuales se puso. Ya que sus ojos jade podrían delatarla frente a sus compañeros.

Y así sin más, la joven se dirigió a la institución.

Mientras tanto, ya en la preparatoria se encontraba Naruto Uzumaki. Que por accidente había puesto su despertador a las tres de la mañana, ocasionando que lo despertara tres horas antes de lo que el rubio acostumbraba, y obligándolo a levantarse y a alistarse temprano.

— ¡Naruto!— saludó efusivamente un chico de cejas altamente pobladas, a decir verdad, el único además del Uzumaki en toda la clase.

—Hola cejas de azotador— saludó Naruto somnoliento.

—No supe nada de ti en todas las vacaciones, ¿qué fue de ti?

Pero justo en cuanto Rock Lee formulo la pregunta, otra persona ingresó al aula.

— ¡Tenten!— gritó nuevamente el de cejas pobladas.

—Hola Lee— saludó Tenten con una sonrisa. La verdad que la joven también había madrugado. Solo que esta por las ansias de ver nuevamente a sus amigos.

—Veo que dejaste tus chongos— alagó alguien detrás de ella. Y si, ese año la castaña había cambiado sus dos chongos por un lacio y liso cabello que recorría su espalda.

— ¡Kiba!— gritó nuevamente el de cabello oscuro. Al parecer le emocionaba volver a la escuela.

—Lee ¿podrías dejar de gritar cada vez que alguien entre al salón?— suplicó Naruto con un dolor de cabeza producto de haberse desvelado la noche anterior y haberse despertado a las tres de la madrugada.

— ¡Temari!— se emocionó Tenten al ver entrar a su amiga.

Al escuchar el nombre que la castaña había mencionado, el Uzumaki no pudo hacer menos que olvidar su jaqueca y poner una enorme sonrisa para exclamar feliz y contentó en un sonoro grito:

— ¡Temari!

Claro que ese grito supero a los anteriores que había soltado el cejas de azotador.

—Naruto—dijo la Sabaku No fingiendo fastidio— ¿podrías no volver a gritar de esa forma? Casi explotan mis tímpanos.

—Oh, claro Tema-chan— se disculpó apenado.

—Chicos ¿qué hicieron en sus vacaciones?— preguntó Lee ansioso.

—Yo fui al país del ramen— presumió Naruto con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿País del ramen?— preguntó realmente confundida Tenten. Es decir ¿desde cuando el ramen tenia país?

—En realidad no es un país—explicó el rubio. —Es una convención de ramen que esta durante todo un mes en la ciudad. Yo fui los treinta días— sonrió orgulloso ante sus palabras.

—Ahora celebran el ramen—dijo Kiba sorprendido pero a la vez fastidiado. —Pronto celebraran a los nachos y a las tortas— bromeó causando cierto enojo en el rubio.

— ¡Nada jamás podrá superar al ramen! ¡Primero acaba el mundo dattebayo!—defendió el Uzumaki poniendo el pulgar en alto.

—Naruto—dijo Lee exaltado— ¡nunca había visto a nadie defender algo con tanto entusiasmo!

—Es un insulto ¿verdad?—preguntó Kiba, al momento que veía junto con Temari y Tenten a un Naruto lleno de alegría contando todas sus visitas a la convención y a un Lee escuchando atentamente.

— ¡¿Sabias que existen mas de ciento ochenta tipos distintos de ramen?!—gritó el rubio— ¡Yo los probé todos en los primeros dos días!— presumió.

Ante las palabras de Naruto, la duda surgió en los tres chicos que observaban, ¿cómo había podido comer tanto en tan solo dos días?

—No imagino como ese chico no fue a dar al hospital— habló Kiba entre una mezcla de fastidio y sorpresa.

— ¿Bromeas ¡Dattebayo!?¡Me indigeste durante tres días! Pero aun así no falte al festival.

—Naruto, tienes una grave obsesión por el ramen— opinó Ino llegando y recargándose en la puerta.

— ¡Ino-chan!—gritaron Lee y Naruto al mismo tiempo.

—Hola chicos—saludó la rubia entrando, después le dio un beso en la mejilla a su novio y lo abrazó.

Así fue llegando el salón completo. Primero llegó Sasuke, después Hinata acompañada de su primo Neji, solamente faltaba el vago y la Haruno.
A decir verdad ya era un poco tarde, pasaban de las siete, ósea su hora de entrada. Pero ni el profesor ni sus dos amigos se había presentado.

Mientras tanto, por los pasillos de la escuela. La de cabellos oscuros se encontraba en una caminata rápida consiente de su retraso. Solucionar su problema de cabello le había quitado tiempo. Sólo esperaba que su profesor también estuviese retrasado. Al apresurar más su paso, logró divisar al Nara, que caminaba lentamente con las manos en los bolsillos. Típico, ese chico no llegaría a un lugar a tiempo en toda su vida.

