“Romeo y Julieta” ShikaTema

Autor: Reyka Kyoko Shika / Reyka Akira

Pareja principal: ShikaTema

Advertencia: Faltas ortograficas (me dio pereza revisarlas xD)

Aclaraciones: los personajes rondan la etapa de preparatoria por lo que no rebasan los 17 años, a excepción de los que se mencionan que no. xD

Nota: La historia fue creada para un concurso en otro foro, el titulo es el mismo pero con el nick: Reyka Akira S Nara. Pero la he modificado para poder publicarla en este y otros foros, pero es de mi completa autoria.

Titulo: “Romeo y Julieta”​

La luna con su tenue luz le ilumina el camino a un apuesto grupo de jóvenes que prácticamente habían ido a sacar de la cama a uno de sus amigos.

—No sé como rayos me deje convencer, ahorita bien podría estar durmiendo —bufo con molestia el apuesto joven de peinado grácil en una coleta alta, un par de sarcillos adornaban sus orejas.

—No te quejes, que a Neji y a mi también nos hicieron lo mismo —escucho el joven las palabras de su amigo Sasuke, otra victima más que cayo en manos de Naruto, Kiba, Lee, Sai y Suigetsu— Ve lo que estos desgraciados hicieron ponernos —levanto la voz con molestia al instante en que una vena resaltaba en la sien del azabache y una corona plateada adornaba su cabeza.

El Nara los miro, la verdad no sabía de qué rayos se quejaban, si ese disfraz de “príncipes de cuento de hadas” les sentaba bien, sin embargo él no estaba muy convencido del suyo…

—Sí, para colmo tener que usar esto, ¿no había otro que no fuera el de Romeo? —quejo al instante en que entre sus manos tomaba la capa, parte de su atuendo.

—Ho vamos Shikamaru, no es tan malo —dijo restándole importancia el pirata rubio, Uzumaki.

—Quien quita te trae suerte y conozcas por fin a tu “Julieta” —interrumpió Sai con una de sus clásicas sonrisas idiotas, quien vestía un disfraz de Príncipe árabe.

—Si, si ¿Cómo si eso fuera posible? —murmuro el Nara con un toque de melancolía en su voz— ¿a quien engañan? Si para este Romeo no existe una Julieta —rio con sarcasmo por su propio pensamiento.

—Hemos llegado —informaron entusiastas Lee, Kiba y Suigetsu al unisonó, llamando la atención de los más serios.

Frente a ellos un bonito salón de eventos, adornado apropiadamente para la fiesta de disfraces. En la entrada se aprecia un enorme anuncio “Sabaku no sekai” en una manta en tonos verdes esmeralda con pequeños círculos en blanco como fondo, demasiado llamativo que era inevitable no fijarse en la manta. Dentro, era un mar de chicos y chicas enfundados en disfraces y antifaz cubriéndoles el rostro…

—¿Antifaces? Sólo esto me faltaba —fue el pensamiento del Nara, el Hyuuga y el Uchiha al ver a los demás invitados.

En la entrada se encuentran dos enormes canastas con dichos antifaces, el de los chicos en tonos plateados, negros y dorados con algunos adornos y escarcha y de las chicas en fiusha, dorados y lilas.

“Favor de ocultar su identidad antes de entrar” resignados, el Nara tomo uno negro, el Hyuuga y Uchiha unos plateados, sus otros amigos fueron mas extravagantes y prefirieron el dorado.

Dentro se encontraron con un sin fin de conocidos, que saludaban gustosos y otros no tanto por las rivalidades que mantenían.

—Esta súper tu fiesta amiga —dijo una joven rubia a la prima de la festejada, disfrazada de Julieta por capricho de sus amigas y traía una peluca pelirroja.

—S-Sí, todo esta adornado m-muy bonito Te-Tema… —fueron cortadas las timadas palabras de la Hyuuga, vestida de una linda hada.

—Miren, ahí vienen por fin los chicos —dijo entusiasmada Karin, una linda hechicera pelirroja.

—¿Cómo sabes que son ellos? Yo no logro identificar a nadie con estos antifaces —quejo Ino una linda Neko.

