One-shot de Inuyasha - Al fin todo acabo... [One-Short]

Al fin todo acabo... [One-Short]

Esto nunca debería haber ocurrido. Yo no debería haber caído por ese pozo, si ese demonio no me hubiera traído a esta época yo estaría feliz con mi familia y amigos. Puede que incluso que en estos momentos estuviera saliendo con Hoyo. Hubiera aprobado el instituto y hubiera podido empezar el grado alto de estudios. Pero parece ser que esto tuvo que ocurrir... tuve que permanecer en esta época a su lado y tuvo que destrozar mi corazón. En algunos momentos pensé que me llegaría a corresponder, pero parece ser que no. Él me engaño, me traicionó, me mintió. Me hizo creer que siempre se iba a quedar a mi lado, pero eso no sucedió. Por orden de su “adorada” Kikyo me hizo creer que me amaba y que se quedaría siempre a mi lado, pero como una vez me dijeron:​

"Los finales felices, son historias sin acabar."​

Como una ingenua te creí, como una ingenua te amé, y como a una niña pequeña mi corazón destrozás. Lo machacaste, lo rompiste, lo aplastaste, y como signo de crueldad, me dijiste que tu la amabas con ella y que lo sentías, pero que no deseabas estar conmigo, en ese momento maldecí toda mi vida, desee no haber nacido nunca. Pero después de unos segundos, me levanté y te miré a los ojos. Las lágrimas estaban a punto de salir, por lo que dije lo que tenía que decir:​

-Ya veo como eres Inuyasha, veo que no tienes ni si quiera corazón –me miraste sorprendido por mi reacción-. Por eso te maldigo Inuyasha.​

Te pusiste de pie apresuradamente, y cuando pretendías tocarme, me alejé de ti. No silenciaría como tantas veces había hecho, esta vez lo soltaría todo y no sería la única que sufriría.​

-¡Escuchame Kami! –grite todo lo que mis pulmones permitía-. ¡Yo, Kagome Higurashi, sacerdotisa, maldigo a este medio-demonio, le maldigo a él y a toda su descendencia!​

Lo volviste a intentar, volviste a intentar silenciarme, pero como ya me había jurado, esta vez, sería la definitiva.​

-¡Dale muchos hijos, como bien el querrá! ¡Pero haz que los pierda cuando algunos de ellos lleguen a adultos! ¡Y haz que su mujer, muera en uno de los partos, en el que sufrirá, llorará y lamentará con todo su ser, haberse casado con tan horrible ser!​

No pude seguir porque me pegaste, me distes un puñetazo que me hizo caer al suelo. El puñetazo me rompió el labio y me hizo una herida en la cara. Pude sentir como mi corazón volvía a oscurecerse, como una vez ocurrió cuando Naraku intentó tenerme como a una de sus marionetas. Sentí como mi aura cambiaba y se oscurecía, ya no había vuelta atrás, yo también había sido maldita. Por lo que al igual que hice a Kikyo a mi me ocurriría, mi fin llegaría antes que a ella, pero al menos sabía que esto se acabaría y que por fin, podría descansar en paz, una paz infinita, en la que descansaría y en la que por una vez en mucho tiempo... sería feliz.​

-¿Qué has hecho Kagome? –me gritaste asustado-. ​

-He hecho algo que tu hiciste conmigo –te dije mientras te miraba con mi profundos ojos vacíos-. ​

-¿Yo que te hice? Has hecho que mi vida acabará, ya no podré ser feliz nunca.​

-Ya seremos dos personas Inuyasha... por fin vas a sentir, lo que yo llevo sintiendo desde el mismo día en el que te conocí. ​

Me miraste de nuevo, con ira, tristeza, odia y asco. Pero a mi esa mirada ya no me hacía daño ni me molestaba, mi cuerpo se había quedado vacío. Después de esto me levanté y me marché, dejándote atrás, tu estabas demasiado enfadado, triste, asustado y perplejo como para seguirme. Después volviste al pueblo y se lo contaste todo a mis amigos y a tu querido Kikyo. Como supuse todos se pusieron en mi contra, pero ¡que importaba! Mi fin estaba a punto de llegar. Cogí una pluma y un trozo de papel y escribí una pecunia nota, tipo poema que relataba como me sentía:​

Me sentí morir cuando vi​

​

Que me engañabas​

​

Había confiado en tu palabra.​

Pero, como a una niña​

El corazón me has robado,​

Lo has roto, destrozado...​

Y como signo de crueldad​

Me lo devolviste hecho ​

Añicos, envueltos en el​

Pañuelo que te regale por​

El pasado San Valentín...​

Has matado mi alma,​

La has destrozado, y tan​

Solo has dejado un cuerpo ​

De carne y hueso...​

Un cuerpo vacío...​

Kagome​

Escrita la nota, hice algo que hacía mucho tiempo deseaba hacer. Saqué una navaja que me regaló mi padre. Y sin pensarlo si quiera, me hice dos profundas heridas en cada muñeca. Fui perdiendo los sentidos, pero lo último que perdí, antes de caer en un vacío, fue el oído. Por lo que pude escuchar como gritabais mi nombre furiosos y después asustados al verme en aquel estado. Después lo único que llego a recordar es oscuridad... Oscuridad y soledad.​

Fin​

Bueno, aquí dejo otro de mis One-Short, es más corto que los​

anteriores, o eso creo, pero bueno, me parece que no me quedó​

muy mal ^^​

atte: perri2006​