La Haruno pensó en detenerse a saludarle, pero recordó su apariencia, así que descartó esa idea, y solo se limito a pasarle por el lado, chocando sus hombros. Sin molestarse por pedir disculpas le arrebasó. Después de eso dobló en un pasillo y entró a la clase correspondiente. Pasando a un lado de sus amigos que sostenían una amena conversación.

— ¿Quien es esa chica?— preguntó el Inuzuka fijándose de repente en el buen estado físico de ella.

—Seguramente a de ser nueva— bufó molesta su novia ante la mirada que el joven le dirigía a la fémina.

—Parece espía con esas gafas— opinó la Sabaku No viendo como la chica se sentaba al fondo.

En eso, el Nara hizo presencia en el aula, el primero en notarlo fue Naruto.

—Hola Shikamaru— saludó el rubio. A eso todos voltearon al aludido.

—Hola Naruto— dijo sin ganas mientras se sentaba en el asiento que sus amigos le habían reservado.

—Llegas tarde viejo— desaprobó Kiba mirándolo.

—Si, el despertador no sonó—se excusó el Nara.

—A mi me paso lo contrario dattebayo. El despertador sonó a las tres de la madrugada— se quejó el rubio.

— ¡El mío también!— gritó Lee con una sonrisa.

— ¿También te equivocaste al ponerle la hora?— preguntó Naruto.

—No. Lo puse a esa hora para hacer mi hora de yoga diaria.

— ¿Diaria?— se sorprendió Tenten.

La conversación se suspendió en ese momento cuando el profesor hizo presencia, ordenando que todos tomaran asiento.

—Sakura no ah llegado— susurró la castaña al momento de sentarse.

—De seguro su despertador tampoco sonó— defendió Ino.

El profesor que el año pasado ya les había tocado no se molestó en presentarse de nuevo, y como era su costumbre iniciar la clase, paso lista.

Todo para la chica con boina y gafas iba bien hasta que...

—Sakura Haruno— llamó el maestro.

¡Diablos! Había olvidado que al pasar lista debía responder. Ahora todos la verían.

—Sakura Haruno— repitió el profesor.

La joven dudaba en responder.

— ¿No vino Sakura?— preguntó al no obtener respuesta.

—Presente— se decidió a decir. Ella no tendría una falta mientras estuviera allí ¡no señor!

Sus amigos al oir que alguien respondía al nombre de ella, se voltearon con duda. ¿A qué horas había llegado? ¿Cómo es que no la habían notado? Sakura no era una chica que pudiese entrar desapercibida a un lugar, su melena chiclosa no se lo permitía.

La buscaron con la mirada sin éxito, ante sus ojos, la única persona que pudiese ser ella era esa desconocida. Pero ¿por qué no hubiese querido que la reconocieran?

— ¿Sakura?— preguntó el profesor. Tampoco él la había reconocido entre todos sus alumnos.

—Presente— repitió en voz alta.

Aún más se sorprendieron sus amigos y el salón entero al ver que esa chica que para ellos era nueva, en realidad era la Haruno.

—Sakura ponte de pie— ordenó el profesor aún sin reconocerla.

Avergonzada, la fémina no tuvo más opción que levantarse. Creyó ser un ratón de laboratorio al sentir la mirada de sus compañeros sobre ella.

—Oh Sakura, allí estás— sonrió el profesor con su siempre tranquila voz —Recuerda que está prohibido usar gorras y lentes en clase, haz el favor de quitártelos.

Ante la orden de su superior la joven sintió desfallecer. Y para colmo, la liga que le amarraba el cabello se había roto en el camino, por lo que su melena oscura caería en cuanto se quitara la gorra.

Sintiendo que los nervios se hacían presentes y ante la mirada de cada uno de su salón, obligada por su profesor, se quito los lentes y después la boina, dejando caer su negro cabello por sus hombros seguido por la sorprendida mirada de sus compañeros.

—No puede ser— artículo difícilmente Ino mientras sostenía una risa ante la nueva apariencia de la joven.

— ¿Sakura-chan?— preguntó Naruto sin creer que esa fuera su amiga.

Los ojos del salón entero seguían posados en la fémina, sin intención de apartarlos. Pobre Sakura, sin duda, ese sería un largo año...


¿Qué les pareció? nwn. Haha, si, pobre Sakura, la hago sufrir mucho, pero eso no es nada x'D.
Unas preguntas que se me ocurrieron en mi momento de delirio débil (Sip nwn, mi delirio no llega a tope con esto uwu)
¿Creías que Sakura era naturalmente pelirosa?
¿El ratón de los dientes existe?
¿Naruto tiene un fuerte vicio por el ramen?
¿El profesor fue muy malo al pedirle a Sakura que se quitara la gorra?
¿Lee tendrá un lindo fisico debido a la yoga? owo ¿Se deberá a la yoga que Lee siempre esta de buen humor?

Haha, ya mejor me voy uwu
[/FONT]

 

Ufff....Despues de mucho, mucho tiempo vengo aqui a publicar, lala, no tengo ninguna excusa -.-U Y mejor ni me encargo de inventarla por que, pues, que flojera xD Haha, seguramente ya ni se acuerdan de que trataba, lala, solo recuerden esto que es lo mas importante: Sakura tiene el cabello negro :O Haha, después de eso solo me resta que lean el capitulo y pues, feliz navidad ^^

Capitulo 2​

Eran muy pocos los segundos pasados desde que la Haruno había dejado su apariencia a la vista de todos. Ahora sabía lo que sentían aquellas personas que vestían de negro y se hacían llamar emos, y hay que decir que no era muy cómodo.

Siempre le había gustado llamar la atención, pero no de esa forma.

Llena de vergüenza decidió que tenía que ocupar su asiento de nuevo, pero de nada le sirvió, todo el salón seguía observándola.

¡No me vean! ¡Nya! Pensó cada vez mas roja, era claro que si el asunto continuaba ella estaría más colorada que las mejillas de Hinata cuando Naruto estaba allí ¡Ocúpense de sus asuntos!

Por más que la joven rogaba a cualquier tipo de Dios existente parecía que ninguno le hacia caso, ¿y si todos tomaron vacaciones? No, era claro que los Dioses no se les daba por tomar vacaciones, pero ¿y si todos querían que la Haruno sufriera? ¿Y si todos estaban en ese preciso momento comiendo palomitas sentados frente a una pantalla gigante viendo a Sakura en el televisor?

¡Malditos sean ustedes! Se dijo en su interior refiriéndose a los Dioses. Era claro: su mente enloquecía en situaciones como esas.

—Linda apariencia—habló alguien por fin, alagándola al mismo tiempo que ayudándola—prosigamos con la lista.

¡Salvada por el profesor! Definitivamente, ese maestro sería el nuevo Dios de Sakura, sería súper teacher. Si, tal vez la Haruno exageraba, pero, así era.

El resto de la clase dejó de observarla para ahora voltear hacia el frente, tal parecía que solo habían olvidado a la de cabellos oscuros.

Si, Sakura se sentía feliz, ahora llena de gloria, pero la dicha, no le duro mucho, alguien la interrumpió.

La preceptora acababa de aparecer en la puerta llamando al profesor, éste después de ordenar disciplina se retiró.

Claramente si los Dioses no se habían tomado unas vacaciones, la suerte de la de piel blanquecina si, pues tan pronto el profesor se fue, unos cuantos de sus amigos se levantaron.

¿Si alguien moría en ese momento? Eso impediría que siguiesen avanzando. La mente de la fémina se podía volver sádica cuando de evitar vergüenza se trataba.

¡Cruel destino que no hizo que eso pasara!

Bueno, tan siquiera Shikamaru y Sasuke se habían quedado sentados. Algo bueno para ella.

Primero por que si el Nara se levantaba y la veía así, con ese cabello, seria tan bochornoso como en su pesadilla en la que llegaba a clases desnuda, o aun peor. Era simple lógica: te gusta un chico y por alguna extraña razón siempre provoca un sinfín de emociones distintas a las que sientes cuando vez a alguien más, y estas iban desde felicidad hasta vergüenza o tristeza.

Segundo, por que Sasuke, su novio, le había puesto una condición cuando aceptó salir con ella para poner celoso al vago.

‘’Si haces algo estúpido, terminamos’’

¿Y que podría ser más estúpido que pintarse el cabello y ni siquiera darse cuenta?

Ya no tuvo más oportunidad de torturarse por que sus amigos llegaron hasta ella. Pudo observar quienes estaban allí parados, eran todas las chicas, y un muy chismoso Lee, acompañado de otro aun mas chismoso Naruto.

—Sakura—llamó su atención Ino—necesito ir al oculista, veo tu cabello negro— soltó una carcajada.

Allí la de orbes jade comprobó algo: la blonda se burlaría de ella hasta terminar la preparatoria, y tal vez, un poco más. Por su mente no pudo evitar pasar la imagen de ella misma pero en una edad avanzada, aproximadamente de unos setenta años sentada en una mecedora con su amiga de la misma edad burlándose de ella a un lado.

—Calla Ino-cerda— bufó molesta la Haruno.

Como si de un concurso se tratara, la Yamanaka tomó aire dispuesta a discutir con su amiga, pero Lee, previniendo una pelea, tomo la palabra primero.

—Y Sakura…— dudó en como hacer la pregunta.

—¿Por qué traes el cabello negro?— intervinó Naruto.

