7 Lunas del Digital World

Introduccion:
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Bueno, antes de iniciar, siempre me ha gustado dar una breve introduccion a lo que escribo.

Ya de hace tiempo, tenia planeado publicar mi mas grande obra, pero no me atrevia, por que no tenia reputacion, y hasta la fecha, sigo sin tenerla, y ya siendo usuario de anterioridad, aunque poco frecuente de este foro, no me favorece del todo por tener puntos malos, por tener pausado un fic de Pokemon ya por mas de 1 o 2 años, por problemas de salud y academicos.

Debo decir... que mucha gente que me rodea me ha estado apoyando con todos los proyectos que tengo en cadena, y que ninguno de ellos pienso abandonar, que aunque lento, son seguros, y ahora en vez de asegurar algo de no abandonar, creo que preferire que los hechos hablen de mi y no adelantarme a situaciones imporbables, pero sin olvidarme de ningun detalle.

Pero bueno, a diferencia del primer fic que publique en el foro de Pokemon, este proyecto lo tengo ya forjandolo desde hace muchos años, y puedo decir que es mi obra maestra, la cual ah pasado por demasiadas modificaciones, gracias al avance del anime/manga, y ediciones mias para ofrecer una mejor calidad del escrito, sin tener experiencia alguna como supuesto escritor.

Mi obra maestra. consta de 5 partes. 3 Fiics cortos, que son los introductorios, y 2 Fanfics de 50 a 58 capitulos cada uno. Los cuales de momento, estan bajo mi edicion, ya que jamas eh estado conforme con mis resultados, pero mi salud me obliga a dejar huella de lo que soy y lo que tengo que ofrecer antes de que pase cualquier cosa y tan solo me quede editandolo para al final, no poderlo compartirlo con ustedes.

Tambien debo decir que estoy algo triste, ya que la serie a muerto casi en su totalidad, gracias a los tan malos finales que le han dado a la serie, culpando muchisimo a la expansion de Xros Wars. que fue un total relleno, y falta de respeto para algunos como yo, al intentar hacer algo increible, y al final, dejar muerta la serie dandole un golpe critico para los que analizamos la historia de este anime. Muchos no estaran de acuerdo conmigo, pero para mi, TOEI se enfoco mas en mantener su horario en la televisora, sacrificando asi Digimon, una serie que le sirvio por muchos años, para mostrar asi Saint Seiya a un horario supuestamente decente, que a mi opinion, aunque a TOEI la hubieran cambiado de horario o quitado de la televisora, sus animes de calidad como Saint Seiya, tendrian exito si los fans ven la calidad.

El foro tambien esta algo muerto, y no lo culpo... al menos espero que mi humilde regreso no sea en vano, y llevar este proyecto a losmas alto que el destino me lo permita, ya que habra versiones en audio y muchas cosas que tengo planeadas para esta mi mejor obra, y que para mi, son hechos mas que fantasiosos, reales y que pude ver bajo mis propios ojos.

Sin mas que decir por el momento les dejo el Status del fic en este topic y obviamente el primer episodio. De lo cual solo se pensara editar el Status, para ver su material extra.

---Status 7 Lunas del Digital World.Escrito Por: Vazquez Valles Paul Manuel. (Digifanatic).
Edicion escrita: Terminada y bajo analisis ortografico (3/7 Lunas Publicadas). 2013-2014
Edicion Narrada (Audio): Bajo analisis, version asegurada, sin edicion por el momento.
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7 Lunas del Digital World
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Primer Luna – La luna y el digitama.


Era una noche de luna llena, la cual posaba para el mundo digital, aquella noche, en un lugar muy lejano y poco conocido del mundo digital, se encontraba un digitama, acobijado por las caídas hojas y ramas de los árboles. Aquel digitama era especial, su brillo y colores no eran de esperarse de lo habitual, tenía un color azul que resaltaba con el destello de la luna y al mismo tiempo parecía vigilado por el gran y hermoso brillo de paz que esta le brindaba.

"Vive" dijo una voz resonando dentro del pequeño huevo.
"Anda y ve" volvió a sonar la voz dentro del digitama, finalmente el huevo se rompió, y el pequeño Digimon salió.

Entre la luz y oscuridad, una criatura había nacido, se trataba de un Dorimon, un pequeño, adorable y curioso Digimon, el cual al mirar a su alrededor se sentía confundido y desconcertado ante el mundo que le había visto nacer.

-¿Mon? – repetía tembloroso una y otra vez el pequeño. - "No temas" respondió la voz dentro de él. -Este mundo, tal y como lo vez, es el mundo de los Digimon. Aprenderás y sobrevivirás como todos los demás.

De vuelta Dorimon analizo su alrededor en busca de aquella voz, pero no encontró ni vio a nadie, tan solo estaba él y el brillo que le ofrecía aquella luna.

-¿mon mon?- decía esta vez con afán de ver a quien le hablaba. –Tal vez te preguntes quien soy yo – respondió la voz- pero no puedo revelarte realmente quien soy, o lo que soy –añadió de forma triste - busca y sigue a la luna, marcara tu camino, y solo así, podrás forjar tu verdadero destino-

Dicho esto, la voz desapareció y el área que rodeaba a Dorimon quedo totalmente en un frio silencio. El pequeño Digimon se sentía muy solo e indefenso, pero camino en dirección en que se encontraba la luna.

Tras caminar un rato en la fría y oscura noche, al no poder más, el pequeño Dorimon acaba exhausto, no quedándole más remedio que dormir y descansar.​

 

Segunda Luna - A Media Luna.

A la mañana siguiente, Dorimon despertó de su largo sueño tras su caminata nocturna, pero aun así, el pequeño se encontraba aun exhausto, no era más que un recién nacido, y por desgracia, empezó a experimentar el hambre, su condición ni etapa evolutiva, eran nada recomendables en ese momento.

Más Dorimon nunca se dio por vencido, camino sin importar la situación, esperando un pequeño milagro que lo salvara de lo que ya probablemente era su perdición.

-Mon... – Decía ya moribundo Dorimon, deteniéndose resignado.

No paso mucho tiempo para cuando entre la vida y la muerte Dorimon sintiera pasos a su alrededor.

-¡Cielo santo!, ¿Pero que le ha sucedido a este pequeño?, No te preocupes chiquitín, te llevare a con mis otros bebes – dijo aquella voz preocupada y apresurada.

-¿Mon? – Dijo Dorimon confundido al sentir como otro cuerpo lo arrastraba, quería ver de quien se trataba, pero sus ojos ya no le respondían y de golpe se le cerraban. No paso mucho tiempo, para cuando aquel ser lo levantara un poco, y debajo de él, sintiera una suave y cálida superficie.

-¿Cómo se supone que has llegado a estar en estas condiciones? ¡Estas más pálido que una sábana! – Grito la voz ya muy asustada.

- Menos mal que siempre guardo algo de comida para los que a veces se quedan con hambre. – La voz se alejó por un momento y Dorimon empezó a comparar las voces que había escuchado, la voz de aquella noche, y la voz que le hablaba ahora, no le cabía duda de que no se trataba de la misma criatura, pero empezaba a especular mientras su cansado cuerpo lo arroyaba cada vez más.

- Toma, esto sin duda te reanimara ¡Y por supuesto que te gustara! – Volvió la voz diciendo a Dorimon.

De pronto, Dorimon sintió en su boca lo que parecía ser el chupón de un biberón, sin hacerse del rogar, empezó a mamar de él, extrayendo al final un dulce y reanimaste sabor, al fin sentía una calma pasajera en su corazón.

-¿Es delicioso verdad? A mi aun me sigue gustando su sabor. – pregunto y afirmo la criatura que Dorimon aún no conocía.

- ¡Mon! – Respondió recuperándose Dorimon, y al hacer esto abrió sus ojos y pudo ver a otro Digimon, de color rojo, y barriga blanca llamado Elecmon.

- Valla, que rápido de has recuperado. – Comento Elecmon – Pero aun así… debes descansar, y te dejare jugar con los demás ¿De acuerdo? – Añadió Elecmon mientras le sonreía y se alejaba un poco del lugar.

Después de descansar como se lo pidió Elecmon, Dorimon observo a su alrededor, muchas cunas de Digimon se encontraban a lo largo y ancho del lugar donde se encontraba. Curioso, al acabar el jugo que le había dado de beber Elecmon, bajo con una energía extraordinaria de su cuna y empezó a jugar con los demás Digimon.

Cayó la noche, y todos los Digimon habían vuelto a su cuna con ayuda de Elecmon. De pronto, Dorimon noto algo que le llamo mucho la atención, y que Elecmon observaba con suma cautela y determinación.

-¡Dori! ¿mon? – Grito intentando expresar su curiosidad a Elecmon.

- ¿Qué sucede, porque tanto escándalo Dorimon? – Pregunto Elecmon

- Dori, Dori mon mon – Apuntaba con su mirada y voz a lo que tanto resguardaba Elecmon.

- Hmm ¿Quieres saber qué es lo que tanto cuido, es eso?. –

- ¡Dori Dori! – Respondió Dorimon al haber logrado su objetivo.

Elecmon al escuchar a Dorimon, se acercó a lo que tanto vigilaba, y lo arrastro con mucha cautela dentro de una cuna, de forma que Dorimon pudiera verlo mejor.


-Dori, ¿Mon mon? – Decía mientras veía un hermoso Digitama de color blanco, cuyo en su centro poseía una bella luna menguante que cautivaba a Dorimon.

- Esto que vez aquí, es un Digitama, y es el producto del cual nacemos nosotros, los Digimon – Explico Elecmon – Por lo general, de vez en cuando caen en esta zona, así que me dedico a cuidar de ellos y de los Digimon bebes. –

Dorimon noto extrañado y un poco confuso a Elecmon viéndolo quedarse meditando frente al Digitama.

-En fin, no importa. Ya es muy noche, creo que ahora debes dormir, mañana sin duda, será un día pesado. – Termino diciendo Elecmon, acercándose a Dorimon y frotar su cara con la de él, como un gesto de cariño, y al final retirándose del lugar y devolviendo el Digitama al lugar desde donde lo resguardaba.

Todos los Digimon se quedaron dormidos, más la curiosidad de Dorimon, no le dejaba dormir del todo tranquilo, ya que no podía olvidar al Digitama que tanto lo cautivo.

 

Tercera Luna – El Digitama Lunar.

Aquella noche Dorimon estaba en un profundo y oscuro sueño, se veía acurrucado entre plumas blancas, viendo directamente a la luna, la cual al observarla por un rato, parecía decirle algo, como si la luna tuviera vida propia. Al final el pqueño Digimon avanzo en su dirección para poder escuchar mejor su voz.

-Tu, el cual ha sido velado por el resplandor de la luna, aquel que busca su destino y razón de ser… pronto, muy pronto encontraras tu camino. – Dijo aquella voz tan inconfundible que Dorimon había escuchado al nacer.

- ¡Mon! – Se intentaba expresar lo que sentía, sin tener aun la habilidad del habla.

El sueño se empezaba a turnar de alguna manera borroso, la luna a la cual Dorimon intentaba comunicarle lo que sentia, empezaba a difuminarse entre colores, como un arcoíris sin forma u origen alguno.

-Despierta, ¡Despierta! – empezaba a escuchar Dorimon

No paso mucho después de que Dorimon pudiera identificar esta otra voz, se trataba de Elecmon, quien había estado cuidando de el y de los demás bebés.

-Valla tu si que tienes el sueño pesado ¿eh? – Le decía Elecmon a Dorimon – Ni siquiera para el almuerzo quieres despertar. – Le sonreía a Dorimon, haciéndole de nueva cuenta un cariño, apenado de igual manera por interrumpir el sueño de uno de sus bebés.


La obligación de Elecmon, o al menos, él de manera personal lo tomaba de esa manera, era la de cuidar y alimentar a sus queridos bebés, los veía más allá que eso, los veía como a sus propios hijos. No obstante, cuidar a los pequeños no era nada fácil, y Elecmon tenía interminables tareas, no solo la de alimentar, cuidar y arrullar.

Una vez que Elecmon acabo de darle a cada Bebe su comida, se retiró rápidamente del lugar sin decir nada ni hacer ruido.

Entre tanta calma, Dorimon se desesperó de la misma, hizo a un lado su biberón con todavía u poco de comida, bajo de su cuna e intento seguir el camino por el cual se había ido Elecmon

Para su suerte, no se encontraba muy lejos, y pronto logro divisar un pequeño lago, en donde pudo ubicar a Elecmon y al brillante Digitama que en la noche anterior lo había dejado fascinado.

-¿Hmm? – Viendo venir a Dorimon – Valla… realmente no me equivoco si digo que eres de los que tienen espíritu aventurero ¿Verdad? – pregunto a Dorimon teniéndolo ya cerca.

- Mon Dori… - Veía al Digitama y a Elecmon, intentando preguntarle de donde había salido tan hermoso Digitama.

¿Te preguntas que hacemos aquí verdad? – Metiendo una de sus patas al agua del lago, sacándola nuevamente para mojar con poca agua al Ditiama. – Casi siempre que llega un Digitama a mi zona, lo cuido y lo lavo, este, apenas tiene 2 días conmigo – Explicaba Elecmon.

Dorimon tan solo se quedó observando como Elecmon lavaba y limpiaba el Digitama con sus patas y su cuerpo, pero pronto, volvió a observar la luna que el Digitama poseía.

De alguna u otra manera, relaciono ese símbolo, con los extraños sueños que había estado teniendo. Poniendo en duda al pequeño de lo que realmente estaba sucediendo.

-¿Qué sucede? – Pregunto extrañado Elecmon – Parece como si te hubieras marchado muy lejos de aquí, realmente te ha gustado el resplandor de este Digitama ¿No es así?.-

Dorimon no mostraba señales realmente de estar en ese lugar, estaba mirando fijamente a la luna del Digitama, y pensando cada vez más y más en los sueños que estaba teniendo.

-Bueno… Supongo que para mí ya no es nuevo, pero de igual manera siempre cuido a mis niños. En fin… - Dijo Elecmon alejando al Digitama un tanto más del lago. – Creo que te caería bien a ti y a los demás un baño ¿Qué opinas eh? -

Diciendo esto, Elecmon volvió a su zona, ordenadamente, y pacientemente, llevaba en grupos y filas a sus bebés al lago, en donde a uno por uno los bañaba con su pata y lengua. Para muchos, tal vez eso fuera un poco desagradable, pero a Elecmon no le importaba, con el fin de que sus pequeños siempre estuvieran limpios y bien alimentados.

Dorimon en cambio, paso la mañana y tarde entera observando y meditando frente al Digitama, Elecmon ya se empezaba a preocupar un poco por Dorimon, al adoptar tan inusual conducta.

Llego la noche, y Elecmon arropo y aseguro de vuelta a sus Bebés, al igual que viendo y notando que Dorimon, incluso desde su cuna, no despegaba la mirada de aquel Digitama.

 

Cuarta Luna – Entre los Destellos.

Aquella misma noche mientras los Digimon dormían, Dorimon, Volvía a tener otro de sus extraños sueños, sin embargo, no se trataba de algo agradable. Se veía a si mismo huyendo, sin saber con certeza de que lo perseguía, y aunque esta vez, el se visualizaba en su forma Evolutiva, Dorumon, dentro de él había un terror sin igual.

-!Ja ja ja ja ja! – Una risa macabra y fría se escuchaba entre la oscuridad del sueño de Dorimon.

-- ¡¿Qué es lo que quieres!? – Gritaba Dorumon agitado y exhausto. - ¡Déjame en paz! – Grito una última vez deteniéndose y casi perdiendo el aliento.

Aterrado por no saber lo que sucedía, Dorumon, alcanzo a escuchar una segunda voz, una voz que ya era lo bastante familiar y que de alguna manera, esperaba escuchar.

-No temas, no servirá de nada huir, debes enfrentarlo Dorumon – Escucho Dorumon dentro de el.

-¡No puedo!, ¡Simplemente no puedo! – Respondía desesperado y cayendo en un llanto silencioso.

- ¡Te borrare trozo a trozo Ja ja ja!. -

- ¡Puedes hacerlo! ¡Recuerda, yo siempre tendré fe en ti, en las buenas y las malas, siempre estaremos juntos! – Decía de nueva cuenta la voz a la cual Dorumon no temía.

Dorumon, en un desesperado intento de creer en aquella voz, se dio media vuelta, pero para su sorpresa, el no diviso nada, y su sueño de nueva cuenta, se empezaba a dispersar entre colores y objetos y formas sin sentido alguno.

De vuelta, no paso mucho tiempo para que Dorimon despertara después de ese terrible sueño, pero para su desgracia, parecía no ser el único problema que tenía que afrontar en ese momento.

-¡Qué demonios es lo que quieren! ¡No les entregare el Digitama a ningún precio!.

Muy cerca de donde se encontraban los Bebés y Dorimon, se encontraban 2 Goburimon, los cuales, al igual que Elecmon, se encontraban tremendamente furioso. Todos habían despertado, y los bebés se encontraban aterrados por lo que acontecía esa noche.

-No venimos a negociar nada contigo pequeña cucaracha!. Ese Digitama Nos lo llevamos y punto.- Respondió impotente uno de los Goburimon.


Dorimon, aterrado pero valeroso, decidió bajar de su cuna, y ponerse lo más cerca posible del Digitama, en un intento de protegerlo.

-¡ Por favor!, ¿Qué clase de Digimon son ustedes?, ¡Observen a su alrededor!, ¿Qué acaso no consideran ni a los bebés?. – Volvió a insistir Elecmon intentando evitar una pelea.

Goburimon: Ya basta, ¡Hermano , Hazte cargo del huevo.

-¡No lo voy a permitir! – Dijo Elecmon mientras se lanzaba contra uno de los Goburimon.

Una batalla entre Elecmon y los Goburimon habia iniciado, al parecer, Elecmon no estaba acostumbrado a las batallas, y esta vez, para su desgracia, se encontraba en desventaja numérica, Dorimon solo podía ver como golpeaban sin piedad a Elecmon con el hueso que los Goburimon cargaban.

-¡¿Ya has tenido suficiente sabandija!?. – Decía uno de los Goburimon mientras seguía golpeando a Elecmon.

De nueva cuenta, uno de los Goburimon se preparaba para golpear a Elecmon, levantando su hueso, Dorimon ya no podía soportar ver sufrir a Elecmon. Sin pensarlo dos veces, corrió y salto al brazo de Goburimon, mordiéndolo en el acto para evitar que golpeara a Elecmon.

-¡Argh, Suéltame rata inmunda! – Gritaba mientras agitaba el brazo.

-¡Hermano! – Grito mientras se acercaba ese otro Goburimon-

-¡Idiota, quítamelo de encima! – exclamo el Goburimon.

Dorimon, no soltaba al Goburimon, y mientras más agitaba su brazo, Dorimon mas se aferraba a él. Pronto, el que parecía ser el hermano de ese Goburimon, levanto su hueso, y con las intenciones ya más claras que el agua, golpeo a Dorimon, el cual salió disparado, chocando contra un árbol cercano, y cayendo mal herido al suelo.

-Dorimon… no… tu no debes… pelear – Dijo Elecmon aun consiente, logrando ver el golpe que le habían dado a Dorimon – ¿Por… porque lo hacen?. – Cerrando sus ojos de dolor y desesperación.

-¡Tu sin duda eres una molestia! – Dijo el Goburimon que había mordido Dorimon – Hermano, llévate el Digitama, no vale la pena perder más tiempo con él, yo me hare cargo de ambos – Termino de hablar, mientras se acercó a a Dorimon.

El otro Goburimon obedeció retirándose del sitio. Así, en el terreno solo estaban Dorimon y Elecmon, y no muy lejos los demás Bebés aterrados y atemorizados por el suceso que se llevaba a cabo por Goburimon. Ya para Elecmon, se avecinaba la pérdida de uno de sus pequeños, pero por mas que intentaba moverse y hacer un esfuerzo, sus heridas simplemente no lo dejaban hacer ni lo mas mínimo por Dorimon.


-¿Qué… que le vas a hacer? ¡Déjalo en paz!... si vas a hacer algo, házmelo a mí y no a el – Dijo con su último aliento y esperanza Elecmon.

- ¡Calla! – Contesto enfadado Goburimon - ¡A ti también te llegara tu hora!... Pero primero lo primero. -

Era sin duda una escena dramática, Goburimon levanto su brazo y Elecmon ya asumía al fin lo peor, al final, no quedándole más que entrar en un llanto en silencio y esperar lo peor.

-(Ten fe Dorimon… siempre me has demostrado tu valor, y hoy no te abandonare) – Escucho dentro de si mismo Dorimon.

Goburimon lleno de rabia, empezaba a preparar el golpe, y justo antes de golpear a Dorimon, sucedió el milagro. El pequeño Dorimon empezó a brillar, y por un segundo surgió la paz y la tranquilidad.

Dorimon había Digievolucionado,, estaba confundido, y sorprendido de no tener n ningún tipo de daño. Fueron 15 segundos más de confusión y seriedad, hasta que Goburimon decidió actuar.

-No… ¡No me detendré ante nada ni nadie! – Respondió y grito después de lo sucedido - ¡Igual me las vas a pagar! –

Sin pensárselo dos veces, Goburimon levanto su brazo y golpeo a Dorumon en la cabeza, Sin embargo, Dorumon tan solo cerro sus ojos por el impacto, y quedándose fríamente callado, los volvió a abrir con sumo odio mirando a Goburimon.

-Como te atreves... – Dijo Dorumon seriamente en voz baja.

- ¡Yo hago lo que a mí me place! – Levanto la voz el Goburimon

Goburimon dispuesto a atacar sin intenciones de para volvió a extender su brazo para Golpear a Dorumon, esta vez, logrando Dorumon morder y sujetar el hueso que con rabia sostenía Goburimon. Inmediatamente, mientras Dorumon sujetaba el hueso, empujó hacia el frente a su rival, impactándolo contra un árbol y quedando frente a frente. Dorumon soltó el hueso y dijo lo siguiente.

-No te lo voy a perdonar –

Dorumon abrió su boca y violentamente empezo a mordisquear la cara de Goburimon, una mordida cada vez más violenta que la otra, Goburimon ya estaba moribundo, pero Dorumon no parecía querer detenerse.

-¡Basta, ya no… ya no sigas por ellos! – Grito Elecmon al presenciar el acto, sabiendo que los otros pequeños también lo veían actuar de esa manera.


Dorumon alcanzo a escuchar la petición de Elecmon, pero su rabia lo llevo a hacer una última cosa.

-¡No te lo perdonare nunca! ¡Metal Cannon! –

Gritando y ejecutando su técnica, impactando de lleno a Goburimon, dejándolo sin vida tras la explosión del impacto, solo se veía el humo y los datos que fluían, al final, tan solo quedo un Digitama, del cual provenía el Goburimon.

