Alquimia de Piedra.

Capitulo 1. Te vuelvo a ver.

Era todos los los días lo mismo, el Coronel Roy Mustang estaba haciendo nada, como esos días en los que caminaba de un lado a otro o a veces limpiaba las ventanas con mucho interés. Ya terminada su labor en el cuartel general Riza Hawkeye llega a su apartamento, se da una larga ducha y se pone algo cómodo para pensar como solucionar lo de la cena. Pero se olvida de que comer cuando ve una carta en la mesa. La abrió y decía lo siguiente.

Querida Riza...

para ser sincera han pasado algunos años desde que no nos vemos ¿No crees? ¡Pero que te parece! Estoy casi terminando mi gira y por fin podré descansar. Además te aviso que mi concierto será en Amestris la próxima semana, espero verte querida hermanita quiero saber como estas y me cuentes todo lo que te ha pasado desde que nos separamos, yo te tengo muchas cosas que contar y como sabes lo impredecible que soy me puedo aparecer en cualquier lugar.

No tengo mucho que decirte en esta carta... pero lo que sé es que me muero por verte hermana.
Adiós te mando un gran beso y un enorme abraso...
Att: Rei-ko.

"Todavía no ha cambiado" Pensó la teniente mientras guardaba la carta en un cajón.
A la mañana siguiente la teniente estaba en el cuartel, todo trascurrió normal, hasta la tarde la cual el Coronel decidió tomar una siesta. Mientras tanto ella hacia su trabajo Fallman se acerca a ella y le dice:
-Teniente Hawkeye, hay alguien que la está buscando.
-¿Quién es? -Preguntó ella con un tono frío.
-No me quiso decir su nombre, solo se que era de pelo negro hasta las caderas o mas largo con ojos oscuros y era sumamente bella.
-Vaya... si que tenía razón, es muy impredecible. -Dijo la teniente pasa sí misma- Esta bien, dile que espere unos minutos.
-Esta bien. -Fallman se retira y justamente como dice la teniente "unos minutos" fue a ver su visitante.
La teniente fue a ver a su visitante en horas de trabajo.
-Si que eres impredecible hermanita. -Dijo Riza con una leve sonrisa.
-Bueno... ¿Así es que me recibes después de tanto tiempo? -Dijo la hermana de Riza dándole un gran abraso.
-Yo también te extrañé, pero nunca me vuelvas a hacer eso. -Dijo Riza separándose de ella.
-Lo se pero es que no esperaba las ansias de verte, ¡Ni siquiera he llegado al loby!
-Vaya... pero bueno, me alegra mucho verte ¿Qué trae la visita tan inesperada?
-Bueno como te mencioné en la carta venía a dar mi concierto de violín y quise invitarte.
-Pero no me lo podrías decir después.
-¡Pero que te acabo de decir!
-Bien esta bien.
-Salgamos del tema, según he escuchado eres una de las subordinadas de Roy Mustang, el alumno de alquimia de papá.
-Si pero...
-¡Quiero verlo! -DIjo ella caminando hacia la enorme puerta.
-¡Espera! ¡Rei! Vuelve aquí.
Pero era demasiado tarde Rei entró a la oficina del Coronel la cual ella no tuvo palabras para describir lo que veía.
-Riza... ¿Te digo algo? No se que fue lo que te pasó ¿Cómo aceptaste ser la subordinada de un tipo tan holgazán como este?
-Hay... mucho que explicar.
-¡Pa pa! No quiero excusas, no me queda más opción que... -Rei alzó la mano y le dio un fuerte golpe en la mejilla de Mustang haciendo que este se despertara de golpe.
-¡¿Pero qué diablos...?! -Luego ve a una mujer muy sonriente frente a él- ¿Pero quién eres tú? ¿Cómo te atreves a golpearme de esa manera? Tu...
-Vaya... parece que no te acuerdas de mi. -Dijo ella con la misma expresión en su rostro.
-¿Cómo que acordarme de mi?
-Déjame refrescarte la memoria un poquito. Soy Reiko Hawkeye la hermana menor de Riza y fuimos amigos en la infancia, te conocí cuando aprendías alquimia en la casa de papá.
Al decir esa pequeña oración a Mustang le llegaron recuerdos de aquella vez en la que conoció a Rei. Pero luego la miró de pies a cabeza y no pudo creer que aquella mujer que veía era su amiga.
-R...Rei.
-¡Al fin te acordarse! Simplemente vine a visitarte, Coronel, después de tanto tiempo, me gustaría hablar contigo un día de estos de lo que esté libre de firmar discos te llamaré.
En eso llega el chofer de Rei...
-Señorita Hawkeye, tenemos que irnos.
-Esta bien. -Dijo ella a punto de caminar en dirección a la puerta- ¡Ah! Coronel, mejor trabaje si no quiere bajar de puesto. -Dijo ella con su típica voz traviesa.

Luego se fue su semblante juguetón a otro lado mientras Mustang solo pudo pensar...
-"En realidad no ha cambiado nada". -Pensó él con una leve sonrisa.

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El próximo capitulo se titula... "De regreso al pasado".