Acosada hasta la muerte.

Jelow! (?
Vaya, hace tiempo que no publicaba algo. Bastante diría yo, creo que desde noviembre o diciembre del año pasado.
Bueno hoy les traigo un long-fic un poco... ¿Diferente? Espero les guste.

Autor:Grace.
Título: Acosada hasta la muerte.
Tipo: Long-fic.
Género: Misterio/Suspenso. o eso creo
Advertencia: Muerte de un personaje. Acoso.

Epílogo.​

Se sentía devastada, había terminado con su novio con el que duró cinco meses ya que lo vio besándose con otra en la plaza del centro comercial. No culpaba a la otra chica ya que notó la sorpresa y el dolor en su mirada.

Su cuerpo, yacía en su cama, mientras su mente divagaba por otro lado intentando deshacerse de esos dolorosos recuerdos que en algún momento le resultaron placenteros y llenos de alegría y felicidad. En aquellos momentos la torturaban, haciendo que torrentes de cristalinas lágrimas amenazaran con brotar de sus ojos color jade.

Las lágrimas no esperaron más y empezaron a correr por su rostro. Se sentía destruida. En ese momento, recordó lo que le dijo su rubia amiga llamada Ino, no había tomado en cuenta sus palabras de consuelo hasta ese momento «Frentesota, eres una muchacha fuerte, y aunque no te lo diga mucho, o, quizá puede que no te lo diga pero, eres muy hermosa, no dejes que un bastardo te arruine la vida, no necesitas a un hombre a tu lado para ser feliz. Levanta ese ánimo, sigue adelante, sonríele a la vida, muéstrale a todos lo fuerte que eres, Sakura. Y sobre todo, muéstrale a ese idiota lo que perdió por cerdo» Ino tenía razón, no se dejaría vencer, no se echaría a morir a los pies de él, ni de nadie. Se secó las lágrimas con la palma de su mano y se levantó de la cama para dirigirse hacia su computadora. Pensó que meterse en Omegle, la página web donde te ponen con un desconocido a charlar el tiempo que quieras sin revelar tu identidad o la de la persona con la cual estás entablando conversación a menos que tú decidas hacerlo, sería buena idea para poder distraerse un rato. Su amiga Tenten, le había enseñado la peculiar página web, ella siempre la usaba para hacerle bromas a la gente; fingía ser alguna celebridad y a veces la gente le seguía el juego o se lo creían, o, simplemente se iban después de haberle mandado un muy cortés saludo a su madre.

Ya pasado un rato de haber ingresado a la página se sentía un poco más animada. Había hecho varias bromas. Primero; se hizo pasar por el cantante Justin Bieber, y algunas personas se lo creyeron, otras simplemente se fueron, y una persona le dijo que era su mamá, y le echó un sermón enorme, diciéndole todo tipo de estupideces e improperios con lo que no puedo evitar reírse por más de cinco minutos. Después; entró en un chat con alguien que no dejó que enviara algo ya que éste individuo le había puesto que era Lord Voldemort. Se rió mucho más cuando le dijo a ésta persona que era su nariz, y "Lord Voldemort" sólo le dijo en letras mayúsculas que por fin, después de tanto tiempo había logrado volver a reunirse con su tan amada nariz, y que, lo que menos esperaba era encontrársela en un chat común como lo era ese.

Cuando por fin logró librarse del excitado Voldemort por haber encontrado su nariz, se salió del chat y entró a otra ventana donde decidió ser ella misma. Fue un gravísimo error. Pues su futuro, y su vida cambiarían drásticamente debido a eso.

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Bueno, ¿qué les pareció el epílogo?
Gracias por leer, intentaré traer los capítulos sin tardarme mucho.
Adiós. c:

 

Holi. :33
Bueno, aqui esta el primer capitulo.



Capítulo Uno. Primer error.


Entró en la ventana de chat y esperó a ver si el extraño escribía algo, como vio que no lo hacía, decidió empezar a hablar ella. Comenzaron a hablar normal, con las típicas preguntas; su sexo, nombre, edad, que hacía y de donde era. Mintió cuando el extraño le preguntó su edad diciéndole que tenía 20 años, y que actualmente estudiaba diseño. En realidad tenía 16, y seguía yendo a la preparatoria pero optó por... distorsionar un poco los hechos ya que se encontró con que estaba hablando con un hombre. Prefirió preguntarle ella de donde era por si el tipo intentaba hacerse el interesante diciéndole que eran de la misma ciudad en la que había esto viviendo desde que tenía uso de razón.

Para su sorpresa, el hombre, que hasta ahora, por lo que sabía se llamaba Itachi, de 21 años de edad, el cual estudiaba ingeniería después de haberse graduado como abogado, vivía en Japón también, pero a diferencia de ella que vivía en la pequeña ciudad de Konoha, el muchacho vivía en la gran Tokyo.

Le parecía agradable hablar con él. Habían llegado al tema de que hacía ella en esa página, y terminó contándole su mala suerte para el amor aunque sabía que no debía hacerlo ya que no lo conocía. Aún así el muchacho leyó toda su historia sin decir nada, sólo lo justo en sus momentos, y cuando la muchacha terminó su relato Itachi habló expresando lo que pensaba, dándole razones y diciéndole algunas cosas que le hicieron recordar a su amiga Ino.

El hablar con él en algún sentido le hizo bien a Sakura, ya que pudo descargar su rabia con alguien y decir todo lo que sentía. No sabía porque razón no había llamado a una de sus amigas que, por muy tarde que fuese también la hubiesen escuchado hasta el último detalle, sólo se lo contó, pero ya no importaba, ya se lo había dicho a Itachi y no había pasado nada malo es más se sentía mucho mejor.

Cuando estaba a punto de irse del chat para ir a descansar, el muchacho la detuvo. Le había pedido muy amablemente si podía darle su dirección de correo electrónico para que pudieran seguir en contacto. Ella lo pensó un momento, al final, gracias producto del cansancio y ganas de irse ya mismo a la cama se lo dio. Podía bien declinar la invitación, o aceptarla y después bloquearlo y borrarlo pero de eso se encargaría más tarde. Cuando hubiese descansado lo suficiente para poder pensar lógicamente. Salió de la página y apagó la computadora, se paró del escritorio y se encaminó directo a su cómoda cama, que la espera calentita en lo que ya era su habitación completamente en penumbra, debido a que el resplandor de colores procedentes de la computadora se había extinto hacia sólo unos minutos cuando el aparato había terminado de apagarse correctamente. Se tiró en la cama sin importarle no tener puesta la pijama o haberse lavado los dientes y la cara, quería irse a dormir lo más pronto posible. El estár en la computadora le había robado varias horas de sueño ya que ella generalmente se acostaba a las 10:30 p.m, como máximo 11 y ahora el reloj le marcaba las 3:45 a.m.



Despertó gruñiendo por lo bajo, el sol se había filtrado por los espacios libres que había dejado su cortina y dieron a parar directamente en su cara haciendo que la fémina despertara. Lenta y perezosamente abrió los ojos, alargando un brazo hasta llegar al reloj despertador que descansaba en su desvencijada mesita de noche que en algún momento había pertenecido a su madre cuando ésta tenía la edad de Sakura, lo tomó y vio la hora: 10:30 a.m. Demonios, seguro su mamá la regañaría por haber despertado tan tarde. Aunque fuese sábado, Sakura se levantaba temprano para ayudar con los quehaceres del hogar. Ella y su madre vivían solas en una enorme mansión. Al haber muerto su papá cuando ella apenas tenía cuatro años, su madre ocasionalmente tenía citas, pero no se había vuelto a casar, por lo tanto se repartían las cosas por hacer en la casa Haruno.

Se levantó de la cama de un salto y salió disparada al baño para un aseo corporal rápido. Veinte minutos después salió del baño vistiendo un short de jean y una camisa de tirantes azul mientras calzaba unas sandalias sencillas blancas, y su corto cabello tejido en una maltrecha trenza.

Salió de su cuarto esperando escuchar a su madre caminando por toda la casa mientras hablaba con alguno de sus empleado por el manos libres de su teléfono mientras manejaba una agenda electrónica. Su mamá, era una exitosa mujer dueña de su propia línea de cosméticos. Se extrañó al ver que toda su casa estaba en completo silencio, antes de bajar las escaleras fue al cuarto de su progenitora a ver si estaba ahí. Nada. Todo estaba en perfecto orden como a su mamá le gustaba.