—Por Kami Ino cerda, vasta ver la hiperactividad de Naruto y el peinado de Lee —las chicas rieron cómplices, pero se vieron interrumpidas por los aludidos.

—Ya estamos aquí y hemos traído a un amigo —saludo feliz el rubio.

—Por el peinado —rieron las chicas— ya sabemos quien es, pero aquí nuestra amiga creo que no. Así que…

—No, es mejor dejar las cosas así… —sonrió altiva la aludida. Pero sin querer ya había caído en la enigmática mirada del chico… desde hacia años cuando lo conoció en el colegio, más se la pasaban prácticamente riñendo por todo.

—¡Demonios, y decía yo que no existía Julieta! —pensó el Nara, perdiéndose en el brillo seductor de las hermosas esmeraldas que posee la joven por ojos.

—Bueno, en vista de que los demás tenemos pareja y solo este par no. Ellos serán pareja por esta noche —soluciono con una sonrisa picara Sakura, al percatarse de las miradas que ambos se dirigían, pues solo así, tal vez serian capaces de mostrarse tal cual eran en realidad.

Una hermosa tonada resonó por todo el salón, las distintas parejas se comenzaron a acercar a la pista poniéndose a bailar, algunos demasiado acaramelados, otros un poco más quisquillosos a la cercanía.

Mientras “Romeo y Julieta” bailaban podían ver a su alrededor a los diferentes invitados. A su derecha un par de jóvenes discutían por ver quien bailaba con la joven doncella.

—Eres un idiota, Matsuri solo bailara conmigo —sentencio un apuesto joven de larga peluca blanca, por ir disfrazado del hechicero Merlín.

—Estas equivocado, ella prefiere mi compañía a la de un retrasado como tu…

—Kiba, Kankuro…. —grito molesta la castaña— compórtense, estamos aquí para divertirnos, no para pelear.

Una media sonrisa se dibujo en la pareja al ver tan peculiar discusión, el Nara hiso girar a su pareja y de nueva cuenta la tomo de la cintura, en otro extremo de la pista vieron a otro trío de jóvenes sin embargo eran un poco más maduros y recatados en su comportamiento.

La chica se encontraba ruborizada al estar rodeada de dos apuestos jóvenes, uno era de cabellos y orbes castaños y el otro de cabello un poco largo platinado …

—Baila conmigo Kurenai y si gustas, luego bailas con Kakashi-san —sugirió con galantería Asuma, la fémina accedió gustosa y el platinado se limito a mirar con un poco de enfado el atrevimiento de su amigo. Estos tres, hijos únicos de unos amigos de la familia de la festejada.

Una vuelta más le daba a Julieta para seguido volver a los brazos de Romeo que no dejaba de mirarle mientras él la guiaba para desplazarse por toda la pista. A su izquierda se encontraba un grupo de jóvenes, por sus portes se apreciaban más maduros que muchos de los ahí presentes. Nombres echados al aire fue lo que apreciaron la Sabaku No y el Nara; Yahiko, Nagato, Kisame, Zetsu, Deidara, Konan. Esta última insistía a un joven para que accediera a bailar con ella…

—Vamos Itachi, solo una pieza… —pedía tomándole la mano, el chico le miraba con asombro por su insistencia.

Un poquito más apartados de ellos, unos menores platicaban sobre los malditos exámenes que tuvieron el día anterior, al menos eso escucho Temari…

—Konohamaru, ya falta poco para que terminemos con la secundaria y nos convirtamos en estudiantes de preparatoria —dijo la linda adolescente de hebras naranjas y hermosa sonrisa.

—Pero, aun falta un poco para eso Moeggi—respondió levemente ruborizado, pues la chica delante de él era de su gusto.

Por fin la pieza se termino, era tan atrapante el sonido de la música que las parejas no se daban cuenta del cambio de canción en canción hasta que la madrina de la festejada, puso pausa al baile.

—Chicos, chicas gracias por haber asistido todos a este gran festejo —la atención de todos ahí estaba en la joven y voluptuosa mujer rubia disfrazada de una sexi bruja, quien hablaba en ese instante— es un placer compartir con ustedes este momento. Ya que la hija de una de mis amigas esta cumpliendo sus diecisiete años, Traigan el pastel —pidió, de un cuarto salieron un grupo de jóvenes primos y hermanos de la festejada.

