¿Qué es ese nuevo sentimiento? [Chobits]

Tema en 'CLAMP' iniciado por Ichiinou, 16 Septiembre 2015.

  1.  
    Ichiinou

    Ichiinou Amo de FFL Comentarista destacado

    Sagitario
    Miembro desde:
    4 Septiembre 2015
    Mensajes:
    7,774
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    ¿Qué es ese nuevo sentimiento? [Chobits]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1606
    Capítulo 1

    La casa estaba vacía y Kotoko todavía seguía durmiendo, aquel día algo extraño le pasaba a la pequeña Sumomo, se había levantado sin su energía habitual. Pensó que quizás le habría entrado un virus o que estaría fallando algo en su sistema, cuando regresase Hideki se lo diría para que avisase a Shinbo, ya que seguramente su maestro tuviese más idea de lo que le pasaba que su nuevo amo.

    La pequeña persocon de pelo rosa se quedó mirando a su compañera de aventuras, Kotoko, la cual parecía mucho más agradable mientras estaba durmiendo. Bien era cierto que en el tiempo que había pasado con ellos Kotoko había cambiado mucho y le gustaba su sinceridad máxima, la cual le habían programado de serie, pero la hacía más, fiable.

    El día anterior Chii le había encargado ir a hacer la compra en secreto a Sumomo, porque quería darle una sorpresa a Hideki y sabía que si le preguntaba a la otra persocon portátil esta desembucharía sin pensárselo dos veces. La honestidad de ella era un arma de doble filo, sí, pero al menos sabía que nunca le mentiría, aquello le parecía algo muy honorable.

    Salió a hurtadillas de la habitación por la ventana, que Chii había dejado abierta estratégicamente y haciendo gala de sus dotes como gimnasta se ubicó en el suelo sin gran dificultad. Pensó que era muy útil que siempre se mantuviese en forma, porque podía moverse de forma que otros no podían hacerlo.

    Aunque el supermercado al que le había mandado ir no estaba muy lejos, pensó en que era demasiado pequeña como para no verse abrumada por la inmensidad de la ciudad. Pronto sacó aquellos pensamientos pesimistas de su cabeza y empezó a andar hacia su destino.

    Era pequeña y tenía que ir esquivando a los transeúntes que en su mayoría no la veían. De vez en cuando algún persocon se fijaba en ella y le dedicaba una sonrisa. La educación de los persocons era realmente perfecta, siempre te trataban bien y ella había sido programada de la misma manera. Aunque le gustaba pensar en que tenía una personalidad mucho más intensa que el resto.

    Mientras iba sumida en sus pensamientos casi la pisa un grandullón, aquello hizo que se asustase notablemente. Salió corriendo a un callejón y se pegó a la pared de espaldas, asustada, intentando recomponerse de aquel susto.

    — Son demasiado enormes estos humanos, caray —dijo rascándose la cabeza— tengo que tener cuidado y no ir pensando en las musarañas o al final acabaré siendo un bonito pegote rosa en el asfalto y ni Shinbo podrá arreglarme.

    Se serenó y volvió a retomar su camino. Lo cierto era que últimamente se fijaba mucho más en las personas, porque ahora sentía como que ella también podía ser como Chii, antes había estado anulada, pensando que solamente era una herramienta, pero ahora pensaba en que podía ser algo más, podía ser algo para alguien, no solamente para Hideki o para Shinbo, que la veían como una amiga, pero ella pensaba en algo más profundo, lo que había encontrado Chii…

    — ¡Mira por dónde vas renacuajo! ¡Que casi te piso! —le dijo una señora mayor que la había esquivado por los pelos.

    — ¡Disculpe señora! ¡Culpa mía!

    — Si es que estas persocons… cada día las hacen más raras —se fue refunfuñando aquella mujer.

    — ¿Seré solamente rara? —pensó Sumomo.

    Quizás sí, solamente fuese rara. Era cierto, no tenía la personalidad que tenían las otras persocons, ella era mucho más activa, era mucho más aventurera, le gustaba hacer lo que las otras, pero había algo más…

    Casi sin darse cuenta Sumomo llegó al supermercado y por poco se lo pasa, pero reaccionó a tiempo como para volver sobre sus pasos no más de dos metros y mirar la gran puerta de aquel supermercado y ver que estaba lleno de gente.

