Song-fic Allá en el cielo habita una estrella

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Este song-fic es para la actividad "Requiem". Me ha salido muy personal y me ha hecho llorar el escribirlo, la verdad es que me gusta el resultado, pero es doloroso.

ALLÁ EN EL CIELO HABITA UNA ESTRELLA​

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Cuando las puertas del cielo, se abrieron solamente para ti, un puro ser bondadoso y lleno de felicidad, maldije a Dios o a la deidad o a la fuerza que te había arrebatado de entre los mortales. Hoy mismo sigo maldiciendo, pero ahora, ahora que estás lejos, que no sé si volveré a verte, pues cada vez que pienso en la muerte, solamente veo oscuridad, miedo y cada vez la veo más cerca, porque creo que pronto va a llegar, arrolladora, llevándose mi vida y reencontrándome con lo que tú has encontrado.

Aquí abajo, todos te echamos de menos, eras madre, eras abuela y eras muchas cosas más para todos nosotros, eras una gran persona y nunca pude decirte lo mucho que te quise, principalmente, porque yo solamente era una niña, una niña tonta que ni siquiera pudo decirte el último adiós. Pero allí arriba, donde sea que estás, sé que ahora estás en paz, sufriste mucho en vida, más de lo que merecías, pero sé que es así. Te echo de menos, te he echado de menos todos estos años y posiblemente nadie sepa lo mucho que te he querido, aunque ya no estés.

No me salen las palabras, la verdad, noto como mi garganta me quiere impedir respirar. Pero hoy quiero recordar momentos felices, momentos que tú y yo pasamos juntas. Recuerdo cuando era pequeña y tú me llevabas a misa, lo recuerdo perfectamente, recuerdo la lata que te daba porque quería irme, pero aquello no terminaba, recuerdo tu devoción por Dios y por ello, hoy sé que si estás en algún lado, estarás con él, porque no es justo que un ser terrestre tan bueno, ahora no esté donde más deseaba estar, junto a su creador, Dios.

Te quiero, te quiero aún después de más de diez años de tu muerte, te quiero y ojalá algún día nos volvamos a ver, quizás no ocurra eso nunca, pero algo ocurrirá, seguro. Ojalá pudiese hablar contigo, para salvarme de los miedos que me atormentan, para que me dijeses, que a pesar de todo, esto va a salir bien. Soy solo un ser humano como tú lo fuiste y no puedo hacer más, pero te quiero. El amor es algo que traspasa a la muerte y eso es algo muy importante. Mientras viva te seguiré recordando, mi querida abuela. Ahora simplemente, abraza a Dios y cuida de tu familia, como siempre lo has hecho, desde el principio, siempre has sido una luchadora. Abrázalo y guíanos, como solo tú sabes hacer. Primero madre, después abuela, ahora un ser celestial.

Allá en el cielo, habita una estrella, tú, nuestra estrella.