-Yo…yo… ¿hice esto? –

Dorumon se quedó sin palabras y sin aliento al recuperar de nueva cuenta su cordura, estaba muy confundido, no podía creer lo que había hecho, haberle quitado la vida a otro Digimon, sin duda, lo había marcado.

-Dorumon… estas… estas vivo – Dijo Elecmon logrando al fin y de alguna manera levantarse.

-¡Elecmon, ¿Estas bien?!. – respondió al llamado de Elecmon mientras se acercaba a él. –

Pronto todo quedo en calma… pero una pieza del rompecabezas aún faltaba.

-Dorumon… perdóname por no poder protegerte ni a ti ni al Digitama… -

-No te preocupes… no hay razones por las cuales pedir disculpas – Respondiendo Dorumon agobiado por la escena. – El… ¡el Digitama! – agrego Dorumon.

- No tardare… sé que estas mal herido, pero puedes lograrlo – Echándose a correr en dirección a donde vio huir al Goburimon.

-¡No Dorumon! – Le grito Elecmon, sin lograr detenerlo.

Dorumon se apresuró a seguir al ya aventajado Digimon, pero no lo veía, sin emgargo siguio su camino intentando divisarlo.

-¡Maldita sea!, me eh alejado demasiado de Elecmon y de los demás Digimon, pero... La Luna... aquel sueño, ¿tiene acaso esto algún significado? – Se cuestionó Dorumon mientras corría ágilmente entre la espesa hierba y los árboles.

Teniendo en cuenta su cuestionamiento, decidió mirar al cielo y divisar a la luna, era una acción descabellada, pero al final se dio cuenta que se dirigía en aquella dirección con pocos grados de diferencia.

Corrió desesperadamente por otro largo rato, ya estaba demasiado exhausto, su cuerpo empezaba a debilitarse, y Dorumon sentía como le fallaban ya sus cansadas patas y ojos, no solo por el hecho de despertar con tan atroz escena, si no por el trauma que le había generado el haber asesinado a otro Digimon.

-Donde… ¿Dónde estás? – Dijo con su último aliento cayendo al suelo.

Dorumon había caído inconsciente sin remedio alguno. Pasaron algunas horas, ya se podía ver la puesta del sol en el mundo digital, y no fue hasta dentro de un rato más cuando despertó de golpe sin saber lo que había sucedido.

-hmmm… ¡¿Qué… que demonios?! – Dijo y grito mientras abría los ojos.

Intento ponerse de pie, sin embargo, al lograrlo, sentía como un intenso mareo lo atrofiaba, y al dar el primer paso hacia adelante sintió como si todo le viniera encima.

-No me puedo rendir… no puedo… - dando otro paso hacia adelante.

Dorumon estaba en un estado ya más que crítico, pero no se le veía intención alguna de parar.

-¡Hay! – Escucho la voz de una hembra muy cerca de el - ¿Te encuentras bien? – pregunto preocupada.

Dorumon no respondió… pasaban muchas cosas por su cabeza y estaba demasiado bloqueado y mareado para hacer algo, sin embargo, después de un rato, solo pudo decir algo.

-El… el huevo… - Dijo muy cansado.

-¿El huevo?... Ah… ya se a que te refieres – Respondió aquella dulce voz – Tranquilo, el huevo esta bien. – Añadió la hembra que le hablaba.

-¿Dibde… esta? – Pregunto Dorumon.

Dorumon solo podía ver árboles y hojas moverse bruscamente, no podia divisar al Digimon hembra que le hablaba… sin embargo, al preguntar en donde se encontraba el Digitama, pudo sentir una pequeña mano en una de sus patas.

-No te preocupes, confía en mí, ahora baja y acuéstate, creo que todavía te hace falta descansar – Dijo y pidió la Digimon.

Dorumon decidió confiar en aquella Digimon, sin saber de dónde había salido, ni conocerla, pero otra no le quedaba si pensaba recuperarse. Tan solo cerro los ojos, y volvió a dormir pensando en que ya había logrado su objetivo.