Self-insert Él

Mis ojos están rojos del esfuerzo y lloran, mi alma se desanima y sigo frente al pc sin rastro de sueño y con cara de miseria, buscando expectante algún hilo de sueño y esperanza que me permita olvidar mis pesares, siento que la espalda me duele y mi dolor emocional se convierte en físico al estallarme la cabeza, no hay pastillas cerca y la luz del portátil reflejando mi patetismo contribuye en ello.

Actualmente las palabras fluyen como lo hacían mis lágrimas, ya no hay, pero están presentes intentando salir y expresarse de alguna manera, estoy sentada con la cara empapada y pensando por qué escribir en este documento parte de mi dolor. Hubo días en los que me juré nunca llorar por causas patéticas e irracionales y heme aquí llorando por quién me dice un ‘Buenas noches, corazón’ cómo ningún otro.

Siento que mi mascota siente mi sentimentalismo, porque se menea a mi lado y se acuesta en mis piernas, se queda allí hasta que nota que paré de llorar, le hago mimos y él se queda a mi lado. Intento desahogarme en las hojas blancas de este documento mientras pienso en las cosas que tengo que hacer, el pensamiento poco reconfortante de que estaré de mal humor todo el día me desanima por sí solo.

No puedo reclamarle nada a ninguna de las dos, la chica jugó limpio, había mencionado riéndome que no me gustaba tan seriamente, pero no puedo evitar odiarla un poco por haberme robado algo que nunca fue mío, con respecto a la otra señorita no sé qué opinar, ella suele ser muy caprichosa, se fija en una flor libre mientras en su jardín tenía miles.

Pienso que la madrugada me lastima y que debería estar durmiendo, sabiendo que estoy en quiebre cuando comienzo a escribir con metáforas. Ahora mi alma está en pena y siento un vacío en el estómago, graciosamente me siento culpable por escribir esto, pero no poder seguir adecuadamente con todas mis historias pendientes. Porque todo lo que hago es empezar algo y huir cómo si nunca hubiera pasado.

Entonces intento reconfortarme pensando en que quizás hay cosas mejores, pero con mi síndrome de princesa caprichosa actualmente solo lo quiero a él, no me importa si él actualmente les dice corazón a otros miles más, lo tengo guardado en mi memoria junto con el sonido de su voz, así con el recuerdo visual de haberlo visto besarse con otra.

Había pasado casi un año desde que alguien me gustaba tan seriamente, incluso había ignorado a chicos solo porque pensaba en él, mientras le sonreía cuando me decía que no quería nada con nadie.

Es triste saber que son las cinco de la mañana y escribo cosas sin sentido, mientras debería estar durmiendo o haciendo lo que mejor se hacer, quedarme sentada mirando cómo pasan las cosas sin saber qué hacer.