Drabble Amigas [Katrina x Rachel |Btoom! AU]

Nombre: Amigas
Personajes: Katrina Akaisa y Rachel Gardner
Fandom: Btoom!
Palabras: Ni idea, pero menos de mil seguro (?)
N/A: Quería darle un poco de mi amor particular a esta ship. Espero que os guste aunque sea tan cortito. Liz, tómalo como una disculpa por si mi enorme ansiedad social me gana y al final no podemos vernos xd (?)

~Amigas~​

Enredó sus dedos en su corto cabello negro y atrajo su rostro hacia sí. Casi le pareció sentir un ligero suspiro contenido antes de rozar sus labios. Efímero. Pero estaba allí. Sostenido en el tiempo como una mariposa de alas trémulas.

Su aliento era dulzón, empalagoso.

No hizo ademán de apartarse, ninguna de las dos lo hizo.

Quizás fue el alcohol. Se habían pasado de tragos, la música sonaba muy fuerte. El juego de luces del club era embriagador, delirante. El cerebro de ninguna podía pensar claramente. Quizás fue el punto cúlmine de una relación de tantos años. Una relación como la suya.

Amigas. No tenían pretensiones de ser más que eso. Amigas cercanas, íntimas, mejores amigas quizás. Personas unidas por un fuerte vínculo emocional y afectivo.

Por eso, porque eran amigas, quizás Rachel se preguntó si estaba haciendo lo correcto cuando dejó que Katrina la besara. Tal vez Katrina se lo preguntó también cuando sus manos se deslizaron por las mejillas contrarias y encontraron la piel ardiente bajo sus dedos. La sostuvo allí un mero instante, espectante, vacilante incluso, lanzando al aire una pregunta muda.

Sintió como Rachel profundizaba el beso. Su lengua rozando sus labios, lenta, sinuosa. Quizás fue el alcohol el que la hizo actuar con tanta asertividad, aceptando aquel gesto, hundiéndose en el momento como si fuese a ahogarse en aquellas sensaciones desbordantes.

La brisa fría y húmeda de la calle parecía incapaz de asaltar su burbuja en mitad de aquel callejón desierto, en sombras, oculto por el manto oscuro tachonado de estrellas que era el cielo a aquellas horas de la madrugada.

Lejos de miradas indiscretas. Lejos del resto del mundo.

La música del club era ya un murmullo lejano. La ropa les quemaba sobre la piel. Ardía. Era un infierno desatado.

Rachel le rascó la nuca con las uñas, sus manos tratando de empujarla más cerca. Su espalda chocó contra la fría pared del callejón.

Los labios le temblaron al separarse.

—Kat...—la llamó. Su voz apenas escapó de su garganta como un jadeo ahogado. Sostenido. Como una pregunta muda, mientras sus ojos azules la observaban con extraña intensidad. Anhelantes, confundidos.

Algo en el fondo de su mente gritaba que aquello no era correcto. Que eran amigas. Que solo eran eso y nada más. Una parte de ella. Al resto le importaba una mierda lo que aquella minúscula voz gritase en algún lugar de su cerebro. Sonaba insistente, como gotas de lluvia golpeando un cristal. Pero era tan sencillo el solo hecho de ignorarlas...

Cuando Rachel afianzó el agarre en su cintura y empujó su cuerpo contra el suyo, Katrina dejó de escuchar la lluvia. Una tormenta completamente diferente asoló sus sentidos.

Quizás fue el alcohol. Era una excusa barata y accesible. Quizás fue algo más, algo que no tenía nombre ni identidad. Algo a lo que no querían concederle ningún término concreto.

Quizás...

Pero aquella noche ambas olvidaron que eran solo amigas.