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    Disc Zu

    Disc Zu Usuario común

    Acuario
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    Él
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    Él

    Porqué siento, casi escucho, como lentamente se me oxida el cerebro... ¡Juro que se me oxida! Y prueba de ello es esto ¡tan solo lean el titulo! ¿Qué va a ser de mi... lejos de casa, nena que va a ser de mi? ♫ e,e ¡Soy tan feliz!

    Oh Dios, no estoy en funcionamiento, pero se que odio esto que escribí ¿Soy la unica que cada vez odia más sus propias creaciones?

    Él.​


    Corrí deprisa, muy deprisa, escapando por las calles de Londres e intentando ignorar el suplicio interior que parecía querer consumirme. Las lágrimas se me escapaban ante el dolor que atravesaba mi garganta con cada respiración y podía escuchar claramente los acelerados pasos de mi persecutor; el suelo se quejaba a su paso transportando hasta mí el mensaje de que siguiera corriendo sin importar lo que pasara.

    No he olvidado la primera vez que ese hombre me dirigió la palabra, llamó mi atención con un sonido gutural proveniente de su garganta y cuando me gire él torció el gesto en una sonrisa que dejaba ver todos sus manchados dientes y habló:

    —Así que tu eres quien compra esta casucha, un placer conocerte —dijo extendiendo su sucia mano en mi dirección.

    Siempre parado en la misma posición encorvada junto al ventanal, con los ojos perdidos, la piel sucia opaca y el cabello negro y largo hecho una maraña ese hombre había llamado mi atención cada una de las innumerables veces que había atravesado esa calle, infundiendo en mi una sensación de desagrado y lastima. No era de mi complacencia encontrarme con él y mucho menos tener que hablarle, después de todo era yo quien estaba interesada en comprar el lugar donde hasta el momento había vivido de mantenido, creí que eso podría formar en él cierto sentimiento de odio hacia mi persona.

    —Creí que el dueño le había pedido que se marchara —le dije sin responder su saludo.
    —Y así lo hiso, solo quería saber qué clase de mujer era usted, si tanto le molesta mi presencia me marchare enseguida. Espero que le agrade el lugar, escuché que se vendía a muy buen precio —se encogió de hombros—. Es una lástima que yo no cuente con el dinero suficiente sino hace mucho que también habría comprado este sitio, tiene algo muy no sé que me atrae ¿no siente eso usted también? apuesto a que si, y si es usted inteligente estoy seguro de que no dejara pasar la oportunidad y pagara la suma adecuada.

    Permanecí callada sin saber que decir, solo esperando que ese hombre se fuera lo antes posible, no me agradaba la sensación que infundía esa presencia desaliñada e inclusive un poco mal oliente que además me hacía sentir algo culpable al pensar en él como un mísero vagabundo soportando el invierno severo que se presentaba en Londres ese año.

    —Bueno, más vale que me retire —agregó al percatarse de que no pensaba corresponder la conversación. —Un placer.

    Se giro dispuesto a salir de la vieja casa y camino sin más, haciendo crujir a su paso las viejas tablas del piso.

    —¡Espere! —articulé para mi sorpresa mientras escudriñaba en mi bolsa y sacaba un billete de cinco Libras —, aquí tiene.

    No sé porqué lo hice, probablemente solo para aliviar un poco mi culpa; supongo que el hombre se dio cuenta de la impureza de mi acto pero solo se resignó a observar el dinero que acababa de colocar en su mano y luego sonrió de esa manera tan desagradable y peculiar de nueva cuenta y sin decir más o agradecerme, finalmente salió del lugar. Suspiré aliviada en cuanto cerró la puerta a su espalda y pedí mentalmente el no volverlo a ver nunca más.

    No debí haber comprado esa vieja casa de ladrillo rústico y caoba: no me di cuenta de mi error hasta semanas después, cuando el lugar ya se encontraba medianamente amueblado y solo quedaban unas cuantas cajas por desempacar. Cierto era que no me había sentido verdaderamente cómoda pero creí que solo se debía al atareo que implicaba la mudanza, ese día mientras colocaba un varilla transversal para las cortinas el aire entró por la ventana que había dejado un poco abierta y el frio me azoto en la cara. Me sentí liberada.
    Entonces me di cuenta que en realidad la presencia del vago no me había abandonado ni un solo momento, puesto que mi casa estaba inundada en ella. Me sentí furiosa y asqueada e inmediatamente deje a un lado mi tarea, me eche cuanta ropa pude encima y salí a la calle, dispuesta a respirar.

    Llené el lugar de aromatizantes y limpié como una loca, aún así en mis sueños no dejó de aparecer él con su deforme sonrisa de dientes amarillos y con los ojos brillantes reflejando mi rostro. Fueron para mi, días de tortura y desesperación en los que mi odio hacia él aumentaba paulatinamente, actuaba sin razón aparente e inventaba remedios y salidas para no estar en casa donde sentía que naufragaba en un repulsivo aroma que en realidad no estaba ahí. Pronto mi obsesión con él se volvió algo obvio y estaba consciente de ella, sin embargo no hacía algo realmente valido para recuperarme, se me olvidaba comer y me sorprendía hablando con él aunque no estuviera.

    —Seguro que te llamas Anthony —decía encerrada en mi habitación —, te pusieron ese nombre pensando en el lord que nunca serías. Tuviste una infancia difícil, tu padre murió en un accidente frente a tus ojos y la pobre de tu madre no logró soportar la perdida y se volvió una alcohólica. Pobre de ti que tuviste que hacerte cargo de tu hermana pequeña prácticamente solo, le entregaste todo lo que podías y después cuando hubo crecido se casó con uno de esos patanes y te abandonó en la miseria. Si, si, entiendo que fue muy difícil y que ahora que todos te miramos con asco y repulsión como a una rata no puedes evitar el sentirte mal… es bueno que entiendas que no puedes hacer nada más que resignarte, mucha gente no lo entiende y por eso viven aún peor de lo que debería de ser.

    Le inventaba pasados trágicos y lo convertía en héroe, le cambié el nombre una y otra vez y peleaba con él arrojándole cosas a donde me imaginaba que se encontraba su cara. Cuando sentí que ya no podía soportar más la tortura auto-impuesta y que muy propio moriría a causa de mi propio masoquismo decidí buscarlo. No tenía planes de nada cuando lo encontrara pero tenía una imperiosa necesidad de verlo. Lo busqué durante lo que me parecieron varias horas, finalmente lo encontré en una callecita estrecha. Sentí que se me paralizaba todo el cuerpo y me convertía en piedra y antes siquiera de que pudiera verlo bien salí corriendo, escapando de esa presencia que me hacía sentir horrorizada.

    Corría deprisa, muy deprisa, escapando por las estrechas calles de Londres. Nadie me seguía y lo sabía, estaba aterrada de mi misma. Las lágrimas se me escapaban y me recorrían las coloradas mejillas mientras imaginaba al vagabundo tras mis pasos, persiguiéndome para matarme a sangre fría. Entonces se me ocurrió que no quería matarme sino que tal vez solo deseaba mi compañía.
    Me detuve en secó y tomé una flor silvestre que crecía sola y única. Comencé a deshojarla mientras en medio de mi locura repetía “Me quiere” “No me quiere” y lo imaginaba acercándose lentamente a mí, con los ojos con un destello maniaco y la tétrica sonrisa de siempre.

    Arranqué el último pétalo de aquella flor. “Me quiere”, y lo tiré al suelo.

    — — — — —

    La, la la ♫ Entiendase que me toco un final muy cursi y un principio muy policiaco.
    Me auto-jodí por centesima vez. Pero sigo feliz :)
     
  2.  
    Quelconque

    Quelconque Usuario popular

    Virgo
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    Escritor
    Re: Él

    Ése final era LA maldición (¡me tocó el mismo!). Lo odié intenso porque tuve que escribir algo verde, gay y cursi.
    Al menos tú no abandonaste el concurso por auto-compasión/odio a sus esbirros, así que puedes considerarte en la raya de lo saludable ;)

    Ciertamente, el final es horrible: no tiene relación con la obsesión, suena forzado y aunque ya varias veces el vago se había transformado de héroe a mendigo pasando por todas las personalidades posibles, siento que fue demasiado ex machina para tratar de encajar todo y no quedó muy bien que digamos.

    No sé... ese concurso fue todo un reto, pero un reto no superado xD

    Saludos y gracias totales por colgarlo.
    Yo no lo haría con el mío ._.
     
  3.  
    Miss_Hanari

    Miss_Hanari Usuario común

    Leo
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    Escritora
    Re: Él

    Alguan vez tenia que decirte algún error técnico: Una que otra tilde xD


    ¿No es " qué muy pronto..."?

    Okey y mi opinión, el final fue raro, extraño. No se si iba con al historia, pero por lo que dijo Yuzu creo que te obligaron a usarlo. En ese caso por lo menos en algún momento tienes la idea de que pertenecen a la misma idea.
    Que traumada la tipa, yo no lo buscaria, ¡aunque me pagaran!
    Saludinchis :D
     

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