[One Shot] Amándote en la Distancia

Amándote en la Distancia​

¿Recuerdas cuando nos conocimos? ¿Recuerdas cuando nuestra amistad se volvió algo más? Ya han pasado unos meses desde la primera vez que cruzamos palabra y nos empezamos a conocer; sino mal recuerdo fue una afición en común lo que casualmente nos unió. Hasta ahora no me arrepiento de haberte conocido ya que te has vuelto muy especial para mí. ¿Sabes? A veces pienso en nuestras primeras conversaciones y me da risa por lo sencillas que eran.

— Hola —escribí tímidamente.
— Hola —me respondiste.
— ¿Cómo estás?
— Bien ¿y tú?
— Bien gracias ¿qué haces?
— Nada.​

No puedo creer que esos sean los primeros fragmentos de nuestras conversaciones y tampoco puedo creer que me hubieras seguido escribiendo después de eso. Pero poco a poco nos fuimos conociendo más y las conversaciones se hicieron más productivas.

Nuestra sencilla amistad se fue haciendo más fuerte con el paso de los días hasta que sucedió algo, llegaste muy triste y con el corazón lastimado; como soy una persona que no le gusta ver a nadie mal te pregunté qué te pasaba y me contaste tus penas. En ese momento era un desconocido, alguien lejano a ti, pero aun así te ofrecí mi hombro si querías llorar.

Desde ese momento me volví tu amigo y tu confidente. Alguien que estaba allí siempre que la necesitabas, ese alguien que hacía falta en tu vida. Soy ese alguien que ríe contigo, que celebra tus alegrías y que llora tus penas, el que te tiende la mano cuando te sientes caída.

Te he visto enamorada, te he visto desilusionada y nuevamente entregada al amor, te he visto confundida y temerosa y hasta un poco alocada. Te siento sin tocarte y te admiro sin verte ¿cómo puedo estar tan unido a ti? Estas tan lejana y distante, prácticamente a un mar de distancia y sin embargo, puedo presentir cuando algo te perturba o te molesta.

¿Puedo decirte de qué color se ven tus ojos cuando reflejan la luz del sol? ¿Puedo decirte lo bien que se ve tu cabello cuando ondea con la brisa? ¿Puedo afirmar que tu sonrisa es lo más hermoso que he visto? No lo sé; no sé de qué color son tus ojos, ni como es tu cabello, tampoco he tenido el placer de verte sonreír ni escuchar tu voz.

Pero todo eso se vuelve secundario cuando con unas simples palabras puedo darme cuenta de si estás alegre o triste, cuando hay algo que te molesta o simplemente necesitas un abrazo.

Quizás parezca un tonto escribiéndole éstas palabras a alguien que no conozco y que conozco a la vez; pero así soy Yo, alguien con la lógica más ilógica.

Ya es tarde, llevo varias horas aquí sentado con la mirada perdida en el computador esperando tu llegada, el sueño se hace presente pero no quiero irme sin siquiera saludarte. Mi espera ha llegado a su fin ya que acabas de aparecer en una ventanita que me conecta con tu alma.

— ¿Me amas? —preguntaste.
— Claro —contesté.
— ¿Qué tanto? —dijiste.
— Mucho. De aquí hasta donde tú estás. Y tú ¿Cuánto me amas? —interrogué.
— De aquí hasta el sol, dando dos vueltas y de regreso… a pasitos de caracol —respondiste.​

Hace rato que te despediste y sin embargo, yo sigo aquí… amándote a la distancia.