Acontecimientos.

Tema en 'Relatos' iniciado por pepepe, 1 Diciembre 2008.

  1.  
    pepepe

    pepepe Guest

    Acontecimientos.

    Acontecimientos.

    Rika iba saliendo de la escuela. Ya había oscurecido, pero la calle estaba iluminada por faros, era una noche sin luna, pero llena de estrellas. Al cruzar una esquina topo con dos chicos apoyados en la pared, uno más alto que ella de camisa verde y su rostro tapado por su cabello, a su lado un chico de su misma estatura con una camiseta gris y lentes oscuros.
    -¿A donde vas? -le pregunto el de verde.
    Rika lo ignoro y siguió adelante. Pero los chicos fueron más rápidos que ella, talvez ella no se lo esperaba, el chico de camisa verde le tomo los brazos por la espalda con fuerza.
    -¿Qué diablos haces? -le grito Rika.
    -Nunca nos ignores niña. -dijo el chico que la tenía sostenida.
    El chico de camisa gris se acerco a ella, saco una cuerda de la bolsa de sus pantalones y con fuerza y rapidez los chicos la ataron a un tubo de agua que había en la calle. Rika forcejo con todas sus fuerzas pero lo más que consignó fue hacerse daño. Los chicos la amordazaron para evitar que gritara. El chico de gris se acerco a los pantalones de la chica y los desabrocho, Rika trato de patearlo pero no lo consiguió. El mismo chico le bajo las bragas también dejando su parte intima a su vista, Rika desesperada forcejaba con más fuerzas pero era imposible. El chico de verde se puso tras ella y metió sus manos bajo la camisa de la chica.
    -Vaya, vaya, pero tienes unos pechos muy lindos. -dijo el chico de verde.
    -Pero mejor está acá abajo. -dijo el chico de gris, a continuación sacó más cuerda y amarró los pies de Rika al tubo para que no pudiera patear. El de gris, metió sus dedos en la vagina de la chica, Rika gimió tras la mordaza, el chico de verde, había subido la camisa de la chica hasta arriba y ahora lamía sus pezones con lujuria, mientras masajeaba sus nalgas.
    La vagina se empezó a humedecer.
    -Vaya, te excitas rápido. -dijo el de gris, mientras se bajaba los pantalones, su amigo lo imito y ante los ojos de la chica aparecieron dos penes adolescentes pero grandes. El chico de gris la embistió por delante, mientras que al mismo tiempo el de verde la embistió por detrás. El de gris por la vagina, el de verde por el ano.
    Rika grito con todas sus fuerzas, el dolor era agudo y horrible, pero el grito fue ahogado por el paño en su boca, al instante la chica sintió su entrepierna cubierta por un líquido extrañamente tibio. Los chicos se habían vuelto a subir los pantalones y la soltaban del tubo.
    -Para que te quede de lección. -dijo el de gris.
    -Nunca nos ignores. -dijo el de verde.
    -Me llevo esto de regalo nena, -dijo el de gris tomando sus bragas y llevándoselas. -nos vemos.
    Los chicos se fueron entre las sombras dejando a una pelirroja en la calle, devastada.

