One-shot Aguas termales [Multiship | Pokémon Rol]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Yugen, 19 Febrero 2020.

  1.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

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    Título:
    Aguas termales [Multiship | Pokémon Rol]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2679
    Título: Aguas Termales
    Fandom: Pokémon Rol
    Personajes: Elisa, Liza, Emily, Mimi, Alpha, Ian, Hubert, Dante y Nikolah.
    Sipnosis: Siendo adolescentes... y yendo juntos a las aguas termales de Barniz... ¿qué podía salir mal?
    N/A: Les dije al amor de mi vida (Gold-Kun) y a su contraparte (Juanjomaster) que lo haría so he cumplido <3

    No salió exactamente como pensaba, pero estoy casi (casi) satisfecha.


    Advertencia: Erotismo leve. Ecchi nivel anime del más cliché existente. Ojo cuidao'


    ~Aguas Termales~

    —Es una suerte que abrieran unas aguas termales tan cerca del Volcán Barniz ¿cierto? Me recuerda a Pueblo Lavacalda en Hoenn.

    Elisa soltó una dulce risita. Su abundante melena castaña estaba recogida en una coleta alta aunque mechones dispersos enmarcaban su rostro con gracia y le otorgaban a su apariencia dulce y serena cierto toque desenfadado. Como las demás estaba desnuda, su piel clara siento sutilmente abrazada por las cálidas aguas volcánicas.

    Ir todas juntas a las aguas termales había sido una idea fantástica. La luna brillaba en lo alto de un cielo nocturno repleto de estrellas y la brisa era fresca pero no hacía frío. El entorno natural estaba perfectamente conseguido gracias a las piedras y brotes de Bambú que habían colocado como decoración y la pared de madera que separaba el baño masculino del femenino no rompía la atmosféra de calma casi mística ni la serenidad que se respiraba.


    —Fue una buena idea—convino Liza—. Las ideas de esta señorita de acá siempre son geniales.

    Liza tenía el cabello castaño suelto porque era lo suficientemente corto para no importunar su baño. Caía con gracia por encima de sus hombros enmarcando su rostro de suaves rasgos. Sus ojos azules brillaban con diversión mientras se abrazaba sus piernas bajo el agua.

    —Liza, me halagas demasiado~

    Emily dejó escapar una encantadora risita. Como Elisa ella también tenía el cabello recogido y su figura curvilínea difícilmente podía ocultarse bajo las vaporosas aguas. Sus atributos que sobresalían ligeramente de la superficie eran prácticamente avasallados por la mirada ladeada y envidiosa de una joven cuyo cabello rubio estaba recogido en una toalla.

    Suspiró profundamente.


    Ah, la vida era tan injusta.

    —Nos hacían falta unas vacaciones ¿verdad?—dijo entonces—. Tanto salvar el mundo es agotador. Aunque hay algo en lo que discrepo…

    Con los ojos cerrados su ceño se frunció, tensa.

    —¿Por qué demonios tuvimos que invitar a los chicos?

    Oh sí. Hubert, Alpha, Ian, Nikolah y Dante también estaban allí. La razón principal era, por supuesto, que Emily había estado invitando a todo el mundo a los cuatro vientos. El último, por vergüenza, por timidez, con las mejillas fieramente enrojecidas y ojos esquivos… había sido por supuesto Dante.


    El muchacho hubiera querido negarse. Porque la idea de ir a un lugar donde estarían todos desnudos siendo que le incomodaba tanto su ropa de Udan era una locura. Nikolah por su parte había ladeado la cabeza con cómico desconcierto.

    —¿Eh?—preguntó con la curiosidad pueril de un niño—. ¿Qué son las aguas terminales?


    Y llevándose la mano bajo el mentón sopesó aquella idea. Las aguas eran aguas… ¿agua salada? ¿tal vez dulce? ¿Se llamaban "terminales" porque se acababan o era un llamado de emergencia ante la falta de agua en el mundo? ¿Y qué pasaba con los Pokémon de tipo agua? ¡¿Se estaban acaso acabando?!

    Ian, sorprendentemente, no fue tan reacio a aceptar como se había esperado. Porque Emily le preguntó. Y desinteresado se llevó las manos a los bolsillos de sus jeans.


    "Vaya Emily, ¿me invitas para verme desnudo? Qué chica tan mala, heh".

    Alpha por su parte había aceptado sin más. No porque fuera un pervertido si no porque, si iba Ian, seguro podían tener una trepidante batalla en el agua. Esa era la teoría al menos.

    Al menos.

    Porque ahora, el propio Alpha había localizado un pequeño hueco en la pared de madera que separaba los distintos baños. A través de allí, del vapor caliente, podía distinguir en el agua las figuras de las chicas. Elisa, Liza, Emily y Mimi.

    Mimi lo iba a degollar si lo descubría. Pero por suerte, estaba demasiado ocupada maldiciendo los prominentes senos de Emily con la vista.

    Hodges pareció notarlo porque le dirigió una mirada de soslayo y sus labios esbozaron una sonrisa peligrosa.


    —Ah—dijo—. ¿Qué miras Mimichi?

    Mimi dio un pequeño salto en el agua. Aunque sus mejillas enrojecieron y su cuerpo se tensó al verse atrapada, no negó la acción como hubiese sido usual dado su carácter. En sus labios torció una sonrisa tensa.


    —Hmph—bufó—. Es una broma ¿verdad? Es evidente que me habéis traído aquí para humillarme. Sobre todo tú, Emily. Con esas… esas cosas obscenas y enormes que parecen dos flotadores.

    La señaló con el índice, amenazante.


    Emily parpadeó, confusa. Y entonces dirigió su mirada allí donde la señalaba el dedo amenazante de su amiga. Por supuesto se trataba de sus senos. Redondeados, voluminosos, cuya piel suave no podía abarcar con tan solo una de sus manos. ¡Pero seguro cabían de forma perfecta en las de Dante!

    —Oh.

    Liza esbozó una pequeña sonrisita nerviosa ante la escena. Ligeramente incómoda, pero también conciliadora. Lo mejor era tratar de poner paz cuanto antes


    —Vamos Mimi… claro que no queremos humillarte—dijo llevándose un mechón castaño tras la oreja—. De hecho, yo creo que no estás tan mal. Tienes un pecho bonito.

    Pero aquello no pareció tener el efecto deseado. El ceño de Mimi se frunció aún más si cabía. Qué injustas eran todas. ¿Cómo podía hablar así cuando incluso ella tenía más volumen?

    Repentinamente un agudo chillido de sorpresa emergió de sus labios y sintió unas manos suaves y cálidas ahuecar sus senos desnudos. Eran dedos evidentemente femeninos. Delicados. Parecían tocarla con cierta curiosidad, tentando la piel suave y húmeda bajo sus manos.

    —Hmm… estoy de acuerdo con Liza, Mimiko—murmuró con voz dulce—. Es bonito y suave.


    Mimi enrojeció bruscamente.

    —¿¡E-Elisa!?

    ¿Qué hacía la entrenadora de tipo fantasma toqueteando sus senos como lo haría un viejo verde? Mimi se tensó, encogiéndose. Las caricias, aunque delicadas, enviaban pequeñas descargas de placer culpable a cada mínimo rincón de su cuerpo.

    —¡Tienes las manos heladas~!


    Alpha se apartó inmediatamente del hueco en la pared cuando percibió una presencia a su espalda. Por un momento temió haber sido descubierto por alguna de las chicas… pero solo se trataba de Ian.

    Pálido como una hoja de papel Alpha dejó escapar un suspiro de alivio antes de increparle con rabia.

    —¡Maldito, casi me matas del susto!

    Ian no perdió ni por un segundo la calma. Era curioso, cuando menos. Y sospechoso también. Nikolah, Dante y Hubert se había reunido en el lado opuesto de las aguas termales. Y Alpha estaba allí, solo, en un rincón apartado entre las rocas.

    —Me pregunto…—se llevó la mano al mentón, meditativo— que puede haber traído a un adolescente hormonal como tú a un rincón tan apartado como este. ¿Será la temperatura del agua? ¿O será acaso… ese hueco en la pared que tratas de tapar con la espalda?


    —¡Tío! ¡N-no hay ningún hueco!—le espetó el otro—. Es tu imaginación. Estaba… estaba...—pensó rápido, locuaz— ¡Vine aquí a planear una estrategia para vencerte, sí!

    Ian sonrió.

    —Heh. Pues si quieres la más mínima oportunidad contra mí, deberías planear con la cabeza fría. No es tu caso por lo que veo.


    Alpha enrojeció bruscamente al darse cuenta de a lo que Ian se refería. Oh sí, maldita sangre caliente. Malditas hormonas hiperactivas e inoportunas.

    Se apresuró a cubrir su entrepierna y hundirse en el agua e Ian, victorioso, sonrió triunfante.


    —A ver que tenemos aquí...—y mientras apoyaba el rostro en la pared de madera y observaba a través del hueco, la sorpresa llenó su expresión usualmente inmutable. Silbó— Uh, vaya. Mira eso. Cómo ha crecido esa niña pequeña desde la escuela. Es toda una mujer.

    —¡Maldito bastardo invencible!—le increpó Alpha empujándolo con el hombro—. ¡Déjame ver!

    —¿Qué hacen?

    Ambos se paralizaron en el sitio al escuchar la voz calmada de Hubert. Alpha fue el primero en volverse.