¡Naruto! ¿Cómo él, Naruto, el chico más despistado que nunca atinaba nada logró en un solo intento dar a la pregunta que la Haruno menos quería contestar?







En la parte delantera del salón, los chicos comentaban sobre el reciente cambio en el cabello de su amiga.

—Quien hubiese dicho que la extraña era Sakura—rió Kiba—sabes Sasuke. —volteó al aludido—Eres mal novio.

—¿Por qué lo dices?— preguntó con una mueca de fastidio.

—Sakura se pinto el cabello para parecerse a ti, después será seria como tú y más tarde compartirá tus ideas suicidas.

El Uchiha frunció el entrecejo, comúnmente era agrupado en una categoría social denominada emos debido a su cabello y a su actitud tan fría y solitaria. Y según la sociedad, ese grupo era suicida.

Claramente ese comentario del castaño le molestaba ¿Cuándo entenderían que su forma de ser no lo convertía en un emo y mucho menos en un suicida?

—Hmp— respondió secamente.

—¿Hmp?—preguntó Kiba—¿Es tu única respuesta?

—Si, ¿algún problema?

—Solo ve allá y cumple tu papel de novio— le ordenó el castaño.

—Sera mejor que vayas—aconsejó el Hyuuga—O seguirá molestando.

Sasuke gruñó, y sabiendo que lo que su amigo le decía era verdad, se levantó y se fue.

—Viejo, eres problemático— le reprimió Shikamaru con desgano.

—¿En que te basas para decirlo?

Neji tomo la palabra.

—Tal vez en que sales con otras a escondida de tu novia— le encaró.

—Eso es muy distinto—se defendió el Inuzuka—.Lo que Ino no sepa no le hará daño.

—Que flojera me dan—intervino Shikamaru al momento de levantarse, se estiró debido a que su cuerpo estaba entumecido y sus huesos tronaron—.Mejor me voy.

Y se fue por el mismo camino que su amigo azabache.









—Sakura contesta— le pidió Tenten a su amiga.

La Haruno dudó en que contestar, su vista estaba clavada en su novio, que acababa de levantarse, y seguido de él, Shikamaru.

Volvió a comprobar que la suerte no estaba de su lado, ¿cómo Shikamaru, el vago más flojo, que nunca hacia esfuerzo por nada y que esperaba que las cosas llegaran solas a él, se había levantado justo en ese momento?

—Sasuke-kun—sonrió la morocha queriendo evitar responder la pregunta—Shikamaru-san ¿cómo les fue en sus vacaciones?

—¡Sakura, no cambies el tema!— casi gritó la Yamanaka.

—Bien, la verdad…— se resignó la de orbes jades con la intención de decir que no sabia como tenia el cabello negro, pero una idea se le vinó a la mente—Mis primos me jugaron una mala broma— mintió, entre comillas, ya que, aun que la Haruno no lo supiera, eso había sucedido en realidad.

—Oh, eso lo explica todo—asimiló Tenten—.Incluido que llegaras tarde y que no quisieras que te reconociéramos.

¿Eso había sido todo? ¿Y las miles de preguntas que Sakura había pensado le harían? ¡Pero si ya había formulado una respuesta para cualquier tipo de pregunta!

Aun que bien, tal vez seria mejor dejarlo así. Sus primos le jugaron una broma y punto.

En ese instante el profesor regresó.

—Siéntense que tengo que decirles algo— ordenó.

Todo el salón tomó asiento, entonces, el maestro comenzó a dar la información que se le había proporcionado en dirección: las nuevas reglas.

Cuando terminó de decirlas, el silencio abundó.

¿Hablaban en serio? Todo era excesivo. Y claramente las alumnas serían las más afectadas, mucho más que los alumnos varones.

—¡¿Está bromeando?!— gritó una. Y otras más la secundaron.

—Oigan, no es mi culpa— se defendió el profesor. La mirada de las chicas demostraba ¿odio? ¿Indignación tal vez? Fuera lo que fuera, querían asesinar al idiota que había puesto las nuevas reglas.

Es decir ¿cómo les pedían eso? ¿Cómo les pedían que bajaran su falda hasta la rodilla, no se maquillaran, ni se llevaran el cabello suelto? Sin contar que los accesorios llamativos estarían prohibidos.

—¡Pero no somos niñas de kínder!— se defendió una más.

Las chicas discutían, mientras tanto, todos los chicos del salón se sentían felices y victoriosos de no obsesionarse con cosas estúpidas como la apariencia.

—¡Se acabó!—gritó furioso el profesor, si bien, no estaba furioso, pero si se sentía indefenso ante tal necedad de las alumnas, así que, tenia que hacer algo para controlarlas—Será mejor que se abrochen el cabello, o si no las mandare a prefectura—sentenció.

