Amnesia (Ukyo x Tu)

Sinopsis: Eres una buena chica, pero te sientes infeliz con la vida que llevas. Amas a un tipo que aún sufre por la muerte de su novia, y no sabes que hacer, y tampoco como ayudarle. ¿Pero como puedes ayudar a alguien si también te sientes vacía? ¿Como puedes intentar salvar a alguien de la soledad si tu también te sientes sola como él?
¿Podrás hacerlo por amor?






Capitulo 1

Hacia mucho calor cuando me levanté por la mañana después de una horrible pesadilla. El pelo se me pegaba en la cara mientras mis pies tocaban el frió suelo de la habitación. Todo a mi alrededor se sentía extraño, me sentía rara, y por más absurdo que pueda ser, parecía que ya no me encajaba en absoluto a aquel ambiente, a aquel lugar.

— ¿Por qué me siento así? — Me hice esa misma pregunta millones de veces, pero nunca supe la respuesta.

Así que después de momentos que parecieron eternos, puse mis chanclas ya gastadas por el tiempo, y caminé lentamente hacía mi pared de recuerdos. Había de todo en ella: recortes de protagonistas de manga, frases estúpidas que hacen gracia, chistes, y lo último y no menos importante, las imágenes.

— ¿___________? — Macabeth, mi madre, me llamó mientras abría la puerta lentamente.- ¿No vas a trabajar hoy?

— Si, mamá. — Respondí girándome y sonriendo a ella como siempre lo hacía. La amaba tanto que me pregunto si alguna vez podría vivir sin ella. — ¡Buenos días!

— Buenos días a ti también, cariño. — Mamá respondió dándome un beso en las mejillas. — ¿Te veo abajo entonces?

— Como todos los días.— Dije.

— Como todos los días...— repitió sonriendo. Pero ella solo no sabía que no compartíamos el mismo sentimiento. Yo no era feliz, por lo menos no más.


Caminé hacía mi armario, y lo abrí rápidamente. Cogí un vestido floral por el calor que hacía, y por lo demás no me importé.

Luego abajo de mi armario, donde están los cajones, hay un pequeño escondite donde guardo mis más profundos secretos. Y como lo hice tantas veces antes, me agaché con agilidad y quité la pequeña funda que lo tapaba para descubrir una pequeña cajita de regalo. Allí habían las cosas mas importantes para mi: una pegatina de un antiguo dibujo que veía cuando pequeña, aquel embalaje de dulce que me comía a escondidas de mamá, el primer poema de amor que hice.... ¿Y como no? La imagen de él.


— Te quiero tanto, Ukyo...— Dije rápidamente antes de besar su foto y volver a ponerla en la cajita. — Por qué eres tan distante? — me cuestioné por la quincuagésima vez.


Pero en el hondo lo sabía. Heroine...Siempre Heroine. Cuando ella se murió en el incendio de la universidad 24 días después del accidente, Ukyo cambio. Aún me acuerdo aquel primer de agosto, nadie podría olvidarse.

Heroine parecía ser una buena chica, pero el destino quiso que se muriera, y ella acabo llevándose a Ukyo también. No es que él se haya muerto, sino que algo en el mudó totalmente. Incluso algunas veces llegué a odiar Heroine por hacerle sufrir de aquel modo, pero ella no tuvo la culpa de nada, jamás lo tendría, y yo jamás tendría a Ukyo tampoco. Al fin y a cabo era imposible....Jamás sentiría la calidez de sus labios, y tampoco tocaré su largo pelo verde claro.


Yo debería aceptar la realidad tal y como es, pero aún así.... tengo la tonta esperanza de que él vea algo en mi que no hay en las demás, y quizás, descubra que yo si, valgo la pena.


— ¡¡____________!!!- Mamá me volvió a llamar creyendo que tardaba demasiado, y de verdad lo hacía.


— ¡Ya voy! — Revidé mientras cogía un par de zapatos confortables, y me bajaba por la escalera.

 

Capitulo 2



Ya eran las doce y un cuarto cuando en fin salí de casa. Japón era un lugar precioso, pero la gente parecía que jamás descansaba. Solo trabajaban y trabajaban, pero mi deber era encajarme a sus normas y no ellos a la mía.


Corrí un poco torpe, porque llevaba el uniforme en la bolsa con mis cosas y el bocata. Sé que tengo taquilla en el bar, pero soy demasiado desconfiada, y bla bla bla.