    Como todos, estaba desnudo, aunque su torso descubierto era todo cuanto sobresalía del agua. En sus ojos café brillaba cierta vergüenza y curiosidad mientras se rascaba la mejilla con el índice en un ademán incómodo.

    Parecía saberlo. De alguna manera.


    En ese momento se oyó un nuevo grito.

    Emily esta vez.

    —¡Kyah~!—rio a carcajadas atropelladas— ¡No Mimi, me haces cosquillas~~!

    —¡Emily eres una maldita Miltank lechera!—exclamó la otra— ¿Cúal es tu secreto?

    El silencio se extendió tenso y pesado entre los muchachos allí congregados. Alpha enrojeció y Hubert parpadeó, en estado de shock. Xenodis tuvo que resistir las ganas de volver a mirar… pero Ian en momento alguno había dejado de hacerlo.


    —¿Esto es lo que hacen las chicas cuando van juntas al baño?—se cuestionó en voz alta—. Qué bien deben pasarlo, heh.

    Hubert sintió la necesidad de hacer algo, de decir algo. Como figura de hermano mayor. Más sabio, más experimentado y más adulto. Pero las palabras simplemente no salían de sus labios. Si Effy estuviese allí con ellas… ¿había resistido la tentación de mirar también?

    Se cubrió la boca y la nariz con la palma de la mano y apartó la mirada con celeridad. Llevaba demasiado tiempo sin verla. Pero recordaba con perfecta claridad su cuerpo atlético, sus decididos ojos azules como el mar en calma… el cabello rubio suelto y disperso con la brisa. Su concepto de Effy era ciertamente puro. Pero en ese momento el pensamiento más inesperado inundó su mente… y se sintió avergonzado de su propio, aunque usualmente, imperceptible libido.


    Su novia, acaso… ¿también había pensado así de él alguna vez?

    —¿Qué hacen aquí todos reunidos?

    Aquella voz los alertó a todos. Era Dante esta vez. El muchacho se había acercado, atraído por la curiosidad intrínseca del momento.

    Ver a Alpha, Ian y Hubert allí reunidos llamó poderosamente su atención. ¿Qué podían estar haciendo?

    La había costado acostumbrarse a aquella situación. Aún se sentía cohibido a sentir el fresco aire nocturno rozándole la piel en conjunto con el agua volcánica.

    —¡Y-yo!


    Saludó, nervioso, Alpha. Ian por su parte sonrió, como solo Ian sonreía cuando su maravillosa mente trazaba un plan. Maldito Ian.

    Se oyó otro chillido, más similar a un gemido esta vez. Dante se tensó de forma súbita. Reconocería ese tono delicado en cualquier parte.

    —Hey—prosiguió Lockhart y palmeó suavemente la pared de madera— ¿Qué tal si echas un vistazo por aquí?

    —¿V-vistazo?—Dante repitió con cuidado aquellas palabras, nervioso. Aquella sin lugar a dudas había sido la voz de Emily. Su Emily. ¿Estaba tras la pared? ¿No era inadecuado espiarla mientras tomaba un baño con sus amigas?

    —Venga, no seas tímido.

    Dante tragó saliva con dificultad.

    —N-no creo que sea apropiado Ian—replicó con nerviosismo y se pasó una mano por el cabello oscuro—. Deberíamos dejarlas disfrutar de su baño. Después de todo siempre estamos ocupados en peleas y demás…

    Hubert le puso la mano en el hombro. Aquellas palabras lograron sacarlo de su pequeño momento de reflexión adolescente.

    —Gracias—fue todo lo que dijo.

    Pero la cosa no acabó ahí. Los gritos, chillidos y gemidos de las chicas se sucedieron durante un rato. Y entonces, Nikolah fue el último en acercarse.

    Justo cuando…


    —¡No Emily!—chilló una voz entre carcajadas ahogadas—. ¡Yo no hice nada! ¿Dónde estás tocando…?

    Nikolah se paralizó en el sitio. Parpadeó. Una. Dos. Tres veces. A los engranajes de su cerebro le costaba proceder. Sin embargo y al igual que Dante, reconocería aquella voz en cualquier parte.

    Últimamente lo atormentaba. La escuchaba incluso en sueños. Y había descubierto en aquel tono dulce, maternal y suave una musicalidad con la que ni siquiera podía competir su armónica.

    —¿Esa fue… Liza?—cuestionó—. ¡Oh! ¡Debe estar pasándola muy bien con las chicas!


    —¡S-sí!—Alpha se llevó las manos tras la nuca—. ¡Ya lo creo que sí!

    Y río, avergonzado. Nikolah era como un niño pequeño descubriendo el mundo. Era mejor mantenerlo a salvo del mundo adulto y sus pormenores.