Pero en lugar de calmarlas las enfureció aún más.

—¡¿Habla en serio?!— estalló una.

Y nuevamente muchas comenzaron a gritonear.

—¡Ahora!— gritó de una forma que jamás había gritado. Y ahora si, todas se callaron y comenzaron a amarrar su cabello.

Todas, menos ella, la única que no tenía con que abrochar su pelo.

¡Pero que mala suerte! La primera vez que llevaba el cabello suelto y lo prohibían, y además, amenazaban con mandarla a prefectura.

Como única esperanza comenzó a pedir ligas, broches, algo, lo que fuese. Pero solo recibía la misma respuesta “No” y en menos de un minuto, todas tenían el cabello amarrado, y ella con su melena andando.

—Temari— le susurró a su amiga que estaba a su lado. La rubia volteó a verla intrigada—Préstame una liga.

—Lo siento, ya no traigo— le negó la blonda.

—Pero, oye, tienes cuatro coletas, dame una y amárrate tres.

—Es que no puedo, el cabello se me enreda y será difícil lograr amarrarlo de otra forma.

—Por favor, no quiero ir a prefectura—suplicó la castaña. —Son cuatro, suéltatelo, hazte una, o como sea, pero préstame una liga— pidió.

—Lo siento Tenten, no.

La Ama se resignó, iría a prefectura.

—Tenten, solo faltas tú— le recordó el profesor.

—Es que, no tengo…con que amarrar mi cabello
El maestro suspiró

—Bien, ve a prefectura

—¡Pero sensei!—rezongó una blonda poniéndose de pie—¡Eso no es justo!

—Ino, siéntate— pidió Tenten, o también ella se metería en líos.

—Mire, con todo respeto—continuó la Yamanaka—creo que es imposible venir preparadas para algo que se nos acaba de informar.

—Mira, con todo respeto—le imitó el profesor—Yo no hago las reglas.

—Si pero…— iba a argumentar.

—¿Quieres ir a prefectura también?

—Arman mucho problema por el cabello— susurró Shikamaru para si mientras recargaba sus brazos tras de él.

—Por cierto Nara, olvidé una regla, todos los chicos necesitarán traer corte escolar— completó el superior.

Ahora se podría decir que las chicas estallaron en carcajadas, claro no todas, pero la mayoría si, ya que al oír eso los muchachos abrieron los ojos, con sorpresa, y esta vez eran ellos los indignados ¿Quién de allí llevaba corte escolar? ¿Quién? Nadie, solo Lee.

—Por favor—suplicó el maestro ante la mirada de los alumnos—¿Qué tan malo puede ser hacerle unos cambios a su apariencia?

—Usted no tiene idea de cuanto sensei— respondió Sakura aun muy acomplejada por su cabello oscuro.

—¡Haruno! Ven chicos, ella es un claro ejemplo de que un pequeño cambio no afecta. Díselos por favor.

Pero la ex cabello de chicle no contestó, nuevamente el salón ponía sus ojos en ella, irónico, súper teacher la salva primero, luego la vuelve a meter en el mismo hoyo.

—Bien, no era lo que esperaba—dijo el profesor—Pero no se preocupen, todo estará bien— sonrió.

No, nada estaría bien, todos decidieron esta vez guardar silencio, hasta que alguien, decidió romperlo de nuevo.

—¡Pero es mi vida!— gritó ese alguien. A esto, el profesor se hartó.

—¡Todos a prefectura!— explotó.









Todo el que pasaba por allí volteaba intrigado ante tal escena; muchos, muchos alumnos se encontraban esperando su turno fuera de prefectura, algunos estaban sentados, otros mas parados, puesto que no alcanzaron lugar.

Parecía consultorio medico: algunas sillas en hilera fuera de la habitación, a la que muchos temían entrar, en este caso no era por inyecciones, no, era más bien por reportes, en algún caso más severo citatorio.

—Genial— ironizó Tenten—anda hija, suéltate el cabello que esos chongos son infantiles—agudizó la voz en pos de imitar a su madre.

—Siguiente— llamó la prefecta desde dentro al momento de dejar salir a un chico de cabello largo y oscuro, su nombre: Haku.

Esa siguiente era Tenten, que se levantó de su asiento al momento de soltar un suspiro y entrar a la oficina.

—Pobre Tenten—opinó Sakura sentándose en el lugar que la castaña había dejado libre—La primera vez que trae el cabello suelto y le ponen reporte.

—Como sea— bufó Ino—fue injusto que nos mandara a prefectura por una regla que acaban de poner.

—Ino—le habló Kiba—¿Sabes que nos mandaron a prefectura por que enfadaron al profesor con tanto grito?— intentó aclarar.

—Fueron demasiado fastidiosas— recalcó el Nara sentado en su lugar.

—En lugar de quejarte deberías cederle el asiento a una chica, vago— sugirió con aire retador la de cabello mostaza.

—Temari, no seas problemática hoy— pidió cerrando los ojos sin tomarle importancia a su comentario.

En eso, la prefecta, o en otras palabras, asistente del director, en este caso directora, salió junto con Ama a su lado, y volvió a decir “siguiente” al momento de adentrarse a prefectura.

La mayor de los Sabaku No suspiró, ahora seguía ella, cuando estuvo a punto de entrar volteó a los demás,

—¿Alguien quiere mi turno?— preguntó sin la mas mínima esperanza de que le respondieran, nadie era tan idiota.

—¡Yo iré Temari-chan!— gritó eufóricamente Naruto con una sonrisa de oreja a oreja. Si Temari a alguien le cedía algo, seria a él y a nadie más.

—¿Eh?—se sorprendió al ver como se levantaba de su asiento y se dirigía a ese seguro reporte—Bien, como quieras— dijo quitándose del camino y dejándolo pasar.

No fue hasta que se vio dentro de prefectura que se dio cuenta a lo que había accedido.

—¡Tenten!—gritó Ino al verla salir—¿Qué te dijeron allá adentro?— interrogó temerosa a la respuesta.

—Que deberé sujetarme el cabello y bajarle bastilla a mi falda— respondió.

—¿Bajarle hasta donde?—preguntó aun mas temerosa a la respuesta, la castaña bajo sus dedos hasta la rodilla, indicando la que debía tener el uniforme—¡¿Qué?!

—Eso me dijeron— se defendió.

La conversación fue suspendida por Shizune que volvió a decir “siguiente” esta vez dejando salir al Uzumaki para darle paso al Hyuuga, que sin vacilar entró.

El castaño tomó asiento dentro de prefectura.

Aun que él era frio, sin sentimientos, se sentía atemorizado ¿Cómo su expediente se iba a manchar por que a Tenten se le había ocurrido ir con cabello suelto? Por que habría que admitirlo, si ella se hubiese amarrado el cabello, ya nadie hubiera discutido, y entonces no se encontraría allí, a punto de dar su nombre y marcarse de por vida. Pero eso si, no podría negar que Tenten se veía mejor así que con los chonguitos.

La voz de Shizune lo sacó de sus pensamientos, simplemente preguntó el nombre. Se notaba que era nueva, hubiera bastado con pedir el grado y grupo al profesor y así ella desde el computador cliquearía todos los nombres que pertenecía a la lista de ese salón, y mandarles el reporte mas tarde a alguna clase. No había necesidad hacerles perder el tiempo de esa forma.

El genio comenzó a sudar, realmente era horrendo estar allí.

—Que lastima Hyuuga Neji—habló Shizune—Tu expediente era perfecto.

¡Y tenían que recordárselo! Si era claro que sabía que su expediente se acababa de manchar.

Shizune al parecer quiso dejar atormentarlo y le dijo que podía salir. El castaño se levantó, dispuesto a irse para ya no volver, pero algo intervinó.

—Solo una cosa—le detuvo Shizune—Córtate el cabello, lo tienes muy largo— sonrió.

Esas palabras cayeron como una cascada de agua sobre Neji.

¿Su cabello? ¿Cómo le pedían eso? Era claro que él como insensible que era, no solía tener lazos afectivos con los objetos, y mucho menos con los que tuvieran que ver con la vanidad personal, pero, era su cabello. ¿Cómo se vería con el corte escolar? Toda su vida había llevado una melena de león, por decirle así; larga y, aun que amarrada, con un toque tan personal, tan Neji.

¿Cuántas fotos tenia en las que saliera sin esas hebras tan largas? Para ser exactos, ninguna. Desde bebé que el cabello le comenzó a crecer no lo llevaba corto.

Con esos y más pensamientos el Hyuuga salió de prefectura.

—¿Qué te dijeron?— preguntó Tenten tan pronto lo vio salir.

Él le dedicó una fría mirada, mas fría de lo normal ¡Acababan de pedirle que se cortara el cabello! Pero si bien no se podía desquitar con un berrinche, si con una frialdad excesiva.

—Hmp— dijo de forma cortante ignorándola y yéndose a clases. Para él era seguro, esa tarde, habría un nuevo Neji.

Cuando el Hyuuga se fue llegó alguien conocido para ellos, en especial para Temari, acompañado de la otra prefecta: Anko Mitarashi.

—¡Gaara!— se sorprendió su hermana mayor—¿Qué haces aquí?

El susodicho no contestó.

—Este gusano llegó con una gran sorpresa— refunfuñó la de cabello oscuro señalando su frente.

—Es un tatuaje— aclaró con una voz rasposa.

—¿Crees qué no se que es?—el colorado no respondió—Póngale citatorio— ordenó para después retirarse.