Bajó recorriendo toda la planta inferior a ver si veía algún indicio de la Haruno mayor por ahí, pero no tuvo exito. Al llegar a la cocina encontró en la mesa ubicada en el centro que usaban siempre para comer cuando estaban ellas dos solas una nota que ponía: «Sakura, querida, he tenido que salir a una reunión importante de último momento, tal vez no vuelva sino hasta muy tarde a la casa, por favor, no me esperes para ninguna de las comidas. Invita a tus amigas si te sientes sola, tienes mi permiso. Diviértete un rato.

Te quiere, tu mami, Hikari Haruno.

Posdata: No te preocupes por la limpieza de la casa, me levanté muy temprano hoy y me ocupé de todo.» Terminó de leer la nota escrita con la pulcra y hermosa caligrafía de su mamá. Cerrando los ojos, lanzó un muy sonoro suspiro. Hikari últimamente tenía mucho más trabajo, y aún así se las arreglaba para poder hacer varios de sus oficios en la casa. Sin embargo el agotamiento muchas veces se reflejaba bajo las capas de maquillaje que utilizaba para ocultar todo, como una máscara.

Arrugó la nota y la lanzó a la basura para después encaminarse a la nevera en busca de un yogurt, no tenía ganas de prepararse un elaborado desayuno, así que optó por eso. Al terminar, salió de la cocina y se dirigió hasta la escalera de mármol que dirigía a su cuarto. Cuando ya había subido unos cuantos peldaños, el sonido del teléfono retumbó por toda la casa. Bajó los escalones con la misma rapidez con la que los subió, y a grandes zancadas llegó al teléfono.

—¿Hola? —preguntó una vez que ya había agarrado el teléfono.

—¡Hola, Sakura! —saludó enérgicamente una voz que reconoció como la de Ino—. Las chicas y yo nos hemos preguntado si te gustaría ir hoy a casa de Hinata, iremos todas. Veremos unas películas, hablaremos un rato, ya sabes, lo de siempre. ¿Qué dices, te animas?

A Sakura le gustaba estar con sus amigas, eran muy divertidas, pero simplemente, en esos momentos no le apetecía nada. Sólo quería volver a su cuarto, y estar sola todo el día.

—Ah, lo siento, Ino, me gustaría, pero no puedo, mi mamá no está. Está trabajando y no creo que sea correcto ir sin su permiso —se disculpó Sakura.

—Ya veo, bueno, otro día será. Hasta luego Sakura.

—Sí, adiós —se despidió la muchacha mientras bajaba el teléfono y lo ponía en su puesto.

Volvió sobre sus pasos para cumplir con la labor de subir a su cuarto. Ya en su cuarto, se tiró en su cama boca abajo. Dormiría un rato y después haría algo más. Rodó un rato en su cama intentando conciliar el sueño, cosa que se le hizo imposible. Después de estar más de media hora rodando en su cama se levantó y se dirigió a su computadora, algo tenía que hacer, no iba a pasar todo el día dando vueltas en su cama como si aplastara algo.

Prendió el equipo y se sentó en la silla que yacía frente al escritorio. Lo primero que le apareció cuando la computadora arrancó completamente fue la ventana del messenger. Bueno, qué más daba, se metería un rato a ver con quien podía hablar ya que no tenía nada más producto que hacer. Al abrir el programa una ventana, mucho más pequeña apareció. Un nuevo correo electrónico deseaba agregarla a su lista de contactos. No reconocía la dirección de correo, ¿Itachi? ¿Quién demonios era Itachi? Ah, ya recordaba, el agradable muchacho con el que había estado hablando anoche y que le pidió su correo. Lo aceptó, le había caído bien y parecía un buen muchacho.

Cinco minutos después de haberlo agregado, le apareció en línea, y decidió hablarle. Itachi, Itachi Uchiha. Podía ser pariente de Sasuke, un amigo de la muchacha, después le preguntaría a su compañero sí conocía a un tal Itachi.

Habían empezado a hablar de literatura, el muchacho era un gran conocedor de libros, cuatro de cinco libros que ella decía que le gustaría leer, él le daba su opinión personal. Después hablaron de más cosas, tenía mucho en común con Itachi, y eso le agradaba, no todos los días hablaba con alguien así. La vista le dolía por estar tanto tiempo pegada a la computadora, se despidió del muchacho y se fue. Levantándose de la silla reconsideró la propuesta de su amiga Ino, la llamaría para ver si ella y las chicas podían ir a su casa esa tarde.



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Bien, hasta aqui el primer capitulo, espero les haya gustado.


Pronto traere el segundo capitulo.
Adios c: