Actividad por el día de la mujer. Todo lo expresado en el siguiente escrito es absolutamente verídico. *** Hace bastante tiempo que no te hablo, lo sé. Si debo ser sincera... pensar que no estás aún me quema por dentro después de estos tres años como si una cuchilla me cortaste en dos el alma. Duele mucho y al escribirte siento como las manos me tiemblan sobre las teclas. Tengo miedo. Mucho. Creo que aún a pesar de todo aún no he logrado aceptar que ya no estás. Tu ausencia se siente en todos los rincones de la cada dónde se quedó papá. Pesa. Él debe estar pasando por una depresión también... porque la casa está realmente mal. Papá no limpia y Joy tiene el pelaje todo sucio y enmarañado. Si tan solo no me costase tanto ir a casa y limpiar, arreglarla. Dejarla bonita y presentable como tú solías hacerlo. Con tus plantas en el salón, esa luz solar intensa que entraba por el balcón, los palitos de incienso. Bullía de vida. Ahora es solo una sombra de lo que fue antaño. Ojalá fuera más como tú, mamá. Tener la fortaleza, determinación y voluntad que tú tienes. Tuviste. Ojalá fuera una mujer de valor como tú lo fuiste y no la jovencita huidiza y esquiva, devorada por la ansiedad y la depresión en la que la vida me ha convertido. Te extraño cada puto día de mi existencia. Extraño poder abrazarte, decirte que te quiero con el alma. Extraño poder leer libros juntas o tan solo ver la televisión en el salón comiendo chocolate. Sigo amando el chocolate... un mal hábito que heredé de ti. Pero me encanta. Extraño nuestras conversaciones profundas, a veces inconexas. Extraño el solo hecho de estar juntas, compartir un instante de paz donde el tiempo parezca haberse detenido y solo disfrutar de tu compañía, de los huecos que llenaba tu presencia. Quizás dependo demasiado de ti. Pero siempre fuiste esa madre cariñosa, atenta, que daba la vida por sus hijos, que adoraba las novelas de Jane Austen, que cuidaba animalitos heridos buscando darles una segunda oportunidad. Eras una mujer que sabía dar consejos, que estaba dispuesta a ayudar a todos. Una mujer grande. Una mujer buena. Nada de esto tuvo qué pasarte. No merecías sufrir como lo hiciste. Perder ese hermoso brillo de tus ojos. De algún modo... siempre supe que no mejoraría. Porque veía en todas tus actitudes y acciones la sombra de la muerte. Sabía que te acechaba. Y no dije nada. Y preferí callar porque no quería siquiera pensar en el hecho de perderte. Y te perdí. Siempre afrontaste la vida con una sonrisa. Decías que cuando te fueses querías renacer y ser viento... porque así podías molestar a la gente sin que te viese. Eso me hizo mucha gracia en su momento. Pero ahora, cada vez que escucho el viento silbar por las ventanas o lo siento en la piel, me acuerdo de ti. Y siento como si estuvieras ahí, para darme esos cálidos abrazos que siempre me dabas. Eres mi referente. Lo fuiste, lo eres y lo serás siempre. Y aunque ahora la anhedonia me impide disfrutar de la vida que tanto amabas, sé que en algún momento recuperaré esa fuerza y podré seguir adelante a pesar de todo. Quiero creer eso. Porque sé que es lo que querrías para mí. Quiero ser feliz mamá. Aquí todo sigue igual. Y el tiempo pasa pero no pasa. Hoy Yarey cumplirá diecisiete años. Increíble cómo pasa el tiempo ¿verdad? Yo veintitrés dentro de unos días. Y tú hubieses cumplido los cincuenta y seis el día doce de Marzo. Te quiero. Más que todas las estrellas que brillan de noche en el firmamento, más que todos los granitos minúsculos de arena que forman las playas. Solo tú entenderás esto. Por siempre y siempre. A la mujer más bella. A la mujer más fuerte. Mi amiga eterna... Mi madre.
Querría ponerle un "sad" a este relato, pero han sido tan intensos los sentimientos que me transmitiste con él, que eso se quedaría muy corto. Es muy triste el perder un ser querido, una madre es alguien que nos guía, que nos cuida, que siempre hará lo imposible por nosotros cuando lo necesitemos, aunque no esté a su alcance, se quitará la piel para dársela a sus hijos si es necesario. Es emotivo, triste y me deja una sensación rara en ese órgano que llamo corazón que está en mi pecho. Lo bueno de las mamás es que son eternas, porque lo que hemos aprendido de ellas siempre quedará en nosotros, sin perderlas del todo nunca. No sé qué más decir, pero bueno, quiero darte las gracias por participar con tan lindo aporte en la actividad y animarte a que sigas escribiendo, porque transmites muchísimo. Un fuerte abrazo.
Ay, Jen... Este escrito me deja un muy mal sabor de boca :( No puedo estar más de acuerdo con todo lo que dijo Ichii, me parece un escrito super puro, super sincero y emotivo. Se me ha encogido el corazón solo de leerte. No me hago una idea de lo duro que deje ser perder a una madre. Lo cierto es que siempre he sido una persona muy afortunada en ese aspecto, nunca he perdido a nadie importante, mi único familiar muerto es una de mis abuelas, pero como dicen mis padres, tenía alzheimer y realmente ella se fue despidiendo poco a poco. He sentido verdadera angustia de leer como todo a tu alrededor iba cambiando, como reflejas esa casa vacía de vida, esa sensación de tristeza tan grande... La añoranza de esos momentos compartidos con tu madre... No puedo ni imaginarmelo, pero aún así has conseguido sumirme un poco en ese sentimiento de desolación. No soy capaz de comentar nada más del escrito; no es algo de lo que se pueda hacer una crítica como tal: son tus sentimientos expresados en una historia, es algo tan personal que no me siento con derecho a opinar más allá de lo que he hecho xD Te quiero mucho, Jen <3 Al igual que ha dicho Ichii, gracias por compartir con nosotros esta experiencia tan íntima. Lucas Diamond~