    La chica consiguió vestirse a duras penas, su cuerpo era pesado, estaba lastimada, en verdad lastimada. Esos chicos habían atentado contra ella, ¿por que? ¿Por diversión? Eran idiotas, lo sabía eran unos idiotas, cretinos. No merecían llamarse humanos, desalmados.
    Mientras yacía en el suelo, sin fuerzas para levantarse un chico de cabello café claro dobló la esquina, al verla exclamó:
    -¡RIKA! ¿Pero qué haces en el suelo en estas condiciones?
    -Takato... -gimió la chica débilmente.
    El joven la tomo del brazo y la ayudo a levantarse. Quería saber que le había sucedido pero no había tiempo para eso ahora, parecía como que de verdad debía llevarla a casa ahora. Casi alzada la llevo hasta el dojo Nonaka. La puerta estaba abierta así que siguió hasta la habitación de la chica.
    -¿Donde está tu madre? -pregunto el chico, para poder llamarla y saber que le había sucedido.
    -Mamá y la abuela no están en la ciudad, estoy sola en el dojo.
    -Ehh... Pero entonces... no importa. -Takato respiro -Dime que te sucedió por favor, me tienes preocupado.
    Rika apoyo su cabeza en el pecho de su amigo, su cercanía la hacia sentir segura.
    -Al salir del torneo, me tope con unos chicos que me molestaban, trate de ignorarlos y esto los enojo, ellos... -su voz se corto -me tomaron por los brazos... y me violaron. - la chica reventó a llorar en los brazos de su amigo atrayéndolo más hacia sí, con fuerza sintiéndolo lo más cerca que podía, necesitaba protección, de aquellos maleantes que le habían hecho ese daño, un daño irreparable.
    Pasaron abrazados largo rato, Takato la sostenía con fuerza, como temiendo que se partiera en pedazos. Al llegar la noche la chica se había dormido en sus brazos. Takato la deposito en su fitón y se disponía a partir cuando un quejido lo detuvo:
    -No te vayas Takato. -dijo la chica.
    -Rika, es de noche, estarás bien, en tu casa estás protegida.
    -Quédate conmigo, podrían regresar.
    Takato, lo pensó un momento,
    -Pero tengo que bañarme y no hay otro futón acá.
    -Te compartiré mi futón y puedes bañarte aquí, anda Takato por favor! - suplico ella -No me vas a dejar.
    Al final Takato acepto.
    -Takato la tina con el agua está lista, ven a bañarte.
    El chico entró en la sala de baño, su cuerpo cubierto solo por una toalla. Cuando entró vio a su amiga dentro del agua y la toalla rosada a un lado de la tina. Rojo semáforo retiro la mirada.
    -Pero Rika, tu te estás bañando acá!!!
    -Tranquilo, ven conmigo. Puse muchas burbujas, no pasa nada.
    -Es que no creo...
    -Anda, me taparé los ojos hasta que te metas.
    Takato suspiro pero cuando la chica se cubrió los ojos, se deshizo de la toalla y entro al agua, es decir, ella solo estaba asustada y quería compañía, además era cierto que había muchas burbujas y no se veía el fondo de la tina.
    La chica se destapo los ojos y le sonrió.
    -El agua está rica. -dijo él.
    -Te dije que lo estaría. -dijo ella, a continuación la chica se levantó de la nada, dejando a la vista de Tai su cuerpo, una pareja de pechos redondos con un punto rosa puntiagudo y justo frente a su nariz un triangulo guiado por sus piernas con una rajadura que iba hacia atrás.
    Takato casi se infarta al ver a su amiga desnuda, así como vino al mundo.
    -Rika, diablos, tápate! -gritó Takato.
    -No te albures tanto. -dijo ella despreocupada -Tengo que salir para ponerme jabón.
    -Pero estás desnuda y yo estoy acá. -dijo el chico con la cara roja roja y los ojos cerrados.
    -No importa, eres mi amigo.
    La chica salió de la tina y comenzó a frotar su cuerpo con el jabón, Takato se atrevió a abrir sus ojos. La imagen era grandiosa, las gotas de agua caían de su pelo, por su rostro, rodeando sus pechos, bajando por su abdomen femenino, bajando más aún hasta sus partes intimas hasta perderse entre sus piernas. La chica levantó una pierna y la apoyó a un lado de la tina para enjabonar su pierna y sus partes femeninas. Takato sentía su pene excitado, haciendo barullo en el agua de la tina, la temperatura subía aunque el agua seguía igual.
    -Takato... -llamó ella.
    -¿S...Si? -respondió el.
    -No alcanzo a ponerme jabón en la espalda me ayudas?
    -Claro acércate... -susurró él.
    -Ven tu afuera, porque si no se me quitará el jabón con el agua. -dijo ella.
    Takato respiró profundo y salió del agua no podía creer que enserio estaba dejándose ver desnudo por Rika, sobre todo ahora que su miembro estaba tan arriba. Se acercó a ella, tomó el jabón y lo pasó por su espalda.
    -Ahh, ahh, ahh -gimió ella.
    -No hagas así. -le dijo él.
    -Es que enjabonas rico. -respondió. -Pásalo también adelante.
    Takato siguió sus instrucciones y se puso a frotar los suaves pechos de la chica con sus manos jabonosas. El tacto era esplendido con ella, la jaló hacia la tina donde se metieron juntos al agua, ella sobre él y él bajo ella. La chica sentía el pene de Takato presionando tras ella, el chico frotando para deshacerse del jabón, bajo su mano y la metió entre las piernas de su amiga para "quitar el jabón" de sus partes íntimas. Restregó su entrepierna, introdujo sus dedos en la vagina de su amiga quien gimió con más fuerza aún.
    -Ahhh, ahh ahh ahh.
    Takato se detuvo al instante, dándose cuenta hacia donde se acercaba y recordando lo asustada que había estado por la violación, no quería que ella le tuviera miedo también.
    -Creo que el agua se está enfriando vamos a vestirnos ya, te parece? -dijo dulcemente el joven.
    -Me parece -respondió ella con una sonrisa.
    Juntos salieron de la ducha, juntos de la mano. Juntos se secaron y juntos se pusieron su pijama, ella una camisa rosa de tirantes, él unos calzoncillos azules. Los pechos de ella se notaban bajo la camiseta, pero él no dijo nada.
    Rika llevo a Takato hasta su cuarto, al entrar el chico vio una sola cama, al lado de una mesa con un reloj sobre ella y un estante con ropa medio doblada. Rika se sentó en la cama y le hizo una seña a su amigo para que se sentara junto a ella, él así lo hizo sintiéndose nervioso por la situación.
    -Gracias por pasar la tarde conmigo Takato. -dijo ella.
    -No es nada, -dijo él. -Por ti está bien.
    La chica se recostó en la cama dejando un espacio a su lado. Takato se levantó, caminó hacia la puerta pero justo antes de salir ella habló:
    -¿Te vas, Takato?
    -Es hora de que duermas.
    -Dormiré, pero quédate conmigo, por favor, Takato.
    Tras pensarlo por un momento se decidió acompañarla, así pues se metió en la cama a su lado, ella lo abrazó con fuerza apegándolo a ella como si su vida dependiera de ellos. El corazón del chico comenzó a acelerar sentía los pechos redondos y puntiagudos sobre su abdomen, además sus piernas estaban entrelazadas con las de él y si estiraba los dedos medio centímetro tocaría la vagina de la pelirroja, era demasiado tentador pero debía contenerse. Takato bajó la mirada y se encontró con los ojos de su amiga que lo miraban con cariño. La chica tomó su mano derecha entre las suyas y la puso sobre su corazón el cual también estaba agitado, él la miró, sus ojos era dulces y penetrantes al mismo tiempo, sus miradas se acercaron hasta que ella cerró sus ojos y entonces lo que tuvo cerca fueron sus labios, la chica lo besaba.
    Takato reaccionó casi involuntariamente devolviéndole el beso, entrelazando sus lenguas bailando un solo compás. Ella bajó la mano del chico a uno de sus pechos y dirigiéndolo con su mano masajeaba ágilmente. El chico sonrojado le seguía el paso, ella bajó su mano por el costado, luego la dirigió por el abdomen formado de su amigo hasta finalmente introducirla entre sus calzoncillos y tomar en sus manos el pene de su amigo...
    -Rika... -titubeó él.
    -Tranquilo, yo estoy bien y tú también debes estarlo.
    -Pero recién tu...
    -Olvida lo que sucedió, yo solo te quiero a ti, Takato.
    -Pero creí que éramos amigos?
    Ella sonrió. -Lo somos!