—¡Llegas tarde, ____________!. — Waka, mi jefe empezó de malo humor.

—Perdón amo, no volverá a ocurrir. — respondí bajando la cabeza avergonzada. Esa era la primera vez en dos meses de trabajo que llegaba tarde. Inaceptable.

—Así espero. — Me respondió neutro mientras le miraba agradecida. Waka era muy estricto, pero no dejaba de ser guapo y buena gente. — ¿A que esperas? ¡A trabajar!

— Si, amo. — Dije bajando la cabeza por segunda vez, y así que él se fue, entre inmediatamente al lavabo para cambiarme.


Pero cuando entre al lavabo, me encontré con una Sawa distinta. Su pelo marrón claro siempre encarcelado en una coleta, hoy se veía sin vida. Y de sus ojos verdes claros salían lágrimas mientras se miraba en el espejo. ¿Qué le pasaba? pensé en preguntarle, pero supe que no seria una buena idea. Sawa podría ser muy abierta, pero no tanto. Nadie podría serlo.

— ¿Sawa? — Empecé un poco incomoda. A mi nunca me gustó ver la gente llorar a mi alrededor. Creo que mi mayor miedo es la impotencia de no poder hacer nada.


— Ah...!Hola _________! — Sawa habló limpiándose las lágrimas.- Buenos días. ¡Oh dios! ¡Aun no te has puesto el uniforme y el delantal! ¡Waka se pondrá furioso!- dijo intentando cambiar de tema, pero ya era demasiado tarde,yo ya había visto sus lágrimas.

— No te preocupes, él ya me hecho la bronca.— Hablé haciéndola quedarse mas tranquila con su secreto. Como si yo nunca la hubiera visto llorar.— Mejor vete ahora, sino tu serás la próxima. — Terminé diciéndole amablemente, y ella me sonrió agradecida.

— Gracias...__________.— Sawa habló mientras me abrazaba rápidamente antes de irse.

— ¿Por qué? — le pregunté, pero ella ya se había ido.

Así que me quedé un buen rato mirándome en el mismo espejo que presencio las lágrimas de Sawa. ¿Pero porque lloraba? me pregunte mientras abría mi bolsa, y cogía el uniforme con el delantal rojo. Puse el bocata encima del banco que había cerca de la taquilla, y por un descuido cuando levanté la cabeza, di de lleno en una de las puertas de otra taquilla que no me había dado cuenta de que estaba abierta antes.

— ¡AH!— Chillé acariciando la parte lastimada de mi cabeza mientras me cagaba en todo. Hasta que me di cuenta de que aquella taquilla era de Sawa. —Sawa...— Dije su nombre mientras cerraba la taquilla, cuando de repente se cayeron múltiples recortes de papel y una foto en el suelo. — ¡Mierda!- Me maldije por tamaño descuido, hasta que encontré un recorte de periódico en el suelo del día 1 de Agosto del año pasado:



Estudiante entra en coma después de incendio en una de las zonas de la Universidad...



Fue entonces que deje de leer el papel. No quería saber lo que ya sé. Así que volví a ponerlo tal y como estaba en la taquilla, menos....la foto que encontré.

Era una foto bien bonita de todos juntos delante de ese mismo bar. Todos parecían estar bien felices, pero lo que más me conmovió fue ver a Heroine con Ukyo abrazados. Ellos se veían bien juntos, para mi tristeza.

Y fue entonces que me di cuenta. Hoy era 25 se Agosto, 1 año se pasó desde que Heroine se había muerto y...


— ¡_____________________!!!!- Mine, mi otra compañera de trabajo llamó desesperada, lo que hizo que yo cerrase la taquilla rápidamente sin tener la oportunidad de guardar la foto dentro a tiempo. — Waka tiene que salir y tenemos que despedirnos de el.— Habló entrando en el lavabo de prisa. Ella también se veía destrozada como Sawa, y eso me apenó.

— ¡Ya voy!— Dije guardando la foto en mi bolsa mientras me ponía el uniforme rápidamente, y era arrastrada por Mine hasta la recepción. Ikki ya estaba allí, sonriendo como siempre junto de Sawa. Él no se veía triste, o por lo menos no lo aparentaba.

Kent estaba en la cocina revisando las cosas como siempre lo hace. Y Shin debería de estar en la universidad acompañado de Toma. Todo se veía normal para mi mientras nos despedíamos de Waka, pero nada era igual.

Nunca lo sería. Y yo jamás sabré como podría haber sido antes....porque yo no lo estaba allí

 

Capitulo 3



"Puedo sentir tu respiración....No puedes...respirar..."

— ¡¡¿Qué demonios me estas diciendo?!! — Chillé, me apartando de Ikki rápidamente. Él estaba detrás de mi, y eso me asustó.

— Te has distraído mientras lavaba los platos. — respondió apuntando a mis manos. — Te ves mona cuando te distraes.

Y yo me sonrojé. Él siempre flirteaba conmigo como si fuera algo normal, pero no lo era.

Levanté mi cabeza y le encaré intentando parecer enojada, lo que le hizo sonreír. Pero aquella sonrisa no era a la que estaba acostumbrada, él se veía... triste.Así que hice lo que haría una amiga, sequé mi mano en el delantal, y sin previo aviso salté en sus brazos.

— ¡Hey! — Él comenzó, pero como vio que no le soltaría, sus manos me apretaron con fuerza. Él realmente se veía triste, y yo me sentí culpable por no haberlo hecho con Sawa también. Nos quedamos un buen tiempo así, abrazados como si nada ni nadie nos importase. — Siempre supe que me querías.— Hablo cuando nos apartamos al fin.

— Sabes que eres mi naipe preferido.— Dije le sonriendo.— Pero no te creas tanto, idiota.

— Ya vi que te juntas demasiado con Shin.— Revidó sonriéndome también. — Incluso cogiste sus costumbres.

— ¿Es celo lo que oigo en su voz? — hablé irónicamente.— Cuidado que las chicas de su fan club se enojaran conmigo.— Y él se fue sin responder. Había llegado clientes, y el trabajo de Ikki tanto como el mio era atenderlos. Así que sequé todos los platos lo más rápido que pude.Pero la velocidad es mi peor enemigo, y acabé rompiendo un plato de porcelana. Miré de una lado a otro como si fuera una criminal, y me encontré con la mirada de Kent.

— ¡Mierda! — Me maldije en voz baja. — Kent, lo sient...

— No pasa nada, creo que puedo arreglarlo.— Dijo cogiendo la porcelana partida por la mitad de mis manos descuidadas. Él también estaba triste, todos lo estaban.

— ¿Kent?— Le llamé, y él me miro de manera calculadora. Kent no estaba acostumbrado con el dolor, sus ojos le delataban.

Terminé de poner todo a su sitio antes de caminar lentamente hacia él. Kent era alguien difícil de entablar amistad, pero mismo así, seguía siendo una buena persona.

— Todos los números divididos entre cero tienden al infinito. E "i" al cuadrado continua siendo un numero imaginario. — Hablé el primero que me vino en la cabeza.

— Veo que le gusta las mates.— Me respondió neutro. Pero yo no quería eso, ¡yo quería que él y todos fuesen felices!

Corrí y le agarré del brazo izquierdo, y allí mi mano se quedo por un momento que pareció eterno.

— Lo que quiero decir, es...— Empecé.— Que no importa cuantas cantidades de corazones sufran por ella, ella dejo de ser un uno para ser un cero. Y no importa que todos intenten sufrir juntos en silencio, cada vez que todos se dividan por ella, va a dar infinito... Ella habita en el infinito ahora Kent. Ahora ella es solo más un "i" de imaginario en una ecuación. Pero eso no significa que debas ser fuerte. Llorar no significa debilidad, llorar es una de las cosas más bellas que nos hace humanos.

Y entonces vi como sus ojos verdes parecían a punto de romperse.

"Al fin llegué a su corazón" pensé mientras me apartaba para irme a ayudar Ikki, pero él me detuvo.

— ¿Pasa algo?— Le pregunté viendo que su mano continuaba agarrada en mi brazo.

— Gracias,_________. — Me respondió en un perfecto español lo que me sorprendió. Pero lo que me dejó sin habla fue su sonrisa. — Mejor vuelve a trabajar, Waka se pondrá rabioso si descubre que no haces nada.

Dijo acariciando mi cabeza mientras desarreglaba mi peinado.

— ¡Kent! — Le recriminé.

— Eso es una demostración de cariño,__________.— Ikki habló trayéndome el pedido de la mesa siete.— Un helado de vainilla a aquella adolescente pelirroja de allí.

Y entonces una sonrisa empezó a florescer en mi cara. Ikki ya volvía a ser quien era, o por lo menos un poco. Kent hizo aquella cara calculadora de siempre y mi sonrisa se ensanchó.

Cuando vi que todo se volvía casi normal, me fui a preparar el helado de la cliente un poquito más feliz, hasta que....Mine apareció en mi punto de vista emocionada.

— ¿Mine?- empecé preocupada, pero ella hizo que no con la cabeza.

— Hoy cerraremos temprano.- Dijo alto para que todos escuchásemos.Y todos asentirán con la cabeza menos yo. Mine me sonrió.— ¿Vamos al cementerio por la noche? ¿Todos juntos? — Pregunto sin mirarme a mi, y yo entendí que no estaba invitada.

Y todos volvieron a asentir serios. Y yo me di cuenta que jamás llegaría a hacer parte realmente de ellos totalmente, siempre habría una Heroine en medio. Yo ya lo sabia....

La tarde pasó monótona, y cada uno de ellos estaban aislados con su tristeza interior...Yo comprendía eso, pero algunas veces el dolor puede ser insoportable para uno solo.

Y entonces dieron las cinco y media. Y como Mine había dicho antes, era la hora de irse. No hablé con nadie y nadie tampoco me habló a mi. Cogí mi bolsa, cambie de ropa, y cogí mi bocata abandonado en el banco. Ya no tenia hambre.

Pensé saliendo de la recepción y me encontraba con los ojos llorosos de Sawa.

— ¿Estarás bien?— Le pregunté preocupada vendo que los demás estaban sentados en una mesa al final del bar. Todos estaban allí, incluso Toma, Shin y Waka. Menos, es claro....yo.

— ¡Claro que si!— Sawa me respondió aparentando tranquilidad, pero se veía inconsolable como todos los demás.— ¿Nos vemos Lunes?

—¡ Claro! — Dije abrazándola con fuerza. Y ella se asustó por un momento incrédula. — No te olvides de sonreír por mañana cuando el sol nacer, ¿esta bien?— Le dije dejando salir una lágrima de mis ojos.

— ¿____________?— Sawa me miró emocionada, pero no deje que ella hablase nada.

— Tranquila, estoy bien.— Dije.— Solo estoy un poco frágil ahora, pero mañana sonreiré y sabre que tu también has hecho lo mismo.

Dije por fin alejándome del bar. Las lágrimas no tardaron en bajar de mis ojos, la impotencia al fin y a cabo siempre fue el que mas me asustó.

 

Capitulo 4

Caminé un buen rato hasta que llegué delante del piso que compartía con mi madre. Aún no quería entrar, así que me quedé sentada en un banco cerca de los juguetes del parque.

Hoy hacia una bella noche. La luna brillaba con un toque especial, en realidad, por más triste que fuese ese día no dejaba de ser bella con todo su esplendor.

De repente, un frió viento gélido de la noche pasó entre mi vestido floral haciéndome temblar, pero no me importé.

Abrí mi bolsa lentamente mientras cogía aquella foto. Y sin pensar dos veces acaricié la dulce sonrisa de Ukyo congelada por siempre en el papel. Creo que esa seria la única forma de verlo sonreír.

— ¿Cinco años, eh? — hablé sonriendo sin dejar de observar su sonrisa en aquella imagen.— Yo apenas era más una extranjera en un país desconocido.— Reflexioné. — Y tu...un aspirante a fotógrafo totalmente enamorado. — Dije levantándome del banco mientras cogía una margarita del pequeño huerto que hicieron en el parque.

— Ayudaste a mi madre buscar un piso de buena voluntad. Aún me pregunto si tendré la oportunidad de saber como eras antes.— Dije caminando un buen rato hasta que encontré el maldito cementerio. Busqué en todas las lápidas hasta que me encontré con la de Heroine. Era la más florida. — Aún me pregunto porque fuisteis tan bueno con nosotras, pero por más que jamás llegue a saberlo, te agradezco dándole flores a ella. Y prometo que cuidaré su lápida en forma de agradecimiento. Por que no son muchos los que tratan bien a los extranjeros. — Dije por fin poniendo mi pequeña margarita en su lápida acompañada de aquella foto.— Eres afortunada Heroine. Todos aún siguen queriéndote mismo después que ya te hayas ido. — Hablé preparándome para volver a casa.

— ¿Quién eres? — Una voz distante en la oscuridad exigió saber.

Y allí estaba él, con la gorra escondiendo sus ojos en la oscuridad. Su pelo verde y largo aún se sobresalía sobre la luz tenue de la luna, pero por lo demás, no se podía ver nada más que una sombra. Antes que yo pudiera darme cuenta de lo ocurrido, él caminó lentamente hacia mi.

Nunca pensé que podría necesitar tanto aire para respirar, pero en aquel momento, ni todo el oxigeno del mundo podría llenarme completamente.

— ¿Eres sorda? — habló agarrándome del brazo izquierdo con fuerza. Y dolió.

— Soy una conocida.— respondí mirándole profundamente en sus ojos, y descubriendo lo hermosos que son.

El me encaró durante un rato antes de soltarme como si yo apestase. Y sus ojos volvieron a ser inalcanzables a mi vista.

— Mientes.— habló mientras guardaba la cámara que traía en manos. Parecía disgustado, y supe que era por mi culpa.

— Me voy.— Dije bajando la cabeza en forma de disculpa antes de irme. Pero él me detuvo, lo que me hizo girar y mirarle extrañada.

— No te conozco, y no deberías estar aquí.— Dijo mirándome de forma asesina. Eso me asustó.

— Suéltame. — Hablé mirándole a la cara y viendo que algo había cambiado. Una sonrisa salió de sus labios mientras sus manos volaban a mi cuello. — ¡Ella ya esta muerta! ¡No me matarán ahora! — carcajeó obscuro. Tuve ganas de gritar pero no pude. Y fue entonces cuando su expresión cambio.

— ¡¡¡¿Qué estoy haciendo?!! — Chilló soltándome asustado. — ¡Corre!— Chilló más fuerte mientras me daba la espalda y se caía de rodillas delante de la tumba de Heroine.

Y fue eso lo que hice, corrí tanto como jamás había hecho en toda mi vida. ¿Qué le había pasado? Él no era la misma persona que conocí a 5 años antes con mi madre. ¡Él era horrible!

Corrí sintiendo que las lágrimas no dejaban de caer de mis ojos, y por un momento, solo por un momento creí que moriría en sus manos. Tuve pánico.

— ¿__________? Llegaste tarde hoy y...— Mamá empezó mientras abría la puerta de casa, pero lo único que deseaba era ser abrazada, por eso la agarré fuerte junto a mi. — ¿Cariño?...Oh cariño, ¿que te pasa?


— Solo estoy cansada, mamá.— Dije mientras la abrazaba más fuerte.— Solo estoy cansada.

 

Capitulo 5



¿Sabes aquel extraño sentimiento? ¿De que no debes respirar pero aún así lo haces? No, creo que no lo sabes, nadie podría saberlo. Incluso yo no lo sabia...Bien, por lo menos no antes de Ukyo intentar ahogarme con sus proprias manos.

Levanté de mi cama de un salto, no me gustaba pensar en el pasado, por más que ese fuese un pasado tan reciente. Así que me quedé un buen rato dando vueltas por la habitación antes de notar que había algo mal en mi calendario.

"¿Hoy es Lunes?" Pensé observando lentamente las hojas enmarcadas en rojo de mi calendario pegado en la pared. Eso, de un modo agradable fue una buena distracción para que yo dejase de pensar en lo que me pasó ayer. Ya no aguantaba llorar de tristeza, es insoportable.

— Que raro...— Dije mientras revisaba el calendario por tercera vez.— No me acuerdo haber tenido un sábado u domingo.Es como si nunca hubiera llegado...— Entonces sonreí por mi estupidez.— ¡Vaya tontería! Mi calendario debe de estar mal.

Hablé por fin cogiendo un par de pantalones acompañado de una camiseta negra en mi armario.

— ¡_____________! ¡Vas a llegar tarde al bar! — Mamá chilló mientras empujaba la puerta.— ¡Venga!

— ¡Mamá, tranquila!— chillé molesta. ¿ Pero que le pasaba hoy?— Hoy no hay trabajo, es sábado.

Entonces Macabeth se rió como si fuera un chiste divertido

— ¿En que mundo vives? ¿En el de Oz? — me cuestionó molesta.— Para que lo sepas, hoy es lunes primero de agosto listilla. ¡Así que date prisa! — Revidó antes de darse la vuelta para irse.

