Khaleesi estaba triste, rota, veía a Drogo y su situación, estaba moribundo, peor que muerto. Sintiendo pena por él, quería acabar con su sufrimiento, con las manos temblorosas tomo la almohada y se acercó a su esposo. —Lo siento—Susurró mientras acercaba la almohada a su rostro. Con las pocas fuerzas que le quedaban, apretó hasta que sintió que el cuerpo de su marido ya no respiraba, ahora estaba en un lugar mejor, lejos de tanta guerra,lucha y muerte.