    — Genial, ¿Y ahora cómo hago yo para que me vean entre todo este gentío?

    En ese momento una genial idea se le pasó por la cabeza. Sacó un megáfono y empezó a andar.

    — ¡Paso! ¡Paso! ¡Aquí va Sumomo! ¡Tengo que hacer la compra para Chii! ¡Abran paso! ¡Venga señora muévase! —le dijo a una señora que le estaba mirando de mala manera y apuntándole con el bastón.

    Al final, todos dejaron que la pequeña persocon pasase primero, algunos no parecían estar muy de acuerdo, pero aquello a Sumomo le daba igual, tenía una misión y no pensaba incumplirla por simple gente de mal humor.

    Al llegar al mostrador vio a un anciano muy sonriente que la miraba curiosamente.

    — Anda, eres la primera clienta que tengo de tu estatura, ¿Dónde piensas llevar la compra pequeña? —dijo amablemente.

    — Chii me dijo que al ser una compra grande la llevarían a casa, ¿Estoy en lo cierto?

    — En efecto, no te preocupes. Chii, ¿Eh? Esa persocon es realmente agradable.

    De un momento a otro, en el hombro del anciano apareció alguien, un persocon de cabellos oscuros, ojos azules y ropas oscuras, era el primer persocon hombre que veía de aquel tamaño. De tamaño reducido, como ella.

    — Bonito color de pelo —dijo el recién aparecido.

    Aquello pilló por sorpresa a Sumomo, la cual se sintió un poquito avergonzada, ningún chico solía coquetear con ella ya que no la veían como una mujer, si no como una niñita pequeña y juguetona.

    — Uhm, esto… gracias —en ese momento sacó de uno de sus bolsillos la lista de la compra que le había dado Chii y saltó al mostrador para entregársela al dependiente.

    — ¿Así que quieres todo esto? —dijo el señor revisando la lista— voy a coger las cosas, Akoro quédate vigilando la tienda.

    — ¡Claro señor! —dijo el persocon aludido y puso una expresión muy seria mirando a la gente que estaba esperando en la cola.

    Sumomo miró largamente a Akoro, ahora conocía su nombre así que ya podía pensar en él sin hacerlo como un persocon portátil misterioso. La verdad es que le parecía bastante mono, aunque se le veía realmente serio parecía una persona tierna en el fondo. Era la primera vez que veía a alguien como él, pero seguro que sería alguien genial. Pensaba que igual estaría bien conocerlo más, pero no sabía cómo podía ser aquello.

    — ¿Por qué me miras así? —dijo Akoro notablemente hostigado porque Sumomo le estaba clavando la mirada.

    — Ah, no, por nada… eres el primero chico que veo… como yo.

    — Ajá, entiendo. Tú no eres la primera chica que veo como yo, siento decepcionarte.

    — ¡Ah! No, si no me decepcionas, yo convivo con Kotoko, también es de mi tamaño aunque es un poco gruñona…

    — Intuyo que tú la molestas un poco y quizás por eso te parezca gruñona.

    — ¡No! ¡Oye! ¡No sabes nada de mí! ¿Por qué piensas eso?

    Aquel persocon se rió de la reacción de Sumomo y le dio un golpecito en la cabeza con la palma de la mano.

    — Eres realmente boba, pero igual eso te hace ser más mona.

    — ¡¿Qué?!

    Sumomo sintió como si fuese a perder la consciencia, ¿Realmente le había dicho aquello? Los sucesos estaban ocurriendo demasiado rápido y su pequeño software estaba casi ardiendo con toda la información que estaba recibiendo y de esa índole.

    — No te pongas nerviosa, aunque sea la primera vez que veas a un hombre de verdad, no tienes por qué estarlo, yo no voy a comerte, a menos que tú me dejes.

    — ¡¿Pero qué demonios?!

    Los mofletes de Sumomo fueron invadidos por un intenso color rojo y empezó a temblar. No sabía lo que le pasaba, ¿Así se sentía una cuando estaba siendo cortejada? Se sentía débil e indefensa, no sabía realmente lo que estaba pasando allí y aquello la confundía demasiado.

