Al Atardecer [Sessho&Kago]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Lady Stanley, 28 Diciembre 2011.

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    Lady Stanley

    Lady Stanley Sweet Room

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    Al Atardecer [Sessho&Kago]
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    Romance/Amor
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    Hola queridos lectores... me presentó una vez más con un FF lleno de todo. Después de siglos sin pasr por aquí me tienen de vuelta con una historia que las hará llorar XD... bueno sí. No.

    Esperó que está historia sea de su agrado.
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    Al atardecer (SesshKag)

    Prólogo.

    ¿Cómo te sientes al saber que vas a morir? Pésimo… así se sentía él; ese maravilloso demonio que en sus tiempos fue el más poderoso, indestructible y sobre todo… el más temido de todos los tiempos después de su padre.

    ¿Qué sentía él al saber que iba a morir? Desde ese día, admiraba las cosas más insignificantes… desde el más pequeño insecto volador hasta el insecto más rastrero disfrutar de la vida… una vida que iba pasando lenta y dolorosamente frente a esas maravillosas joyas doradas, era cierto… los youkai tenían cierta resistencia. Pero no quería decir que fuera él inmortal, en silencio admiraba lo que ignoraba en un pasado…

    A veces prefería morir de una vez que sufrir aquellos horribles dolores, esos dolores eran mucho peores que heridas físicas y profundas. Esos dolores se manifestaban por todo su cuerpo como millones de agujas taladrando todo su ser. Magullándole…

    Cada día un pequeño casi microscópico fragmento de su ser iba desapareciendo… su cabellera había perdido el brillo suficiente para dejarlo ver opaco y sin vida… maltratado. A veces bolas de cabello se desprendían de su cabeza pero eran remplazados por más mechones y aquel agujero de alopecia desaparecía y era cubierto por más cabello.

    Al mirarse en el reflejo del agua miraba como su piel también perdía humectación. Se veía reseco y también la vejez, él lo sabía, se iba a morir y para ello sufriría muchísimo más.

    ¿Por qué?

    Por una sencilla causa: Sesshomaru Taisho, Lord del Oeste… tenía Leucemia.

    ¿Cómo lo sabía?

    Después de la batalla final contra Naraku y todas sus extensiones, se descubrió así mismo un cardenal en el brazo… como buen guerrero lo ignoró porque para él el dolor no existía. Luchó con toda la sizaña contra Naraku… y Kagura, aquella mujer del viento era otra historia… al morir le juró amor eterno. Él no dijo nada cuando el cuerpo de la mujer se evaporó en el aire dejando en su lugar un pluma.

    Así fue… Kagura lo amaba.

    Después de dejar a Rin al cuidado de los amigos humanos de su medio hermano decidió regresar al palacio para curar con tranquilidad sus propias heridas… mayor fue su sorpresa cundo Reyka una hermosa youkai kitsune le informó sobre una rara enfermedad llamada Leucemia…

    Está era una enfermedad silenciosa que empezaba a atacar al sistema imunológico poco a poco, deteriorando los órganos vitales de todo ser vivo. De está enfermedad ningún humano o monstruo llegaba a salvarse, una vez diagnosticada no había nada que hacer… solo esperar la muerte, mientras tanto horribles efectos secundarios se presentarían en el cuerpo del afectado.

    Sesshomaru era un youkai, el más poderoso de su especie y no se iba a dejar vencer así como así.

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    Después de dos largos meses se miraba como cada vez Sesshomaru perdía una parte de él. Se estaba muriendo en vida y él solo esperaba la llegada de su final en silencio.

    No había ningún remedio para que su vida se salvará…

    ¿O tal vez algo más alargaría su agonía?
     
