¿Quieres ser inmortal?

¿Quieres ser inmortal?

Solamente vengo a poner una pequeña historia^^
no me atrevo a hacerla fic sin apoyo^^
quizás la haga un fic^ ^ pero eso ya será en un futuro no muy lejano aquí^^
bien aquí vamos^^ :

-¿Quieres ser inmortal? ¿Lo dices en tu realidad? ¿Sabes medir esas hermosas palabras de tu alrededor? ¿Sabes acaso lo que dices? ¿Comprendes mi dolor? Soy un monstruo por naturaleza, ¡Un maldito monstruo!, un demonio en la noche y en el día. No puedo sentir sin asfixiarme y embriagarme en el placer de la muerte, tampoco puedo gritar sin emitir mi mortífero llanto. No comprendes mi dolor mi amada, no lo comprendes- baje la mirada queriendo llorar, estaba arrepentido hasta en mí alma. ¡La había convertido hacía ya 10 días! ¡Aún no sabía matar y tampoco probar la crueldad de este purgatorio! ¡Quería liberarla de ese infierno antes de que fuera tarde! ¡Tenía el poder de liberarla, aun había tiempo de liberarla sacrificándome! Solo debía olvidarme.

-Sí…- solo eso me respondió, un “sí” en aquella noche de luna llena. Efímera luna de nuestra noche en vela. Maldigo el crepúsculo de la oscuridad, el anochecer de mi dolor y mi amor. Espere tanto por ti y un sí es lo que me has dado. Ya no puedo pedir absolutamente nada más, aunque mi alma se quemara.

-Mi amor por ti no se olvidará, no me pidas más, nada más. Me despido de ti en este anochecer, para que me recuerdas como fui y como seré sin cambio alguno en mi ser. Recuérdame amor mío, recuérdame por lo que soy y no por lo que la luz me hace ser. Olvida como me veo en las sombras y mis ojos furtivos, ¡Olvídame maldita sea!, solo así te liberaré de este infierno y de tú secuestro, solo así te dejarán de buscar- pose una mano sobre mi frente, entrelazando mis dedos con mi cabello. Estaba extasiado, un gran poder sobre mi alma me agobiaba, quería gritar, ¡Deseaba gritar!

-No lo haré, es a ti a quien amo mi amor y a quien no deseo olvidar, no te temo a ti, temo al monstruo que habita en tu interior, que grita y llora de dolor, temo por ti, porque no consuma tu alma y tu ser-posando su cálida cabeza en mi pecho, regalándome un hermoso beso en medio de mi vacio órgano muerto llamado “corazón”.

-¡Maldición, olvídame mi amor! ¡Olvida que un día me conociste! Olvídame para siempre, para que pueda otorgarte libertad, ¿Por qué me lastimas así? Sabes que te amo demasiado, que mi fuerza se va y se pierde a lo lejos cuando te veo y te beso. No puedo alejarme de ti, ¡No puedo! ¡Vivo un infierno por tu amor! Por favor, ¡Por favor olvídame!- caí de rodillas desganado. No podía articular más palabras a mi boca, me estaba sofocando ante la desesperación. Definitivamente no podía articular más palabras a mi boca. Soledad. Sí soledad en mi alma que no me dejaba más que gritar.

-No te olvidaré aunque aprendas a llorar, es mi decisión la que eh tomado ahora en el crepúsculo de la noche. No te olvidaré amor mío, aun cuando me asesines o te suicides. Te amo y te amaré hasta la muerte- su mirada era franca, sus hermosos ojos jamás me mentían, era como si ella comprendiera el cómo me sentía y lo usara egoístamente en su beneficio, me volvía loco esa mujer y su carisma peculiar. Era como si ella supiera todo sobre mí, como si supiese todo lo de la vida a su alrededor y quizás era verdad. Quizás ella ya sabía todo lo que iba a pasar. Absolutamente todo lo que pasaría y lo que sentiría.

Esbozo una tierna sonrisa hincándose ante mí, tomo mi mentón con ambas manos y me sonrío con dulzura.

-Jamás te dejaré. Mientras yo viva jamás te olvidaré mi amor, mi vida y mi sol- lágrimas ahora caían de sus parpados, color café. Cerró los ojos besándome los labios y susurro a mi oído, tomándome con ambas manos mi cabeza- antes de que me pidas una incoherencia que me dolerá, lastimará y te matará con lentitud, prefiero morir primero. Ya vienen por mí, quieren matarme por poseerte, por poseer tu amor y tu dolor. Matarme ahora que jamás es mejor que olvidarte, vive feliz amor mío, vive completamente feliz y que ellos vengan por mí-

-N-no, n-no, ¡No por favor! ¡No mueras mi amor! ¡No te dejes morir! ¡NO!- grité con exasperación, desesperado andaba yo, abrazándola con fuerza, sentía que la perdería para siempre, y para mí, yo ya la sentía lejos de mi alma.

-Antes de que mueras tú, moriré yo… antes de que despiertes tú, reviviré yo para esperarte de nuevo en el crepúsculo de esta noche. En el mismo lugar donde nos conocimos, en el mismo lugar donde supimos de nuestro amor. Adiós para siempre amor mío- cerró los ojos mientras encajaba algo en mi cuerpo, una daga con veneno especial -¡Maldición me está envenenando!- abrí los ojos con desesperación, no podía moverme, no podía hacerlo por el poder del veneno. Mi amor no te vayas te lo suplico, no me destruyas lentamente, no me hagas perderte, te espere toda una eternidad. ¡NO! ¡No quiero perderte!

“adiós para siempre mi amor”

-¡MADELINE!- grite viendo como su sutil mano empujaba mi pecho y yo caía en el abismo de la oscuridad. Tan lenta sentía mi caída, letargo fue con mi dolor punzante en el pecho. Malditos y eternos minutos que fueron mi maldición y destrucción. Jamás te vería de nuevo amor mío, jamás te vería de nuevo en este hermoso claro de luna.

-Adiós, Leonardo- viéndome caer sobre aquel abismo tan cruel, su hermoso vestido de encajes, cubierto con mi sangre y esparcido en la tierra. Tan hermosa y gloriosa como un regalo en navidad- Ella era mi glorioso regalo de navidad-. Sombras me agarraron por todo mi cuerpo apretándome con fuerza, jalándome a lo más profundo de aquel agujero. No pude gritar, el nudo en mi garganta, la pesadez en mi pecho, las sombras me jalaban con fuerza y yo solamente podía imaginar el llorar. Imaginaba que lloraba como los humanos. Aun cuando mi alma estaba perdida en alguna parte, yo sé que lloraba y no era suficiente para mi dolor. Mi desesperación por vivir a su lado, por salvarle de mi hermano.- ¡MADELINE!-

Mi amada estaba postrada arriba del barranco, viéndome con lágrimas en sus ojos, lágrimas de sangre. Movió sus labios carmesí con un “te amo” reflejado con dulzura de su alma, se levanto del lugar con mirada firme sin limpiarse ninguna gota de sus lágrimas. Pude ver con todo el dolor de mí corazón el cómo unos malditos demonios se abalanzaban contra ella y la empujaban hasta otro extremo de la tierra, ¡Malditos, no la toquen! ¡No la lastimen hipócritas y traidores lujuriosos! El olor de su sangre resonaba sobre la tierra, se esparcía en el aire. Embriaga y alimentaba mi furia….

¡NO! ¡MI AMOR! ¡NO!- grite con desesperación, ella me miró con una dulce y cálida sonrisa, aun no paraba de llorar con tanto dolor, lloraba inmensamente mientras la golpeaban aquellos demonios. ¡MALDITOS, NO LOS PERDONARÉ! ¡MADELINE!- ¿Por qué maldita sea? ¿Por qué no dejas de llorar amada mía? ¿Qué has tramado tú, a mi inerte corazón?

Estaba frustrado, mi corazón moría con lentitud, moría con mi amada, moría para siempre. Pero solo sabía una cosa y la cual ansiaría toda mi vida.

-Mi alma ¡Jamás descansará hasta cumplir mi palabra! ¡Me eh arrancado la carne y el corazón de mi pecho!, mi alma no podrá encontrar ninguna paz, hasta matarlos, no decaeré en mi venganza y me consumiré como un demonio en la oscuridad, como un demonio frígido, que solo sirve para matar y ser asesinado creando así su propia existencia y destrucción. ¡Pagaran este dolor! ¡PAGARAN!- sangre, deseaba la sangre correr en mis manos, sangre divina, sangre exquisita. La cabeza de mí hermano, quiero su cabeza y su corazón, quemarlo mi decisión.

¡PAM!

Se ha escapado toda mi luz, ahora viviré con la oscuridad. Hasta el letargo de mis días, hasta el fin del mundo y el comienzo del apocalipsis lunar, eso fue todo lo demás de mis lastimeros recuerdos, aún sigo en penumbras. En el tormentoso ataúd. Oscuridad y nada más, en mí efímero mundo de soledad. Adiós gloria mía, adiós a la libertad en el sepulcro de la eternidad. Hola a mí nueva vida de esclavitud en el santuario de la agonía, hola a mi sed insaciable de sangre y adiós a mi humanidad.