Fruits Basket ¿Promesa? [Furuba]

¿Promesa?​

—¿Seguro que estas bien? —Susurró la rubia, con el teléfono en su oído y la preocupación creciendo en su interior.

—Claro que sí, amor. No te preocupes es sólo un resfriado —prometió él, sintiendo como un nuevo mareo llegaba. Cerró los ojos, agarrándose de la silla a su costado. Su hermosa niña no debía preocuparse por él, era una simple gripe que pasaría a los pocos días.



Kyoko calló por un momento. Estaba preocupada por esa tos constante que azotaba a Katsuya, debía admitirlo, pero en estas circunstancias no podía hacer nada. Él estaba en un viaje de negocios y ella debía cuidar de su pequeña.



—Katsuya, por favor, prométeme que mañana irás al médico —volvió a rogar, sintiéndose lo suficientemente fuerte como para no importarle lo que los otros dirían al verla. Debía asegurarse de que él estaría bien.

—Te lo prometo Kyoko, mañana a primera hora estaré en la consulta del doctor.

—Y esta vez no hagas trampas, que luego me entero que nunca fuiste.

—¿Cómo podría faltar esta vez? Si debo estar fuerte para cuando vuelva —habló, sintiendo su voz rasposa y sus mejillas doler ante la pequeña sonrisa que se pintaba lentamente en sus labios.

—¿Fuerte?

—¡Claro! Si no, ¿cómo quieres que le demos un hermanito a Tohru?



De pronto enmudecieron, él esperando la tan ansiada respuesta, ella con el corazón acelerado y la emoción corriendo por su cuerpo. ¿Acaso acababa de…? No supo cuánto tiempo estuvo así ni cuando sus lágrimas habían bañado sus mejillas, lo único que entendía era esa emoción arrasadora que subía y bajaba sus pulsaciones y el rubor en su rostro.



—Katsuya… ¿es en serio? —Susurró.

—Por supuesto que sí, Kyoko. Te amo y quiero que nuestra familia se haga tan grande como nuestro amor. ¿O es que acaso tú no me amas?

—Claro que te amo —murmuró, sintiendo como sus mejillas ardían.

—Entonces cuando vuelva, le daremos un pequeño hermanito a Tohru.



Kyoko río, soltando una pequeña risa que mandó escalofríos a su amado. Le sonrío al teléfono imaginando que era el rostro de Katsuya. No podía esperar por volver a verlo.



—¿Promesa?

—Promesa.



Ella sabía que él volvería.








-------------------------
Bien, no muchos se acuerdan de ellos ni tampoco son los más conocidos, pero sentía que debía escribir algo sobre este momento. Es tan tierno y a la vez tan doloroso.
Espero que les guste.