“Aventuras en el Reino de la Huella” es un juego de rol que se desarrolla en un universo medieval-fantástico que tendrá como característica, por un lado, la existencia de la magia y los dioses, y que, por otro lado, en este mundo todas las formas de vida (excepto vegetales y microorganismos) son seres racionales, dotados de lenguaje y cultura, humanoides en su mayoría (en los apartados de Clases y Razas hay imágenes que lo grafican mejor). Al no haber animales "comunes" como los de nuestro mundo, el consumo de carne y la tracción a sangre están prohibidos en todos los pueblos del Reino de la Huella. Pero en las afueras, los territorios donde aún no se ha extendido la soberanía del Rey Chester III, el último de los domésticos (un perro), pueden ser un lugar propicio para sentarse a disfrutar de un rico estofado de conejo... aunque eso sí, con la conciencia de haberte comido a un ser pensante, a un semejante que de seguro ha suplicado por su vida en un lenguaje más que entendible. Las especies que en este mundo no han ido evolucionado en seres con racionalidad discursiva simplemente se extinguieron y el accionar de aquellas que desempeñaban funciones necesarias para la continuidad de la vida ha sido suplido con hechizos. La falta de abejas, por ejemplo, se ha solventado con el accionar de los magos polinizadores de los bosques. También se usan hechizos para renovar la tierra y poder seguir sembrando en lugares que dejan de ser fértiles por el uso continuo, pues el reino no posee un territorio demasiado extenso. El reino se proyecta sobre cuatro extensiones de tierra que son todo el mundo conocido, no se sabe qué hay más allá de las interminables aguas que poco se han explorado, pero parecen infinitas. Lo que sí se sabe es que la tierra del reino se encuentra justo en el medio de una curiosa y simétrica división (aunque aparentemente natural) de las aguas, saladas al este y dulces al oeste. Los únicos animales irracionales y desprovistos de cultura que quedan son pequeños pájaros y se los considera sagrados. Si matas a uno, los dioses te lanzarán una maldición por el resto del día y el castigo terrenal puede ser hasta la pena de muerte si se comprueban en un juicio tus actos contra la vida celestial. La caza y la pesca en este mundo, no obstante, son una realidad. Estas actividades son, en la mayoría de los casos, consideradas delictivas e inmorales. El ámbito de la caza, sin embargo, tiene su vertiente más inocente representada por los cazadores de frutas, un oficio que dota de una característica más lúdica al arte de la recolección de frutas exóticas. Quienes cazan a sus semejantes son carnívoros que muchas veces forman parte de distintos gremios y organizaciones carnívoras que se manejan en la clandestinidad y la comercializan. Los pescadores son los cazadores que salen en busca de las sirenas que aún son frecuentes en algunas extensiones de agua del reino. La pesca obviamente está prohibida también. La clase de caza permitida, además de las frutas, es la de dragones y monstruos enemigos del reino y los poblados, los cazadores de dragones y los dragones son extremadamente raros, pero quien sea que se imponga sobre estas criaturas será considerado héroe por la comunidad y obtendrá fama, fortuna y el derecho a que el rey le conceda un deseo que esté a su amplio alcance de realización. En cuanto al consumo de lácteos, si bien no está penado por la ley, es considerado una desviación o incluso una perversión y conlleva una cierta condena social. Con todo, igual hay innumerables antros ocultos con nodrizas en la mayoría de las ciudades y pueblos. En un principio, cada especie tenía su sociedad separada del resto, pero desde la creciente expansión de la sombra conviven todas juntas replegadas en el sector donde aún llega la luz (todas las ciudades del reino son cosmopolitas, no hay una tierra para cada raza). "La sombra" es la manera de denominar a las fuerzas del mal (monstruos, no muertos, demonios, hechiceros corrompidos y demás criaturas malignas) y también es una energía oscura capaz de corromper el corazón más puro. El noreste está dominado por la sombra y las criaturas del mal moran aquí a sus anchas. Se dice que una sombra original cayó del cielo hace milenios, cuando las diferentes razas todavía estaban separadas, y desde entonces comenzó a infestar gradualmente todo el entorno. Actualmente se encuentra en pleno avance. Aparte de las criaturas malignas, los habitantes del reino y cualquier aventurero promedio, suelen lidiar con otras clases de enemigos. Éstos, van desde lo más civilizado como cultistas de las sombras u organizaciones criminales de ladrones y asesinos, hasta lo más primitivo como es el caso de las especies salvajes. Quienes viven bajo la soberanía del reino se hacen llamar domésticos, aunque realmente el único de sangre doméstica es el rey (y éste se refiere a su pueblo y a quien reconozca su autoridad como "hijos" y no como "súbditos"). Los domésticos denominan con el nombre de "silvestres" a las especies salvajes. Los silvestres están compuestos por animales humanoides (como la mayoría de seres en este mundo) y gigantes de roca, gólems, trolls, elementales, cíclopes, entre otros. Tienen culturas más primitivas y dialécticos más rústicos, algunos viven en comunidades alejados de las ciudades o son nómadas, otros habitan en las montañas y también hay algunos bárbaros solitarios que vagan por el mundo silvestre sin compañía. Aparte, es común que muchos de ellos sean reacios a convivir con otras razas y entonces conformen tribus de una raza específica como solía ser antes de que el reino las unificara a todas. La dinastía de los domésticos mantuvo durante dos mil años al reino cohesionado y a la gran mayoría de las criaturas de bien cooperando, pero el actual rey será el último de esta dinastía pues su esposa falleció en circunstancias desconocidas antes de dejar un heredero al trono. No se sabe qué pasará con el reino una vez fallecido el rey, pero todavía le quedan unos cuantos años de reinado por delante. Chester III es el último descendiente directo de la más coqueta estirpe de Coker Spaniel Inglés, de sangre azul y, por ende, el único apto para el trono. Acá todo mundo camina, no hay medios de transporte o animales "normales" como caballos y tal, sólo hay barcos, pero tampoco es como que el arte de la navegación esté muy desarrollado y avanzado. Aparte de esto, sí puede que en alguna ocasión haya portales mágicos para trasladarse a algunas ciudades. A lo sumo pueden hacer que andan a caballo golpeando dos cocos para simular el sonido. El comercio está bastante desarrollado y es uno de los pilares del reino. Para los intercambios se utiliza oro, pero también hay trueques. Por último, no existen los humanos. Lo más parecido que hay (al menos en apariencia) son los elfos, aunque el equivalente de los humanos en este juego serían más bien los conejos que son la raza mayoritaria.
