Microrrelato Último Aliento

Último Aliento​

Sostenía tu mano mientras yacías en el suelo, tu respiración agitada me decía que no tenías mucho tiempo; sólo podía recordar todo el tiempo que pasamos juntos, en los buenos y malos momentos éramos inseparables.

Toda la vida a tu lado era muestra de nuestra amistad sincera y sin reproches; muchas veces te vi perder el rumbo y entregarte a los brazos de la incertidumbre, estaba allí siempre para cuidarte las heridas, tú también me cuidaste y fuiste mi guía para no salirme del sendero de la vida.

No sé cuántas veces te advertí que algo así podría pasar, mil veces te repetía que nunca jamás, pero no me hiciste caso. Ahora mírate, triste y moribundo; no eres ni la sombra de lo que fuiste en antaño.

Tus heridas ya no sanaran, no volveremos a estar juntos, amigo. ¿Por qué tuviste que ceder? Tu cuerpo comienza a enfriarse, ya no puedo escucharte. Una mezcla de dolor y odio se apodera de mi ¡Te odio corazón! Te dije una y otra vez que las heridas del amor te matarían un día.