Con su habitual amabilidad Shizune le pidió al menor de los Sabaku No que pasará, dejando afuera a unos alumnos que ya llevaban tiempo allí.

—¿Cómo es que dejaron que Gaara se hiciera un tatuaje?— preguntó Tenten.

—No lo dejaron—informó la rubia—un día se fue y en la tarde que regresó ya lo traía.

—Eso claramente es falta de atención— dijo Sakura.

—Mas bien es para que las chicas se fijen en él—opinó la Yamanaka—Por alguna razón siempre nos enamoramos de los rebeldes.

—Ino ¿Por qué parece que tienes experiencia en esto?— preguntó Kiba molesto.

—¿Eh?— volteó la blonda hacia él dándose cuenta de que había dicho algo que lo había menos valorado—Por nada Kiba-kun— sonrió nerviosamente.

En eso Gaara salió de prefectura.

—Tendrán que quitarle el tatuaje— informó la castaña.

—¿Cómo?— interrogó su hermana.

—Con láser.

La mayoría trago en seco al oír el método para quitarle la marca.

—Shizune-san— habló una nueva voz llegando a escena.

—¿Kankuro?— preguntó la rubia. ¿Qué tantas posibilidades había de que el primer día de clase los tres hermanos fueran a prefectura?

—¿Qué sucede?— preguntó Shizune al ver al joven allí acompañado de la profesora de artes: Kurenai.

—¿Qué le pasó en el rostro?— intervinó Shikamaru con sorpresa al verlo a la cara; por extraño que fuese, el tipo tenia unos dibujos color purpura en las mejillas.

—Le dije que plasmará los perfiles humanos en hojas blancas— informó la sensei.

—Y lo plasmé— se quejó el castaño.

—Pintándote el rostro y pegándote una hoja a el.

—Pero lo plasmé— rió.

—Pónganle reporte— dijo sin darle importancia a la burla del chico y se fue.

De nuevo Shizune pasó primero al recién llegado que a los que llevaban allí más tiempo. Al parecer el derecho de antigüedad no era válido en esa escuela.

Un incómodo silencio se formó en el lugar, pero rápidamente se fue ya que Kankuro salió.

—Te limpias el rostro— le sonrió la superior.

—Si, claro— accedió.

—Bien, el que sigue chicos— volvió a decir la prefecta.

A esto Shikamaru se levantó de su asiento con un suspiro, entró y no tardó mucho en salir.

Poco a poco Shizune atendió a todos, hasta que el lugar quedó desierto, a excepción de ella. Era claro, esa misma tarde le pediría un aumento a Tsunade-sama, la directora. La blonda le había dicho que seria un trabajo sencillo y que serian pocos los alumnos que irían por día, claro, cuarenta no eran pocos, no para la castaña.







Por los pasillos caminaban los jóvenes de segundo grado, los hermanos de Temari ya habían ingresado a su salón. Aun que claro, uno de ellos osó por no irse sin darle un regalo a cierto chico con coleta de piña.

Flash back

—Bien, el que sigue chicos— volvió a decir la prefecta.


A eso Kankuro se disponía a irse, ya había recibido su reporte, ya no tenia nada que hacer allí pero…


—Un reporte por hermano—dijo Shikamaru en un intento de molestar a Temari—Veo que lo problemático es de familia.


—¡¿Qué dijiste Nara?!— salió en defensa Kankuro, no solo acababa de burlarse de su hermana, también de él, sin mencionar a sus padres y a Gaara.


Shikamaru no contaba con que el castaño oiría aquel comentario, pero de todas formas, estaban frente a prefectura, era obvio que no podría hacerle nada allí, es decir, ¿Quién seria tan idiota como para armar una pelea física o verbal frente a los superiores? Seria como meterse a la boca del lobo.


El mediano de los Sabaku No tomó a Shikamaru por la camisa y lo azotó a la pared.


—Te recuerdo que aun que vaya un grado menor que tú, soy un año mayor— habló el chico.


Por la frente del Nara pasó una gota de sudor, al parecer al muchacho le importaba un comino si estaban o no frente a prefectura.


Y era verdad, Kankuro era mayor que él, en realidad, de los tres hermanos, el único que tenia su edad era Gaara, aun que por algunos problemas que habían tenido cuando eran chicos, perdieron dos años, por lo tanto iban atrasados en el colegio con compañeros menores que ellos.


—Kankuro, déjalo— ordenó Temari.


El castaño lo soltó de forma brusca para después darse la vuelta, dándole tiempo al vago de volver a respirar con normalidad. Más Shikamaru no tuvo tiempo de reaccionar cuando se dio cuenta de que Kankuro se había volteado hacia él para incrustarle el puño en su cara.


—¡Kankuro!— gritó Shizune, a la que ya se le había grabado el nombre del joven ante tanta repetición de éste.