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    GAM

    GAM Iniciado

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    OMG o.o
    Es tan triste!!!! encerio, ver como el mas sexy y poderoso ser mitologico se va perdiendo entre la oscuridad y el olvido es muy triste u.u
    Pero todo en esta vida es inevitable, asi como lo dices....Sessho no era inmortal por lo tanto, su muerte debia llegar....pero que triste que fuese una enfermedad quien vendria por el.... TT_TT
    Me gusta mucho como pinta esto...tengo ganas de llorar mas!!!
    Te deseo mucho animo para seguir escribiendo!! _Necesito saber maaaaaas!! XDD
     
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    Lady Stanley

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    Muchas gracias de antemano a Game y maricruz por su comentario (aunque fue borrado ¬¬) pero se agradece de antemano. Recuerda no poner comentarios que no aporten al tema por el hecho de que son borrados con tipo spam. Gracias a las personas que leyeron pero que no comentaron.
    Recuerden que para todo escritor un comentario/review es el alimento que nos motiva para seguir escribiendo.
    Otra cosa gracias por los que le dieron "Me gusta" prometó de está historia un rico sabor de boca.

    Desclaimer: Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi.
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    Capítulo I. Incertidumbre.

    Sesshomaru era un demonio bastante fuerte… a simple vista todos notaban esa cualidad tan visible en él… sin siquiera avisar nada abandonó las tierras del oeste… tenía que obtener más información sobre su rara enfermedad, era la primera vez que él tenía el placer de escuchar sobre ella.

    No le tenía miedo a la muerte, claro que no, él era un poderoso demonio que por sus raíces genéticas no estaba el miedo de la muerte, moriría como gurrero no como cobarde postrado en una cama.

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    Aquella chica del futuro que había llegado ahí al Sengoku hacía ya tres años había decidido quedarse ahí… no podía estar lejos de sus amigos… tampoco era desconsiderada. Claro que acabaría la secundaria y luego iría a la Universidad; ella quería tener sus dos vidas unidas: Su Familia y amigos del presente e Inuyasha y sus amigos.

    Ese día de aires de octubre se dedicaba a largas sesiones de purificación de la Perla de Shikon, la joya milenaria había pasado a ser de su cuidado y como sucesora de Kikyo ella se encargaba de mantenerla a salvo… pura. Con ayuda del monje Miroku ella lograba que las sesiones no la dejaran tan cansada.

    —Siempre hace un excelente esfuerzo Srta. Kagome—dijo sonriente el monje mientras se acercaba a dejar pergaminos sagrados alrededor del altar dónde se mantenía la perla y rezaba en silencio.

    —Sin tu ayuda no podría—dijo la miko mientras empezaba a salir del templo.

    —Vayamos con los demás, seguro que ya tardamos demasiado—

    Ambas personas abandonaron el templo para encaminarse a la cabaña de la anciana Kaede, a pesar de su larga edad esa mujer seguía estando vigorosa y con energía… todo debido a que no estaba sola.

    Era cierto la soledad empezaba a matarte lentamente, conforme te alejas de las personas un enorme vacío se apodera de ti en el cual pronto caes en depresión y sientes que todo mundo te ha dado la espalda.

    —Por fin han terminado—dijo la anciana mientras llegaba hasta las escaleras que daban hacía el Goshimboku y el templo de la perla.

    —Claro que sí—dijo Kagome sonriente mientras tomaba la mano de la anciana mujer.

    —Que bien… requiero de que el monje Miroku e Inuyasha vayan por algo de leña—anunció la mujer—La cena no se coserá sola—

    —Está bien—suspiró Miroku mientras se adelantaba a las féminas—Iré en busca de ese chucho—

    Al llegar a la aldea ya los esperaban Sango, Shippo y Kirara con varias plantas entre sus brazos, seguro era para la comida de ese día.

    — ¡Hemos traído todo lo que pediste Kagome!—exclamó contento el kitsune mientras dejaba todo en un tipo zarape.

    —Trajimos las plantas para medicinas y claro comida—dijo la exterminadora sonriente mientras hacía lo mismo con las plantas que ella traía.

    —Bien—

    La miko, la exterminadora y la anciana Kaede entraron a la cabaña a preparar la comida y parte de la cena. Higurashi se sentía feliz… estaba con las personas que quería y no tendría que irse de esa época mientras la perla existiera, ella era su cuidadora. Y el deseo de la perla lo usaría en una sola ocasión de vida o muerte.

    Afuera de la casa Shippo jugaba con Kirara, la gata de fuego echó a correr rumbo al bosque donde había sido sellado el hanyou hacía ya 53 años, el kitsune al ver que la gata corría en esa dirección fue tras ella entre correteas y risas de parte del pequeño Shippo.

    — ¡Grandioso Kirara!—dijo el kitsune mientras se sentaba en el césped y la gata hacía lo mismo y se echaba a descansar un poco.

    Shippo tenía ya la edad de cinco años, se había alargado un poco más y las patitas peludas ahora eran pies normales, el cabello siempre amarrado en una coleta rebelde ahora era un poco más manejable no se veía tan revoltosa. Inclusive algunas niñas de la aldea habían coqueteado con él y bueno una que otra le regalaba pequeños detalles que todo hombre ignoraría.

    El sueño empezaba a ganarle estaba seguro que se quedaría dormido y despertaría ya pasado el atardecer. Poco a poco sus ojos azules empezaron a cerrarse para perderse en el mundo de los sueños cobijado por, el dios Morfeo.

    La gata de Sango hiso lo mismo que el kitsune, se acostó a dormir junto al cuerpo del niño, estaba por cerrar sus ojos y pronto se colocó a cuatro patas alerta y con todos los pelos del lomo erizados y empezaba a sonar su garganta. El pequeño animal podía sentir la presencia de un demonio muy poderoso pero no la reconocía del todo, se transformó y se puso sobre Shippo sin aplastarlo solo para protegerlo con su cuerpo.

    Junto a ella una enorme melena plateada paso sin prestarle la más mínima atención, a pesar de ser un animal se sorprendió que este no les atacará. Sin embargo no regresó a ser la miniatura que Sango cargaba entre sus brazos en todos los viajes que hacían. Se echó al lado de Shippo y miró por donde aquel demonio se había ido.

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    Sango recolectaba agua en una de las fosas de la aldea, llevaba con ella dos grandes cubetas por órdenes de su amiga, ellas eran buenas amigas. Siempre miraba el cielo la castaña; esos aires de octubre le recordaban a veces algunos fragmentos de ella y Kohaku. Era melancólico recordarlo, fue utilizado de la peor manera por Naraku… la tranquilidad de la exterminadora era que después de que todo acabará su hermano gustoso le entregó el fragmento a Kagome. Recordaba todo.

    Flash Back-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

    Naraku yacía muerto ahí sobre los restos de varios youkai de baja categoría, mientras de todos ellos empezaba a emanar un aroma fétido debido a su descomposición y coagulación de sangre. Miroku sonreía de felicidad al mirar que el vórtice de su mano había desaparecido; todo había acabado.

    El grupo de chicos miraba desde lo lejos a Sesshomaru alejarse con Jaken en silencio, después de todo él no iba a celebrar el que haya matado a Naraku.

    Rin se encontraba junto a Shippo y Kirara, los tres estaban bastante exhaustos y heridos por la batalla, no habían ayudado de mucho pero fueron clave para atacar sin piedad a ese ser que empezaba a evaporarse en el aire y dejaba en el cielo una nube de humo morado y dejaba estallar mucha energía maligna. Todo había acabado.

    De entre los restos y escombros del lugar se movió algo… llamó la atención de todos. Kagome había tensado su arco y flecha, Sango su boomerang y Miroku su báculo sagrado. Al mirar que de ahí con muchos esfuerzos salía el hermano menor de la exterminadora bajaron sus armas, la mencionada con anterioridad corrió en ayuda de su hermano.

    — ¡Kohaku!—lo abrazó fuertemente mientras lloraba contenta.

    —Hermana—suspiró mientras él con la mirada perdida la abrazaba.

    —Estarás bien Kohaku, yo te protegeré de todo, ahora estamos a salvo—

    —N-no—tartamudeó mientras soltaba a la chica cuidadosamente, ella le miró con incredulidad.

    — ¿Qué te pasa Kohaku?—

    —Mi tiempo en este mundo a-acabo hace mucho t-tiempo hermana, m-mi lugar está con t-toda la familia… c-con mamá y papá—sonrió el muchacho, en su nariz tenía un raspón de mugre.

    — ¡No Kohaku!—estalló en lágrimas la exterminadora—No me dejes, ahora podremos estar juntos ya nadie nos separará—

    Todo el grupo miraba en silencio la escena mientras la miko se acercaba al monje, este le pasaba un brazo por la espalda en modo de consuelo.

    —Señorita Kagome—llamó el chico—Quisiera e-entregarle mi fragmento d-de la perla de Shikon—

    La chica futurista se sorprendió un poco, intentó hacer recapacitar al pequeño exterminador, dándole motivos para vivir, él simplemente no los aceptaba. Él desde hacía mucho tiempo había aceptado su destino… cuando el fragmento de su espalda fuera removido él moriría.

    Se escuchó un fuerte grito femenino cuando todo acabó, Sango miraba todo en cámara lenta, miraba como su hermano le decía Te quiero hermana y luego sonreía a todos y daba las gracias. Para luego llevar su mano a su espalda y sacar de su piel el fragmento restante que lo mantenía vivo.

    Todo pasaba en cámara lenta; los ojos llorosos de Kohaku pronto se apagaron y el fragmento que había sacado de su espalda quedó guardado en la palma de su mano. Sango gritaba y lloraba, le dolía el alma de ver a su hermano ahí… murió con los ojos abiertos. Desde el cielo pudieron ver todos al espíritu que se llevaba a los niños y los cobijaba con el sonido de su flauta. Y miraban como Kohaku se despedía de ellos y pronto se iba con aquel ser de color amarillo.
    ¿Quieren saber dónde estaba el hanyou?
    Estaba con los restos de barro de la miko-no muerta y aquellos dos espíritus que la estaban ayudando a restaurarse poco a poco.

    Fin Flash Back-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

    Los cubos de agua cayeron al piso fuertemente y todo el líquido se derramó sobre la tierra creando un poco de barro. Miró sorprendida como este iba caminando rumbo a la cabaña de la anciana Kaede, eso no eran buenas noticias… pero no hiso nada.

    ¿Qué quiere él aquí?
    La exterminadora rápidamente terminó de llenar los cubos de agua y emprendió camino rumbo a la cabaña de la anciana, el mismo camino que él había recorrido sin siquiera prestarle ni una pizca de atención. Se apresuró llevando ambos cubos en ambas manos.

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    Una poderosa energía demoniaca invadió todo el lugar, alarmó a la anciana y a la miko que estaban en el interior de la cabaña. La chica de ojos chocolates miró a la anciana mujer que tomaba rápidamente su arco y ella también hiso lo mismo… ¿Qué podía ser está vez? Se preguntó Higurashi.

    Al salir de la cabaña muchas dudas surgieron su cabeza ¿Qué podía él estar haciendo ahí?

    Había algo raro en la mirada del demonio, algo le faltaba… algo que la chica notó inmediatamente fue la falta de brillo en esos ojos idénticos a los del hombre de su vida.

    —Sesshomaru—dijo la chica mientras miraba desconcertada.

    El youkai no respondió al instante pero se acercó a ella lentamente.

    Interiormente, el youkai sabía que se había esforzado demasiado al venir hasta la aldea de esos humanos en busca de información de su enfermedad, se había sobre exigido y ahora fuertes dolores estaban empezando a darle. Claro que no lo demostraba… se mostraba firme, frio e indiferente frente a esas humanas.

    Pronto los dolores empezaron a hacerse más fuertes y unas repentinas nauseas invadieron su ser… otro efecto secundario de su enfermedad. Él era un youkai y tenía que ser fuerte.

    Las dos mujeres presentes miraban a Sesshomaru con interrogación, no sabían que hacía ahí. O al menos que viniera a buscar a Inuyasha.

    —Inuyasha no está aquí—dijo suavemente la miko del futuro mientras el demonio la ignoraba.

    —No lo buscó a él—dijo tajante, se estaba aguantando los punzantes y constantes dolores que le daban en el pecho… sentía su respiración cortada y que el aire escaseaba.

    —¿A quién buscas entonces, Sesshomaru?—preguntó Kaede mientras dejaba el arco.

    Ambas mujeres vieron como por fin el cuerpo del poderoso Lord del Oeste se desplomaba ante sus ojos y los ojos de la exterminadora que hasta ese momento había llegado.

    ¿Qué estaba pasando ahí?.
     
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    Lady Stanley

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    Bueno aquí les traigo el segundo capítulo, esperó que sea de su agrado. Se que todabía no comienza "lo bueno" pero esté es mi punto de vista de como reaccionarían todos incluyendo a Inuyasha al saber que repentinamente su hermano se desmayo. Recuerden que para mi un bonito comentario me inspira para seguir escribiendo.

    Saludos
    Zimba Mustaine

    Desclaimer: Los personajes y escenarios pertenecen a Rumiko Takahashi.
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    Capítulo II. Cuestiones.

    Las miradas de las tres mujeres presentes eran las mismas, en sus rostros estaba plasmada la incertidumbre, curiosidad y cuestiones. El demonio que yacía en el piso se veía bastante estable para desmayarse de la nada.

    Kaede fue la primera en reaccionar se acercó al cuerpo del Taiyoukai para ver la condición del demonio.

    — ¿Qué hace anciana Kaede?—preguntó Kagome quién le seguía.

    —No mucho—dijo tranquila—Me preguntó que lo trajo hasta aquí—

    —Yo lo vi pasar a mí lado en el lago—dijo Sango—Sin embargo, me ignoró como si no estuviera ahí—

    —Que curioso—susurró la vieja miko para sí.

    —Pero si entonces no estaba buscando a Inuyasha ¿A quién buscaba?—preguntó la exterminadora.

    —No lo sé, pero es mejor llevarlo dentro—anunció Kaede—No podemos dejarlo al paso de la gente—

    Entre las tres mujeres con mucho esfuerzo llevaron el cuerpo de Sesshomaru dentro de la cabaña, las tres le miraban como si fuera un puzle sin resolver.

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    Inuyasha cortaba leños furiosos, ya vería esa anciana cuando él regresará, mientras Miroku hacía lo mismo… o bueno más bien recolectaba pequeñas ramas que sirvieran como fuego en la cabaña. Ya tenían un buen rato cuando ellos partieron para el bosque a conseguir la madera; pero el hanyou no estaba del todo tranquilo… desde hacía una media hora había sentido la energía de su medio hermano. Si era él no habían buenas noticias.

    El aroma del youkai llenaba sus fosas nasales, eso quería decir que no estaba muy lejos… su preocupación era Kagome y los demás. Si, Sesshomaru no encontraba lo que fuera que estaba buscando estaba seguro que destruiría todo a su paso.

    — ¡Miroku!—exclamó el hombre mitad bestia.

    — ¿Qué pasa Inuyasha?—

    —Creo que con esta leña es más que suficiente, tenemos que irnos—

    — ¿Tú igual lo sentiste?—preguntó el moushi mientras miraba a su perruno amigo.

    —Sí… y esas no son buenas noticias—

    —Tranquilo Inuyasha—trató de calmar el monje—Además la señorita Kagome se sabe defender muy bien—

    El hanyou sabía acerca de los sentimientos del monje hacía la exterminadora, si no quería ir un soborno pequeño no le haría daño.

    — ¿Pero que tal si está en busca de Sango?—Inuyasha fingía una cara de preocupación que al monje asustó.

    De un momento a otro ambos masculinos se encontraban rápidamente con la leña bajo el brazo y caminando velozmente hacía la cabaña de la anciana Kaede. Miroku en su rostro traía preocupación marcada e Inuyasha estaba serio porque se preguntaba que demonios hacía Sesshomaru en ese lugar.

    Entre rápidas caminadas y largos saltos de Inuyasha pudieron apreciar que poco a poco la aldea se acercaba conforme avanzaban a su destino.

    Atravesaron varias cabañas hasta poder ver la que era la de la anciana Kaede, al parecer todo estaba en orden. No había rastro de Sesshomaru ni tampoco había destrucción por los alrededores; el único problema era que la presencia demoniaca del youkai seguía presente y todo su aroma nada agradable para el sentido respiratorio del hanyou.

    Dejaron la leña a un costado para que la anciana pudiera tomarla sin ningún problema y se dispusieron a entrar.

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    La cara del monje y del hanyou era un perfecto deja vú, eso no era cosa de ver todos los días. Una mujer anciana y dos mujeres jóvenes atendiendo como si él fuera un rey. Bueno exactamente no era algo así.

    Sesshomaru se encontraba recostado sobre lo que era la cama de la anciana Kaede mientras Kagome se encargaba de ponerle fomentos de agua fría en la frente, Sango revisaba sus puntos vitales y la anciana mujer lo arropaba. ¿Qué pasaba ahí?

    — ¡Anciana!—por fin salió de su shock el hombre mitad bestia.

    —Calla, Inuyasha—dijo tranquila la mujer mientras echaba la poca leña que quedaba dentro de la casa a la pequeña fogata.

    — ¿Qué diablos está haciendo Sesshomaru aquí?—estaba molesto, ya ni a él lo trataban así cuando estaba enfermo o herido.

    —Tranquilízate primero, no podemos explicarte nada si estás alterado—

    — ¡Pues hablen ahora!—

    Hasta ese momento Miroku junto a Kagome y Sango se habían quedado en silencio, escuchando los gritos que pegaba el hanyou.

    —Inuyasha… tranquilízate—dijo Kagome dulcemente, al instante Inuyasha hiso caso y la boca cerró.

    — ¿Podría explicarnos Srta. Kagome, que es lo que el joven Sesshomaru hace aquí?—preguntó Miroku tranquilamente mientras se recargaba en la pared.

    Las tres féminas del lugar se miraron y asintieron en silencio, la miko del futuro relató todo lo que había pasado en su ausencia, desde que Shippo y Kirara se fueran a jugar hasta la aparición repentina de Sesshomaru afuera de la cabaña. En breves ocasiones Sango miraba a Inuyasha y esté no estaba muy contento con lo que la chica contaba, pero él y el monje pusieron una cara de sorpresa al escuchar de los labios de Higurashi decir que el youkai ahí recostado se había desmayado frente a sus ojos.

    Después de un rato en silencio nadie más dijo nada puesto que no había como contradecir las palabras de la sacerdotisa—Inuyasha por el contrario se levanto y salió de la cabaña bruscamente.
    —Iré a buscarlo—dijo Kagome.

    —Mientras yo serviré la cena, cuando esté lista te llamamos—dijo Kaede y se fue hacía la improvisada cocineta.

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    Kagome buscó por todos lados a Inuyasha, esté no estaba por los alrededores de la aldea, suspiró cansada. Lo más probable era que se haya internado en el bosque y no regresará en un buen rato. Al ser uno optimista, siguió buscándolo.

    Subió las escaleras que daban hacía el pozo devora huesos que la llevaba a su época, el templo y el milenario árbol el Goshimboku. Al llegar a la punta se aseguró que la Shikon no Tama estuviera completa y pura, al comprobar que todo estaba en orden se fue hacía el pequeño bosque que la llevaba al pozo.

    Ya estaba oscuro y podía ver las estrellas y la luna iluminar su camino, en su época eso ya no se podía apreciar a simple vista, la luz natural de los astros ya no se podían presenciar por todas las luces de la ciudad.

    —Inuyasha—llamó la miko—Baja un momento—

    —Desde arriba te escuchó perfectamente, Kagome—

    —Está bien—dijo la muchacha de ojos chocolate, ella miraba el cielo iluminado—¿Qué piensas?—

    —Nada especial—

    Era mentira, en la mente del chucho se formulaban demasiadas preguntas… no era posible que de la nada su hermano se desmayara así porque sí. Era cierto que no había sabido nada de él desde la última batalla con Naraku. Lo que sí podría decir con seguridad es que en variadas ocasiones el cosmos del demonio se debilitaba considerablemente y otras regresaba a la normalidad.

    —¿Tú sabes porque Sesshomaru está aquí?—preguntó de repente la miko.

    —No—

    Se quedaron un buen rato en silencio, él mirando a la nada y ella mirando hacía la aldea. Sus pensamientos eran diferentes, pero todos iban dirigidos a Sesshomaru en especial. Escucharon la voz de Sango gritarles que la cena estaba lista, el hanyou bajó y esperó la llegada de Kagome a su lado y ambos bajaron en silencio hasta la casa de la anciana Kaede.

    Al llegar notaron que también Shippo y Kirara habían llegado un poco antes que ellos y ya estaban cenando.

    Era un rico estofado de patatas y carne seca con pequeñas legumbres; la miko de edad avanzada sirvió un cuenco más… todos miraron que se iba a su habitación donde en esos momentos estaba el demonio. Durante la cena hubo un silencio incómodo, nadie decía nada, solo se dedicaban a degustar su comida.

    Tras terminar de cenar levantaron todo lo que era correspondiente a utensilios de cocina y acomodaron mantas alrededor para poder dormir, Kagome traía su bolsa de dormir y ahí se recostó con Shippo. Inuyasha prefería dormir sobre los árboles, así que terminando la cena se fue fuera.

    Kaede sospechaba algo en el demonio, al verlo dormido sin siquiera moverse era signo de que algo le ocurría.

    ¿Qué es lo que le ocurre a este muchacho?

    Dejando sus pensamientos atrás se dispuso a dormir tranquilamente.

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    Pasada la media noche, una serpiente espiritual rodeaba a Inuyasha que estaba durmiendo tranquilamente. Kagome desde dentro de la cabaña pudo sentir esa presencia, sus ojos se entristecieron y salió en silencio para ver al hanyou que amaba irse rumbo al bosque con el animal aquel.

    Aguantó sus lágrimas de llorar y regresó dentro de la cabaña, estaba por meterse a su bolsa de dormir cuando de la habitación de Kaede escuchó una horrenda tos, fue a ver a su culpable y lo miró ahí tosiendo entre sueños, cuando esto acabo en la comisura de sus labios había un hilillo de sangre.

     
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    Kohome

    Kohome Fanático Comentarista destacado

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    Hola, bueno me causó curiosidad tu fic, y me pasé.

    Dejame decirte que está realmente interesante, que buena trama, el gran lord del oeste sufriendo de leusemia, pobre.

    Espero que Kagome logre curarlo, no se cómo, pero que lo haga.

    No se el porque, pero creo yo que este es un Sesshomaru x Kagome, no lo se realmente, lo vere conforme avance el fic.

    Avísame cuando tengas conti, la leere gustosa.
     
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    Lady Stanley

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    Se supone que el FF es un Sesshomaru x Kagome e_é
     
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    Lady Stanley

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    Perdonen la demora, les traeré el capítulo en unos momentos. :D
     
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    Ámbar

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    Ola, fue un placer leer tus fantics, me alegro k continues tu historia y dejame decirte k soy tu fiel seguidora... me pasaba leyendo cada uno de tus fantics y veo k te gusta sesshoXkag, a mi tambien me gusta esa pareja y por eso amo todas las historias k tratan sobre ellos:) esperare anciosa a continuacion, y espero k seamos buenas amigas;)
    atte:Seishira
     

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