De hecho casi nadie, a excepción de sus amigas y familia sabían la identidad de la cumpleañera ya que no era recidente en la ciudad pero habia sido su deceo celebrarlo ahi, en donde su preciada prima "Julieta" residía. A los jóvenes más que nada conocidos de esta última se les había hecho llegar la invitación por e-mail que citaba:

Te invito a divertirte conmigo la noche del sábado. Esta linda chica te espera a la cita a partir de las nueve de la noche en el salón de eventos “Sabaku no sekai”.

En esos momentos, un enorme pastel de merengue verde turquesa con unas frases de azúcar, colocaron a la vista de todos.

—Feliz cumpleaños Sari —leyeron y gritaron al unisonó los presentes, a la cumpleañera se le dibujo una enorme sonrisa en el rostro.

Un grupo de meseros se dispuso a servir el delicioso banquete con el cual se daba por terminado oficialmente el festejo, pero quienes gustaran seguir disfrutando de la música, así lo hicieron.

La cumpleañera convivio un rato más con los invitados y después se marcho ya que partiría de regreso a su país natal. Al cabo de unas horas más…

—Chicos no sé ustedes pero yo, me voy —comunico el Nara dando un gran bostezo, pues el reloj de pulsera que portaba marcaba ya las cuatro de la mañana.

—Nosotros llevaremos a las chicas a sus casas —respondió Suigetsu quien miraba con picardía a su novia Sakura.

—Oye ¿podrías llevar a nuestra amiga al hotel donde se quedara con Sari por esta noche? Mira que te queda de paso —pregunto Karin, quien miraba al moreno como diciendo, “no se acepta un no por respuesta”.

—Sera problemático —quejo dando otro largo bostezo— pero la llevare.

El grupo de amigos se dividió en el salón de eventos, tomando rumbos distintos, la calle se veía solitaria a esa hora de la madrugada. Ambos portaban los antifaces por pedido de ella. Unos cuantos comentarios entre ambos sobre el festejo, otros sobre los amigos que tenían en común, sobre el colegio al que asistían…

—Valla, no creí que fuéramos en el mismo colegio y no conocernos antes, es problemático —exteriorizo el Nara, y…

—¿Tienes que decir “Qué problemático” para todo? —interrogó la “pelirroja” con una pequeña vena saltándole en la cien.

—Es que todo lo es —respondió algo fastidiado y cansado el aludido. La fémina suspiro resignada— sobre todo, las mujeres como…

El moreno fue silenciado de la manera más dulce que pueda existir, el delicioso sabor a yerbabuena que desprendían aquellos cálidos labios lo hicieron tocar el cielo que tanto le gusta observar, ese beso desato un mar de sensaciones en ambos, sus respiraciones se agitaron como las olas del mar en plena tormenta. El brillo en los ojos de ambos era hechizante que mientras exploraban la boca del contrario no dejaron de mirarse… la joven rompió al fin el delicioso contacto…

—Nos vemos, vago… —susurro cerca de su rostro “Julieta” para luego girarse con la intención de entrar al hotel, pero la mano del moreno sujetándola del antebrazo se lo impidió…

—¿Dime quién eres? —demando el Nara con la respiración aun agitada por el primer beso.

—Soy… —se le acerco de nuevo, seductoramente dándole un leve roce de sus labios, lo que provoco que el masculino la soltara. La chica dio un paso atrás y hecho a correr mientras en voz alta respondió… — tu Julieta.

El Nara se quedo parado en su sitio unos minutos al instante en que se retiraba la mascara, asimilando la respuesta de la joven, quien ahora le veía desde su ventana detrás de la cortina de su habitación, con el antifaz lila y la peluca en su mano.

Una sonrisa boba se plasmo en los labios del moreno, mientras con sus dedos delineaba sus labios, sintiendo y automáticamente guardando en su memoria la calidez y sabor de la joven, que con ese beso hasta el sueño se había esfumado del moreno…

—Te buscare, hasta saber quien eres —grito el joven en medio de la calle, robando una sonrisa de Temari al escucharle.— Y entonces, ya no te dejare ir, mi problemática Julieta. —pensó el Nara al instante en que retomaba el camino a su hogar.

Fin…