    — ¡Akoro! —el anciano llegó con las cosas metidas en bolsas, realmente era muy rápido como le había comentado Chii— te pido disculpas, este chico antes era el persocon de un pervertido que le ha enseñado cosas poco apropiadas y aunque se está reformando todavía no puede controlarse del todo.

    — ¡Maestro! ¡Que me avergüenza delante de la chica!

    — Chitón. Anda, cóbrale a la jovencita mientras yo voy a tendiendo a los demás, que se nos ha formado una cola enorme —dijo el anciano fijándose que ya llegaba esta fuera de la tienda.

    Sumomo se dirigió hacia la caja registradora con Akoro, torpemente y sintiéndose realmente nerviosa.

    — ¿Tarjeta de crédito? —dijo Akoro alzando una ceja.

    — ¡Ah! ¡Sí! —Sumomo sacó lo que le había pedido el chico de su otro bolsillo y se lo tendió— no tiene clave, es la tarjeta de Chii.

    — Vale, no hay problema.

    La persocon vio como el otro chico tecleaba en una máquina donde metió la tarjeta y en cuestión de segundos se la devolvía junto con el ticket.

    — Gracias por su compra, esperamos que vuelva a confiar en nosotros. El pedido le llegará a casa en más o menos una hora.

    El persocon se le acercó disimuladamente a Sumomo y se quedó a escasos centímetros de su cara.

    — En realidad soy todo un romántico, no creas nada de lo que dice ese viejo —susurró y después le guiñó un ojo— ¡Hasta luego!

    — ¡Hasta luego! —dijo Sumomo algo aturdida.

    Después saltó al suelo y se dispuso a salir de la tienda. Cuando llegó a la puerta echó un vistazo a ver si veía a Akoro, pero la larga cola ya no dejaba ver nada, ni siquiera podía ver al anciano.

    Aquel encuentro había sido realmente extraño, Sumomo no sabía lo qué pensar acerca de aquel persocon, pero algo había despertado en su interior. Sí, no podía negarlo, Ahoro le resultaba atractivo y además interesante. ¿Pero qué podía hacer ella con un chico como él? No, no tenía oportunidad.
     
  2.  
    Habieru the Kiragon

    Habieru the Kiragon Soy el Kiragon más poderoso que existe

    Leo
    Miembro desde:
    4 Enero 2010
    Mensajes:
    88
    Pluma de
    Escritor
    Jo, pensar que hace mucho vi ese anime por recomendación de una buena amiga mía..... y encuentro esto.... y jajajaj, awwwwww, ya casi ni recordaba a Sumomo, siempre me parecio tienra (y no solo por su estatura XDD) y pobre que casi la aplastan. Y awwwwww, se ha enamorado, se ha enamorado!!!! >/////w////<

    Cof,cof.... perón, me vuelvo algo loco con esta clase de fics... en fin, no le veo ningun error en absoluto y todo me pareció bien, tanto en narración como en descripciones de los personajes, subirás otro capitulo pronto? Bueno, nos veremos pronto *hago aparecer un portal, entro en él y en unos segundos se desvanece*
     
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
    Miembro desde:
    13 Noviembre 2010
    Mensajes:
    3,692
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Ahí dice two-shot, asi que por consiguiente necesito ver la continuación de esto. De verdad que me has dejado entusiasmada por que es la primera historia de Chobits que leo y ha sido tan encantadora. Y no puedes dejarme asi cuando hace medio año lo escribiste, y no dejas de lanzar actividades, ok, tienes un día para entregar(?
    Me gusta mucho tu manera de narrar, aunque es un poco sistemática dejas en tus líneas sentimientos, no tan empalagosos pero con esa capacidad de que el lector pueda imaginar y transportarse al lugar o a la situación que estas narrando. No he notado faltas de ortografía, algo admirable aunque no me extraña de tu persona, es un texto perfecto ya que cuentas con la narración necesaria, los diálogos exactos sin exagerar, no abusaste de ningún elemento y eso me ha dejado maravillada.
    Es tan curioso ver a Sumomo en ese tipo de situaciones, y más encontrar a un persocon como ella y que le coquetee de esa manera tan descarada, fue tan gracioso y me encantó que conservaras la personalidad de esa persocon tan activa que aveces desespera.
    De verdad espero el segundo capítulo y que te animes a escribirlo, saludos.
     
    • Adorable Adorable x 1
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso