One-shot Amoong Uss

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por MrJake, 9 Septiembre 2020.

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    MrJake

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    Escritor
    Título:
    Amoong Uss
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    4270
    Título: Amoong Uss
    Fandom: Pokémon Rol
    Personajes: Liza, Lucas, Dante, Emily, Hubert, Ian, Alpha, Talía, Mimi y Nikolah están presentes en esta.
    Sipnosis: esta historia es una continuación espiritual de "Los Lycanroc de Dequilate". Los holders se reúnen, esta vez, para jugar a "Amoong Uss", un famoso juego que está haciendo furor ahora en todas partes. Deben encontrar a los dos Dittos entre un grupo de Amoonguss, antes de que estos los eliminen a todos. Desde los ojos de Dante, veremos el desarrollo de esta partida. ¿Ganarán los impostores, o se sobrepondrán los buenos esta vez?
    N/A: como intuiréis, esta es una partida que juegan los roleros de "Among Us", juego que asumo todos conocemos a estas alturas (?) Igualmente, aunque no tiene nada que ver, hay referencias a "Los Lycanroc de Dequilate", y, entre otras cosas, se dice quién era el malo ahí, ¡así que si no lo habéis leído, spoiler warning! Me pareció cute hacer algo parecido a lo que hice con el otro fic aprovechando el bombo del juego, así que, ¡aquí lo tenéis! ¡Vuestros niños de nuevo a matarse entre ellos! (???) Disclaimer: siento por los que se quedaron fuera de la partida :( Quise mantener la limitación de 10 para que me cuadrase con la historia y no se alargase mucho, y no introduje a Elisa, Drake y a Effy por ser la segunda alguien que seguramente no lea esto (?) y la primera y el segundo los que menos conozco como personajes. Sorry :C

    Etiquetas a aludidos y posibles interesados:
    Liza White Lucas Diamond Etihw Reual Nathan Onyrian Gold-Kun Juanjomaster Nekita Bruno TDF Yugen Factummale Graecus


    ***

    Amoong Uss

    [​IMG]
    Dante se cruzó de brazos detrás de la pantalla de su PC, y alzó la vista por encima de este ligeramente para observar a Emily. La chica, descalza y tumbada sobre la cama, llevaba un laptop rosa sobre sus piernas, con el símbolo de una baya zanama en la parte trasera de la pantalla. Él, por su parte, se sentaba una silla, algo ladeado, frente al escritorio. Procurando que la chica no viese su pantalla, y que tampoco él viese la suya. Porque ese era el punto del juego, ¿no?

    —Vale, ¿se me oye? —pudo escucharse, procediendo la voz de ambos cuartos, rompiendo el silencio breve de aquel dormitorio—. ¿Estáis todos conectados?

    —C-Creo que sí —la voz aniñada e insegura dejaba clara su identidad: era Talía la que había hablado—. Pero, uhm, no entiendo muy bien cómo va este juego…

    —Para eso estamos haciendo llamada, Talía —espetó la voz de antes, la primera en hablar. Era una voz de chico que todos conocían bien; la voz de Lucas—. Vale, escuchadme, ¿sí? Que voy a explicar el juego, a ver si soy capaz de hacerlo.

    —Venga, va, explícate —comentó Mimi, al otro lado de la pantalla—. Que llevo una condenada hora para descargar esto, ya puede ser bueno.

    —Vale, pues… consiste en que somos unos Amoonguss y hay un Ditto entre nosotros, ¿vale? O, bueno, puede haber dos. Y hay que encontrarlos antes de que los Ditto nos maten. Y ya, creo que eso es todo.

    Ante la pobre explicación de Lucas, Dante sonrió ligeramente, confuso, y se rascó la mejilla.

    —Ehm —dijo—, pero eso no explica nada, ¿el Ditto es uno de nosotros?

    —¡Síiiii! —dijo, algo hastiado, Alpha—. A ver, que Lucas no sabe explicarse: los Dittos tienen que matar a los Amoonguss sin que los descubran. Los Amoonguss tienen que hacer mientras diversas misiones en el Bosque, que es pues el mapita en el que estamos. Y los Dittos tienen hasta misiones falsas para disimular.

    —Déjame adivinar —interrumpió Ian—. Los Dittos ganan si matan a todos y los Amoonguss ganan si pillan a los Dittos o si hacen todas las misiones, ¿no? Es parecido al juego que jugamos la otra vez, el de los Lycanroc.

    —¡Así es! —afirmó Lucas—. Pues justo lo que yo he explicado, vaya.

    —¡¿Otro juego como esos?! —gritó Mimi.

    —Aún tengo pesadillas con Alpha matándonos a todos —intervino Liza, risueña.

    Dante no pudo evitar reír. Con la mirada, buscó a Emily, y la descubrió sonriendo, los cabellos extendidos sobre la almohada. Terminó diciendo, aguantando una risita:

    —Ay, Alpha lo hizo muy bien, espero que no le toque otra vez.

    —Por si acaso, lo echamos nada más empezar y listo —espetó Ian.

    —¡Eh, eh, corta el rollo, tío! —gruñó, furibundo, el aludido.

    Fue una voz serena la que sembró la paz de nuevo en la sala, intentando poner orden a todo.

    —Vale, la mecánica la hemos entendido —era Hubert, claro, el que hablaba, intentando ordenar los pensamientos de todos—. Traidores matan a compañeros, compañeros encuentran traidores. Pero, ¿cómo hacemos para echar a los traidores?

    —¡Ah, pues si alguien encuentra un cuerpo, se para el juego y se abren unos segundos para votar! —dijo Lucas, emocionado—. Y ahí el más votado es el que se echa.

    —Entiendo. Entonces el plan es votar a Alpha ahí, vale —dijo Mimi, burlona.

    —Ja, ja, muy graciosa, lady Honda —le espetó él, seguramente con gesto sarcástico tras su pantalla.

    Dante estaba sumamente entretenido, y aún ni habían empezado. No solían jugar a muchas cosas así, porque no tenían tiempo de nada habitualmente, pero… a veces se sentía muy bien poder reunirse, aunque fuese a través de la pantalla, y pasar el rato juntos. No en vano eran amigos por algo, ¿no?

    —También tenemos una llamada de emergencia cada uno, solo una vez por partida, ¿no, Lucas? —meditó Liza—. Como al principio del mapa está el botón, creo. Si se le da, aunque no haya cadáver, ¡se inicia la votación!

    —U-Uhm, parece complicado —Talía tragó saliva con esfuerzo.

    —Pero se ha entendido, ¿no? —zanjó Alpha—. ¡Pues hala, empezamos! ¡Que sea con dos Dittos!

    —Un momento, Alpha —susurró Dante entonces—. Que aún falta alguien. Nikolah, creo.

    —Oh, ¿yo? —habló de pronto, para sorpresa de todos—. Llevo aquí todo el rato. No he dicho nada porque era divertido escucharles liándose con la explicación.

    Y Dante rio, acompañándose de la risa de Emily. Fue Mimi la que, con un tono mezcla de confusión y molestia, dijo:

    —Oye, ¿por qué cuando hablan Emily o Dante aparece como que hablan los dos? ¿Es que… estáis juntos…?

    —Oh, sí —dijo, con calma, Dante—. Emily está en mi habitación del Centro de Témpera. Se olvidó unas cosas aquí el otro día y yo se las guardé, justo vino a recogerlas cuando llegateis.

    El chico alzó la mirada de nuevo, viendo a Emily allí. Le sorprendió verla ligeramente sonrojada. La voz de Mimi, sin embargo, ni siquiera se oyó. Solo un “uuuuh” sugerente, de parte de Alpha, decoró la sala con su sonido picaresco.

    —Bueno, dejémonos de tonterías —sentenció Ian—. Que empiece ya esto. Dos Dittos, ¿no? Que Dante y Emily no miren la pantalla del otro, que eso es trampa.

    —No, descuida~ —aseguró Emily.

    Y así, pulsaron el botón de inicio, y el juego comenzó. Un juego donde Alpha, Ian, Lucas, Liza, Emily, Dante, Talía, Nikolah, Hubert y Mimi volverían a caer en una red de traiciones y de engaños.

    La partida comenzó ubicando a todos los Amoonguss, con el nombre de su usuario justo sobre sus cabezas, alrededor de una especie de tocón. Dante, poco familiarizado con el juego, echó un ojo a las misiones que le aparecían arriba a la izquierda y luego abrió el mapa, encontrándose una zona bastante extensa, donde le venían indicados los puntos de las misiones.

    —O-Oye, chicos…

    —Shhh, Talía, no se puede hablar —cortó Nikolah de pronto.

    —A-Ay, vale…

    Y, así, Dante comenzó a moverse. Se dio cuenta de que Talía partió sola por el camino de la derecha, y poco después le siguió Alpha. Emily, Hubert y él fueron por la izquierda, y el resto se dirigieron hacia abajo. Había varias zonas interconectadas, así que, tenso, Dante no sabía muy bien si aquello serviría como pista para saber quién mató a quién. Cualquiera podía moverse de un lado a otro, después de todo.

    Vio a Hubert detenerse junto a una esquina, donde supuso que habría alguna misión, y él siguió con Emily hacia abajo. “Eso prueba que Hubert no es, ¿no?”, se dijo. O eso o fingía hacer misiones, claro.

    Todo el rato fue siguiendo a Emily, y no podía evitar verla tensa al principio, de reojo por encima del ordenador. Resultó que los dos iban en la misma dirección, y quedaron solos en una gran sala que era el tronco hueco de un árbol, donde había misiones que hacer. Pero no le pasó nada a ninguno de los dos. Dante, luego, salió de la sala y siguió caminando hacia abajo, cruzándose con Ian rápidamente, que subía. Y, de pronto, el juego se paró.

    Ante él, una pantalla que revelaba el cuerpo de Alpha, muerto. Era hora de votar.

    —Vale, ¿quién notificó? —espetó Ian, rápidamente.

    —Yo —dijo Nikolah—. Encontré el cuerpo en la esquina de abajo a la derecha. Lucas iba conmigo casi todo el tiempo.

    —Sí, corroboro —asintió él—. Además, Liza estaba conmigo antes, y se fue a la izquierda, no pudo ser ella.

    —Tampoco fue Emily —dijo Dante, con tono pensativo—, y Hubert se paró en la esquina opuesta, así que él tampoco.

    —Dante tiene razón~ —aseguró Emily.

    Dante pensó por un instante, y luego supo qué era lo que decir.

    —Ya sé, pudo ser Talía.

    —¿E-E-Eh? ¿Yo…?

    —¿Dónde estabas, Tali? —preguntó Nikolah—. Es cierto que te vi ir con Alpha por la derecha solo a ti.

    —E-Ehm, yo… f-fui con él, sí, pero luego di la vuelta. Alpha siguió hacia delante, y… ¡a-ah, no sé, no sé qué decir, jo!

    Dante rio ligeramente.

    —Pobre. A ver, ella podría ser, pero si la creemos, ¿hay algún sospechoso más? —dijo.

    —No sabemos nada de Mimi —observó Emily.

    —¿Yo? ¿Qué, otra vez me queréis echar la primera? Para vuestra información, estaba sola en una habitación que hay nada más salir de la principal. Bajé con todos y me quedé ahí. Y creo que todos me visteis.

    —Sí, yo al menos la vi —dijo Liza—. Entonces… es o Talía o el propio Nikolah.

    —¿Yo? —se sorprendió Nikolah—. Ay, me dueles, Liza. ¿Por qué yo? Además, Lucas iba conmigo hasta segundos antes.

    —A ver, perfectamente pudiste matar a Alpha y al instante reportarlo tú —concluyó Ian—. Además, tú te conoces el juego, podrías haberlo hecho. Apuesto a que Talía ni sabe jugar, así que casi que dudo que ella pueda matar.

    —A-Ay —lloriqueó ella, algo dolida.

    —Y no olvidemos que son dos Dittos —observó acertadamente Hubert—. Perfectamente podrían ser Nikolah y Lucas, y Lucas así le corroboraría la coartada al primero.

    —¡Oye, oye! —espetó Lucas—. Que yo no me metía con nadie, eh. Solo sé que Nikolah se separó de mí como dos segundos antes de notificar el cuerpo. Además… —fue como si Lucas tuviese una revelación en ese momento—. ¡Los pozos! Ay, lo olvidé, hay pozos. Existen pozos en distintas zonas que solo pueden coger los impostores, y conectan una zona con otra rápidamente. De hecho la sala en la que entró Mimi… se conecta con la sala en la que estaba el cuerpo.

    —Hala, y me rebota de nuevo —Mimi, seguramente, tenía los mofletes hinchados de pura frustración en ese momento—. ¡Que yo no he hecho nada! ¡Si ni sabía que esas cosas existían!

    —Hagamos algo —dijo Hubert—. Dados nuestros datos, solo pueden ser tres personas: Nikolah, Talía y Mimi. Por puro conocimiento del juego, votemos primero a Nikolah. Si no es él, vigilemos a Talía y a Mimi y demos una emergencia para votar a la otra. Si tampoco es, debe ser la tercera. No hay más. Somos aún nueve, podemos permitirnos fallar.

    —P-Pero… —susurró Talía, afectada.

    —En fin, votadme, adelante —dijo Nikolah—. Camaradas, fue un placer jugar con ustedes. Disfruten.

    Y así, los votos se sucedieron. Fue unánime, prácticamente: todos votaron a Nikolah, menos Talía, que se votó… ¿a sí misma? Dante no pudo sino arquear una ceja, ¿en qué pensaba esa chica?

    Cuando Nikolah fue eliminado… se reveló que no era uno de los Dittos. ¡Vaya, habían fallado al encontrarlos! Todos fueron reseteados a sus posiciones, y, así, Dante quedó un momento quieto, revisando sus opciones, y tanto Talía como Emily quedaron quietas cerca de él. Fue entonces cuando saltó una alarma de repente, creando confusión entre los presentes. ¡Era un sabotaje! ¡P-Pero ni siquiera sabían la mayoría qué era eso! Una flecha, eso sí, indicaba la dirección a seguir, así que los tres que estaban allí se encaminaron a la zona en cuestión. Con todo, Dante se separó del grupo al confundirse y entrar en otra sala diferente, y le sorprendió ver a Talía entrar junto a él. Como fuese, salió de allí y siguió avanzando, llegando hasta la esquina derecha, donde llegó junto a Emily, Ian, Lucas y Liza. Arreglaron el problema tras un rato investigando cómo hacerlo, y pudieron seguir. Dante bajó por el pasillo y…

    —Chicos —dijo, cuando la alerta terminó—, cuerpo poco después de salir del sitio donde estábamos casi todos. A la derecha.

    —¿Quién era? —preguntó Emily, confusa.

    —Hubert. Se han cargado a Hubert —observó Ian—. Vale, los únicos que no estaban en lo de la alarma, sorpresa, eran Mimi y Talía.

    —¡M-Me perdí, vale! —lloriqueó Talía—. Si ni sabía qué ha pasado, jo…

    —Lo mismo digo, ¿qué demonios era eso?

    —Oh, es una cosa que pueden hacer los Dittos —informó Lucas—, desde cualquier parte. Sabotean algo y ahora tenemos que arreglarlo, o perdemos.

    —Qué majos, oye —ironizó Mimi.

    Dante reflexionó, cruzando sus piernas mientras frotaba su mentón.

    —Yo puedo decir que vi a Talía en una sala poco antes de llegar a donde la alarma. No sé qué hacía ahí, pero me cuadraría que hubiese alguna especie de pozo de esos.

    —Talía, ¿algo que decir en tu defensa? —atacó Ian, decidido.

    —¡Q-Que no sé ni a dónde iba, jo!

    —Vale, gran argumento —comentó con sarcasmo—. ¿Mimi?

    —Que este juego es un lío y no me entero de nada —comentó ella, frustrada.

    —Muy convincente —Ian suspiró—. Ante tal alarde de oratoria, yo creo que lo mejor es seguir con el plan. Votamos a una, y si no es, votamos a la otra. ¿Talía o Mimi?

    —Bueno —dijo Emily—, salvo que Talía usase un pozo, no pudo llegar según Dante, ¿no? Y no creo que Talía supiese jugar tanto como para usarlos. Así que… Mimi no ha dicho dónde estaba y nadie la vio.

    —Me dueles, Emily —susurró Mimi.

    —¿Propones votar a Mimi? —intervino Liza—. Me parece bien. Yo de momento solo me fio de Lucas, la verdad, es el único que ha estado casi todo el rato conmigo.

    —A por Mimi, pues —sentenció Ian.

    Los votos, una vez más, fueron claros. Todos a Mimi. Salvo Talía, que otra vez, se votó a sí misma. Y Mimi… no era uno de los Dittos. Ya quedaban solo seis, y aún no encontraron a ninguno. ¡La cosa se complicaba para los Amoonguss!

    Esta vez decidieron, al empezar en el inicio, no alejarse demasiado. Había un tiempo de espera para iniciar la alarma, y se veía que varios tuvieron la idea de quedarse cerca para activarla antes de que algún Ditto pudiese matar. No fue el plan de Talía, Emily e Ian, eso sí, que se marcharon a alguna parte. Tenso, en todo caso, Dante, que quedó con Liza y Lucas, a la espera de pulsar el dichoso botón.

    … no pudieron. La alarma saltó, otra vez. Y durante el transcurso de esta, no podían activar el aviso. Todos corrieron a arreglar el problema, que esta vez estaba abajo a la izquierda. Y corrieron para allá, hasta que, casi cuando llegaron, Dante notó a Emily dar un respingo en la cama.

    —¡Eek! —gritó, brevemente.

    El juego paró, porque fue justo Emily la que dio un aviso. El aviso de que Ian había muerto.

    —¿Ian ha muerto? —comentó incrédula Liza—. ¿Emily? ¿Qué ha pasado?

    —Talía… ¡Talía lo ha matado, chicos! —dijo ella. Dante la escuchaba tanto por el audio de la llamada como en persona, pero la estaba mirando a los ojos, directamente. Sabía que no debía, porque podía sacar reacciones en persona que otros no podían, pero era imposible para él no hacerlo—. Literalmente salía de la sala esta que está abajo del todo, y vi a Ian ahí tirado. Y segundos antes vi a Talía venir en esa dirección.

    —Tiene que ser ella —espetó Dante—, no queda otra. Lucas, Liza y yo no nos hemos movido. Además, yo estuve con Em al inicio y ella no me hizo nada, y era una oportunidad de oro para hacerlo.

    —Cierto —dijo Emily—, Dante estaba conmigo al principio, estuvimos solos un tiempo y… no pasó nada.

    —Además, que Talía ha estado todo el rato en el punto de mira —susurró Lucas—. Esta vez sí que va a ser ella, no queda otra.

    —O… puede ser Emily —propuso Liza.

    —¿Li…? ¿Sospechas de mí?

    —O sea, no es que sospeche de ti, pero Talía se ha estado autovotando, y como que es muy casual que siempre se sospeche de ella, ¿no? —dijo Liza—. Parece que quieren que sospechen de ella, no sé.

    Dante meditó en silencio unos instantes.

    —Me parece un argumento válido, pero no es muy consistente. Piensa que si fallamos, hemos perdido. Quedamos cinco. Si no muere ningún impostor, con dos y dos ya igualan a los demás, ¿no? No creo que tomar un riesgo así sea sensato.

    —Pero… —Liza parecía frustrada.

    —Liza, creo que Dante tiene razón. Mejor votar a Talía y ya luego vemos.

    —No sé. No me convences, Emily.

    —¿Entonces? ¿Votamos a Talía? —inquirió Lucas.

    —Ajá. Al menos yo lo haré —dijo Emily.

    Así, los votos aparecieron en pantalla. Mayoría aplastante: a Emily solo la votaba Liza, a Talía, Liza, Lucas y la propia Talía. Salió ella linchada, y…

    … en efecto, ¡era uno de los Dittos! Dante sonrió enternecido cuando vio a Emily suspirar de alivio. Y, esta vez, al empezar en el punto inicial, absolutamente nadie se movió, conscientes de que siendo solo cuatro, un paso en falso podría costarles la partida. Esperaron el tiempo reglamentario, y Lucas activó presto la alarma.

    —Chicos, yo iría a por Liza ahora.

    —¿Yo? ¿Por qué yo?

    —Porque la jugada que hiciste podría habernos costado la partida, y aunque todos votamos al final a Talía, tú votaste a Emily aun así.

    —¡B-Bueno, es que creía que podía ser ella! ¡Es más, puede seguir siendo ella! Hay dos, ¿no? ¡Pudo vender a su compañera para ganar credibilidad!

    —Eso lo hicimos todos, Liza —comentó Dante—. A esas alturas, defender a Talía era un suicidio. Así que o bien lo hiciste siendo su compañera porque pensabas que podrías salvarla, o bien uno de nosotros tres es el culpable y la vendimos. Yo, por mi parte, confirmo a Em como parte de los buenos.

    Em lo miró de reojo, sonrojada y sonriente.

    —Y yo confirmo a Dante.

    —Yo creía que Liza y yo nos confirmábamos mutuamente, pero… si Talía ha matado alguna vez, quizá Liza aprovechó eso. No sé. Visto lo visto, votaría por Liza, o eso, o saltar el voto.

    —¿Podemos saltar el voto? —preguntó Emily.

    —Sí, mira, abajo pone “Skip” —observó Lucas.

    —Bueno, igualmente, no nos precipitemos —comentó Liza—. Pensad que si saltamos, luego nos mata un Ditto y quedamos dos a uno.

    —Y si fallamos, con que el impostor mate a alguien, perdemos —observó Lucas—. No sé, es arriesgado hacer ambas cosas, ay…

    —O-Oye, chicos —dijo Emily—, ¿no se puede cambiar el voto?

    —¿Eh? ¡Mierda, ya votaste, Em! N-No, no se puede cambiar —le dijo Lucas, alarmado—. Pero, ¿a quién votaste?

    —A Liza. ¡Ay, lo siento! ¡Ahora quiero saltar el voto! ¡Lo siento, lo siento, lo siento…!

    Dante rio.

    —Tranquila, mujer. Vayamos con calma. Si tres votamos en saltar el voto, nadie se muere, no pasa nada. Podemos…

    Pero entonces, Dante se vio interrumpido. Un solo voto figuró en la cuenta, el de Emily, que se llevó sus manos a la boca, en gesto de estupor, puesto sobre Liza. No se percataron, movidos por la discusión, de que el tiempo de voto se había acabado. Y, así, Liza salió linchada sin pretenderlo. Y alguien, tras su ordenador, esbozó una sonrisa triunfante.

    Ella no era el otro Ditto. Así que solo quedaban tres: Lucas, Emily y Dante.

    Hicieron lo mismo que la otra vez. Quedarse quietos, al inicio, esperando al botón. Esperaron, esperaron… tres, dos, un segundo, y…

    La alarma saltó. Otro sabotaje. Justo entonces. Justo en el peor momento. En equipo, los tres marcharon juntos, temerosos, en dirección al problema en cuestión, esperando poder arreglarlo. Requería de dos personas al mismo tiempo, cada una en dos sitios distintos de la misma sala, para arreglarla. Así, Emily fue a la parte superior, y Lucas y Dante a la inferior. Lucas se acercó a arreglar el problema, y…

    La pantalla se tornó negra. La imagen de dos Dittos apareció frente a ella. “Ganan los Dittos: Dante y Talía”. Y Dante no pudo contener una risa genuina (y algo villanesca, también), cuando vio a Emily mirándole ojiplática.

    —¡Ja, ja, ja, ja! ¡Bien hecho, Tali! —dijo Dante, secándose alguna lágrima que surgía en sus ojos, fruto de la risa—. Ha estado genial.

    —¡Dante, maldito! —susurró Alpha—. ¡Y Talía también! ¡Va la tía y me mata en la primera ronda! ¡Así, sin venir a cuento!

    —¡L-L-Lo siento! ¡Yo no sabía bien qué hacer, y en cuanto podía le daba al botón de matar y salía corriendo, y…! ¡Solo quería que me pillaseis, y me votaba a mí todo el rato! P-Pero no quería que Dante perdiese, y… ¡este juego es muy difícil!

    —P-Pero si ninguno de los dos conocíais bien el juego, ¿cómo pudisteis sabotear las cosas tan bien y todo? —susurró Lucas, confuso.

    —Fácil —explicó Nikolah—. Todo lo hizo Talía. La enseñé a jugar poco antes, y le expliqué lo del sabotaje.

    —F-Fue lo único que entendí bien. Y como no tenía que matar a nadie, me gustaba hacerlo —comentó ella, con cierta dulzura—. Y como se puede hacer incluso después de morir, pues seguí haciéndolo para ayudar a Dante. Y eso que Dante me acusó, y, y…

    —Lo siento, Talía~ —comentó él, sonriente—. Tenía que hacerlo para que me viesen bien.

    —Pero Dante —comentó Hubert—, ¿cómo es posible que fueses tú? No te vi en ningún momento hacer nada sospechoso.

    Dante se encogió de hombros, y, pese a que sabía que no le veían, Emily sí lo hacía. De hecho, le observaba fijamente, muy fijamente.

    —Es que no hice nada sospechoso. Literalmente todo, absolutamente todo, lo hizo Talía. Cuando vi que ella estaba matando y haciendo los sabotajes, pensé que lo mejor era dejar que hiciese todo el trabajo sucio, y yo me dediqué solo a manipular —inmerso en su papel en el juego, Dante dijo todo aquello con una genuina y amable sonrisa, pese a que sonó a algo tremendamente rastrero. Pero bueno, así es Amoong Uss, ¿no? Saca lo peor de cada uno.

    —Qué mal —suspiró Ian—. Otro que me engaña y yo sin darme cuenta. Aunque, ¿cómo sospechar de alguien que literalmente no ha hecho nada para que sospechen de él? Ah, pero a la próxima seré yo el malo. Me vengaré ahí, Alpha, Dante.

    —Adelante, ¡atrévete! —le espetó Alpha.

    —Yo encantada, ¡a ver si os matáis entre los dos ya! —bromeó Mimi, con tono molesto—. ¡Y está muy feo eso de abusar de los que no entendemos el juego, Dante!

    —Lo siento, lo siento~. Te la debía por “matarme” en el de los Lycanroc, ¿no? ¡Estaba claro que lo hiciste tú! —bromeó él. Se lo estaba pasando genial.

    —¡Oye! ¡¡Ni me recuerdes eso, eh!!

    Y así, poco a poco, todos fueron desconectándose, llenos de risas. Y Dante, que seguía riendo, cerró la pantalla de su ordenador, solo para que su risa se cortase al instante. Emily le miraba, ceño fruncido y ojos rojos, con una expresión que le sonaba. La expresión que ponía cuando iba a llorar.

    —¿Em…?

    —… Dante, no me esperaba esto de ti —comentó ella—. No me lo esperaba para nada. Me has… utilizado. Engañado.

    —O-Oye, Em… —la preocupación de Dante fue creciendo poco a poco, e hizo el amago de acercarse a ella, pero una mirada fulminante le hizo detenerse. No entendía nada—. L-Lo siento, era un juego. ¡No es que quisiera engañarte, pero…!

    —¡Me da igual que fuese un juego! —gritó ella. La molestia estaba en cada poro de su cuerpo—. ¡H-Has sido muy rastrero, muy mentiroso y manipulador, y… y-yo no sabía que tú eras capaz de hacer algo así!

    —P-Pero… —los ojos de Dante vibraban ligeramente, conmocionado. Se sentía fatal consigo mismo. ¿Iba a hacer llorar a Em por eso…?

    La vio levantarse, cabeza gacha, ocultando sus ojos, y caminó hasta él. Lo miró entonces, desde abajo, ceño aún fruncido.

    —Eres… terrible, Dante. Y yo… yo…

    Y alzó entonces la mano, como para pegarle una cachetada, y Dante cerró los ojos e inclinó la cara, esperando lo peor. Lo que recibió entonces fueron un par de golpecitos leves, que le dejaron desconcertados. Cuando abrió los ojos, vio a Emily sacando ligeramente la lengua, divertida.

    —… yo también sé cómo engañarte, ¿sabes?

    Y salió entonces a correr, tras hacerle una burla. Dante quedó al principio paralizado, pero pronto sonrió.

    —¡Serás…! ¡Ven aquí, te vas a enterar! ¡No huyas!

    Y corrió detrás de ella.

    Así es Amoong Uss, ¿no? Saca… lo peor de todos nosotros, ¿verdad~?


    Fin.


     
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

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    HOLA AAAAAAAAAAA ADORÉ ESTO

    Aparte de que la idea me ENCANTA por muchos motivos es que ME PUSISTE AL COMEBACK JUNTITO Y YO LLORO CADA VEZ PORQUE LOS ADORO MUCHO AAAAA Mira que empezar con ellos dos en la misma habitación es... tú querías que yo muriese con este fic desde el principio y ya está, estoy segura 7u7

    Dios, ¿es que tú sabes lo que yo adoro leer fics de todos los bebos juntos pasándoselo bien y haciendo cosas de gente normal a su edad? Es mi kink (?) Nah pero me encanta, de verdad, es un grupo muy grande y estoy segura que si tuviesen más tiempo para hacer quedadas de amigos se lo pasarían super bien porque podrían jugar a muchas cosas y son tan variopintos que oh god, sería super divertido. Como se ve en los fics, al fin y al cabo.

    Me parto el culo con Lucas, es que no sabe explicarse macho xDDD es como: sí, esto es así y así, ale venga. Siempre hay uno así en los grupos, ¿verdad? El que se cree que con decir lo más básico todo el mundo se entera y es como: bro, pls, existe gente tonta como yo que necesita que se lo expliquen a fondo (? PERO ENCIMA SE LE OLVIDA MENCIONAR COSAS ES QUE AJAJAJAJ Lucas pls *le da un zape*

    Luego me parece un detallazo que haya sido Mimi la que se diese cuenta que Emi y Dante estaban juntos BC OBVIAMENTE quién si no se daría cuenta de eso?? Es que la chica tiene puesto el ojo sobre Emi todo el rato jjaaja y Alpha pendejo diciendo el pensamiento de TODOS I KNOW IT e Ian así de: mira me importan una mierda vuestras cosas de adolescentes hormonales VAMOS A MATAAAR

    Y luego empiezan a jugar y pues no tengo mucho que decir de eso, creo. Me gusta que lo hayas narrado desde el punto de vista de Dante, bc amo a Dante y porque así me das más material shippero (??? y la pobre Talía sin enterarse, super canon JAJA y los niños equivocándose todo el rato porque así son ay.

    Y luego el final es como PUM TOMA PLOT TWIST QUE ERAN DANTE Y TALÍA WTH??? me encanta Dante así en plan: sí, yo no hice nada, todo el trabajo sucio lo hizo Talía y vosotros que sois pendejos. Oh boy, he is so daddy sometimes i may cry (?

    Y pues el final con los dos NIÑOS YO NO PUEDO???? Emi por favor, you can be such a bitch sometimes (?) jugando con él porque sabe que Dante no puede aguantar verla llorando y parece tan obvio que se pondría a llorar por eso que cuela super fácil PERO OBvio que no, por favor, ¿no confías en ella? que ya ha madurado y no llora por todo, que si no Ian le pega(???

    AAAAA que no me esperaba para nada que publicases otro fic de los niños y lo disfruté mucho y ojalá saquen otro juego parecido para que haya una tercera parte por favor (??? Y idk, me encanta, creo que los has plasmado a todos super bien, me sigue fascinando que tengas todas las personalidades tan claras. Eres el GM todopoderoso que todo lo ve aunque no lo parezca which is intimidating (? y que lo he disfrutado un montón aaaaaa pls adoro leerte, ya lo echaba hasta de menos akdnsa
     
    • Adorable Adorable x 5

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