Iba caminando, de regreso de la escuela vespertina, a las 7:30, esa noche estaba realmente sola, como de costumbre solo un poco más, era fría tal como una de invierno, el aire colaba hasta los huesos, por lo que yo traía una chamarra lo suficientemente gruesa como para protegerme de aquel frío aire que recorría toda la ciudad, tambien llevaba una bufanda no muy larga de color azul marino y todo lo necesario para no pasar ni un poco de frío. Últimamente los examen habían estado algo difíciles, así que había decidido descansar mi mente visitando el parque, para pensar en otras cosas que no sean exámenes, como en mis amigas, casa, redes sociales, etc. Ya que había llegado al parque, donde no vislumbraba alma alguna, lo que era mejor para mí, nada que interrumpiera mis profundos pensamientos. Me senté en la primera banca que encontré, enfrente de los juegos formados por dos columpios, tres resbaladillas y un pequeño arenero. Cerré los ojos, desconectándome de el mundo para entrar al mío: <<hoy Adriana se calló al tropezar con el escalón, po cierto ¿Cómo estará su hermano?, eh dejado el "Messenger" abierto en la escuela, mi mamá a conseguido boletos para irnos a la playa, será divertido ir a pasar unas agradables vacaci...>> algo no me estaba dejando pensar en paz. Separé mis livianos parapados lentamente, para después encontrarme con la terrible razón de mi desconcentración. Había una persona, que volteo la cabeza rápidamente para que yo no notara que me estaba mirando, pero reaccionó un poco tarde, yo ya había sentido su pesada mirada. Observando a la persona de espalas, no podía distinguir si era hombre o mujer. Llevaba el pelo un poco arriba de los hombros pero extremadamente revoltoso, llevaba una piyama muy holgada de color azul cielo con ciertos manchones irregulares de color morado. En un momento se dio la vuelta y la pude ver de perfil, su rostro era el más blanquecino que había visto en mi vida, pero era tan reseca al igual que sus finos labios, por eso y la forma de su rostro, supe que era una mujer con poco menos que treinta años. Empezó a caminar, caminaba de una manera extraña con el pie doblado, se dirigía hacia uno de los columpios y al llegar comenzó a empujarlo, sus brazos se doblaban cada vez que lo hacia parecía que fuese de goma, después se encamino hacia una de las resbaladillas, para ser exactos, la verde, haciendo como si tomara la mano de alguien y haciéndolo subir por las escaleras y resbalares por el pedazo de metal ondulado y dirigido hacia abajo, ya iba hacia el arenero cuando me di cuenta de que las preguntas ya no cabían en mi cabeza: ¿Qué hacia una señora aquí, a esta hora? Jugando con alguien que no existía ¿Estaría ella loca o yo era la que estaba viendo cosas? Había decidido hacerle una pregunta sencilla a la señora: —Disculpe ¿sabe qué hora es?— por unos segundos no obtuve respuesta alguna, ella sólo volteo hacia el cielo para después contestar: —Han de ser mas o menos las ocho en punto.— recuerdo, su voz era tan peculiar, un tono agudo y grave y con raro acento. —Y ¿qué hace usted aquí? Lo que había ocurrido a continuación no tenía explicación lógica: su cabeza había dado una vuelta de 180 grados, el frío había hecho que sus labios se resecaran más, —¿Por qué?— sus labios se abrían— ¿Tienes algún inconveniente?— no me atreví ni a soltar un ruido, sentia como la saliva pasaba oor mi garganta y el sudor por mi frente, no exigió mi respuesta y siguió con una pregunta que tarde un rato en entenderla:— ¿Sabes dónde esta mi bebé? Mi niña Me dio miedo dar un "no" por respuesta y qué pasara algo malo, Levante mi brazo y señale con mi dedo lo mas lejos que podía señalar, mi boca solo dio para la pequeña frase: —Por allá. Con su extraña y lenta manera de caminar se dirigió al lugar que yo había indicado,sin pensarlo dos veces salí corriendo. Para ir a un lugar con más gente o por lo menos a mi casa, apenas recorrí unos cuantos metros, oí el horrible aullido que decía: —¡¡¡Ella no esta aquí!!! No decidí parar, seguir corriendo, iba mucho mas adelantada, pero aun así ella empezó a correr demasiado rápido, pero... ¿Cómo? Si hace poco caminaba tan lento. Le estaba ganando, tenía ventaja, podía de ganar de verdad, podría salir de esta, había estado a unos metros de mi, estaba justo detrás de mi, me alcanzo, grite y en ese momento no hubiera sabido si saldría con vida. ---------------------------------------- Basado en el cómic coreano de terror. Recuerden: azul y rojo hacen morado. Me daba miedo dar un "no por respuesta y que pasara algo malo