Kiba comenzó a reír, y en el suelo yacía un Shikamaru inconsciente con un puño marcado en el rostro.


Fin flash back.

—Que problemático— se quejó el morocho aun con la cara adolorida.

—Ya no te quejes— pidió Ino harta de oírlo.

—No seas un bebé llorón—habló Temari—Además, quien salió perdiendo fue mi hermano, no tú.

—Tsk—masculló el Nara molesto—¡Mira mi ojo!— gritó y lo señaló.

—No está tan mal, con hielos sanará— respondió la Yamanaka.

—Pero el citatorio de Kankuro nadie se lo quitará— recalcó la otra blonda con enfado.

—Chicas, deberían dejar a Shikamaru en paz— defendió Hinata con timidez.

—¿Hm?... Bien— dijeron al unísono. A veces Shikamaru se preguntaba si por ser rubias pensaban igual.

Llegaron a su siguiente clase, y para ellos todo transcurrió ahora sin importancia, a excepción por unas cosas: El profesor mandó a Shikamaru al médico pensando que tenía que atender ese ojo hinchado. Y Neji no quiso hablar mucho con nadie, de vez en cuando dijo “Hmp” y era para hacerles notar que estaba allí.

Llegó la hora de la salida y todos se fueron a sus casas, pero los que se fueron mas rápido fueron Neji y Hinata, puesto que Hiashi lo esperaba para llevarlo a un lugar, lugar al cual el castaño no quería ir. En el camino el morocho le contó a su tío lo que había sucedido en la escuela, y como tendría que llevarlo a cortarse el cabello.

En la mansión Hyuuga se encontraba Hinata haciendo tarea.

—Pobre Neji— pensó la de ojos perlados. Ella sabia como le afectaba a su primo ese cambio. Tanto, que ni siquiera había querido contárselo a sus amigos.









Era ya de noche, el sol ya se había ocultado, y frente a la ventana del Hyuuga se posaba una hermosa luna llena. Esta extrañamente le recordaba a sus ojos. El castaño soltó un suspiro, y fue directo a verse al espejo del baño que había en su habitación, se miró en éste. Claramente se veía muy distinto, y a él, no le gustaba verse así. Ahora no sabía que pensar, prefirió irse a acostar, esperando que aun con esos cambios, siguiera siendo atractivo, por que, aun que lo negará, toda su confianza se posaba en como lo veían las chicas.








En la preparatoria se encontraban todos, o casi todos, ahora los únicos que faltaban eran los dos primos.
Mientras tanto, las chicas no podían dejar de mirar a sus compañeros varones, todos con cabello corto, era raro, y en cierto punto, les daba gracia. Pero aun mas extraño era que ninguna había optado por bajarle ni un centímetro a su falda, mientras que los jóvenes habían seguido las reglas al pie de la letra.








—Neji, por favor, entra— pidió la de cabello azulino. El castaño estaba afuera del salón, al igual que su prima, pero esta no entraba por no dejarlo solo.

—Entraré más tarde— decidió.

—Pero si ya va a sonar el timbre—rezongó—¿Te da pena que te vean así?— preguntó señalando su rostro.

—No seas tonta—dijo cerrando los ojos con molestia—Entra tú a clases— le ordenó.

Hinata suspiró, era claro que su primo no querría entrar aún, y aun más claro que ella no lo convencería.



Dándose por vencida decidió dejarlo afuera y entrar ella, cambió su cara de pesadez al ver a sus amigos.

—Chicos— sonrió.

—Hinata, ¿y Neji?— preguntó Tenten.

—Está afuera— señaló a la puerta.

—¿Por qué no entra?— interrogó Sakura.

—Etto…— no sabía que responder, creía que aun no les debía decir, además, Neji ya estaba allí, que ellos lo vieran con sus propios ojos.
—Oye, ¿qué sucede?— habló esta vez Naruto al ver el nerviosismo de la chica.

—Si es por que se cortó el cabello no pasa nada— siguió Ino, después procedió a gritar— ¡Neji! ¡No nos burlaremos de ti!

Quien sabe si el castaño confiaba en las palabras de la rubia, o simplemente el profesor lo había hecho entrar, ya que cuando entró apareció detrás de él el maestro.

—¿Enserio es Neji?— preguntó Ino sin dar crédito a sus ojos.

—¿Qué te pasó?— dijo Tenten.

Y al parecer las sorpresas continuaban, el primer día Sakura aparecía con el cabello negro, y el segundo, si bien todos aparecían con un corte escolar, esta vez Neji se podía destacar.

— Neji con lentes— logró decir Naruto.

Si, así era, Neji llevaba unos lentes para la vista…




Haha, ¿qué les pareció? No sé que preguntar, asi que, ustedes haganse sus propias preguntas xD