    Los instintos de Takato sobrepasaron su razonamiento y tras estas palabras dirigió sus labios a los de su amiga y la besó con pasión, con furia y con deseo. Abrazó a la pelirroja y se dio la vuelta dejándola a ella encima de él, no quería hacerle daño con su peso y además así sentía los latidos de ella sobre sus propios latidos, sentía su pelo caer suavemente sobre su cuello, sentía su piel palpitar a la emoción que sentía. Sus lenguas danzaban un vals que no se aprende más que en una experiencia apasionada de verdad. El beso tuvo que detenerse por un momento porque ambos necesitaban tomar algo de aire, les hacía de verdad falta tomar aire.
    -Takato... -dijo Rika entre jadeos.
    -¿Si?
    -Alguna vez has deseado hacer algo, algo en especial? -preguntó ella con lujuria en la mirada.
    -No, no te entiendo. -respondió Takato confundido.
    -Nunca te has preguntado como se siente algo, que digámosle así, no dejarías que tus padres supieran?
    -Por... por qué preguntas? -dijo él.
    -Solo curiosidad, somos amigos Takato. -respondió ella suspicaz.
    -Bueno... Mi primo Tyson me contó una vez que una chica le lamió el... el... -Takato se detuvo nervioso. -Ahí. -dijo al fin señalando su pico.
    -Y tu te preguntas que sentirás, cierto?? -terminó ella.
    -Pues sí, -dijo él -es una tontería lo se pero...
    Ella no lo dejó terminar, ya que mientras él hablaba ella le había tomado los lados del calzoncillo y de un tirón se los bajó.
    -Ehh Rika! -exclamó él.
    -Tu me salvaste y eso se merece que haga tus sueños realidad. -le respondió al instante.
    A continuación sin dejar que Takato le respondiera la chica tomó entre sus manos el pico de su amigo, chasqueó la lengua y se lo metió en la boca, Takato se sonrojó mucho justo al momento. Rika lamía los costados del pico de arriba a abajo haciendo que Takato gimiera excitado, luego comenzó a succionar la punta del pico, sentía la piel del chico erizarse bajo sus caricias.
    -Ahh, ahh, ahh -gemía el joven -Ri... rika!
    -Te dije que te haría disfrutar.
    Takato recordó en ese momento que su primo le había dicho que en momentos así la cabeza de arriba dejaba de funcionar y la de abajo tomaba el mando, bueno en ese momento sucedió. Takato se levantó, empujando a su amiga hacia atrás, metía sus manos por debajo de su camisa y tomó los pechos en sus manos, la chica sabía lo que traía su amigo en la cabeza, evitó molestias y ella misma se quita la camiseta mientras que su amigo masajeaba sus pechos con fervor. El chico se dirigió de nuevo a su boca, besándola con ardor, con lujuria, con pasión. Bajó sus manos por los costados dejando caer al suelo las bragas de su amiga, sin soltar el beso, masajeaba con una mano un pecho y la otra le acariciaba la zona más íntima a su amiga.
    -Hazlo! -dijo ella en un respiró.
    Esta pequeña frase le basto al joven para seguir adelante, introdujo sus dedos en la vagina de la chica, la cual gimió con fuerza.
    -Ahh ahh ahhhh.
    -Estás húmeda. -dijo el chico.
    -Porque ya es hora de continuar.
    -Estás segura?
    -Siempre esperé por este momento.
    Takato le separó las piernas, se acomodó entre ellas y con cuidado de no dañarla la penetró.
    -Ahh
    Un solo grito fue lo que se escuchó en la habitación, todo lo que siguió fueron obras de la pasión.