    O no.

    Porque no todos parecía pensar lo mismo.


    —Seguro que sí—prosiguió Ian, malicioso—. ¿Por qué no echas un vistazo y ves si puedes unirte a ellas? Seguro se divierten todos juntos, heh.

    Maldito. Maldito Ian.


    Nikolah se acercó inocente como él solo. En un principio el vapor blanquecino de las aguas calientes opacó parcialmente la imagen y su vista. Hacía calor. Un calor ciertamente sofocante que se pegaba a su piel y ojos.

    Pero entre las vaporosas aguas logró distinguir una figura en pie. Desnuda. La brisa nocturna besaba su delicada y nacarada piel húmeda por el agua. Era estilizada, de curvas suaves.


    Los ojos de Nikolah se abrieron de la impresión al momento en que la realización calaba en su cerebro.

    Era Liza.

    Desnuda.

    Liza.

    Desnuda.

    Su piel empezó a enrojecerse. Las mejillas, las orejas, el cuello. Subió aquel calor intenso apoderándose de todo su cuerpo en cuestión de segundos.

    Liza estaba desnuda.

    En menos de cinco segundos Nikolah parecía un Octillery cocido recién salido de una olla. O un Corphish a la plancha. De sus orejas, en medio de su estupor casi pareció salir humo. Su mente era incapaz de procesar aquella imagen. No podía. No podía.


    No.

    —¡L-L-L-LIZA!

    Exclamó.


    Y salpicando por todas partes se desplomó de espaldas en el agua. Desmayado e inconsciente se hundió hasta el fondo.

    —¡Hermano Nikolah!—exclamó Alpha y se giró para mirar a Ian—. ¡Tío lo acabas de matar!

    Hubert se acercó, presuroso.


    —Tenemos que ayudarle, rápido.

    Pero repentinamente el silencio cayó pesado como una losa en el baño de las chicas. Un silencio tenso, que no podía presagiar nada bueno. La antesala de una hecatombe.

    —¿Nikolah?—preguntó Liza al aire con aprensión. Y se volteó en dirección a la pared de madera que separaba ambos baños.

    Lo había escuchado. Con perfecta claridad su voz en un chillido agudo, extraño. Esa voz que usaba cuando estaba histérico más que nervioso.


    Mimi apretó los puños, tensa. Oh, ahora lo entendía. Ahora lo entendía muy bien. La sangre hirvió en sus venas como fuego líquido.

    De un solo movimiento se quitó la toalla de la cabeza y el cabello rubio cayó sobre su espalda suelto y salvaje como una cascada de sol.

    Todo eso era culpa de Alpha, estaba segura de ello.

    —Lo voy a matar—fue todo lo que dijo.


    Ahora todas eran bien conscientes. Habían sido espiadas todo el tiempo. Era hora de tomar venganza.
     
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    Ay dios mío, porque nuestros nenes son tan maravillosos, gran pregunta (?)

    Me gusta mucho este one-shot, tbh. Cuando contaste la idea por discord lo cierto es que me dieron muchas ganas de leerlo porque sabía que iba a ser muy divertido y que me iba a gustar, y cuando vi que lo publicaste, efectivamente así fue. Lo disfruté mucho uwu

    Amo a mi niña aish, siempre tiene buenas ideas, sobre todo cuando se trata de pasar tiempo con sus amiwis. Y I mean, es obvio que se iba a encargar de invitar a los chicos. Me encanta las reacciones de los chicos, Dante sonrojado y pasándolo mal pero al final aceptaría porque todos sabemos que no sabe decirle que no a Emi, e Ian que pillín, obvio que te quiere ver desnudo, duh, ¿quién no? Y Nikolah es que es un bebé, qué decir.

    Fue en ese momento que Alpha descubrió que necesitaba ir a por el harem, es o no (? Pinche Ian, que se apodera del agujero y ya no hay quien lo quite de ahí, eh. Me encanta como se la suda todo, que vienen Hubert y Dante y él sigue ahí porque así es nuestro papasote y así lo amamos.

    El detalle de Dante distinguiendo la voz de Emily, i mean, OBVIO. Sobre todo si es medio gemido (?? Also, menos mal que puso un poco de cordura en la situación, al final que él es el que más cabeza tiene y pues... igual no es que esté necesitado ewe(?)

    Anyways, pobre Niko </3 Ahora no solo los chicos van a morir a manos de las chicas, si no que seguramente los chicos mismo acaben queriendo matar a Ian por haberles metido en es lío... o quizás a Alpha. Idk, va a haber muchas muertes (?)

    Y eso, que me he reído mucho y me ha gustado porque me has dado comeback, sweet y emian al mismo tiempo and i'm living tbh (???)
     
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  1. Yugen
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