One-shot ¿Porqué...?

@Pire Bennet, bueno querida, esto no es lo que tenía en mente, borré una parte, y paff! se me borró toda :C pero agradezco que al menos terminé -.-' ¡ánimo tributos! Cx


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Sale el sol, despierto cada día con un sueño...
¿Lo lograré?
Me llamo Miku, siempre he soñado con ser cantante... pero por más que me esfuerzo, no lo logro.
¿Algún día, todos mis esfuerzos valdrán la pena?

—Miku, tengo una buena noticia, y otra mala.—Dijo mi madre con una cara un tanto extraña.
—Bueno... primero la buena.
—Te conseguí una audición, si lo logras podrás firmar un contrato como solista.—Me entregó una hoja de papel que lo explicaba todo.
—¿E- es verdad esto? muchas gracias...—Quería llorar.
—La mala noticia es que... la audición es mañana.
—Oh... entonces... debo ir a prepararme.

Por fuera, mi expresión no denotaba nada, pero por dentro, se podía decir que exploté del miedo.

Estuve practicando con mi voz toda la noche, pero logré mi objetivo, encontrar el tono de voz adecuado.
Aunque me trasnoché... bastante, pero con tal de lograr cumplir mi sueño, haré hasta lo imposible.

—Buen día Miku.—Me saludó mi padre, Hatsune Mikuo.
—Bueno días papá.—Le saludé bostezando.
Mi mamá y yo desayunamos lo más rápido que pudimos, tomamos el autobús y dos dirigimos directamente hacia la audición.

Con tanto ruido, y tantas niñas audicionando, destaqué a mi amiga, Megurine Luka, estaba sentada, parecía calmada, pero tal vez... estaba nerviosa.

Eran en total 234 participantes, y iban por la número 178. Por lo menos...

—Que pase el número 180 por favor.
Llamaron al número de mi amiga.

—¡Ey Luka! ¡buena suerte!—Le deseé buena suerte, ella sólo me volteó la mirada y continuó con su camino.

—Vaya... que raro. Dime, ¿estás nerviosa?—Me interrogó mi madre con una enorme sonrisa.
—No lo estaba, no hasta que lo mencionaste.
—Vaya... lo siento.—Se disculpó bajando la mirada.
—No hay problema.

Pasaban los segundos, y los minutos, ya quería que llegara mi turno, me tocaba justo después de Luka, estaba ansiosa, y a la vez, muriendo de los nervios.

—Señores... les tenemos una noticia, las audiciones se cierran, ya tenemos a la representante oficial de nuestra empresa, es la que firmará el contrato como solista, Megurine Luka.

Se produjo una disputa entre las madres y los evaluadores, yo no quería decir nada, pero tampoco quería quedarme callada, nos habían traicionado de una forma dolorosa.

—N- no es justo...—Susurré para mí misma.

Mi madre comenzó a gritar, como todas lo hacían, yo sólo quería llorar. Llegó el momento en el que los guardias de seguridad nos echaron a todos fuera del edificio. Más molestos no podíamos estar.

Nos encaminamos a casa de una manera depresiva, sin hablarnos, sin siquiera mirarnos...

—Lo siento mucho Miku.—Se disculpó mi madre.
—N- no importa, otra vez será.—Traté de sonreír, pero no pude.

¿Porqué pasa esto? ¿porqué me ocurre sólo a mí? estoy derramando muchas lágrimas justo ahora...

El fin de semana acabó como si nada hubiese pasado, nadie habló del tema. Estábamos en el instituto, ya estaba atardeciendo, fui al baño antes de irme a casa.

—¡Ya cállate Gumi! ¡te estoy diciendo que no, deja de ser tan estúpida!—Era la voz de Luka.
—Luka, ¿porqué le haces esas cosas a tus amigos?
—No son mis amigos.
—Entonces.. ¿sólo fingías?—Gumi parecía estar entrevistándola...
—Sí, ¿estás contenta?—Le decía Luka mientras se lavaba las manos.
—No, sabes... he escuchado por ahí, que hiciste trampa en la audición, que sobornaste a los jueces con dinero más del que te pueden pagar.
—Sí, lo admito, lo hice, ¿y qué vas a hacer?, ya me eligieron a mí, lo siento... tú también estabas en la audición, ¿cierto?

Gumi... Gumi también estaba allí...

—Eres una arpía.—Gumi salió del baño enojada.
—Jaja, todos son unos tontos...

Yo me quedé en completo silencio, pero era verdad no se podía hacer nada... ya la habían elegido.

Al salir Luka del baño, salí y me contemplé en el espejo, me dije unas cuantas palabras...

—Tú puedes hacer todo lo que te propongas, con tal de que lo hagas con alma y corazón...

Salí del baño y me dirigí a casa con una sonrisa de felicidad. No había porque amargarse...

—Padre, ya llegué... ¿padre?—Lo llamaba pero no recibía un respuesta.

Subí hacia la terraza, y lo encontré... pero...

él...
se estaba besando con una mujer...

—Padre...
—Miku... mírame, ¡esto no es lo que crees!

Salí corriendo lo más rápido que pude, y tomé camino hacia lo más lejos posible de mi casa.

Mi padre... engañando a mi madre...

¿Porqué?

Corría, no podía evitarlo, quería correr, correr sin parar. Hasta que mis piernas no pudiesen más.

Terminé arrodillada en el pasto verde, viendo como el sol descendía, y las estrellas alumbraban el cielo.
Decidí nunca más volver...

—Esto es... a lo que se le llama traición.

Tú, que juraste serle leal a mi madre, al contraer sagrado matrimonio con ella, la traicionaste, la despreciaste, rompiste su lazo de unión... ¿porqué? ¿porqué arruinar las cosas de esa forma?

¿Porqué echar a perder todo de esa forma?

Lo has arruinado, padre...