Decían que la vida adulta era complicada, que nunca volveríamos a experimentar la sencillez que había caracterizado nuestra infancia, y quizás tenían razón, quizás la vida adulta nada tenía que ver con lo que habíamos vivido cuando éramos niños. Pero quizás eso estaba bien. Había pequeños placeres que solo los adultos podían disfrutar, como el hecho de compartir una copa del más exquisito brandy de Jerez con tu grupo de amigas durante una cálida tarde de sábado y contarles a ellas, a las personas que estaban siempre ahí para ti, lo dura que había sido tu semana en el trabajo y lo poco que aguantabas a tus compañeros. Escucharlas también, compartir unas risas y acabar bebiendo un poco demás. Quizás nunca volveríamos a experimentar la sencillez de nuestra infancia, ¿pero acaso no existían remansos de paz en nuestras vidas adultas también?
Llevo una semana imploding y la verdad es que leer este relato me dio bastante paz xD A todos nos llega un punto en el que pensamos que la vida adulta nos supera, parece que hay muchas obligaciones, poco tiempo, presión por responsabilidades... Como si ya todo fuese sacrificio y rutina. Pero es cierto que también hay remansos para respirar y muchas veces esos ratitos pasan desapercibidos. No sé, es un mensaje muy bonito este, en mi opinión, muy bien escrito y muy realista. Me ha gustado mucho, sip. Gran trabajo, Gabi <3 Sigue así, Lucas Diamond~
Es curioso, cuando somos niños queremos convertirnos lo más pronto posible en adultos. Y de adultos se extraña esa época más despreocupada, repleta de juegos y sin preocupaciones. Me ha gustado el relato porque de ese pensamiento característico, le das una vuelta y sacas el lado positivo. Si, la niñez tiene su lado bueno pero de adultos disfrutamos de otros placeres también. Además, siento que tras este periodo tan extraño que nos ha tocado vivir aprecio mucho más esos pequeños momentos. Una bonita historia, cercana y muy amena que trae consigo una buena reflexión. Gracias por compartirlo.
La vida adulta es complicada, no cabe duda, pero tampoco hay que satanizarla y decir, qué cuando niños vivíamos mejor. Porque es cierto, la vida adulta trae consigo cosas muy disfrutables que cuando niños no podríamos disfrutar. De niños tenemos el "amarre" de los adultos, y aunque es cierto que en la vida adulta tenemos otro tipo de "amarres", tenemos la capacidad de tomarnos esos descansos. Y definitivamente, disfrutar de un delicioso vaso de cualquier bebida alcohólica. Ambas cosas; la adultez y la niñez, hay que disfrutarla en su momento. De niño soñar con convertirnos en adultos y una vez adultos, rememorar nuestra niñez. Es un mensaje muy positivo y bonito. Así que, gracias por éste.
Que lindo... Bella narración, muy limpia. Me encantó cómo fue de menor a mayor tan sutilmente, le diste un efecto increíble. Lo curioso es que me hace sentir todavía más el mensaje porque después de todo estás hablando de la niñez y la adultez, y el escrito madura de la misma manera. El mensaje es bastante crudo. Tiene la visión de una persona que está mirando al pasado, cosa compleja de hacer a menos que lo hayas vivido. Es por eso que dicen que un escritor se hace con la experiencia de vida y no con los libros. Creo que la vida tiene algo bello en cada una de las etapas que vamos atravesando, y en este micro lo expresaste muy bien. Cuando somos pequeños añoramos ser grandes y cuando somos grandes añoramos ser pequeños, pero, aunque de adulto sea un poco más difícil ver esos momentos gratos, sí existen. Incluso te diría que son todavía más fuertes que los que se sienten de pequeño, porque recién de grande es cuando comienzas a valorarlos. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y uno no sabe el valor de las cosas hasta que empieza a buscarlas. Gracias por compartir semejante mensaje, y tan bien escrito y prolijo. Saludos :)
