Big Hero 6 Silencio en lluvia

¡Hey! Hace mucho que no vengo al foro de BH6, y dejé desamparadas a "Seis Grandes Historias", "Trastorno Impulsivo Compulsivo de la personalidad" y "Piyamada y Truenos" Pero, I back. Pronto subiré las continuaciones debido a la buena crítica que todos obtuvieron. Si leyeron la saga (Seis Grandes Historias) voten quien quieren que siga: Fred o Baymax. No les jodo más, Let's Go!

Silencio en lluvia.

Debajo de incontables paraguas negros sus lágrimas se mezclaban con la lluvia. A diferencia de todos, ella no usaba ninguna protección contra esta, ella debía tener una excusa para sus ojos rojos y su maquillaje corrido.

No iba a largarse a llorar, no iba a parecer débil frente a todos. Ahora que Tadashi no estaba ella debía ser la fuerte, él siempre fue el que animaba a todos. Ahora era su turno, y así lo haría.

Honey continuaba llorando en su hombro. Gogo mantenía una mirada serena y una postura firme. Poco a poco cada uno se fue, hasta Honey -obligada por todos- se fue a la cafetería de la tía Cass.

Así GoGo se quedó sola frente a aquella tumba en silencio mientras llovía, no fue a la cafetería de la Tía Cass.

Cinco años después

Parecía que todos los aniversarios de esa fecha el ciclo del agua se arreglaba de alguna manera para llover sin piedad, la carretera estaba resbalosa y casi se mata más de una vez. Miró al frente, la puerta se vislumbraba a lo lejos atreves de la niebla, aunque su casco le quitaba visibilidad.

Aparcó su moto en la entrada, bajó de un pequeño salto salpicando un poco de barro en sus botas y en el motor de moto, se quitó el casco revolviendo su cabello negro bajo la lluvia y lo lanzó a un lado, cayendo en un charco de barro. Caminó a paso lento hasta la tumba que se diferenciaba de todas las demás gracias a un monumento holografiado el cual mostraba a Baymax y a Tadashi levantando el pulgar. Se acomodó frente a esta y comenzó a cambiar el peso de su cuerpo de tobillo a tobillo mientras giraba levemente su cabeza para estirar su cuello.

El silencio permaneció, al igual que hace cinco años. Su mente se quedó en blanco, como si se negara a dar pensamiento alguno, todo gracias a esa lluvia no le dejaba pensar, se pasaba deprimida pensando cómo pudo haber sido diferente.

Ella le diría de sus sentimientos.

Y en el mejor de los casos la aceptaría. Pero sabía que Tadashi estaba enamorado de Honey, y ella no iba a meterse en el medio. Suspiró, no sabía que hacer; todavía estaba dolida, aunque no lo demostrara. Y además, todos sus amigos habían seguido adelante y aunque ella también, en el fondo no.

Wasabi había dejado de ser TAN perfeccionista (solo un poco) y estaba comenzando a estudiar para ser enfermero.

Fred estaba de viaje trabajando para Marvel en un comic llamado BIG HERO 6

Hiro perfeccionaba día a día a Baymax

Y Honey… Honey se casó hace unos meses.

— Siempre supe que este día llegaría. — le dijeron, GoGo reconoció esa voz.

Abrió levemente los labios impresionada. Tadashi lanzó una risa y caminó hacia ella colocándose a su lado.

—Todos han cambiado mucho, ¿No crees?— preguntó con una sonrisa—Wasabi sin ser un perfeccionista, Fred como un diseñador de comics, Hiro luciéndose y Honey casándose ¡Wow!

GoGo apretó los labios, pensó que esa noticia lo devastaría. Pero no.

— Tú no has cambiado nada. — comentó, GoGo aún no lo miraba— Salvo por todos los accidentes que tienes.

La verdad sea dicha. GoGo se había metido a fondo en los deportes extremos y desde entonces -a pesar de buena en casi todos estos- no quitaba que se haya roto tres veces la rodilla, casi toda la caja torácica, cinco veces cada brazo, un hombro dislocado e incontables veces la nariz además de las varias reconstrucciones de cara que la habían dejado tan diferente, irreconocible.

— Sabes que debes dejarme ir ¿verdad?— preguntó cambiando su mirada a una seria.

GoGo asintió y sin darse cuenta comenzó a llorar.

— La vida es como un libro, es hora de abrir un nuevo capítulo; si bien no puedes retroceder. Ojear un poco. — guiñó un ojo

Tadashi colocó una mano en su hombro. GoGo la tomó y bajó la mirada con una sonrisa.

— Adiós, amigo mio.

Lentamente comenzó a escampar.

— Pero si acabo de llegar— le reclamaron en un tono infantil. GoGo frunció el ceño, esa era una voz casi idéntica a la de Tadashi, pero no era él. — Hace un poco de frío ¿Quieres ir por un café a lo de la Tia Cass? Yo invito.

Miró por encima de su hombro. Las nubes comenzaron a moverse.

— Si quiero, Hiro.

En ese momento el sol se asomó.