Y automáticamente me hice una coleta en el pelo mientras cogía el bocata de sus manos.

— Me voy, ¡pero te equivocas! — Hablé bajando por las escaleras de prisa. Pero de esa vez, no me preocupé en besarle a ella o cerrar la puerta detrás mio.

Hoy hacia un precioso día de primavera. Los arboles de cerezos cada día estaban más floridos, y daba la impresión que nevaba. Todo parecía perfecto, a no ser por la marca en mi cuello, o por hoy aparentemente ser Lunes, como dice mi madre.

— ¿Se habrán vuelto locos mi madre, y mi calendario?— Me pregunté mientras caminaba por los alrededores de casa sin saber que hacer. Yo no iría a mi trabajo, ¡ERA SÁBADO POR DIOS!

Pero de repente, la curiosidad me picó. Mi madre no bromearía de algo así conmigo, y yo siempre fui muy organizada con mi calendario. Más antes que supiera lo que estaba haciendo, mis pies ganarán vida propia, y cuando al fin me di cuenta, ya estaba delante de mi trabajo. Y el, para mi gran desconcierto estaba abierto.

— No me lo puedo creer...— parpadeé sin saber que decir.

— Yo tampoco. Llegas tarde, ¡maldita sea!— Kent dijo mientras me miraba serio.— Sabes que descontaré en tu nomina al final del mes.— Habló abriendo la puerta del bar para que yo entrase de prisa.

—Yo....yo...¡Eso no es posible!— Dije al fin mirándole incrédula.— ¡Si ayer fue viernes 25 de agosto!

— Veo que alguien se fue de juerga ese fin de semana.— Shin dijo saliendo del lavabo con el uniforme de trabajo.— Me pregunto que tendrás en esa cabecita de chorlito.

— ¡Cállate anormal!— chillé sin siquiera mirarle. Eso ya era lo habitual entre nosotros.

— No seas un cabrón, Shin.— Toma apareció con una bandeja en manos llena de trapos para por en las mesas.— Tampoco eres un santo.

— Esta bien, mamá.— Shin revidó sin dejar de estar serio en ningún momento. Y eso fue extraño. Todos a mi alrededor se veían como todos los días. No parecían tristes, coléricos o depresivos, simplemente aburridos.

— Algo va mal.— Dije yéndome directo al lavabo en busca de comprensión. Abrí la puerta y me encontré con una Sawa de espaldas a mi encorvada.— Sawa....¿como fue.... ?

Pero antes de que pudiese terminar la frase, ella se giró sonriendo de un modo milagroso.

"¿Pero que demonios?" Me dije a mi misma sin entender lo que estaba pasando.

— Oh, ola _____________. Llegas tarde, pero tienes suerte, Waka aún no ha llegado.— Dijo levantándose mientras colgaba su móvil sin ganas. Pero antes de que pudiese salir del baño la agarré del brazo.— ¡Oye! ¿Pero que te pasa?

— Me estaba preguntando lo mismo.— Dije inquieta.— Eso es algún tipo de promesa o algo así?—hablé Apuntando a sus labios.— Ayer todos estaban hecho polvos y destrozados, pero hoy son todo sonrisas.

Sawa me miro como si yo hubiera fumado marihuana o algo del tipo, pero no me importó. Algo estaba pasando, y no es que no me gustase, pero no era normal.

— __________, ¿te encuentras bien?— Sawa me cuestionó mientras se apartaba de mi. Se veía preocupada.

Y entonces me aparté avergonzada, yo ya no era yo, es decir, me sentía rara. Como si algo a mi alrededor hubiese cambiando sin que me diera cuenta de lo ocurrido.

— Siento lo de Heroine. Es egoísta de mi parte preguntarlo, y peor aún criticar su conducta y a la de los demás.— Dije al fin apartándome de ella mientras ponía mi bocadillo encima del banco.

— ¿De que me estas hablando?— Sawa preguntó sin llegar a entenderlo.— ¿Quien es Heroine?

Entonces algo se rompió dentro de mi. La miré con una cara seria, como queriendo decir que no se jugaba con cosas serias. Pero ella se veía igual, mi expresión no la asustó, sino que la sorprendió.

— ¡No bromees conmigo!— Le chillé seria mientras me preparaba para salir del lavabo cuando me maree de repente.


— ¿____________?— Sawa me llamó.— Oh dios mío, ¡__________!— De esa vez chilló, pero no pude responderla. La inconsciencia fue más fuerte que yo, y cuando me di cuenta de lo ocurrido, me caí desmayada en el suelo.

 

Capitulo 6

"Heroine...Heroine..." Una voz no muy distante murmuraba inconsolable. Entonces abrí mis ojos asustada.

Estaba en el despacho de mi jefe Waka, pero no había nadie a mi alrededor, a excepción de aquella extraña criatura de pelo morado lacio con cuernos y ropa de bufón. Por un momento, creí que era algún tipo de efecto secundario por haber perdido la conciencia, pero la extraña criatura me miró tan sorpresa como yo a ella.

— ¿Puedes verme?— Me cuestionó incrédulo sin dejar de fluctuar en el aire.

Pero no fui capaz de responderlo, porque en ese exacto momento entró una Mine exaltada a punto de ahogarme en un fuerte abrazo mortífero.

— ¡Dios! no hagas eso otra vez.— chilló cerca lo suficiente de mi oído como para dejarme sorda de por vida.— Creíamos....creíamos, ¡oh dios! Ahora estás bien, eso es lo que importa.— Habló de manera afectada.

— No te preocupes.— Dije apartándome y sonriendo para tranquilizarla.— Solo me desmaye, no es que vaya a morir.— Revidé haciendo cara de tonta, pero Mine se puso seria de golpe.

— ¡No digas estupideces! — Chilló rabiosa conteniéndose para no pegarme en la cara.— !No respirabas maldita sea! Creíamos que habías muerto, y Sawa...Oh, la pobre creía que era todo su culpa.

Y eso fue lo suficiente para que me callase de golpe.

"¿Eso de verdad me había pasado?" Me cuestioné mientras miraba distraída a la extraña criatura que no dejaba de observarme también.

El ambiente se veía pesado, Mine no dejaba de encararme, y yo, no dejaba de mirar a la extraña criatura que fluctuaba sobre la mesa de Waka, y que al fin dejó de llorar. Muchos podrían decir que la ignoraba, pero no es cierto. Simplemente...aún no estaba preparada para cambios tan bruscos en mi vida. Nunca he sido el tipo de chica valiente que acepta las cosas a la primera. En realidad, soy demasiado cerrada en mi misma para aceptar un cambio siquiera. llámame estúpida o antisocial si quieres, pero...eso no cambiara mi modo de ser.

— ¿Qué miras?— me cuestionó después de un buen rato en silencio. Se veía hecha polvo, por más que no quisiera aparentarlo.

Algo dentro de mi deseo decirle: "Oye, es que veo a un enano fluctuando sobre la mesa de Waka. Pero solo no grito porque ya nada importa." O mejor aún: " Hay un jodido niño cosplay en el escritorio del amo. ¿Quién fue el irresponsable de eso?" Pero al final el que salio fue:

— Nada...— Dije intentando recomponerme.— Solo estoy pensando en lo blando que es ese sofá.— revidé acariciando el duro cuero negro artesanal hecho a mano. Mine sonrió, y supe entonces que todo, o casi todo volvía a la normalidad.— Espero no haber perdido mucho tiempo de trabajo. !No quiero que me bajen el sueldo¡


— ¡Tonta!— Dijo de esta vez en broma, parecía más tranquila ahora.— Ya trabajarás luego, ahora descansa un poco ¿okay?

— Okay....— respondí contenta, o por lo menos lo intentaba.

Pero Mine no se fue como pensaba. Simplemente se quedó allí, mirando la gran ventana del despacho al igual que una estatua.

—¿Mine?— La llamé un poco insegura. Mi voz falló cuando ella al fin se digno a mirarme, pero no podía huir ahora, no más.— ¿Conoces a una chica llamada Heroine?— La interrogué, y vi como aquella extraña criatura me miraba entre admirada y sorpresa a la vez.

Cuando Mine dejó de mirar la ventana y me encaró profundamente supe que no, ella no la conocía. Y algo raro aconteció, la ventana se abrió por si sola mientras entraban hojas del cerezo cerca del teléfono, pero nadie se preocupó en cerrarla. Y la extraña criatura volvió a llorar inconsolable mientras decía sin parar "Heroine....oh, Heroine"

— No sé quien es, pero si es guapa mantenga la lejos de Ikki.— respondió picara por primera vez después de un buen rato seria.— Porque ya sabes, Ikki enamora a cualquiera.— Revidó dándome un beso en la cien como una madre preocupada antes de salir por la puerta.— Oye.

— ¿Si?— La miré buscando una respuesta a todas mis preguntas, pero no recibí ninguna.

— Descansa, nos diste un buen susto.— me reprendió sonriendo de esta vez. Esa era mi Mine de siempre.— Pero no creas que te pondré fácil, ¡trabajaras el doble!

— Eso es injusto, ¿pero que se va hacer?— hablé deshaciendo mi falsa sonrisa cuando Mine desapareció del despacho.

Me levanté lentamente del sofá mientras caminaba hacía la extraña criaturita indefensa frente mío. En una mesita cerca del sofá, había un cajita con pañuelos perfumados, así que cogí unos cuantos por educación.

— Toma.— Dije ofreciendo uno de los pañuelos amablemente. La criatura simplemente me miró sin saber que decir.— ¿Te encuentras bien?...Que pregunta más estúpida, claro que no te encuentras bien.

— ¿Por qué...no lo dijiste a Mine que podías verme?— me cuestionó desconfiado(a).— ¿Y como puedes verme?

— Son demasiadas preguntas para una cosita tan pequeña, ¿no crees?— Hablé viendo que se ponía rabiosa de repente.

— ¡No soy pequeño!— Chilló cruzándose de brazos enfadado.— !Puedo ser incluso más viejo que todos los seres mortales juntos!

Eso me hizo gracia, y no pude evitar sonreír. Pero por lo menos ahora sabía que era un chico.

Pensé mientras caminaba alrededor de la mesa de Waka, y acariciaba uno de sus bolígrafos más preciados.

— ¿Como te llamas?— Le pregunté curiosa.— ¿O prefieres que te llame enano?

— Orión. Me llamo Orión.— Repitió con convicción y eso me impresionó. — ¿Conocías a Heroine?— Preguntó inmediatamente sin poder evitar.

— No personalmente, pero si...sé quien es.— dije al fin.— pero nadie parece recordarla.

— Todo es mi culpa. ¡Soy un inútil!— chilló empezando a llorar por tercera vez.— No fui capaz de salvarla, ¡ni siquiera pude tocarla!

—Oye, no te quedes así. No es tu culpa.— dije acariciando su mano, para luego descubrir que no podía sentirla. Era como si no estuviera allí. Así que me aparté asustada antes de decir — Fue un accidente en la universidad, nadie pudo hacer nada y...

— No lo entiendes.— dijo antes que yo pudiese continuar.— Esa no fue la forma en que se murió esa vez.

Por un momento me quedé chocada con aquellas palabras. Que quiso decir con "¿que se murió esa vez?" ¿Acaso Heroine tenía siete vidas o algo del tipo?

— ¿Qué me estas diciendo?— le chillé confusa. Odiaba no entender el que pasaba a mi propio alrededor, eso era confuso. — Dime...

— ¿Dime qué?— Shin, dijo abriendo la puerta mientras me miraba preocupado.— ¿Pasa algo? ¿Se ha muerto la única neurona que restaba en su cabecita?

Y antes que pudiese decir alguna otra estupidez, salté en sus brazos rápidamente. Nunca he sido una chica cariñosa o acaramelada, pero extrañamente...yo, ya no era yo.

— Oye baka*, estas jodiendo mi espal...

— ¡Cállate un rato y abrázame tonto!— chillé encajando mi rostro en su hombro, e inhalando su olor a colonia masculina. Él no respondió, simplemente obedeció. Y yo, cerré mis ojos para evitar la mirada reprochadora de Orión mismo sin entenderla. Y quizás, olvidarme también de Ukyo...con sus grandes ojos claros y pelo verde de largo hasta los pies.





Baka* = idiota


Notas finales:
Vídeo de la fanfic. Espero que lo disfruten, no soy buena haciendo videos y mucho menos interactivos. Pero por lo menos tendrán algo de diversión imaginando que las frases de ukyo son solo para ti jejeje. Y también es un incentivo para quien no conozca la historia o sus personajes.
http: //www .youtube. com /watch?v=hBU_ltWL53Y&feature=c4-overview &list=UUeY8uXC9vioSsGPbi820Mzg



Aviso: El video en si no tiene nada que ver con la historia, es solo para que todos conozcan el personaje y pasen un buen rato.