One-shot A minutos de la boda [IchiRuki]

A minutos de la boda [IchiRuki]

Otro más, como les dije haré tantos fics que se hartarán de las cosas que haré :o. ¡No me maten si hay OoC! A ellos no lo sé manejarlos al 100 por 100 D:

Ok.

Autor: Gustav
Título: A minutos de la boda.
Pareja: Ichigo & Rukia.
Género: Romance.
Sumario: Sus manos apretaron el vestido de novia que la envolvía. Estaba impaciente, ya quería llegar… sólo esperaba que todo saliera bien.
Clasificación: K+.
Advertencia: No me peguen si hay OoC D: UA.
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A minutos de la boda



Ichigo Kurosaki despertó con un gran dolor de cabeza y con mal humor. No era de esperarse con la despedida que le había hecho el Abarai. Rodó los ojos al ver la hora; las 10:24 de la mañana y quiso seguir durmiendo pero algo se le vino a la mente… ¡Oh, mierda! ¡La boda! Se levantó de golpe, la sábana que le cubría el cuerpo se deslizó cayendo al piso.

Cuando sus pies tocaron el suelo, rápidamente fue corriendo al baño para tomar un baño y después arreglarse —al pensar esto rodó los ojos con fastidio—.
Ese día probablemente era el más importante de toda su corta vida.

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—Si Ichigo no sale en este momento de su habitación; lo lamentará —mofó la Shihoin.

—¡No te preocupes, Yoruichi-san! De seguro Kurosaki-kun saldrá muy luego —dijo una voz dulce perteneciente a Orihime.

Desde las 9:50 de la mañana habían esperado pacientemente a Ichigo salir de su habitación ya que ellas lo arreglarían —Rangiku estaba con Rukia—, para la gran y esperada boda.
Nadie supo cómo se habían dado las cosas pero todos estaban contentos por la joven pareja.
Llevaban dos años saliendo, se conocieron en la Universidad hace 5 años.

De pronto el chico con extraño cabello naranja salió de su habitación envuelto en un traje de etiqueta negro. Sus irises marrones mostraban molestia.
Yoruichi lo examinó.

—Bien, creo que sólo falta peinar ese cabello —sonrió.

*****​

Rukia se encontraba nerviosa y a la vez ansiosa. Vio a su hermano a su derecha, ahí, inmutable con su rostro sereno e imperturbable y le sonrió. Byakuya llevó su mirada para otro lado.
Iban en el auto bueno, el automóvil era un Mercedes bastante elegante, elegido por su nii-san. Si la única Kuchiki mujer iba a casarse; sería perfecto.

Sus manos apretaron el vestido de novia que la envolvía. Estaba impaciente, ya quería llegar… sólo esperaba que todo saliera bien.

—Rukia, ¿estás segura de lo que haces? Aún puedes retractarte —preguntó el Kuchiki esperando que la chica “recapacitara”.
Había perdido la cuenta de cuántas veces le había preguntado su hermano eso, y es que a los ojos de Byakuya, Ichigo no era merecedor de su hermanita pequeña. No, Rukia, la niña de porcelana del clan merecía algo más, pero si le amaba…

—Sí, estoy segura, nii-san. Yo amo a Ichigo aunque sea un idiota la mayoría del tiempo —exclamó con ternura.

La dejaría ser feliz con el Kurosaki pero si le hacía un daño aunque sea el mínimo; lo castraría.
Asintió ante la respuesta de su hermanita.

El auto dio la vuelta y por el rabillo de su ojo vio la iglesia.
Estaba más que feliz.

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Escuchó el sonido de las campanas y los instrumentos comenzaron a tocar esa suave melodía que era para cuando la novia aparecía.
Ichigo giró su cabeza y quedó estupefacto, ahí, a sólo a unos metros se encontraba la pequeña Rukia que ahora era toda una mujer. Mostró una media sonrisa al verla vestida de blanco, al ver su rostro maquillado —nunca en su vida había querido ocupar maquillaje—, su cabello arreglado elegantemente y por último su hermosa sonrisa, todo en ella era perfecto hasta que divisó al hermano de la fémina. Bufó mentalmente, no todo en la vida era perfecto, ¿no?

Rukia llegó al altar donde se encontraba su futuro esposo. Byakuya la soltó para ir a su lugar pero antes le envió una mirada de cuidado al Kurosaki. Ichigo puso los ojos en blanco antes de asentirle al hombre y posar su vista en Rukia.

—Pensé que no vendrías —susurró el chico.

—Tonto, claro que iba a venir. Ahora calla y deja que el sacerdote hable.
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¿Mucho OoC? D:
Comenten ;O; Ok, no, yo no obligo (?