One-shot de Pokémon - Amanecer de esperanza y sueño

Alola a todos los lectores que leen está nueva historia de One-shot de Pokémon, este fanfic viene siendo como participación en el día de "San Valentín" en Fanficslandia. Ahora explicando los pequeños detalles, me inspire demasiado en la trama de mi shipping favorito en Poké que es el "Insectivoreshipping" y claro dando momentos agradables, ahora logrando informar lo necesario, disfruten de la historia.

"Amanecer de esperanza y sueño"​

El sol brillaba con mucha intensidad en el verano, siempre era lo mismo en el laboratorio del profesor, sin ocurrir nada nuevo. En cada día de la semana me quedaba observando a los pokémon que jugaban en el hibernadero, tan sonrientes al estar con otros de su misma especie. No me quejaba en absoluto de mi soledad, después de todo, yo era un pokémon especial para los entrenadores que empezaban su viaje por la región.

Había pasado dos meses desde que me trajeron junto con otros dos iniciales, en ese tiempo, dos entrenadores habían escogido a mis dos compañeros, dejándome solo.

Al llegar el mediodía, un sujeto entraba por la puerta del laboratorio siendo atendido por el profesor y sus asistentas, había notado que en sus brazos llevaba una caja de cristal y pude observar que en su interior había dos poké balls. Luego de terminar de hablar, el profesor se acercó hacia mí sosteniendo las dos poké balls que de inmediato los lanzó, liberándolos, pude darme cuenta que se trataba de nuevos compañeros para los entrenadores novatos.

El profesor me coloco en la mesa para conocerlos de cerca, me quedé asombrado aunque fueran idénticos a mis anteriores compañeros había notado una reacción distinta. Chespin me saludo alegré que de igual manera le correspondí, en cambio aquella Fennekin se mostraba distante, volteando su mirada hacia otro lado.

Me había parecido curioso su actitud incluso pensando que era normal luego de ser traída recién al laboratorio.

Al siguiente día me encontraba comiendo junto con Chespin hablando de manera animada, al fin lograba interactuar con otros pokémon que eran iguales a mí. En el transcurso de la merienda por un instante observé como aquella Fennekin comía alejada del resto de manera solitaria. Chespin se había percatado de mi vista hacia la pokémon de fuego, me había contado que era de naturaleza tímida por el cual no hablaba con otros pokémon incluso de su misma especie. Aquel comentario me dejó pensativo, ella estaba en una situación peor a como él se encontraba en el pasado, entonces decidí hablarle.

Al llegar el mediodía, Fennekin se encontraba descansando tranquila en la sombra de un árbol, respirando calmado me acerque lo más prudente posible, ella abrió los ojos al percatarse de mi presencia comenzando a correr apresurada de aquel lugar. Suspire frustrado al asustarla de esa manera, aun así, quise intentar de nuevo.

Comenzando a atardecer, observe como Fennekin miraba el techo del hibernadero notando la llegada de la noche me había acercado prudente para no cometer otro error como el anterior, la pokémon se había percatado de nuevo de mí, pero esta vez no intentó irse.

— ¡Que quieres de mí! ¡Acaso quieres molestarme o detestas mi presencia! — Su voz sonaba melancolica que enojada incluso podía notar sus ganas de llorar.

— Te equivocas, Fennekin. Yo solo quería hablar contigo — Trate de mostrar sinceridad en mis palabras. Algo que ella no capto.

— ¿Hablar conmigo? Enserio crees que voy a creer semejante estupidez.

— Lo digo enserio, yo so...

— ¡Cállate! ¡Eres un mentiroso, igual que los demás! — Gritó enojada no pudiendo controlar su estado emocional mientras derramaba algunas lágrimas.

— ¿Por qué dices eso? No soy un mentiroso, en verdad quiero hablar contigo como compañeros — Trate de razonar con ella en su equivocación.

— Compañeros, ¿dices? ¡Nosotros no somos compañeros de nada! — Aquellas palabras me dejaban sorprendido como extrañado, no pudiendo saber el motivo de su disgusto — Todos me catalogan como un pokémon especial sintiendo el repudió de los demás. Nunca sabrás el sufrimiento y la soledad que sentí desde mi nacimiento.

— Tal vez tengas razón. Nunca sabré lo has sufrido, pero acaso crees que la soledad es buena —Apreté mis puños al sentir su sufrimiento — La soledad solo te aleja de nuevas oportunidad en volver a tener compañía con otros. Yo he sentido aquella sensación y puedo asegurarte que es un sufrimiento mucho mayor, si quieres quedarte sola lo voy a comprender. El principal motivo por el cual quería hablar contigo era para ser tu amigo.

— ¿Amigo? ¿Por qué alguien como tú, quisiera volverse mi amigo? — Se encontraba en un mar de dudas, no lograba encontrar el motivo del pokémon.

— Siempre es mejor tener un amigo que sea compresible, amable y sepa darte su amistad.

Fennekin se quedó en silencio no sabía que responder o más bien no sabía que decir al respecto, comprendí de inmediato que prefería estar sola. Me volteé al sentido contrario para marcharme de ahí, notando por última vez su rostro sufrido por el dolor de su pasado.

Pasaron los días en el laboratorio luego aquella charla, no había surtido efecto en ella siguiendo en su soledad. Solo me quedaba viendo a la lejanía siendo acompañado por Chespin.

Un Domingo en la tarde me encontraba echado en el césped mientras observaba las nubes como un pasatiempo, lograba recordar a Fennekin y su mirada melancólica que mostraba sus ojos rojos como el fuego, hacían que mis emociones se reprimieran de manera dolorosa, por algún motivo, me recordaba a mí y el posible futuro que hubiera vivido. Aquellas ideas que rondaban en mi cabeza me provocaba una punzada fuerte en mi pecho, pero este dolor era distinto, por alguna extraña razón era como si el sufrimiento de la pokémon fuego lo sintiera en mí como una clase de sincronización entre nosotros.

— H-Hola — De pronto volví en sí. Alzando mi vista contemple su rostro, su expresión reflejaba cierto grado de vergüenza.

— ¿Qué sucede, Fennekin? — Pregunté, queriendo saber el motivo de tan repentina aparición suya. Ella me miró comenzando a hablar.

— Recuerdas aquella vez en que hablamos.

— Sí... justo ahora estaba pensado sobre eso — Ella cambió su semblante luego de escucharme, había logrado captar su curiosidad.

— ¿Enserio? De seguro solo lo dices para no hablar mal de mí — Ella volvió a desconfiar, no creyendo en sus palabras.

— ¿Acaso no puedes creerme? Estoy siendo honesto contigo, pero veo que sigues sin confiar en mí — Le molestaba sentir la desconfianza de la pokémon, pero decidió no seguir con el tema — ¿Por qué viniste a hablarme?

Ella volvió a mirarlo, de alguna manera hubo sinceridad en sus palabras, no obstante, aún sentía inseguridad en confiar en él.

— Yo solo... quería disculparme — Aunque su voz sonaba baja logré escucharla claramente.

— ¿Disculparte de qué? — No lograba entender su pregunta, aunque el motivo fuera aquella vez que hablamos.

— Vamos debes recordarlo, es sobre lo que te dije aquella noche — Respondió un poco avergonzada de explicar la causa, aunque sabía el motivo aún no encontraba la respuesta de su disculpa. Entonces comenzó a hablar — Aquella vez he sido algo grosera contigo.

— Entiendo. Pero no debes disculparte por aquella discusión, pues yo también me comporte así contigo — Hablé sincero tratando de no echarle más la culpa de lo sucedido — Fennekin siento mucho haberte hablado de esa manera, no fue lo correcto.

— No deberías ser modesto conmigo, Froakie. Tú has tratado de ayudarme aunque nunca logré creerte — Bajó su mirada apenada — Yo... ¡No quiero estar sola! Lo detesto tanto, pero... pero... tengo miedo de ser lastimada — Esto último lo menciono en voz baja.

— Fennekin... — Puse mi mano en su hombro haciendo que me viera — No tienes por qué temer, siempre puedes confiar en nosotros si necesitas de nuestra ayuda. Incluso he querido ser tu amigo cuando te conocí la primera vez.

—... — Se mantuvo en silencio por un rato — Entonces, hablabas en serio con ser amigos.

— Claro — Afirmé de inmediato — Incluso sabiendo tú pasado, me gustaría ser tu amigo.

—... Gracias — En eso comenzó a derramar algunas lágrimas — Muchas gracias por considerarme tu amiga.

— No es nada, Fennekin. Yo también estoy feliz de volverme tu amigo — Sentí como ella sonreía de manera sincera, de igual forma me exprese al formar una amistad luego de lo ocurrido.

— Oye Fennekin, ¿quieres ver conmigo las nubes? — Le pregunte.

— Me encantaría — Respondió al instante, para luego quedarnos echados viendo el cielo que atardecía cada vez más.

Ambos estuvimos viendo las nubes notando las figuras que se formaban, pero luego me di cuenta de algo importante, aquella preocupación que sentía hace unos minutos en realidad se trataba de mi reflejo mismo a través de ella, mi preocupación se debió a como me sentía cuando estaba siempre solo viendo a los demás siendo felices. Entonces logré entender que ella era igual a mí, y eso me dejó en claro que el tiempo en que estuviéramos juntos jamás la dejaría sola de nuevo.

Luego de anochecer volvimos a nuestros lugares de descanso, había logrado ganar su confianza mientras ambos nos despedíamos con un "buenas noches". Entonces, estando echado se me había ocurrido algo inesperado como especial.

Había transcurrido algunas horas estando cerca de las 5 a.m. antes que el cielo comenzará a amanecer. Estando despierto me fui directo hacia donde se encontraba Fennekin.

— Fennekin... — Susurre en su oído haciendo que abriera sus ojos.

— ¿Froakie? ¿Qué sucede? — Preguntaba extrañada al notar por la ventana el cielo oscuro.

— Quisiera que fueras conmigo al techo del laboratorio.

— ¡¿Ah, al techo?! ¿Para qué?

— Solo sígueme para que lo averigües — Entonces ella asintió para luego seguir mis pasos.

Al cabo de unos minutos estábamos en el techo viendo la cuidad siendo iluminada por los postes, me quedé observando el cielo que comenzaba a aclararse.

— ¿Por qué me trajiste hasta aquí?

— Te traje aquí para que vieras conmigo el amanecer.

— ¿El amanecer? — Se preguntó extrañada.

— Exacto. En unos cuantos minutos va a amanecer — Entonces mire el cielo siendo acompañada por la pokémon de fuego.

Entonces había llegado aquel momento que esperaba, el sol comenzaba a aparecer entre dos montañas mientras las nubes cambiaban a un color más vivo mostrando como los Fletchling´s volaban alrededor de la cuidad cantando una melodiosa melodía.

— Hermoso... — Los ojos de la pokémon contemplaban con admiración aquel paisaje.

— Veo que te agrada verlo. Sabes, he escuchado un decir sobre el comienzo del día — Aquello llamó más su atención como curiosidad.

— ¿Un decir? ¿De qué trata exactamente?

— Pues verás, el amanecer es una revelación o para explicarlo de una manera fácil un significa de la vida de los seres vivos. Es parte del ciclo de la vida en donde humanos como pokémon hemos logrado crear con el pasar de los años en la Tierra — Explicaba con mucho optimismo en mi voz mientras ella escuchaba cada palabra con admiración — Es gracias a la esperanza como el sueño que han logrado hacer cosas fantásticas que solo imaginamos en nuestra mente.

— ¿Esperanza y sueño?

— Exacto — Afirme — Cada ser vivo cuenta con esas dos metas en el transcurso de su vida.

— ¿Crees que logré encontrarlo? — Entonces reí leve por su pregunta haciendo que ella estuviera extrañada por mi actitud — ¿Qué sucede?

— Es que aún no has logrado darte cuenta de que ya lo hiciste — Ella se quedó anonadada luego de decirlo, fue entonces que le explique — Ha tenido la esperanza en confiar en mí, y un ejemplo fue dándome tu amistad. Además, tu sueño de comenzar una nueva vida lejos de la soledad ya es una realidad.

— Estás diciéndome que he logrado hacer todo eso... ayer — Fennekin sentía en su interior una tranquilidad que retomaba en su corazón — Nunca pensé... No, en realidad nunca creí volver a sentirme de nuevo tranquila conmigo misma. Te lo agradezco mucho.

Sin esperarse de ella recibió un beso inesperado en su mejilla, dejándolo "paralizado".

— Fennekin... — Era la única palabra que podía decir luego de aquello.

— Sera mejor volver con los demás, falta poco para la hora del desayuno — Entonces se dirigió hacia la salida, pero luego se volteó — Vienes Froakie.

— Ah, claro — Saliendo de mi trance me dirigí con ella que me sonreía de manera tierna, aquello me dejó algo inquieto pero a la vez emocionado. No tardé en darme cuenta que me había encariñado al estar a su lado, no obstante, me preguntaba si era amor o amistad. Aquella dos opciones me dejaban en dudas que rondaban por mi cabeza pero si estoy a su lado, tal vez pueda descubrirlo pronto.

Fin.

Terminando con este lindo detalle que he logrado dar para mi shipping favorito, espero que hayan disfrutado del One-shot, comenten que les pareció. Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.

Ahora invoco a los jueces:

— Jhosep Zar

— LizzaRade