¿te has preguntado cuánto vale la sangre?

Tema en 'Relatos' iniciado por Kyouko Kiryuu, 24 Julio 2014.

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    Kyouko Kiryuu

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    Título:
    ¿te has preguntado cuánto vale la sangre?
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1035
    Este escrito fue hecho con la ayuda de @EliLover y @Chaos Lady. Espero que lo disfruten.


    ¿Te has preguntado cuánto vale la sangre?

    Pasaron días desde que el rumor sobre extraños seres que llegaban a las playas se había extendido, había algo de nerviosismo entre el pueblo pero ya que no existía ningún llamado a guerra de la ciudad central y tampoco señales de los seres, realmente nadie creía que estuviéramos en un peligro. Teníamos demasiada fe en nuestros sacerdotes y en las tropas de guerreros jaguar.

    Nosotros vivíamos en un calpulli no muy alejado de la ciudad principal, nuestras tierras eran amplias, bastas y encima de todo teníamos el honor de que nuestra cosecha no sólo alimentaba a nuestro pueblo, sino que también abastecíamos a uno de los templos cercanos donde vivían los sacerdotes.

    Estábamos en paz, prósperos bajo la bendición de Tlaltecuhtli, dios de la tierra, quien era generoso brindándonos más de lo que necesitábamos incluso llegando a la abundancia.


    El sol comenzó a asomarse entre los valles, pintando de colores el campo. Desperté cuando los primeros rayos se escabulleron por la ventana llegando hasta mi rostro, haciéndome sentir la suave caricia de su calor como si el mismo Quetzalcóatl me animara a despertar.

    Sonreí antes de abrir los ojos. La habitación estaba iluminada, el canto de los pájaros animaba el amanecer... Vi a mi hermana pequeña aún acurrucada entre sus mantas.

    La animé a despertarse, hablándole dulcemente y tras algunos intentos tuve éxito.

    Pasamos la mañana trabajando, llenando cestas con provisiones que necesitaban en la tierra de los sacerdotes, limpiando y asegurándonos de mandar lo mejor de lo mejor.

    A mitad del día, llegó una tropa de guerreros jaguar… pronto se nos pidió a todas las mujeres que entráramos a nuestros hogares y no saliéramos, obedecimos pero preocupadas.


    Cayó la noche antes de lo que esperábamos, mi padre aún no regresaba y la ciudad estaba prácticamente desierta.

    Mi madre estaba preocupada, lo notaba en sus ojos pero para mantener a mi hermana tranquila no comenté nada y simplemente nos acomodamos para descansar.


    Estaba en mitad de un campo tan verde como las esmeraldas, iluminado por un sol dorado resplandeciente, de pronto observé un ser alado que bajaba del cielo. Me quedé inmóvil un momento al distinguir su cuerpo de serpiente y sus alas blancas.


    —Quetzalcóatl —murmuré sin aire cuando la hermosa criatura de acercó a mí con paso firme. Extendió su mano tocando mi mejilla, mirándome con enormes ojos brillantes del color de la obsidiana.

    Iba preguntar el porqué de su visita cuando su cuerpo se cubrió en llamas, comenzó a gritar de dolor. Llena de pánico, giré para buscar agua con que apagar el fuego que lo atormentaba pero no podía encontrar nada. Entre gritos, con un sufrimiento tan grande que haría gritar a un dios, la figura de Quetzalcóatl me tomó de los hombros.


    —Quetzalli —gemía con voz ronca—.¡CORRE QUETZALLI! —Rugió con voz que atravesó mi alma, obligándome a abrir los ojos de golpe.

    Mi hermana sostenía mis hombros, gritándome entre el llanto, todo el ambiente estaba anaranjado, tan caluroso que la piel tostada de mi hermana brillaba con la luz.


    —¡Se quema la casa!


    —¿Dónde está mamá?


    —¡No lo sé! ¡Estamos encerradas!


    Me viré para la entrada de nuestra habitación, una enorme llamarada nos impediría avanzar.


    Tomé a Yahualli llevándola hasta el borde de la ventana y brincamos tan sólo un segundo después. Caímos al suelo llenándonos de tierra, desorientadas por el golpe e intentando alejarnos de la casa cuanto antes… un sonido desconocido sobresalió entre los gritos, miré hacia arriba, encontrándome a una bestia cubierta de plata de cuya espalda nacía el torso con forma humana.


    Habló en una lengua desconocida, tomé a mi hermana para huir pero la bestia se interpuso en nuestro camino; llegaron otras tres bestias acorralándonos contra la pared hirviendo de nuestro hogar.


    Asustada, mi hermana se aferraba a mi cuerpo, llorando mientras llamaba a nuestros padres entre sollozos.


    Noté como del campo emanaban llamas; todo el ambiente era dominado por los gritos de terror…

    Se acercó uno de ellos bajándose de la bestia que montaba, supe que no eran bestias, sino humanos.


    Tomó a mi hermana de mi lado, luchamos por evitarlo pero uno más vino y me sostuvo a mí. Agotamos las fuerzas, forcejeando. Al final arrancaron a Yahualli de mi lado.


    Me reunieron con el resto de las mujeres de mi edad dentro de uno de los templos, llorábamos dominadas por la desesperación y la confusión.


    Esa noche aquellos seres quemaron el pueblo entero: destruyendo lo que había costado tanto esfuerzo construir. Mataron a todos los hombres, dejándonos a nosotras encerradas en los templos mientras ellos saqueaban lo poco de valor que había en nuestro calpulli.

    Igualmente esa fue la última vez que vi a mi familia.

    Cuando amaneció nada era igual al día anterior, el calpulli se cubría de cenizas y sangre.

    Los guerreros extranjeros entraron al templo, seleccionando a varias mujeres; llevándoselas entre gritos y forcejeos.

    Uno de ellos me eligió, luché para que no me tocara pero era un hombre enorme del que no logré escapar. Al salir me exhibió con los otros hombres de trajes color plata…


    Mientras él me ultrajaba, deteniendo mis intentos por protegerme con golpes, supliqué a todos los dioses por su ayuda, lloraba por la humillación, el dolor y la desesperación.


    ¿Te has preguntado cuánto vale la sangre? Hasta ese momento yo tampoco me lo había preguntado… Mi pueblo ofrecía sacrificios para tener la bendición divina, fuimos bendecidos hasta que los guerreros extranjeros llegaron y acabaron con nuestros pueblos, matando a los varones y usándonos a las hembras para su servicio carnal.

    Pocos lograron escapar, ya que mientras mi gente menguaba más y más naves llegaban a la costa, llenas de los seres de piel blanca.

    Antes de enfrentar la muerte, supe que para esa raza la sangre no tenía ningún valor pues osaban derramarla sin aparente razón.

    —Por favor… —me dirigí en plegaria, arrodillada en mi celda con otras veinte mujeres—. Cobra venganza: toma sus vidas Quetzalcóatl.

    La ayuda nunca llegó.
     
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    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    La historia es trágica lo cual a mis gustos me crea algo de conflicto, pero sin embargo es tan intensa y concreta que me ha agradado bastante, se nota que si bien si no sabían de los elementos que involucran se dieron a la tarea de investigarlos y otorgarle así coherencia y sentido al relato que siendo histórico es bastante recomendable que se haga, a mi me resulta bastante realista esta toma de Tenochtitlan en muchos aspectos.

    4.5/5
     
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    Atl

    Atl Usuario popular

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    El título no es el correcto, aparte de la reflexión que se hace al final, la historia no va por ahí; sí, se da por sentado que sucede durante una guerra, se menciona brevemente que han muerto los varones, pero no se ahonda en ello. Los mexicas le tenían una alta estima a la sangre, es cierto, fue la sangre la que nos creó, la que hizo que el sol girara y los ciclos agrícolas fueran posibles; era ante todo vida, pero no lo muestran, como dije casi no lo mencionan. Se centraron en los daños colaterales, en las victimas, no en los guerreros, hablan de las casas destruidas de las mujeres violadas, el título debía reflejar eso. Por otro lado tenemos la ambientación, la cual es pobre, no logró ver esa visión mexica, ponerles un nombre náhuatl a las protagonistas y mencionar a algunas deidades –la relación con los dioses también es extraña, tiene que ver más con mitos griegos que con mitos nahuas- no es suficientes, detalles como el de la reacción ante los caballos.

    El problema es la superficialidad de estos, no les dieron la importancia que se merecían, otra cosa que no recibió la atención necesaria fue el ultraje de Quetzalli, lo dicen literalmente en una línea, no lograron hacer de ese un evento terrible, que sacudiera al lector, quedo como algo anecdótico, sin mayor peso que el que tendría en un informe. Pero sigamos con la ambientación, no sé qué episodio de la conquista eligieron, quizá sólo es un homenaje a los pueblos arrasados, pero si como supone Fénix es la batalla de Tenochtitlan, la historia estaría plagada de errores, como el desconocimiento del enemigo, pues en los mexicas habían acogido a Cortés antes, la omisión de la hambruna y las plagas que azotaron al pueblo, por poner algunos ejemplos. En resumen el texto se queda corta a la situación no logra plasmar ni la sensación ni los hechos de ese periodo histórico.

    2/5
     
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    Kai

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    Y yo perdida, históricamente al menos , de vaina sé algo de mi país ._.
    Aunque leí un resumen, y está lo que Atl dice, esos errores. Sin embargo, un escrito histórico/épico en mil palabrs, con la bueno que le cae explayarse, en tan poco espacio seguro que fue difícil.

    Aunque sí, hubiese sido lindo ocupar unas dos líneas en un descripción del ambiente. Nutrirlo un poco.

    Admito que me gustó cómo salió Quetzalcóatl , es decir, el momento, lo que hicieron con eso C: Igual me descolocó ciertos mometnso en rima e.e Hacia que el escrito perdieroa cierta fuerza, eso no me gustó ni un poco.

    3/5
     
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