    La chica no podía explicar lo que sentía al tener a su amigo dentro de ella, sentía un calor inmenso en todo su cuerpo, como si estuviera cobijada por mil cobijas de lana suave. El calor que él producía en ella era el mejor sentimiento que jamás hubiera sentido.
    Takato se movía al compás de un corcel cabalgando en una tarde de verano, sus cuerpos se moldeaban perfectamente uno sobre el otro, sus respiraciones se hacían una sola, jadeando, respirando…
    – Rika, -gimió el chico –tu cuerpo es tan suave.
    – Takato, -gimió ella en respuesta –tu cuerpo me produce un calor bello.
    El cuarto se lleno de jaleos, respiraciones entre cortadas y un mar de colores que ninguno de los dos había llegado a conocer de esa manera. Tras un rato, Takato sintió una bajar de su miembro y Rika la sintió llegando a su interior. A continuación ambos cayeron rendidos, uno al lado del otro, agotados, pero felices.
    – Será mejor que me vaya. –dijo Takato.
    – No por favor, -dijo ella –me dará miedo quedarme sola quédate.
    En respuesta el chico la abrazó fuerte con una mano, mientras que con la otra subía una de las cobijas para taparlos del mundo entero que los rodeaba.
    Dos niños, uno muy feliz después de expresar su amor oculto por su amiga, la otra, una chica la cual estaba feliz de haber recibido tanto amor, pero asustada del mundo exterior, abrazaba a su amigo fuerte, con la intención de que él la protegiera por siempre.

    A la mañana siguiente el sol se coló por una de las ventanas de la pequeña habitación, dos chicos abrazados despertaron de un sueño muy bello.
    Rika miró abajo, su ropa estaba tirada al lado de la cama, su cuerpo estaba cubierto por el cuerpo desnudo de su amigo y eso era todo.
    Takato la miró dulcemente recordando la noche anterior. Pero al ver el sol por la ventana supuso que sería mejor alistarse.
    – Pronto será hora de irme, es mejor si me visto. –dijo Takato.
    Este se salió de la cama y se puso la ropa, la chica lo miraba desde la cama. Pronto llegó la hora de irse, ella se levantó de la cama, tapándose el cuerpo con una sabana.
    – Gracias por acompañarme ayer Takato. –dijo ella –Eres sensacional.
    Takato se despidió de ella con un beso en los labios y se retiró.


    Fin
     
    pepepe ha tirado dados de 6 caras para Total: 39 $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice
    pepepe ha tirado dados de 6 caras para mi Total: 41 $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice
    pepepe ha tirado dados de 6 caras para Mi Total: 43 $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice
    pepepe ha tirado dados de 6 caras para Kao Total: 45 $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice $dice
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso